domingo, 21 de enero de 2024

Adiós a la quiosquera de Sant Antoni


Recibimos con tristeza la noticia del reciente traspaso de la señora Milagros Carballo García a los 90 años de edad el pasado martes día 16. Ha sido toda una vida dedicada al comercio de barrio y un ejemplo de lo que popularmente entendemos como “fer barri”. Un servidor tuvo el placer de haberla visto en persona en numerosas ocasiones, pues durante algunos años por aquella zona se hallaba mi trabajo. La recuerdo como una mujer amable, vital y muy lucida en su profesión pese a su avanzada edad. Casi nunca estaba sola, siempre hablaba con alguien, probablemente a ciertas alturas de su vida las ventas eran lo de menos. Aquél viejo, destartalado y diminuto quiosco de golosinas y refrescos llamaba siempre la atención sobre todo en una Barcelona que resulta tan cambiante y ante un perfil de comercio tan distinto al de antaño. Ciertamente perfumaba un aire de anacronismo e incluso de obsolescencia a la vez que entrañable y sorprendente.
No todo el mundo puede presumir de haber permanecido poco más de seis décadas al pie del cañón, por lo que se ganó a pulso y muy merecidamente la estima del vecindario de Sant Antoni e incluso también del Raval hasta convertirse en toda una institución. Decidió buena parte de su propio destino, su voluntad fue mantenerse hasta el final de sus días y lo consiguió. Un claro ejemplo de trabajadora incansable.


Nacida en 1933 en Piedrafita do Cebreiro (Lugo), siendo huérfana de madre trabajó duro en su tierra natal pero a pesar de sus esfuerzos apenas logró cosechar fortuna. Observando cómo elegantes visitantes barceloneses de perfil pudiente iban allá a veranear, finalmente un día del año 1955 se aventuró a ir a Barcelona con un grupo de conocidas que fueron a Galicia a pasar unos días. Tras llegar a la capital catalana empezó su nueva vida profesional como sirvienta en numerosas casas de la ciudad. Contaba con tan solo 22 años de edad. Sin embargo, su paso por un quiosco ubicado en la calle de Villarroel con la ronda de Sant Antoni cambió su vida. Allí conoció a su propietario, su futuro marido, un hombre de origen andaluz que se dedicaba honradamente a vender golosinas, almendras, helados y dulces variados. Así fue como a partir del año 1962 ella pasó a formar parte de ese negocio. Eran tiempos en los que el comercio de barrio era muy diversificado y se fundamentaba en una estructura económica muy fragmentada en multitud de pequeñas y medianas empresas de carácter familiar. Ese quiosco respondía perfectamente a este modelo, a la vez que su estratégica ubicación fomentaba las relaciones sociales y de vecindad. Ello hacía que muchos vecinos se conocieran y se creara un ambiente popular. Al ser tanto ella como su marido dos personas muy conocidas ocasionalmente se fiaba a la clientela de confianza, es decir, quienes eran menos solventes se llevaban algún producto del quiosco y más adelante lo pagaban.


No solo fue punto de encuentro de adultos sino muy especialmente de niños y adolescentes que al salir de la escuela o del instituto se reunían asiduamente y compraban sus chuches, chocolatinas, frutos secos, chicles, caramelos, helados o refrescos.
Tras fallecer su marido en 1992 ella decidió continuar emprendiendo con el negocio por su propia cuenta, abriendo todos los días sin descanso de 9:00h a 15:00h y de 17:00h a 21:00h., incluso algunas veces hasta las 22:00h de la noche. De este modo evitaba aburrirse y quedarse encerrada en su casa, a la vez que le sirvió para ganar un dinero extra que le ayudara a pagar los gastos mensuales de la casa.
La clientela ha sido indudablemente testigo de las anécdotas e historias que compartía. Muchos no solo iban a comprar golosinas o refrescos, sino también a pasar un rato con ella, charlar y compartir momentos de su vida, incluso algunos jubilados se traían una silla y se sentaban junto a ella haciéndole compañía en la esquina de la calle pasando entretenida la mañana o la tarde. Con el paso de los años, las transformaciones urbanísticas, el cambio de modelo de comercio, los nuevos hábitos de consumo y la gentrificación de los barrios hicieron que el quiosco acabara siendo una reliquia del pasado, parte de un modelo en vías de extinción, único en la ciudad de Barcelona.


Ahora solo nos queda un quiosco cerrado, para algunos un viejo local medio roto y grafiteado que forma parte del pasado, mientras que para otros memoria histórica e identidad de barrio que sirve para conocer el pasado, entender el presente y definir el futuro. La pronta desaparición de este elemento lleva a recordar que desde hace algunos años el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris se dedica a señalizar la historia del distrito de Nou Barris mediante la colocación en las paredes de los edificios y en los espacios adecuados de unas pequeñas placas con una imagen y un breve texto explicativo que, encabezados con el título "Recuperem la memòria" informan de un lugar, de un personaje o bien de un hecho histórico allí ocurrido. Este proyecto quiere señalizar la historia de los barrios relatada desde el discurso de los propios vecinos entendidos como testigos y protagonistas de unos hechos y lugares que han formado parte de sus vidas, al tiempo que se pretende convertir las calles en un pequeño museo de historias, curiosidades y hechos.


Tomando ejemplo de esta entidad cultural sin ánimo de lucro, resultaría muy interesante señalizar el cruce de la calle de Villarroel con la ronda de Sant Antoni con una placa en recuerdo de Milagros Carballo García y su quiosco. Que la voluntad administrativa y sobre todo la decisión popular lo hagan realidad. Su frase "Dicen que el que trabaja en algo que le gusta, es como si nunca trabajase" confirma aquello de que cada uno en esta vida debe aprovechar el tiempo y dedicarse (o al menos intentarlo) a lo que le gusta, con pasión y con amor. Hasta siempre, Mila.

Fotos: archivo familiar de Milagros Carballo García, Arxiu Betevé, El Progreso de Lugo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, por favor Ricard que iluso eres una calle o una dedicación a una triste quiosquera.

Gallega casada con un Andaluz seguro que ni hablaba catalan.., que ha hecho esa mujer para ganarse una dedicacion.

Ha enarbolado y decorado su quiosco con una estelada?, alguna vez a dicho p*ta España o España nos roba?, se ha decantado por los dogmas de los independentistas? no verdad.

Entonces que quiere esta mujer gracias a que aun le han dejado abrir cada mañana su quiosco y poderse ganar la vida honradamente y pagar -eso si- los pingües impuestos para que los mandatarios puedan llevar una buena vida.

Ricard ricard los honores para los que hacen patria siguiendo los dogmas que se dictan de la plaza esa que a izquierda y derecha hay que taparse la nariz.

Ricard dijo...

Hola. Pues mira, ya que comentas eso de esta pobre mujer he visto por las redes algo que me ha indignado profundamente. Resulta que colectivos independentistas se han dedicado a hacer comentarios vejatorios contra ella por no hablar en catalán, uno de los tuits es del colectivo Tres Voltes Rebel. Indignante esa falta de respeto hacia esa mujer que seguro ha trabajado más y ha hecho más por Cataluña que quienes la han criticado por (según dicen) no haberse integrado. Afortunadamente ha tenido la estima de una gran mayoría de vecinos del barrio de Sant Antoni y del Raval que la conocieron en persona.

Anónimo dijo...

Hola que colectivo es o la direccion web de las quejas, he estado mirando y esto de tres voltes revel parece ser una tienda de ropa salen dibujos de mujeres y fotos.

Júlia dijo...

Sempre hi haurà ximplets i ginorants però molta gent del barri no pensa com aquests que comenteu, fins i tot 'El Nacional' s'ha fet ressò del sue traspàsi del dol veïnal.

Anónimo dijo...

Esa cuenta ya ha sido borrada pero mas o menos como aperitivo pusieron un mensaje en el diario de Lugo referente a un video que le dedicaron btv-noticies de su labor en el quiosco.

La queja

"""Seguim caient al xantatge emocional de "pobre senyora". Us recordo que patim una puta ocupació colonial espanyola, però ara es veu que hem d'acceptar que ells puguin viure a Catalunya com qui viu a Valladolid mentre naltros no podem ni parlar català al metge. A la merda, coi! https://t.co/GBG7xm6u3D
— Tres voltes rebel (@voltes_rebel) April 14, 2023"""

Anónimo dijo...

https://www.elprogreso.es/articulo/a-montana/milagros/202304141912111656569.html

Ricard dijo...

Hola. Gracias por vuestros comentarios. Efectivamente han borrado las noticias relativas a esas vejaciones.

Jordi Marí dijo...

Maravilloso artículo, Ricard.
Mis abuelos vivían en la calle Sepúlveda, a escasa distancia de dicho puesto.
A lo largo de mi vida, por tanto, he visto a la Sra. Milagros al pie del cañón, derrotando por goleada a las inclemencias climatológicas y al paso y el peso del tiempo.
Y no exagero si te digo que durante los últimos años esta bendita mujer ha devenido para mí una suerte de ídolo debido a su incombustible, digno y singular quehacer profesional...

Tomando prestadas tus palabras: descansa en paz, Mila. Dios te bendiga un millón de veces.

PS: Anónimo, no sé si Ricard es o no iluso; sí sé, no obstante, que tipos como él hay pocos.

Ricard dijo...

Muchas gracias por tu comentario recordando a este singular personaje de Sant Antoni y también por la especial valoración que haces hacia mí. Un fuerte abrazo.