Tren de la serie 3000 para la L3. Foto: Arxiu TMB
Se cumplen 30 años de la puesta en servicio de los trenes de la serie 3000 del metro de Barcelona. Conmemorar tres décadas de su circulación al servicio de millones de usuarios que diariamente se desplazan bajo tierra no responde únicamente al deseo de recordar una simple efeméride, sino al hecho de que fue mucho más que una modernización de este sistema de transporte, porque supuso una auténtica revolución. El contraste entre material moderno y antiguo fue muy acentuado, un salto cualitativo notable que causó gran impacto e incluso cierto furor a una sociedad acostumbrada a viajar en viejas glorias. El estreno del primer tren en 1986 en la L3 marcó una clara diferencia entre el pasado y el futuro.
Los 3000 pusieron fin a una etapa antigua de material obsoleto que dio paso a una nueva concepción de ferrocarril subterráneo en tanto una nueva manera de hacer material móvil de metro con miras al siglo XXI. Barcelona entonces se puso por delante de Europa en disponer de metro moderno.
Tren de la serie 4000 en la L1. Foto: Pere París
Los trenes de las series 100, 200, 300, 400 y 600, aunque se construyeron con 35 años de diferencia, entre 1924 y 1959, todos tuvieron en común el hecho de estar concebidos bajo un mismo concepto de ferrocarril metropolitano y, por consiguiente, con diseños, criterios y prestaciones casi idénticas entre ellos, salvo pequeñas variaciones naturales debidas al paso del tiempo. La única revolución tecnológica por así decirlo se dio en la serie 600 que a modo experimental circuló durante unos años automáticamente sin conductor en la entonces Línea II (actual L5), siendo aquello un pequeño síntoma del deseo de cambio hacia la modernidad en los años del llamado Desarrollismo.
Los trenes de las series 1000 y 1100, adquiridos entre 1970 y 1977, supusieron una ruptura con las anteriores series antes mencionadas, a caballo entre lo clásico y la alta tecnología, representando la apertura de una segunda etapa histórica que dio inicio al largo proceso de expansión y modernización de la red de metro barcelonesa. Concretamente los remolques de la serie 1400 del año 1984 (acoplados a los trenes de la serie 1100) fueron un primer paso en cuanto a diseño se refiere de lo que sería la nueva generación de material móvil, con claras diferencias respecto a sus antecesores.
Interior original de un tren de la serie 3000. Foto. Wefer
La llegada de los trenes de la serie 3000 abrió una tercera etapa que todavía no ha sido realmente superada y que marcó el concepto de ferrocarril metropolitano de finales del siglo XX y de principios del XXI. Tal y como explican José Mora Martín en su excelente página web www.autobusesbcn.es y Carles Salmerón i Bosch en su brillante obra "El metro de Barcelona-II. Història i tècnica" (todavía no superada ni igualada), a principios de la década de los ochenta Ferrocarril Metropolità de Barcelona, S.A. (FMB) elaboró un ambicioso programa de modernización de la flota de trenes que afectaría básicamente a la L1 y L3, todavía con convoyes de hasta 60 años de antigüedad. Para ello se convocó un concurso público en 1983 para la adquisición de 18 trenes destinados a la L3 y 6 a la L1, en el cual se eligieron las ofertas de las empresas CAF y Mitsubishi, las cuales ante la magnitud del pedido terminaron asociándose con MTM, Macosa y Cenemesa. El contrato de compra se firmó el 27 de diciembre de 1984, y tras ser complementado con los contratos del 17 de septiembre de 1985, 15 de junio de 1986 y 23 de febrero de 1988 se contempló la adquisición de 18 trenes más para la L1. Los 18 trenes de la serie 3000 (para la L3) y los 24 de la serie 4000 (para la L1) se financiaron mediante leasing o contrato de arrendamiento financiero con opción de compra obligatoria a través del consorcio MTBC Leasing Company Limited. El coste total fue de 33.776.600.000 de pesetas (equivalente a 203.001.000 euros).
Contraste entre un tren de la serie 300 de 1924 y un tren de la serie 3000 de 1986.
Foto: Carles Salmerón i Bosch
El primer tren de la serie 3000 llegó en un trailer especial desde la factoría CAF de Zaragoza a los talleres del metro de Can Boixeres, y de igual manera lo hicieron los convoyes procedentes de la factoría de MTM de Barcelona. Entre agosto y septiembre del año 1986 se realizaron las pruebas con un primer tren en la L5. La presentación e inauguración oficial de dicho tren fue el 29 de septiembre del citado año en la estación "Montbau" de la L3. Entre el 18 de noviembre de 1986 y el 4 de febrero de 1988 se incorporaron los 18 trenes en la L3, lo que permitió retirar progresivamente los antiguos trenes de la serie 300.
Cada unidad está formada por cinco coches, cuatro de los cuales son motores (dos de tipo A y dos de tipo B) más un remolque (composición MA-R-MB-MA-MB). Como novedades de diseño, exteriormente se les dotó de una carrocería monocasco y ventanas fijas no practicables, y además fueron los primeros trenes pintados exteriormente de color blanco, tomándose éste como nuevo color corporativo. En el aspecto mecánico, se los dotó de un motor más silencioso, de un sistema de ahorro y recuperación de energía, de un sistema de arranque y frenado más suave y de mayor estabilidad de circulación sin vibraciones. Interiormente, se decoraron de manera muy similar a los remolques de la serie 1400, con suelo antideslizante marrón, 32 asientos negros de resina sintética por coche dispuestos 2+2, techo con celosía de perfiles de aluminio y paredes blancas de fibra de vidrio.
Exterior de un tren de la serie 4000 reformado. Foto: UrbanRail.net
Otras novedades fueron la incorporación de aire acondicionado, la apertura de puertas mediante una maneta que los propios viajeros deben accionar, señales luminosas situadas en los extremos de cada vagón que indican el lado por el cual se abrirán las puertas, paneles del recorrido de la línea mediante luces que indican las estaciones pasadas (fija) y la próxima (parpadeante) situados sobre las puertas, un nuevo sistema de alarma que comunica con el conductor, un nuevo sistema de megafonía de comunicación con los usuarios, y un sistema de información acústica que avisa de la próxima estación y sus enlaces con otras líneas de metro o ferrocarril. Otra mejora fue la cabina de conducción, de mayor amplitud y comodidad, con un moderno tablero y cuadro de instrumentos con ordenador y retrovisores eléctricos. La llegada de los trenes de las series 3000 y 4000 motivó la reforma interior de los trenes de las series 1000 y 1100 con un diseño muy similar aunque adaptando la distribución de los asientos, y exteriormente repintándose al blanco.
Interior reformado de un tren de la serie 3000. Foto: Arxiu TMB
La serie 3000 ha tenido sus derivados, pues prácticamente se basaron en el mismo diseño tanto exterior como interior salvo pequeñas variaciones. La serie 4000, de 1987, presta servicio a la L1 y aunque es casi idéntica a la serie 3000 se diferencia principalmente por estar adaptada al ancho ibérico, lo que permite mayor capacidad de pasajeros. El primer convoy se estrenó 21 de abril de 1987, mientras que el resto de unidades se incorporaron entre el 15 de junio del citado año y el 15 de febrero de 1990. Ello permitió la retirada de los trenes de la serie 200 y 400. En 1992 llegaron los primeros trenes de la serie 2000, construidos por CAF. Inicialmente circularon en la L3 formando unidades de 5 coches mezclando coches de la serie 3000 (3 coches de la serie 2000 + 2 coches de la serie 3000) y luego se incorporaron a la nueva L2 en 1995 formando unidades de 5 coches todas de la misma serie 2000 (dos motores y tres remolques). Aparte de alguna pequeña variación de diseño (asientos y color del suelo) y la incorporación de equipos de última generación, la principal novedad fue la incorporación del pasillo de intercomunicación tipo Faiveley. Desde entonces todas las unidades de metro a adquirir en el futuro introducirían el sistema de articulación que permite ir de punta a punta del tren atravesando los vagones y permitiendo una mejor distribución del pasaje.
Tren de la serie 2100 en la L2. Actualmente circulan en la L4. Foto: Wefer
La serie 2100, construida por Gec-Alsthom, llegó a la L2 en 1997. Muy parecida a la serie 2000, carece de puerta en el frontal del testero, y dispone entre otras novedades de un pasillo de intercomunicación tipo Hubner, una cabina de conducción insonorizada y aire acondicionado ecológico. En el año 2001 los trenes de la serie 2000 se incorporaron a la L3 y en el 2007 la serie 2100 a la L4, pudiendo ésta retirar la serie 1100. Los últimos "hijos naturales" de la serie 3000 llegaron en el año 2003 a la nueva L11 de metro. Fue la serie 500, formada por dos coches motores muy similares a la serie 2100 pero con la novedad de incorporar asientos laterales, un sistema de vídeovigilancia, puerta de cabina de conducción de cristal y un sistema mixto de conducción manual o automática.
Los nuevos trenes de las series 5000, 6000 y 9000, aunque son más modernos y suponen la nueva generación de material móvil del siglo XXI, recogen y heredan muchos aspectos y conceptos de los trenes de la serie 3000 y sus series derivadas pero puestos al día, solo con pequeñas novedades pero no hasta el punto de suponer una verdadera ruptura como supuso en 1986.
Tren de la serie 4000 vinilado con los colores de la serie 100 para conmemorar el 90 aniversario del Metropolitano Transversal. Foto: Miguel Ángel Cuartero
Entre los años 2007 y 2013 los trenes de las series 3000 y 4000 fueron renovados interiormente con una nueva disposición de asientos laterales, la incorporación de cámaras de vídeovigilancia, espacio para personas de movilidad reducida y la apertura de pasillos de intercomunicación (por un lado MA-R-MB y por otro MA-MB), y exteriormente con el repintado del testero y de la parte superior en color rojo. Ello permite asimilarlos a las características de diseño del nuevo material móvil y prolongar sus años de vida en servicio dado que se encuentran en perfecto estado. Dicha reforma se aplica actualmente a los trenes de la serie 2000 y por ahora solo exteriormente a la serie 2100 mediante vinilado.
1 comentario:
Así es. Creo que a finales del presente año se incorporarán los primeros nuevos trenes. Cómo pasa el tiempo, pues yo recuerdo cuando los estrenaron y el acto de despedida del 300 con Pasqual Maragall y Mercè Sala.
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