Es otro día 6 de diciembre y se celebra como cada año el Día de la Constitución. En esta fecha a muchos les encanta salir y alardear de su lealtad constitucional, a su vez que echan en cara a determinados partidos políticos que no acudan a participar en esta festividad. Sin embargo, exhibicionismos de algunos “patriotas” aparte, después de treinta y tres años de la aprobación de la Carta Magna todavía es necesario plantearse si se cumplen los principios declarados en la Constitución Española de garantizar la convivencia democrática, consolidar el Estado de Derecho, proteger a los españoles, promover el progreso y la cultura, y establecer una sociedad democrática. Vamos a ver algunos ejemplos.
“…y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran…”
Algunos políticos cuestionan la viabilidad y necesidad de tantas autonomías, y se niega el término de nacionalidad a algunas de las regiones que así lo son.
“Las demás lenguas españolas serán también oficiales…” “La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.”
Se tiende a llamarlas erróneamente co-oficiales en vez de oficiales. El cumplimiento de ese especial respeto y protección es a menudo cuestionable y para determinados sectores no se valoran como riqueza ni mucho menos como un patrimonio cultual sino como un obstáculo a implantar un modelo uniforme similar al francés.
“Los partidos políticos expresan el pluralismo político”
A menudo en algunos territorios un conjunto de partidos tienden a homogeneizarse ideológicamente para hacer frente a uno o dos partidos a los que se marginan y que se convierten en la verdadera oposición.
(Los partidos políticos) “Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”.
Algunos partidos difunden ideas populistas, racistas, xenófobas, clasistas y preconstitucionales debido a que albergan a militantes no democráticos.
“Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas.”
En España las desigualdades sociales son todavía presentes.
“Los españoles son iguales ante la ley, sin que puede prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier condición no circunstancia personal o social.”
Las clases sociales elevadas tienen mayor impunidad e inmunidad ante casos de corrupción de todas clases, crímenes y delitos que no las clases populares. Los casos de corrupción entre la aristocracia, políticos y banqueros dados en estos últimos años es la muestra más evidente. Todavía las razones antes mencionadas determinan el grado de culpabilidad o de condena de una persona o de acceso en igualdad a los derechos sociales.
“Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes.”
Todavía hay personas que por ser de una condición determinada ha recibido abusos físicos y morales por las autoridades como un fin que justifica los medios.
“Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.”
Todo ello algunas veces puede condicionar, por ejemplo, el acceso al trabajo o formar parte de una entidad.
“Ninguna confesión tendrá carácter estatal.”
En España, la Iglesia Católica tiene un papel decisivo, influyente y determinante sobre la clase política y la sociedad española, aunque no sea oficial.
“Se reconocen y protegen los derechos: a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, escrito o cualquier medio de reproducción.”
La imposición de los “políticamente correcto” impide o, al menos, coacciona a quienes desean expresar ideas determinadas.
“La enseñanza básica es obligatoria y gratuita. Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación…”
Algunos partidos fomentan la privatización de la educación, estableciéndose así una jerarquía con alumnos privilegiados y otros marginados o incluso sin haber conseguido plaza académica.
"Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos…”
Algunos partidos políticos tienden a degradar el sistema público en beneficio del privado, lo que limita su acceso y su calidad, perjudicando a quienes tienen bajo poder adquisitivo.
“Se reconoce el derecho a la protección de la salud.”
LA REALIDAD ES
Algunos partidos políticos tienden a degradar el sistema sanitario público en beneficio del privado, más caro e inaccesible para las clases populares.
“Los poderes públicos promoverán la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del interés general.”
España es de los países desarrollados que menos invierte en investigación y desarrollo. Es frecuente que muchos estudiantes y científicos tengan que marchar al extranjero si quieren investigar.
“Todos tienen derecho a disfrutar del medio ambiente…” “Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de vida…”
Algunos partidos apuestan todavía por un desarrollo insostenible basado en la especulación inmobiliaria, la industrialización, el uso de centrales nucleares y la expansión de carreteras y autopistas. Empresas constructoras son un lobby de poder y de presión.
“Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España…”
Algunos ayuntamientos han apostado por modelos de rehabilitación y de esponjamiento urbanos basados en la descatalogación de edificios y monumentos protegidos para su posterior derribo.
“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada.”
Esto es todo un clásico siempre de actualidad. Nada más hay que observar los innumerables casos de desahucios, mobbing inmobiliario, especulación, pisos deshabitados… Sin comentarios al respecto.
El Estado garantiza la realización efectiva del principio de solidaridad (…) velando por el establecimiento de un equilibrio económico adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español.”
Los desequilibrios territoriales son un fenómeno actual. En algunas comunidades autónomas existen conflictos por el tema del sistema financiero.
“Todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado.”
A efectos prácticos, mientras que algunas comunidades autónomas se derogan artículos estatuarios alegando inconstitucionalidad, en otras, aún siendo idénticas, sin embargo son respetados bajo el principio de que deben de ser interpretados según su contexto, y que la naturaleza y sentir de una autonomía no es igual que en otra.
Y se podría seguir exponiendo muchos más ejemplos capaces de ilustrar la realidad. Nuestra Constitución no es mala y ello se puede apreciar si se hace una lectura de ella. Eso no significa que sea perfecta y que no pueda ser mejorable. El problema reside en la interpretación, perversión y aplicación práctica que nuestros políticos han hecho de ella, generando así una división en la sociedad entre quienes la defienden o la rechazan. Tampoco es realmente conocida, pues en estos treinta y tres años en vigor es muy poca la gente quien la haya leído, ni siquiera un resumen de las principales disposiciones. Mucho menos ha sido enseñada en las escuelas, de modo que no podemos esperar otra cosa más que un conjunto de nuevas generaciones destinadas a votar ciegamente y sin saber nada sobre el funcionamiento de su propio país cuando cumplan la mayoría de edad. Defender o criticar cualquier cosa sin conocer es lo peor que puede suceder porque bajo el fomento de la ignorancia se debilitarán los valores de la democracia. Si queremos un país mejor, el conocimiento de los instrumentos que nos lo pueda (o no) permitir es fundamental para entablar el diálogo adecuado para cambiar las cosas y empezar a entendernos unos a otros, y así reforzar el estado de derecho que tanto debemos proteger.
1 comentario:
Molt bo l'aricle Ricard
Gemma
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