Amigos y amigas:
Como es tradición en estas fechas tan entrañables, quiero que mis primeras palabras sean para transmitiros mis mejores deseos de paz, amor y prosperidad.
Una vez más, dejamos atrás un año negativo marcado por la crisis económica y financiera, los conflictos sociales y la inestabilidad política. Nos encontramos inmersos en unos tiempos convulsos cuyo final se encuentra lejano. El mundo se halla bajo un proceso de transformación lleno de interrogantes e incertidumbres que dará como resultado una nueva etapa. Acostumbrados al consumismo y a la posesión de numerosos bienes materiales, son muchas las personas cuya felicidad depende de superar esta crisis. Cada momento de dolor, resentimiento y amargura es un momento de vida perdido e irrecuperable. La experiencia de países con grave situación de pobreza cuya población nos ha mostrado lo más positivo de ellos nos enseña que la felicidad depende únicamente de nosotros mismos y nunca de lo que poseemos. Por ello, a pesar de que el viento no nos sea favorable, debemos aprender a ser felices con lo que somos y lo que tenemos, porque estos son nuestros valores más preciados, únicos e irrepetibles y la principal motivación para no rendirse y seguir hacia delante.
La crisis financiera ha frenado muchos proyectos y a la vez muchas ilusiones. Reciclarse y reinventarse, apelar a la solidaridad, al compañerismo y al compromiso permitirá canalizar nuestros escasos recursos lo mejor posible porque son muchas las cosas que se pueden hacer y muchos los sueños que se pueden cumplir. Es necesario evitar que el mundo se detenga porque las personas somos el motor del progreso y los principales agentes encargados de forjar un nuevo modelo donde todos y cada uno de nosotros tengamos cabida y nos garantice disponer de una óptima calidad de vida.
La situación del mercado laboral es extremadamente precaria. Aunque la lacra del paro afecta a la mitad de la población juvenil, quienes peor lo sufren son aquellos colectivos de más edad, que todo y su demostrable experiencia, son incomprensiblemente rechazados. Ello ha llevado a esas personas a padecer situaciones de precariedad, pobreza, exclusión social y a sufrir problemas emocionales y de autoestima. En el funcionamiento óptimo de una empresa o negocio, resulta fundamental disponer de un equipo preparado y cualificado con independencia de su edad. Los empresarios, a menudo los máximos responsables de fabricar un modelo social irreal basado en un mundo fantasioso exclusivamente de jóvenes portentosos, deberían poner los pies en el suelo, reflexionar y dar prioridad a la experiencia ofrecida por la madurez. La juventud, por su corta edad, tiene todavía una larga vida por delante para recorrer y mucho más por aprender, madurar y recibir.
Para que la clase política vuelva a ganarse la confianza de sus votantes, los partidos deben de apelar a la regeneración, cediendo poder y autoridad al pueblo, el cual debería tener mayor capacidad de decisión tal y como marca una democracia real, estableciendo más vínculos de diálogo y compromiso como una medida de acercamiento, y expulsando de la vida política a quienes practiquen la corrupción. Es de lamentar la proliferación de formaciones populistas encaminadas a dividir y a enfrentar a la sociedad, a generar falsos conflictos, a encontrar falsos culpables y a hacer prevalecer políticas identitarias sobre las socioeconómicas como una estrategia de distracción, de uniformidad y de asimilación social y territorial. Igualmente, otras formaciones, aparentemente democráticas en tiempos de bienestar, ahora bajo el paraguas de la crisis, han demostrado su cobardía e hipocresía mediante el recorte de derechos sociales, la eliminación progresiva de la clase media y la destrucción gradual del estado del bienestar cuando han dispuesto de una oportunidad para hacerlo.
Ante la situación actual, quiero apelar al espíritu de la década de los años setenta, momento en que el ciudadano anónimo, indignado e inconforme con el modelo bajo el cual vivía y ansioso para que cambiaran los tiempos, decidió tomar las riendas y ponerse por delante de los mandatarios que gobernaban y de las leyes que regían. La extinción de antiguas morales, la aparición de nuevos valores, la transformación de las identidades territoriales y la evolución de las formas de expresión cultural son fenómenos inevitables que deben asumirse sin miedo como algo natural. Es preciso que el mundo avance al mismo ritmo que marque la sociedad, y que los mandatarios, la economía y las leyes estén a nuestro servicio, nunca al revés porque en este caso difícilmente será posible la paz y el entendimiento.
La diversidad étnica, cultural y lingüística es una realidad de gran valor patrimonial porque todos formamos parte de ella y nos alimentamos. Debe de aprovecharse como una potencialidad, un patrimonio, un enriquecimiento y una oportunidad. La politización, el menosprecio y el etnocidio de dicha diversidad al entenderse erróneamente como un obstáculo y un problema para imponer a cambio criterios de uniformización conllevan a conflictos sociales, a un retroceso democrático y al empobrecimiento de nuestra civilización. La confección de redes interculturales e interterritoriales encaminadas al conocimiento, al acercamiento y a la concordia es un instrumento muy útil para evitar prejuicios, tópicos y estereotipos.
Quiero y deseo que el próximo año, a pesar de la situación mundial y de las previsiones desfavorables, expresaros mi optimismo y mi esperanza como armas morales para no rendirse. Todos tenemos distintas motivaciones para seguir luchando, siendo la principal nuestros seres más queridos. La familia es el mayor amparo y refugio ante las adversidades que nos amenazan y nos hacen padecer, pues constituye el valor más preciado y un patrimonio de paz y amor que nada ni nadie lo puede sustituir. Las verdaderas amistades, aquellas que en lo malo son capaces de escucharte y nunca te dan la espalda, son otro valor a conservar porque nos garantizan las relaciones sociales y la posibilidad de tener una ventana abierta al mundo. La crisis que padecemos está entretejiendo nuevas relaciones de amistad a la vez que une a personas para proyectos comunes viables. El instinto de supervivencia de nuestra especie está forjando nuevas formas de vida porque otro mundo es posible.
En el presente 2012 que llega a su fin, he continuado mi colaboración con el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris, entidad que todo y haber padecido recortes en subvención, ha sido capaz de salir hacia delante, realizando sus actividades mensuales con normalidad. La temporada ha estado dedicada a los cines de barrio, recuperando la memoria histórica y difundiendo la cultura en las barriadas populares desde una perspectiva singular y atractiva.
Sin lugar a dudas, el momento más emotivo y especial, motivo de orgullo y satisfacción, fue la presentación a mediados de este año de mi sexto libro “Funiculars i telefèrics de Montjuïc”, donde explico la historia de los transportes eléctricos por cable de la citada montaña barcelonesa. Este trabajo tiene para mí un valor añadido muy personal por el hecho de estar dedicado a la memoria de mi madre, hija del barrio de Can Tunis.
A pesar de encontrarme laboralmente desempleado, he procurado lo mejor posible seguir activo como es costumbre en mi personalidad, y porque lo he creído un deber moral. En el próximo 2013 continuaré publicando artículos para el presente blog, cuyo número de seguidores ha alcanzado las cincuenta personas. Desde aquí, quiero agradecerles su fidelidad y su interés por todo lo que escribo, pues mi intención ha sido, es y será la difusión libre de mis ideas y opiniones personales así como de la memoria histórica local. Otro reto será la finalización de mi séptimo libro, dedicado a los autobuses y tranvías suburbanos de Barcelona, que espero contribuya a la difusión de la cultura de nuestros medios de transporte público. A finales de este año, he vuelto a formar parte del Consejo Asesor del Patrimonio Histórico de TMB. Espero poder dar lo mejor de mí mismo y poder aportar las mejores ideas que contribuyan a hacer realidad el futuro Museo del Transporte. Este Consejo Asesor debe configurarse como un equipo humano cualificado, experto en la materia, donde todos sus miembros se entiendan entre ellos y puedan llegar a buenos acuerdos, con ideas claras y coherentes, capaz de tomar como referencia los modelos y experiencias de otras ciudades extranjeras para poder elaborar un adecuado plan de musealización que permita avanzar incluso con escasos recursos económicos.
En el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris, que tanto me ha ayudado en mi currículum por la experiencia adquirida, continuaré mis funciones como redactor de artículos de historia local, participando en seminarios, ponencias y exposiciones, y como guía de itinerarios urbanos. Agradezco la amistad, estimación y confianza de sus miembros así como su reconocimiento por mi labor, razón por la que intentaré tener una mayor implicación en un proyecto que el próximo año cumplirá tres décadas de existencia y estará dedicado al patrimonio. No olvido tampoco a mis antiguos y queridos compañeros de trabajo, mucho más que amigos, la familia Costantini-Urúe, a quienes visito una vez al mes en su tienda de periódicos antiguos, ayudándoles a difundir su singular negocio.
Tengo el convencimiento de que el 2013 será un año de cambios, de nuevos retos y de renovación personal, con sorpresas agradables e inesperadas que me motivarán a continuar hacia delante a forjar mi futuro. Espero poder reanudar nuevamente mi estabilidad económica que me ayude a reemprender antiguos proyectos actualmente aparcados. También deseo encontrar a esa persona especial con quien compartir mi vida y mis sentimientos, con ganas de emprender una relación y que quiera ser mi compañera de viaje para poder vivir, disfrutar y sufrir lo bueno y lo malo de esta vida. Sea lo que sea, y pase lo que pase, os puedo asegurar que no me rendiré, que responderé ante cualquier reto y que daré ese gran salto hacia delante.
A las personas que bajo la injusticia de esta crisis se encuentran en situación de desempleo, en riesgo de exclusión social, en los límites del desahucio o en cualquier otra situación desfavorable, quiero darles todo el ánimo y apoyo para que puedan salir del pozo tan pronto les sea posible. Para finalizar, quisiera dirigirme de corazón a toda mi familia, a todas mis amistades y a cualquier persona ciudadana anónima del mundo, para desearos que paséis unas Felices Fiestas y tengáis un Próspero Año Nuevo.
4 comentarios:
Bones festes i bon any! Incorporaré el teu apunt a la meva carta al Reis.
Buenos días a todos, y Feliz Navidad:
Me uno a la felicitación navideña de mi hermano, que hago extensible tanto a aquellas personas que me conocen como a las que no, y quiero pensar (y quizá sea un exceso de optimismo por mi parte) que el año que viene va a ser mejor que el que estamos finalizando ahora.
Compréndaseme: no soy un ingenuo y sé que el panorama está mal, muy mal. De hecho, estoy convencido de que este 2013 será peor que 2012, pero a la vez también mejor. Me explico. Será peor, según parece, desde un punto de vista estrictamente económico: habrá más restricciones y recortes, y más paro. Ojalá me equivoque, lo digo de corazón, pero todo apunta a que será así.
Pero también quiero pensar que, a pesar de eso (o quizá, en parte y precisamente, gracias a eso), será mejor. Quiero creer (y subrayo el "quiero": reconozco que en mi actitud hay mucho de acto de fe), quiero creer, como digo, que 2013 será mejor porque la actitud de las personas será mejor. Porque este año todos hemos recibido demasiados sustos, y eso, para bien o para mal (quiero creer, insisto, en que para bien), nos habrá curtido. Que quizá el año que viene las cosas empeorarán, pero nosotros en general estaremos más preparados para resistirlo. Que ya no nos asustarán más. Que estamos curados de espantos. Que hemos decidido vivir sin miedo. Que hemos decidido vivir.
Perdonad mi candidez, pero quiero pensar, por tanto, que el año que viene será mejor porque las personas serán mejores después de haber sufrido todo lo que han sufrido este año. Y que en este año que viene todos los que han sufrido dirán: "hasta aquí hemos llegado...", y decidirán ser felices a pesar de todo.
Feliz Navidad y, sobre todo, Próspero Año Nuevo.
He vist la FELICITAT i m'ha dit que anava a casa teva. Li he demanat que portés també a la SALUT i l'AMOR. Tracta'ls bé, van de la meva part. Feliç Any nou 2013 ...!
Moltes gràcies a vosaltres. Una abraçada
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