Recientemente los medios de comunicación nos han anunciado la triste noticia de que la histórica casa del astrónomo Josep Comas i Solà situada en la Via Augusta de Barcelona, llamada Villa Urania, se va a derribar. Un ejemplo más de la hipocresía chovinista de un sector determinado de la clase política que alardea de amor patrio hacia Cataluña y luego borra de un plumazo la memoria de sus propios catalanes universales como es el del citado caso.
¿Qué sentido tiene recordar a Josep Comas i Solà? Solamente aplicó el cine y la fotografía al estudio de los eclipses solares registrando por primera vez en el mundo el espectro de la cromosfera solar; determinó el diámetro del planeta Mercurio observando sus tránsitos solares de 1907 y 1909; descubrió que Titán, la mayor luna de Saturno, tiene atmósfera; descubrió once asteroides; fue codescubridor de un cometa, bautizado como Schain-Comas Solá; popularizó la astronomía en su papel de divulgador, publicando más de seiscientps artículos en el diario La Vanguardia; fue director del Observatorio Fabra desde su creación el año 1904; determinó el diámetro del planeta Mercurio observando su tránsito por delante del Sol entre 1907 y 1909; fue director del Servei d’Astronomia de la Generalitat republicana; publicó siete libros en base a sus trabajos; y fundó la Sociedad Astronómica de España y América. Es decir, no hizo absolutamente nada por lo que merezca ser recordado en la posteridad, al menos para quienes están dispuestos a derribar su último legado, la Villa Urania, que el insigne astrónomo donó a la ciudad al morir en 1937 con la condición de que se destinara a hacer un observatorio popular, un grupo escolar o alguna otra institución cultural.
Desgraciadamente, desde la cesión hecha en 1957 la casa quedó en repetidas ocasiones ocupada por indigentes y el material histórico y personal de Comas i Solà (instrumentos, trabajos, diplomas y medallas) ha desaparecido casi en su totalidad. Luego se habilitó para una guardería municipal. El anterior gobierno municipal pactó con el vecindario la construcción de una guardería, un centro cívico y un casal de "avis" con el compromiso adicional de que el nuevo espacio llevaría el nombre del astrónomo. Esta reconversión de Villa Urania se ajustaría bastante a las últimas voluntades de Comas i Solà, aunque sería recomendable que la nueva edificación integrara el antiguo edificio (o bien las fachadas) no tanto por su valor arquitectónico sino por su valor histórico y simbólico, en vez de derribarlo por completo a cambio de un nuevo edificio funcional. A todo ello cabría la posibilidad de incluir un pequeño observatorio con fines pedagógicos que posibilitara el acercamiento popular y familiar de las ciencias astronómicas, y un centro de interpretación que rescatara nuevamente la figura de Comas i Solà para la memoria histórica. Y es que no se debe de olvidar lo que esta casa fue una vez. Solo la presión popular podría hacer realidad esta opción.
La polémica del próximo derribo de la finca ha sido también, por supuesto y por desgracia, objeto de politización. Así, sectores críticos al nacionalismo atribuyen el olvido histórico de Comas i Solà al hecho de que no fuese independentista, que el primer asteroide que descubrió lo bautizara con el nombre de “Hispania” y por haber fundado la Sociedad Astronómica de España y América, de carácter estatal, cuando un año antes se había fundado la Sociedad Astronómica de Barcelona, de carácter más local. Sin embargo, al morir, su entierro fue muy multitudinario y encabezado por Lluis Companys, hecho que denuestra la estimación y el reconocimiento que tuvo como persona y como científico por encima de sus ideas y creencias. Sería deseable que esta hipótesis planteada no se corresponda a la realidad puesto que de ser un prejuicio político se trataría de un caso grave e imperdonable, aunque debe admitirse que la situación actual no permite poner la mano al fuego y todo es posible. Con mayor probabilidad se trata de un asunto más bien especulativo que no identitario, pues los intentos de derribar la finca para construir un bloque de viviendas se han repetido en diversas ocasiones, aunque afortunadamente todos fallidos gracias a la presión popular por salvarla.
Si queremos que Barcelona vuelva a ser nuevamente un referente mundial de la cultura, cantera de artistas, intelectuales y científicos, hay que empezar dando ejemplo rescatando del olvido a Josep Comas i Solà, preservado la Villa Urania para la ciudad y otorgándole nuevos usos sociales en beneficio de toda la ciudadanía.
4 comentarios:
Una interessant, completa i rigorosa anàlisi. Felicitats!
Els diversos projectes que s'han intentar dur a terme a Villa Urania no tenen res a veure amb l'orientació política de Comas i Solà, suposant que en tingués alguna, però sempre hi ha qui busca els tres peus al gat. La causa cal buscar-la en la mateixa manca de sensibilitat d'uns polítics que van permetre l'enderrocament del Laboratori Municipal i el desmantellament del Museru Clarà, i en ambdós casos, en nom de la cultura: el Laboratori, per construir un edifici universitari i el Museu Clarà, per fer-hi una biblioteca.
I els que els han succeït, si no hagués estat per la pressió popular i per la campanya que s'ha dut a terme especialment a través de les xarxes socials, segurament haurien iniciat l'enderrocament avui mateix, com estava previst. L'alcalde ha anunciat que no es farà res a Villa Urania sense arribar a un consens amb els hereus de Comas i Solà i amb els veïns; és el que s'hauria hagut de fer fa anys.
Jo sí que crec que en alguns casos hi ha política pel mig, en el cas de Clarà es va deixar malmetre el llegat pel fet que es va considerar un 'escultor de dretes', i també m'he adonat que és més fàcil mobilitzar gent quan hi ha governs de dretes o conservadors que no pas quan hi ha 'els nostres'. Tot plegat, força lamentable. Evidentment no sempre és així ni pesa tan sols el tema polític pero crec que hi ha matisos que responen a aquest tipus de prejudicis.
En el cas de protestes en contra de guerres sempre s'han fet més fàcilment quan pel mig hi havia els Estats Units.
Gràcies pels vostres comentaris. Més aviat crec que el tema és en realitat un assumpte d'especulació immobiliària com molts d'altres. Ara bé, el tema identitari no es pot descartar perquè, encara que sigui un petit percentatge, és probable que hi sigui.
Recentment, per exemple, han afirmat que el monument a Colom ja no es tornarà a obrir mai més. Probablement sigui pel tema de seguretat, però pel fet que es tracta d'un personatge que simbolitza la hispanitat i l'hispanisme pot haver incidit.
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