Se cumplen 120 años del nacimiento de Walter Elías Disney, más conocido como Walt Disney, el creador de los mejores (para desgracia de algunos) dibujos animados de todos los tiempos, todavía insuperados y en honradas ocasiones igualados. La efeméride sirve de excusa para recordar la no menos singular amistad que hubo entre el genio de la animación con otro genio, en ese caso de la pintura, Salvador Dalí.
Todo empezó en 1944 cuando Dalí y su esposa Gala residían en aquellos momentos en Estados Unidos y el pintor estaba trabajando en las secuencias oníricas de la película "Recuerda" ("Spellbound") de Alfred Hitchcock. Por aquel entonces, Disney había leído un libro sobre la vida del pintor catalán y decidió enviárselo a su casa para que le firmara una dedicatoria. Dalí, muy amablemente aceptó y a partir de ese momento comenzaron a establecer contacto mediante correspondencia. Al cabo de un año, durante una cena organizada por el presidente de la productora Warner Brothers, Jack Warner, en su casa, Dalí y Disney, acompañados con sus respetivas esposas, se conocieron en persona. A lo largo de la velada, ambos simpatizaron y fue entonces cuando planearon hacer una película juntos. A Disney le gustaba mucho la pintura, sentía fascinación por el surrealismo y las técnicas de vanguardia y mostraba un notable interés por el mundo hispánico y su cultura. Por su parte, Dalí era un fanático del cine y ya había diseñado decorados para algunas películas, aparte de la antes mencionada. Los dos artistas compartían muchas cosas en común. Desde entonces esa amistad se hizo cada vez más fuerte, incluso Disney en una de sus visitas a España fue hasta la casa de Dalí y Gala en Portlligat donde ambos siguieron preparando el proyecto.
Todo empezó en 1944 cuando Dalí y su esposa Gala residían en aquellos momentos en Estados Unidos y el pintor estaba trabajando en las secuencias oníricas de la película "Recuerda" ("Spellbound") de Alfred Hitchcock. Por aquel entonces, Disney había leído un libro sobre la vida del pintor catalán y decidió enviárselo a su casa para que le firmara una dedicatoria. Dalí, muy amablemente aceptó y a partir de ese momento comenzaron a establecer contacto mediante correspondencia. Al cabo de un año, durante una cena organizada por el presidente de la productora Warner Brothers, Jack Warner, en su casa, Dalí y Disney, acompañados con sus respetivas esposas, se conocieron en persona. A lo largo de la velada, ambos simpatizaron y fue entonces cuando planearon hacer una película juntos. A Disney le gustaba mucho la pintura, sentía fascinación por el surrealismo y las técnicas de vanguardia y mostraba un notable interés por el mundo hispánico y su cultura. Por su parte, Dalí era un fanático del cine y ya había diseñado decorados para algunas películas, aparte de la antes mencionada. Los dos artistas compartían muchas cosas en común. Desde entonces esa amistad se hizo cada vez más fuerte, incluso Disney en una de sus visitas a España fue hasta la casa de Dalí y Gala en Portlligat donde ambos siguieron preparando el proyecto.
En un principio Disney sólo pretendió utilizar una balada romántica del compositor mexicano Armando Domínguez llamada "Destino" para un corto musical, cantado y bailado por Dora Luz. Ello resultó especialmente sugerente a Dalí, con lo cual empezó a crear imágenes, dibujos y trazos para plasmar sus emociones. Aunque solía hacer lo que le venía en gana y trabajaba sin responder ante nadie, Dalí se adaptó a la rutina marcada recluyéndose junto a John Hench, un artista de Disney que trabajó en películas como "Fantasía" y "Dumbo". Para llevar a cabo el proyecto, Dalí fue instruido en las técnicas de la animación de Disney y junto a Hench ambos desarrollaron un método de animación totalmente nuevo en un estudio-taller del tercer piso del viejo edificio de animación de los estudios cinematográficos de Disney. A menudo Incluso solía estar acompañado por su esposa Gala en el estudio con el propósito de darle inspiración, traducir para él o simplemente para tenerla cerca. Dicho método se inspiró en buena parte en las teorías freudianas sobre el subconsciente tratando de trasladar la aplicación ideológico-artística del pintor a la pantalla con el propósito de insertar imágenes dobles ocultas en el diseño. De hecho, Dalí planteó una imagen reconocida por el espectador pero que luego se convierte en una forma extraña. Durante ocho meses, Dalí y Hench elaboraron el storyboard con más de 200 imágenes y 80 bocetos en tinta, además de 375 dibujos y numerosas pinturas.
Hench compiló una prueba de cortometraje de animación de unos 17 segundos, sin embargo, tras haberse invertido más de 70.000 dólares en el proyecto, la producción ya no se consideró económicamente viable y fue puesta en pausa indefinida. La empresa de Walt Disney estaba en un momento económico muy delicado, en parte debido al fracaso en taquillas de "Fantasía" que no acabó de entusiasmar al público. Desde el Banco de América le habían cortado el crédito y la productora se enfrentaba a deudas cada vez más crecientes hasta el punto en que fue necesario aceptar un préstamo sin intereses del multimillonario Howard Hughes. A todo ello el mercado europeo estaba cerrado para este tipo de producciones y el interior tampoco se mostraba muy receptivo. Bajo el contexto de la Segunda Guerra Mundial el público demandaba películas alegres que ayudaran a superar todas las perdidas que había dejado el conflicto bélico. Ante la situación, los directivos de la compañía decidieron que las películas de gran metraje, entre las que se encontraba el proyecto de ampliación de "Fantasía" y el trabajo con Dalí, quedarían aplazadas indefinidamente, si bien para recuperar algo de la inversión no se descartó la posibilidad de emplear secuencias rodadas para cortometrajes previos a los largometrajes cinematográficos.
A pesar de haber tenido algunas diferencias de criterio, Dalí y Disney continuaron con su amistad y en distintos momentos siguieron expresando su admiración mutua. Disney y su mujer Lillian Bounds fueron a visitar la casa de Dalí en la Costa Brava después de que el artista volviera a vivir allí en 1949, con el propósito de materializar nuevas propuestas. Entre los proyectos se habló de una adaptación al cine de sus ilustraciones de "La divina comedia" de Dante Alighieri, concretamente la secuencia animada del Infierno, después de que el Gobierno italiano encargara a Dalí ilustrar esta obra. Otro proyecto fue llevar a la pantalla una película basada en Don Quijote de la Mancha tras una nueva visita en 1957 de Disney a la casa Dalí y Gala en Portlligat, incluso hablaron de realizar una película de acción de imágenes reales titulada "El Cid", entre los que se encontraba el actor Errol Flynn.
Más de medio siglo después, concretamente en 1999, el sobrino de Walt Disney, Roy Edward Disney, mientras trabajaba en la película "Fantasía 2000", recuperó el proyecto de su tío y Dalí. Un equipo de 25 animadores descifró los guiones crípticos de Dalí y Hench y terminó la producción. El resultado final fue un cortometraje de animación tradicional de 7 minutos de duración con material de archivo original de Hench e incluso algunos momentos de animación digital. Fue producido por Baker Bloodworth, montado por Jessica Ambinder-Rojas y dirigido por el animador francés Monfréy Dominique.
Con su título original, "Destino" se estrenó el 2 de junio de 2003 en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy (Francia). El cortometraje ganó varios premios e incluso fue nominado a los premios Oscar de la Academy of Motion Picture Arts and Sciences en 2004 en la categoría de mejor cortometraje de animación. En la misma categoría fue nominada en los Annie Awards, los galardones que entrega la International Animated Film Association de Los Ángeles, donde se premia a filmes pertenecientes al campo de la animación, productos televisivos y videojuegos. Actualmente "Destino" está disponible como añadido especial en las películas "Fantasía" y "Fantasía 2000", concretamente en la edición especial Blu-Ray+DVD lanzado al mercado el 30 de noviembre de 2010. También es visible desde la web Youtube. Este trabajo ha tenido el reconocimiento de toda la crítica y especialmente de la Fundació Gala Salvador Dalí, la cual se encarga de la supervisión de los bienes de Dalí y llegó a calificar el cortometraje como la combinación perfecta de Salvador Dalí y Walt Disney.
Fotos: Archivo ABC, Archivo Disney, Jean-Yves Dubois, Pérez de Rozas, taringa.net, Thedali.org.
1 comentario:
Muchas gracias, Júlia.
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