Tras haber resumido la historia de un siglo de metro en Barcelona merece la pena conocer aquellas líneas de la red de metro barcelonesa pertenecientes a Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, más antiguas que el Gran Metro y el Transversal, cuya historia resulta interesante conocer por haber sido claros precedentes del actual suburbano y que en realidad funcionaron como tal, incluso cuando todavía no fueron oficialmente reconocidas propiamente como líneas de metro. El origen de la L6, L7 y L12 debemos buscarlo en el ferrocarril que unía Sant Vicenç de Sarrià con Barcelona, inaugurado el 23 de junio de 1863 a manos de la compañía Ferrocarril de Barcelona a Sarriá. Dicha sociedad, tras haber hecho suspensión de pagos, sus creditores la rebautizaron como Ferrocarril de Sarriá a Barcelona. La iniciativa de este medio de transporte surgió para favorecer el crecimiento urbano de Barcelona tras el derribo de sus murallas, pues el ferrocarril estimulaba la promoción de nuevas construcciones residenciales o fabriles. Inicialmente la nueva línea solo disponía de cuatro estaciones: “Plaza Cataluña”, “Gracia”, “San Gervasio” (estrenada dos meses después) y “Sarriá”. Con la llegada a la alcaldía de Sant Vicenç de Sarrià de Enric Miralles se potenció como principal medio de transporte de la alta burguesía barcelonesa que se dirigía hacia sus torres de segunda residencia sitas en dicha villa. En 1887 se abrió el nuevo apeadero de “La Bonanova”. Ante las incomodidades que suponía la tracción a vapor el 16 de noviembre de 1905 se electrificó. El 30 de junio de 1908 se estrenó el apeadero “Muntaner”, reflejo del crecimiento urbano de la ciudad.
La transformación más espectacular sucedió cuando el ingeniero canadiense Frederick Stark Pearson visitó Barcelona por invitación de su amigo el ingeniero Carles Emili Montañés, y encantado de las posibilidades que ofrecía el territorio catalán para diseñar una gran red eléctrica, adquirió la línea en 1911. El fundador de la Barcelona Traction Light and Power Company Limited, conocida como "La Canadiense" proyectó la prolongación de este ferrocarril hasta la frontera francesa. El hecho de penetrar y superar la barrera física que suponía la sierra de Collserola permitió el crecimiento urbanístico e industrial de la capital catalana más allá de sus fronteras físicas y administrativas, lo que en el futuro daría paso a la Región Metropolitana. En 1912 la línea pasó a formar parte de la sociedad Ferrocarriles de Cataluña, S.A. En 1916 fue prolongado hasta Les Planes, en 1917 a Sant Cugat del Vallès, en 1919 a Terrassa y en 1922 a Sabadell. El 24 de abril de 1929 se puso en servicio el tramo subterráneo bajo la calle de Balmes y se inauguraron las nuevas estaciones subterráneas de “Plaza Cataluña”, “Provenza”, “Gracia” y “San Gervasio”.
Tras superar los años más duros de la posguerra el 12 de mayo de 1952 se inauguró la nueva estación “Tres Torres” y el 1 de enero de 1955 entró en servicio un ramal que comprendía las estaciones “Plaza Molina”, “Padua”, “Núñez de Arce” (actualmente “El Putxet”) y “Avenida Tibidabo”. Ello supuso un notable aumento de pasajeros y una manera cómoda de acceder desde el centro de la ciudad al Tramvia Blau y al funicular del Tibidabo. Aunque el material móvil se fue modernizando y en 1975 se efectuaron las obras de soterramiento del último tramo de la línea en Sarrià, Ferrocarriles de Cataluña, S.A. arrastraba grandes deudas económicas que la llevaron a su desaparición. El 2 de octubre de 1976 se inauguró el ramal a “Reina Elisenda”. El 20 de junio de 1977 la red pasó provisionalmente a manos de la empresa pública Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE) lo cual produjo quejas de vecinos y usuarios que deseaban la municipalización de la línea al ser usada habitualmente como una línea de metro más de la ciudad.
Finalmente el 5 de septiembre de 1979 pasó a Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya que durante los años posteriores inició un proceso de modernización con la adquisición de nuevo material móvil y la renovación de las viejas estaciones. En 1996 se adoptó una nueva nomenclatura, de modo que las líneas urbanas “Pl.Catalunya-Reina Elisenda” y “Pl.Catalunya-Avinguda Tibidabo” pasaron a denominarse, respectivamente, U6 y U7. Gracias a la implantación del sistema tarifario integrado de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) desde el 1 de noviembre de 2003 las líneas U6 y U7 pasaron a ser L6 (distintivo de color lila fuerte) y L7 (distintivo de color marrón), respectivamente, de modo que fueron definitivamente reconocidas como dos líneas de metro, pudiendo usarse los mismos abonos sin la necesidad de tener que pagar doble billete o efectuar doble cancelación al efectuar transbordo con el metropolitano de Barcelona. De cara a poder reforzar el tramo común entre Barcelona y Sant Cugat del Vallès (el llamado Metro del Vallès) el 12 de septiembre de 2016 la L6 recortó su recorrido hasta Sarrià y a cambio se creó la nueva L12 “Sarrià-Reina Elisenda” (distintivo de color lila suave), la línea de metro más corta de Barcelona de solo dos estaciones, si bien en un futuro se prevé prolongar su recorrido hasta Finestrelles y el hospital de Sant Joan de Déu por Pedralbes.
En cuanto al origen de la L8 debemos buscarlo en la compañía Camino de Hierro del Nordeste de España que, tras adquirir en 1908 la concesión de los Ferrocarriles Económicos del Bajo Llobregat replanteó los proyectos para convertirlo en un ferrocarril secundario e inició la construcción de un tramo ferroviario entre “Barcelona-Magòria” y “Martorell”, el cual se inauguró el 29 de diciembre de 1912. Ya terminada la I Guerra Mundial, el 4 de julio de 1919 se constituyó la Compañía General de Ferrocarriles Catalanes, la cual adquirió la explotación de Camino de Hierro del Nordeste de España e integró a Tranvía o Ferrocarril Ecónomico de Manresa a Berga. El 19 de noviembre de 1921 integró la Compañía del Ferrocarril Central Catalán. De este modo se pudieron unificar los distintos criterios de explotación bajo una sola autoridad y configurar así un sistema más coherente. El resultado fue una red de vía estrecha entre Barcelona y Martorell con ramales hacia Manresa e Igualada.
En 1926 se abrió la estación subterránea de “Barcelona-Plaza España” y un ramal entre La Bordeta y la estación del Morrot para el tráfico de mercancías en Barcelona. En 1936 la empresa se colectivizó y pasó a ser administrada por un comité de trabajadores de la UGT y de la CNT. Con la llegada de las tropas franquistas a Cataluña en 1939, los anteriores propietarios tomaron de nuevo el control de la empresa, la cual a pesar de la modernización del material móvil y la electrificación de algunos tramos no frenaron los problemas económicos que arrastraba, por lo que acabó declarándose en quiebra. En 1976 el Estado tuvo que intervenir y la empresa pública FEVE se apoderó provisionalmente de la explotación de la línea. Finalmente se traspasó a la Generalitat de Catalunya la gestión a través del Departament de Política Territorial i Obres Públiques hasta que se creó la empresa Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) integrando el 7 de noviembre de 1979 a su red estos ferrocarriles.
Desde entonces se impulsó una gran modernización basada en la instalación de vía doble en tramos de vía única, la renovación de vías y estaciones, la modernización del material móvil, la apertura de nuevas estaciones y la mejora general del servicio. En 1985 se suprimió el trazado de la línea de mercancías por el paseo de la Mare de Déu del Port y se estableció otro nuevo por la Zona Franca y el margen derecho del río Llobregat. En 1987 el tramo de “Barcelona-Plaça d'Espanya” a ”Sant Josep” cambió con un nuevo trazado por la Gran Via que incluyó las nuevas estaciones "Ildefons Cerdà" y "Gornal". En 1997 se abrió la nueva estación "Magòria-La Campana" a la altura de la antigua estación “Magoria”. En el año 2000 la construcción de vía doble permitió la apertura de las estaciones "Molí Nou" y "Colònia Güell". En el 2003 la buena frecuencia de paso de los trenes y la integración tarifaria de la ATM permitieron convertir la línea suburbana S3 "Plaça d'Espanya-Molí Nou" en la L8 (distintivo de color rosa), integrando así el citado tramo en la red de metro. En el año 2007 coincidiendo con la apertura del salón Construmat se inauguró la estación "Europa-Fira".
Ya en 2008 se aumentaron las frecuencias de paso llegando a intervalos de paso de 5 minutos en hora punta entre "Barcelona-Plaça d'Espanya" y "Martorell-Enllaç" (el llamado Metro del Baix Llobregat). En la actualidad se está construyendo la prolongación de la línea por Barcelona que contará con tres nuevas estaciones: “Hospital Clínic” (enlazando con la L5), “Francesc Macià” (enlazando con el Tram) y “Gràcia” (enlazando con la L6 y L7 y el llamado Metro del Vallès).
Fotos: Arxiu FGC, Bernat Borràs Pujol, Betevé, Catalunya Press, Montserrat García Balagué, Torres997, Typsa, Vilapress.cat.