Entre los años 1964 y 1989 junto a la estación de Francia (entonces llamada Barcelona-Término) convivió una terminal ferroviaria destinada a servicios de cercanías. Su materialización respondió a la necesidad de descongestionar y distribuir mejor el tráfico de trenes en la citada estación de Francia, aumentar su capacidad tras la entrada en servicio de nuevas líneas de largo recorrido, facilitar la maniobrabilidad y mejorar la gestión de pasajeros. Para ello, aprovechando buena parte de la infraestructura existente se habilitó para trenes de viajeros el espacio antiguamente ocupado por el depósito de formación y descomposición de convoyes y el muelle de mercancías a gran velocidad, ambos construidos durante 1925 y puestos en servicio el 17 de enero de 1926.
Tras unas obras de adecuación al nuevo uso el 24 marzo de 1964 entró en servicio la nueva estación llamada "Barcelona-Término Cercanías". El recinto se hallaba delimitado por un muro perimetral de mampostería revestido, siendo el de la fachada principal con enrejado y presidido por dos grandes puertas de hierro forjado centrales de entrada y salida. Limitaba a la izquierda con la estación de Francia, en el centro con la calle de la Marquesa y el Pla de Palau donde se hallaba la entrada principal, y a la derecha con el barrio de la Barceloneta y la avenida del Capitán López Varela (actual Icària), tramo que actualmente forma parte de la calle del Doctor Aiguader.
Vista de depósito de formación y descomposición de vagones.
Foto: Francesc Ribera. Fondo Servicio Eléctrico MFVG-FFE
En total habían 9 vías. Las vías 00, 01, 02 y 03 se hallaban a cielo abierto y ocupaban el antiguo espacio donde una vez hubo el depósito de formación y descomposición de trenes de viajeros. Las vías 04, 05 y 06 terminaban en el interior edificio de viajeros. La vía 07 finalizaba justo al inicio de dicho edificio. Y en zona descubierta a caballo entre el edificio de viajeros y el muro de delimitación se hallaba la vía 08.
El edificio de viajeros, construido por E. Remy y Compañía, antaño albergó el muelle para los trenes de mercancías a gran velocidad. Estructuralmente era simétrico y de planta rectangular, formado por una planta baja y dos plantas superiores, siendo la primera de mayores dimensiones que la segunda. La fachada delantera o de acceso a la calle contenía en la planta baja cuatro accesos centrales de entrada y salida a la estación, un bar cafetería en el lateral izquierdo y un bazar en el lateral derecho. Sobre dichos accesos coronaba una marquesina metálica y encima de esta estructura había las letras con el nombre de la estación. Cada planta disponía de seis ventanas. La fachada opuesta era casi idéntica a la anterior salvo que en el centro del friso coronaba un reloj y carecía de marquesina. De izquierda a derecha, en la planta baja finalizaba la vía 07 justo en la entrada del primer acceso; los accesos segundo y quinto albergaban los andenes; y en los accesos tercero, cuarto y sexto penetraban las vías 06, 05 y 04, respectivamente.
Interior del edificio de mercancías a gran velocidad, antes de convertirse
en la estación de Cercanías. Foto: Diario de Barcelona
Las fachadas laterales presentaban ocho ventanas tanto en planta baja como en las plantas primera y segunda. Las ventanas de la planta baja y planta primera eran de las mismas dimensiones y unidas arquitectónicamente entre ellas. El lateral montaña correspondiente a las vías del 00 al 03 había además una cubierta metálica. El interior de la planta baja era diáfano, con la presencia de numerosas columnas de hierro y una gran estructura de vigas en el techo que soportaban el resto del edificio. Incluía las vías 04, 05 y 06, los andenes y la taquilla de venta de billetes. Las plantas superiores se destinaron a oficinas y almacén. A modo de curiosidad, disponía también de un antiguo subterráneo sólo accesible a empleados mediante escaleras y montacargas que conectaba entre sí todos los edificios de la estación de Francia, antiguamente usado para el rápido transporte mecanizado de equipajes y mercancías evitando así molestias a los pasajeros.
La estación albergaba los servicios regulares de cercanías de Barcelona a Mataró, Arenys de Mar, Blanes y Maçanet-Massanes. De allí también salían y llegaban las líneas regionales a Girona, Figueres y Portbou/Cerbère. Había los llamados trenes tranvía que efectuaban parada en todas las estaciones, y los semidirectos con trayecto directo sin paradas intermedias entre Barcelona y Mataró y viceversa. Otros servicios tranvía y semidirectos que acogía eran los regionales con destino a Girona, Figueres y Portbou/Cerbère por vía Granollers que efectuaban parada en las estaciones "El Clot-Aragó" y "Sant Andreu-Comtal" de Barcelona.
La nueva estación de Cercanías, además de ordenar los servicios ferroviarios de la estación de Francia, estimuló el desarrollo del comercio de los alrededores, concretamente del núcleo formado por el Pla de Palau y las calles de la Reina Cristina, Marquesa y Llauder, con la apertura de nuevos bazares como Ruiz, El Dorado, Jauja, Spinola, Ceuta, Cuende y Valentín, Victoria, Tony Juani, Carrión y Dengra (las dos últimas ubicadas en las populares Galerías del Puerto). Todo y que la nueva estación gozaba de buena rentabilidad, el 4 de febrero de 1967 se presentó el Plan Modificado de Enlaces ferroviarios de Barcelona a desarrollar dentro del II Plan de Desarrollo, que contemplaba el desmantelamiento de la línea ferroviaria de la costa entre Barcelona y Sant Adrià de Besòs y la desaparición de las estaciones de Francia, Cercanías, Bogatell y Pueblo Nuevo.
A partir de los años 70 aumentó la oferta ferroviaria hasta el punto de no dar al abasto durante los meses de verano (una situación nada diferente a la actual después de 50 años). En 1973 constaban como empleados de la estación de Cercanías un jefe de estación en subjefatura, tres agentes de circulación, un jefe de material móvil, seis agentes de material móvil, dos agentes de servicio eléctrico, cuatro vigilantes de andén, dos porteros y dos mozos de agujas.
Con la entrada en servicio a partir de 1974 de las nuevas unidades eléctricas de la serie 440 para servicios de cercanías y regionales, se tuvo que reestructurar el estacionamiento de los trenes para evitar que las composiciones cerraran la estación e impidieran la maniobra de los convoyes estacionados en las otras vías. Así, en las vías 00, 01, 02, 04 y 05 estacionaría solo un tren de la serie 436 o bien uno de la serie 440; en la vía 03 podrían estacionar tres trenes 436 o bien dos de la serie 440; en las vías 06 y 07 se permitiría un máximo de dos trenes de la serie 436 o uno de la serie 440; y en la vía 08 tres trenes de la serie 436 o bien de la serie 440.
El 15 de marzo de 1976 se inauguró el tramo "Jaime Iº-Barceloneta" de la Línea IV (actual L4) de metro. Ello permitió establecer un enlace subterráneo entre la estación "Barceloneta" y la estación de Cercanías, facilitando así el intercambio.
El 30 de septiembre de 1979 empezó a funcionar la remodelación de la estación de Sants, convirtiéndose en la más grande y moderna de la ciudad. Sus características permitieron centralizar buena parte de los servicios ferroviarios a su paso por Barcelona, desde cercanías hasta largo recorrido. De ahí su denominación como "estación central". Fue entonces cuando las estaciones de Francia y Cercanías iniciaron una lenta y progresiva decadencia y obsolescencia, adoptando un papel más secundario.
En 1986 con la designación de Barcelona como sede de los XXV Juegos Olímpicos de la historia moderna se reactivó el plan de reforma de la red ferroviaria vigente que, todo y no prever la desaparición de las estaciones de Francia y Cercanías, sí que se desmantelaría el tramo costero hasta Sant Adrià de Besòs, incluidas las estaciones de "Bogatell" de mercancías y "Poblenou" de pasajeros.
En abril de 1987 RENFE y el Ayuntamiento de Barcelona acordaron la remodelación de la estación de Francia que incluía la rehabilitación y modernización del edificio de viajeros de 1929, la cubierta y los edificios anexos. En cuanto a la estación de Cercanías, ésta dejaría de funcionar a cambio de acoger en el mismo edificio los servicios de autoexpreso y correos, o bien únicamente el servicio de autoexpreso, con lo cual el servicio de correos se albergaría en un edificio anexo de nueva construcción. Esta segunda opción incluía la construcción de un hotel de cuatro estrellas para cien plazas. El conjunto, además, se completaría con un aparcamiento controlado. Sin embargo, se modificaron los planes de modo que una vez clausurada la estación de Cercanías se derribaría el antiguo edificio e instalaciones adyacentes a cambio de construir en el solar un hotel de cuatro estrellas, una zona comercial y aparcamientos.
Derribo del edificio de Cercanías en 1993. Foto: Patricio Simon (La Vanguardia)
La noche del sábado 27 de mayo de 1989 salió el último tren de la costa y la estación de Cercanías fue clausurada definitivamente. Desde Sant Adrià de Besòs los trenes pasaron a circular por Via Trajana y la estación de mercancías de La Sagrera efectuando parada en las estaciones "El Clot-Aragó", "Arc de Triomf", "Plaça Catalunya" y "Barcelona-Sants". Algunas líneas establecieron su origen y final en "L'Hospitalet de Llobregat" y otras en "Aeroport". Ello dio origen a la línea C1 (actual R1) de cercanías. El miércoles día 31 siguiente se celebró el acto de despedida del ferrocarril del litoral barcelonés con la asistencia de vecinos y autoridades como el alcalde de Barcelona Pasqual Maragall, el presidente de RENFE Julián García Valverde y el regidor del distrito de Sant Martí Joaquim de Nadal. El histórico "Tren del Centenario", una réplica del primer tren de 1848 entre Barcelona y Mataró, también participó. Enseguida se procedió al desmantelamiento de la infraestructura ferroviaria. No fue hasta el 3 de mayo de 1993 que se iniciaron los trabajos de derribo del edificio de 1926. En el solar que allí quedó durante varios años sin urbanizar, finalmente, tras denegar la Generalitat de Catalunya la edificación del hotel, se construyeron bloques de viviendas y un aparcamiento subterráneo, recuperándose además parte de la antigua muralla del siglo XVI (Baluard del Migdia), una contraescarpa de principios del siglo XVIII, un canal auxiliar del Rec Comtal posterior a 1735 y una segunda canalización que cruzaba en diagonal el foso. El conjunto finalizó de urbanizarse en 2016.
Restos arqueológicos y nuevas viviendas en el solar de Cercanías.
Foto: Servei d'Arqueologia de Barcelona. Ajuntament de Barcelona
Agradecer al amigo Xavier Nubiola de Castellarnau su ayuda en algunas aclaraciones al respecto de la historia de esta estación, lo cual me ha permitido la elaboración del presente artículo.