Si una sala cinematográfica de Barcelona merece ser descrita como el palacio, el templo o el coloso del séptimo arte, sin duda alguna es el Regio Vistarama Palace, que tan buenos recuerdos me trae y que solo por su grandeza mereció ser conservado.
Magnífico cine situado en el número 50 de la avenida del Paral·lel, abrió el 15 de mayo de 1962 por obra y gracia de Pere Balañà i Espinós y Lluís Coma i Cros, en una “inauguración única en los anales del séptimo arte”, como dijo la prensa de la época. Es obra de los arquitectos Santiago Casurellas, Josep Rodríguez i Lloveras y Pere Ricart i Biot. Parece que la idea inicial era la de construir el mayor cine ecuestre del mundo, pero por razones que se desconocen el Ayuntamiento desestimó la propuesta. Sin embargo, la empresa Balañà promocionó este cine como “el mejor local del continente”. A los dos años de su inauguración, el 5 de febrero de 1964, un cortocircuito producido por el mecanismo de los cortinajes ocasionó un severo incendio que destruyó buena parte del local, aunque afectó más a la decoración que no a la estructura del edificio. El arquitecto Antoni Bonamusa se encargó de su reconstrucción, y el 29 de marzo del mismo año reabrió nuevamente con el aspecto que tuvo hasta su desgraciada desaparición, a finales de la década de los noventa. En su corta trayectoria, inicialmente se dedicó a la exhibición de películas de estreno acompañadas de un complemento de reestreno. Luego, pasó a ser sala exclusivamente de estreno, llegando a exhibir filmes de gran espectacularidad y grandes obras clásicas de la historia del cine.
Magnífico cine situado en el número 50 de la avenida del Paral·lel, abrió el 15 de mayo de 1962 por obra y gracia de Pere Balañà i Espinós y Lluís Coma i Cros, en una “inauguración única en los anales del séptimo arte”, como dijo la prensa de la época. Es obra de los arquitectos Santiago Casurellas, Josep Rodríguez i Lloveras y Pere Ricart i Biot. Parece que la idea inicial era la de construir el mayor cine ecuestre del mundo, pero por razones que se desconocen el Ayuntamiento desestimó la propuesta. Sin embargo, la empresa Balañà promocionó este cine como “el mejor local del continente”. A los dos años de su inauguración, el 5 de febrero de 1964, un cortocircuito producido por el mecanismo de los cortinajes ocasionó un severo incendio que destruyó buena parte del local, aunque afectó más a la decoración que no a la estructura del edificio. El arquitecto Antoni Bonamusa se encargó de su reconstrucción, y el 29 de marzo del mismo año reabrió nuevamente con el aspecto que tuvo hasta su desgraciada desaparición, a finales de la década de los noventa. En su corta trayectoria, inicialmente se dedicó a la exhibición de películas de estreno acompañadas de un complemento de reestreno. Luego, pasó a ser sala exclusivamente de estreno, llegando a exhibir filmes de gran espectacularidad y grandes obras clásicas de la historia del cine.
El cine Regio no estaba integrado en los bajos de un bloque de viviendas como suele pasar a menudo, sino que tenía un edificio propio. La fachada era funcional, acristalada, con un remate metálico en la parte superior en el que iba el nombre del local. La parte central era a menudo aprovechada para colocar grandes carteles artísticos, es decir, pintados artesanalmente a mano, como los de antes. Quienes dedicaron su vida a pintar carteles cinematográficos merecerían un homenaje y un reconocimiento por su excelente trabajo. El vestíbulo era un preludio de lo que era el interior de la sala, de diseño muy funcional donde el mármol era el material predominante pero con buenos acabados. En una de las paredes había unos relieves escultóricos obra de Lluís Saumells. Unas escalinatas daban acceso a los anfiteatros, y el techo estaba coronado por unas lámparas esféricas agrupadas. En un lateral había el servicio de bar y cafetería, de proporciones superiores a otras salas de estreno. El interior de la sala era espectacular e impresionante. El diseño era el típico de los cines de la cadena Balañà: butacas rojas, lámparas esféricas laterales y suelo y paredes enmoquetados de color rojo. La platea tenía 770 butacas y había dos anfiteatros, el primero para 462 personas y el segundo para 369. En total 1.600 localidades. La sala tuvo la novedad de ser la primera en dotar de butacas con pié de aluminio fundido.
Lo más espectacular, sin duda alguna, era la pantalla de proyecciones, formada por la unión de tres pantallas, de ahí el término “vistarama”, un sistema que superaba al del cinerama en cuanto a dimensiones se refiere, y nada que envidiar al actual sistema “omnimax” como el del cine Imax del Port Vell. Por supuesto, no faltaban las elegantes cortinas de apertura y cierre, que tanto se echan de menos hoy día y daban un toque de glamour a las salas de cine. De niño recuerdo que en los intermedios de las largas películas me levantaba del asiento y me iba andando hasta colocarme delante de la pantalla para ver su grandiosidad. Nunca he tenido palabras para describir la impresión que daba. La pared donde estaba ubicada la pantalla tenía forma de letra “C”, bastante curvada dando así al local una imagen de auditorio o de teatro, algo en lo que se podía haber convertido en vez de derribarlo para hacer oficinas.
La verdad es que no llegué a ir a menudo a este cine, pero por razones obvias, las veces que asistí fueron memorables. Durante un tiempo estrenaban por Semana Santa o Navidad películas épicas, muy indicadas para un cine como el Regio porque eran cintas proporcionales al tamaño del local en cuanto a duración y espectacularidad. Recuerdo haber visto “Ben-Hur”, “Los Diez Mandamientos”, “Espartaco” y “La conquista del oeste”, pues eran los añorados tiempos en que a veces reponían piezas de esta índole, algo que hoy día se ha dejado de hacer y solo queda en la memoria histórica de quienes lo hemos vivido. La pérdida de este cine es una muestra de lo que no se debe de permitir, pues reciclado a los tiempos actuales hubiese contribuido a la revitalización del Paral·lel como avenida de los espectáculos.
La verdad es que no llegué a ir a menudo a este cine, pero por razones obvias, las veces que asistí fueron memorables. Durante un tiempo estrenaban por Semana Santa o Navidad películas épicas, muy indicadas para un cine como el Regio porque eran cintas proporcionales al tamaño del local en cuanto a duración y espectacularidad. Recuerdo haber visto “Ben-Hur”, “Los Diez Mandamientos”, “Espartaco” y “La conquista del oeste”, pues eran los añorados tiempos en que a veces reponían piezas de esta índole, algo que hoy día se ha dejado de hacer y solo queda en la memoria histórica de quienes lo hemos vivido. La pérdida de este cine es una muestra de lo que no se debe de permitir, pues reciclado a los tiempos actuales hubiese contribuido a la revitalización del Paral·lel como avenida de los espectáculos.
9 comentarios:
Felicidades por tu excelente reseña tan bien detallada.
Una pregunta: ¿Respecto a los murales escultóricos del vestíbulo, obra de Lluis Saumells, se sabe, o habria manera de saber, dónde han ido a parar?
Otra pregunta, ¿en otros cines de Balaña, habia tambien escultura de Saumells?
Mi e-mail: hlacapella@laposte.net
Gracias!!!
Hola:
Me alegro de que te haya gustado la entrada. En relación a tu consulta, te diré que ignoro a donde ha ido a parar el relieve una vez cerró el cine. Espero que no haya sido destruído. Este escultor y pintor, Lluís M. Saumells Panadès (1915-1999) es autor también de los relieves escultóricos del ya cerrado cine Novedades, de Balañà. Así, pues, sus obras en esos dos cines no han tenido mucha suerte la verdad. Por lo visto, expuso en muchos países europeos y fué director de la Escuela Taller de Arte de Tarragona. En Wikipedia podrás encontrar más referencias. Un saludo.
M'ha agradat molt el teu artícle i els altres sobre els cinemes de Barcelona. Voldria dir tan sols que el vistarama era de pantalla única i no tres pantalles, tampoc feia servir tres projectors com el Cinerama però un projector únic. Una pantalla tan gran necessitava de projeccions en 70mm i el Regio projectava sovint en 70mm, jo hi vaig veure una reposició de 2001, impressionant! La pantalla del Cinerama original podia ser més gran, tot depen del cinema i el format Cinerama de tres projectors era més ample que el dels 70mm no anamorphic que era l'usual. Quan projectaven 35mm al Regio no es veia bé i la imatge quedava molt deformada, realment era un cinema per a 70mm.
Ramon
Imagino que la demolición la autorizó el vergonzoso equipo del Ayuntamiento de Barcelona, cúmulo de sinvergüenzas que se orientan al amiguismo y demás cutrerias humanas, nido de perplejísimos alcaldes, iluminados por las ideas soberanas de quienes se creen el ombligo de Catalunya. Unos hijos de PSOE/PSC !!! aunque con tácitos beneplácitos de la casta casposa de todo el equipo, tanto de gobierno, como de desgobierno.
Una pena, una lástima , una sinpar desatinada, tremenda, asquerosa y absolutamente carente del más mínimo atisbo de inteligencia cultural, cosa común en un ayuntamiento repleto de amiguitos, amiguetes y chorizos revilla.
Se han hecho tantas salvajadas que habria que atender a deuda a cada Alcalde y cada una de sus excretoras señorias, y demandarles la memoria, los recuerdos y todo lo robado, en un paredón , a lo garrote vil, y reventarles la visagra mastoidea por lo gilipuertas de todos y cada unos de los equipos de gobierno que, tristemente han emparedado, a mejor fortuna, ingentes memorias de una cuidad, que languidece en su éxito olímpico y se derrota a sí misma en cada una de las parcelas de nuevos ricos, a los que aspira cada uno de los incultos alcaldes que tiene a bien (... ó a mal) dirigir los sigilosos destinos de esta Gran Ciudad.
La mejor ciudad del mundo.
Regio Vistarama Palace, descansa en paz.
El Regio Vistarama Palace o Regio Palace Vistarama era tant espectacular que podia fer ombra als tres cinerames ( Florida , Waldorf i Teatro Nuevo ). El Hall d'entrada era fastuós , la sala de projeccions elegant i fastuosa , i la pantalla enorme .
Tot aixó pertany a una època diferent , a una etapa més elegant , europea i exquisida de Barcelona ( els tres cinerames , el vistarama , les sales amb pantalla per a 70 mm , els Sears Roebuck de Calvo Sotelo i la Meridiana , el Bocaccio , la Cova del Drac , els anuncis publicitaris de Centenario Terry localitzats a Venecia , Paris i Barcelona , els Drugstores , el Salon Rosa , la Llibreria Francesa , la llibreria Jaimes , la granja Torruella , les granges Catalana , etc ... ).
Un art de viure europeu i molt barceloní perdut malhauradament per a sempre .
Aquella reposició de 2OO1 la vaig veura jo al any 1982,quand va fer un cicle dedicat a Stanley Kubrick,el regio vistarama palace era un cinema realment impresionant,aquella pantalla era ideal para grans superproduccions.la primera pel-licula que vaig veura va esser TORA TORA TORA,recordo perfectament que anava amb els meus pares i els veins de la porta del devant del nostre replá,recordó tambe haver vist POLTERGEIST,TIBURON 111 LA VENGANZA,Y LA Ultima pel-licula que vaig veure va esser LOS DEMONIOS DE LA NOCHE,alla per la primavera de 1997,si no estic equivocat va esser lúltima pel-licula que es va projectar en aquest cinema,crec que entre el REGIO Y EL URGEL es disputaven el titol de cinema mes gran de la ciutat,descansi en pau
Quan van tancar de sopetó la sala el 14 de Desembre del 1997, es projectava "The Game", estrenada una setmana abans...Amb en Michael Douglas.
Yo recuerdo haber visto en este cine el film “Tora! Tora! Tora!”. Creí que estaba rodado en Cinerama, pero no aparece en la pequeña lista de filmes rodados en Cinerama.
Mad Max II
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