Retomando nuevamente este repaso general a todos los locales y servicios que antaño albergó el conjunto arquitectónico que forma el teatro Principal, merece la pena recordar un espacio singular y emblemático como es la llamada Cúpula Venus, que ocupa parte de la primera planta del ala derecha del edificio. Aunque se desconoce la fecha exacta de su existencia, se calcula que se construyó tras la reforma del teatro a finales del siglo XVIII tras al incendio que lo destruyó por completo, reabriéndose el 4 de noviembre de 1788. Otras versiones señalan la reforma del año 1802.
Tras ser usado como hall del teatro, pasó a albergar el Café de los Guardias, llamado así porque era frecuentado por los soldados de la Guardia Real. Desde sus inicios, cuya fecha de apertura se desconoce, adquirió buena fama tanto por la finura del trato de sus empleados como por su singular clientela. Muy a menudo era frecuentado por artistas y empresarios. Su acceso se hacía a través una escalera que comunicaba con el teatro.
Este local se convirtió en punto de congregación de intelectuales y de personas dedicadas a las letras y a las artes. Fue además lugar de encuentro de personas con ideas progresistas, exaltación romántica y una vida un tanto bohemia. Todo ello lo demostró la presencia en este café del dramaturgo y poeta Leandro Fernández de Moratín (1760-1828), el cual instauró allí, durante su estancia en Barcelona los años de 1814 a 1817, 1820 y 1821, las tertulias literarias que él mismo presidía.
Años después, el Café de los Guardias pasó a llamarse Café de las Delicias. Este cambio de denominación se produjo tras unas mejoras arquitectónicas de la sala circular que potenciaron el lujo de la decoración y su exquisitez. Algunas fuentes apuntan a la reforma del año 1850, mientras que otras indican la del año 1862 bajo la propiedad del empresario Llosellas. Dicha reforma incluyó una serie de frescos murales, inspirados en paisajes urbanos de Venecia por parte del escenógrafo italiano Scaravelotto. Se colocaron, además, cuatro grandes espejos, se multiplicó el número de mecheros de gas, se instaló un enorme cielo raso pintado con un espectacular grupo de figuras humanas y se colocó una palmera gigantesca de cristal, entre cuyas hojas parpadeaba un rosario de luces.
Como café del teatro Principal, continuó con sus animosas actividades culturales y tertulias, llegando a ser frecuentado por personajes ilustres tales como Cutchet, Víctor Balaguer, Camprodón, Pere Aldabert, Apel·les Mestres, Santaló, Bartrina, Àngel Guimerà, Milá i Fontanals, Emili Vilanova, Marià Aguiló, Pepe lxart, Frederic Soler "Pitarra", Jardí, Matheu, Pereda y Pérez Galdós, entre otros.
Sin embargo, la proliferación de otros espacios similares que alcanzaron mayor prestigio desplazó al Café de las Delicias, momento que también coincidió con una primera crisis del teatro Principal que lo llevó al borde de su clausura, tras el traspaso de su titularidad a manos privadas. Sin embargo, el llamamiento popular impidió el cierre. Desaparecido el café, en 1872 la sala circular se convirtió en la sede del Ateneu Barcelonès. Esta entidad cultural y recreativa se había fundado en 1860 como Ateneu Català, y el año de su traslado al teatro Principal coincidió con su fusión con el Casino Mercantil Barcelonès el 11 de abril, formando así la institución que ha llegado hasta nuestros días. El cronista barcelonés Joaquim Maria de Nadal describió así la suntuosa sala circular: "Formaba una gran rotonda, la cúpula de la cual estaba sostenida por juegos de columnas gemelas; los intercolumnios estaban tapizados en terciopelo rojo y unas grandes estatuas, reproducciones de obras clásicas de la antigüedad rodeaban la sala. Aquella sala servía de introducción a las que componían la biblioteca, en la que Moliné y Martí —el primero siempre servicial y cumplidor y el segundo un poco arisco y malhumorado— ponían a disposición de los socios los libros solicitados”. La sala circular sirvió para tertulias, seminarios y conferencias, mientras que otras dependencias se emplearon para biblioteca y sala de consulta para los socios.
El primer presidente de la nueva entidad fue Manuel Duran i Bas, que concentró un importante núcleo de personajes conservadores. Las primeras secciones de la entidad fueron: Ciencias Morales, Económicas, Físicas, Agricultura, Industria, Literatura y Bellas Artes. Este período inicial hasta 1895 fue el de mayor incidencia en la vida pública catalana, disfrutando de una gran fama como centro promotor de la cultura, promoviendo importantes conferencias, organizando cursos de formación propios, pagando varios premios como los de los Juegos Florales y otras competiciones, publicando temporalmente su propio Boletín y acogiendo peñas artísticas o literarias, entre otras cosas. Su biblioteca llegó a albergar más de 90000 libros, lo que la convirtió en la primera biblioteca privada de España, destacando importantes colecciones de revistas y prensa diaria. El numero de socios era de unas 1300 personas. El 4 de marzo de 1877 el Rey Alfonso XII visitó la entidad aprovechando una estancia en Barcelona.
En 1883 el diplomático, arqueólogo, egiptólogo y sinólogo Eduard Toda i Güell exhibió en la sala circular del Ateneu una momia egipcia que formaba parte de su colección arqueológica, hecho que motivó a la escritura de unos versos satíricos que decían:
“Bona idea la d'en Toda
de portar-nos en Ramsès.
Amb aquest, a l’Ateneu
tindrem una mòmia més”.
Entre los intelectuales invitados que frecuentaron esta institución en aquellos años destacaron Pereda, Vidal i Valenciano, Blanchet, Palau, Frederic Rahola, Valentí Almirall y Permanyer i Ayats, entre otros.
En fecha de 30 de noviembre de 1895, siendo presidente de la entidad el escritor, poeta y dramaturgo Àngel Guimerà, se celebró ante los socios el nuevo curso con una conferencia de apertura, llamada La llengua catalana, que se hizo por primera vez íntegramente en catalán. Ello no quedó exento de polémica puesto que en aquél entonces era habitual el uso del catalán para unos determinados ámbitos concretos pero para otros no, y lo mismo sucedía con el castellano. Por tanto, el acto provocó el rechazo tanto de los socios más españolistas... como por parte de los mismísimos catalanistas, los cuales también tenían tradicionalmente asumido que ambas lenguas cumplían funciones distintas. Mentalidad de una época.
En 1903 allí se fundaron los Estudis Universitaris Catalans, que fueron la cuna de la universidad catalana y del Institut d'Estudis Catalans. Finalmente, bajo la presidencia de Lluís Domènech i Montaner, en 1906 el Ateneu Barcelonès se trasladó a su sede definitiva, en el número 6 de la calle de Canuda, en el edificio del Palau Savassona.
Tras la marcha de tan prestigiosa entidad cultural y recreativa, y bajo ese proceso lento y progresivo de decadencia del teatro Principal en favor de su competidor más poderoso, el teatro del Liceu, las fuentes de información no detallan como sería deseable acerca de los usos posteriores que tuvo la sala de la cúpula. Sin embargo, la mayoría apuntan a vincular este espacio con el café Lion d'Or como una ampliación de su establecimiento, habilitándose como salón de fiestas o sala de baile. Otros aseguran que fue simplemente el hall del teatro, como en sus inicios. Tras la reapertura del teatro el 6 de marzo de 1919 después de profundas reformas arquitectónicas, se hace referencia a que se utilizó como casino del citado café, siendo uno de los veinticinco lugares de Barcelona donde el conde de Salvatierra permitió el juego.
Tras el incendio del edificio el 18 de septiembre de 1933, la cúpula perdió su color dorado original y quedó ennegrecida, aspecto con el que ha llegado hasta la actualidad.
Tras la Guerra Civil fue cerrada al público hasta el año 1943, momento en que se instaló el Club de Billar Monforte, ocupando mediante alquiler mensual todas las dependencias que una vez albergaron el Ateneu Barcelonès. Esta entidad deportiva sin ánimo de lucro constaba de varias secciones: una sala con cuatro carambolas, otra sala con cuatro mesas de snooker y la sala de la cúpula con dos mesas de carambola, además de varios despachos administrativos. Se especializó en billar americano con las modalidades de pool y snooker. Desde su apertura, se celebraron anualmente entre los meses de diciembre y enero el Campeonato de España de billar a tres bandas, con la competición de diversas federaciones del país. Además, cada mes de julio celebraba un acto de repartición de premios correspondientes a la temporada deportiva de todo un año. La entrada era exclusivamente para los socios. Como anécdota merece mencionar que en 1976 el director de cine Bigas Luna rodó algunas escenas de la película "Tatuaje" (basada en una novela de Manuel Vázquez Montalbán), en la que el actor Luis Ciges, interpretando el papel del limpiabotas Bromuro, lustraba los zapatos del detective Pepe Carvalho, interpretado por el actor Carlos Ballesteros. Los billares se mantuvieron estables durante las décadas posteriores siendo testigos de como el teatro Principal iba perdiendo prestigio hasta terminar como un espacio olvidado y marginal de la ciudad.
Coincidiendo con la época de la "Barcelona canalla", el grupo de teatro alternativo Roba Estesa solicitó al Club de Billar Monforte la adquisición mediante arrendamiento de la sala de la cúpula para la representación de espectáculos teatrales y cabaret. Las negociaciones tuvieron respuesta favorable de ambas partes y se acordó con Pere Balañá un alquiler semanal de 25000 pesetas. Este grupo teatral estaba formado por Núria Massot (directora y alma de la institución), Joan Estrada, Ricard Arilla, Joan Domènech, Manel Ibáñez y Eduardo Granero. Fundado en la década de 1970, era un grupo transgresor, cuyas propuestas pretendían criticar el mundo y las personas desde un punto de vista político de izquierdas, mediante el transformismo, el disfraz, el maquillaje, «las plumas», la música y la homosexualidad como reivindicación. La gerencia de la sala de la cúpula del teatro Principal fue a cargo de Carles Jorge y Quico Gutiérrez, bautizándose como Cúpula Venus. Los miembros de Roba Estesa se caracterizaron por ser polifacéticos, puesto que ellos mismos desarrollaron tareas como actores, gestores, administradores, camareros, acomodadores y taquilleros de la sala.
Las reformas fueron insignificantes, pues no fue necesaria ninguna modificación arquitectónica, sino la instalación de focos y de sillas para un total de 180 espectadores. El montaje y desmontaje de los andamios, a menudo arriesgado por la altitud de la cúpula, iba a cargo de la compañía teatral. Tal y como contaba uno de los miembros de Roba Estesa, Pep Zamora, "el espacio había sido originariamente el hall de entrada (lugar de descanso) del Teatro Principal Palacio, que es uno de los primeros teatros de Barcelona. Este hall, acabado en el techo con una cúpula, tenía una lámpara de madera y yeso. Por reformas que desconozco, el hall fue dividido en dos y se le añadió otro piso. Pero la lámpara no fue adaptada, de manera que el espacio conocido como la Cúpula Venus tenía una de las lámparas mayores (así lo creo) de la historia, sobre todo por su desproporción en relación con el espacio útil. Un espacio redondo, roñoso, sucio, sin ningún servicio de los que ahora podríamos considerar indispensables. Aparte de eso, tenía un «encanto extraordinario» por el hecho de estar situado en un lugar digamos que «poco recomendable». Alrededor había gente muy querida por nosotros: putas, maricones, travestis y gente marginada."
La exhibición de espectáculos fue posible gracias a una subvención mensual por parte del Ayuntamiento y de la Diputación de Barcelona. Así, el 24 de noviembre de 1978 se abrió al público la Cúpula Venus con el espectáculo "Xist... hi ha roba estesa! (Cabaret Garfi d'Or)" de la compañía Roba Estesa. Tras la novedad, el 4 de marzo de 1979 se presentó la obra llamada "Travessa deserts", de Carles Reig, de la compañía Ignasi Iglésias, dirigida por Santi Sans y estrenada con la clasificación "S" por su contenido erótico, de modo que la entrada, de 200 pesetas, era exclusivamente para mayores de 18 años. El atrevimiento de los espectáculos llegó hasta el punto de amenazar con la retirada de las subvenciones por parte de las administraciones catalanas.
Posteriormente se estrenaron "El cuplet boig" de la compañía Roba Estesa, en 1979, y "No vols tassa? Tassa i mitja" de la compañía Roba Estesa y Oriol Tramvia, en 1980, año en el cual la Cúpula Venus fue agraciada con un "Aplaudiment" dentro de los premios Sebastià Gash de music-hall. Se trataba de una distinción que se otorgaba a una persona, trabajo o entidad destacada por algún aspecto especialmente relevante.
Durante sus años activos fueron representadas las funciones "Viatge de nuvis (cabaret arrevistat)" del grupo La Trup 69 (1981); "I Colombaioni (Els pallassos de Fellini)" (1982); "Faraó faraó" del grupo Roba Estesa (1982); "Pay-Pay" de Pepe Rubianes (1983); "Més dificil encara!" del Teatre de La Lluna (1983); "Swing Núria Swing" con Núria Feliu (1983); "Para vosotros con amor", con la actuación de Christa Leem i Carmen Wernoff (1984); "El comisario Jou en el Catch", dirigida port per Ferran Rañé (1984); "Nits d'astrologia, hipnosi i mentalisme" con Pere Paulí, Sterel y Babakar Limbo (1985); y "Concierto de familia" de Carmelo Seyes (1985).
Entre los personajes que allí actuaron destacaron Christa Leem, Joan Gimeno, Ángel Pavlovsky, Loles León, Pepe Rubianes, Rosa Maria Sardà, Pep Bou, Oriol Tramvia, Manel Barceló, Tortell Poltrona, Núria Feliu y Xus Estruch, entre otros.
Ante la falta de subvenciones, el 6 de enero de 1986, la Cúpula Venus cerró sus puertas por tiempo indefinido, aunque finalmente esta clausura fue definitiva. La última representación fue "Concierto den familia". Tras el cierre el Club de Billar Monforte volvió a recuperar este espacio para su actividad. Sin embargo, en vistas de la remodelación del teatro Principal y los nuevos usos previstos esta entidad ha trasladado recientemente su sede al número 373 de la calle de Sant Antoni Maria Claret.
Ocasionalmente la sala fue alquilada para la celebración de fiestas privadas, presentación de libros, performances y algún concierto. Se dice que el director de cine Woody Allen visitó la sala de la cúpula cuando buscaba emplazamientos para el rodaje de su película 'Vicky, Cristina, Barcelona', pero que finalmente lo descartó.
En la actualidad permanece cerrada al público a la espera de una inmediata rehabilitación. Tanto este espacio tan emblemático como las dependencias que ocuparon hasta ahora los billares se transformarán en un hotel boutique de unas 60 habitaciones que abrirá sus puertas en el año 2015. Lo que una vez fue el hall del teatro, el café de los Guardias, el Café Delicias, el Ateneu Barcelonès, el Club de Billar Monforte y la Cúpula Venus, ahora albergará una coctelería y una cafetería, mientras que cada una de las habitaciones del futuro hotel tendrán un diseño singular que cuentan con la firma destacada de un prestigioso diseñador.
En la actualidad permanece cerrada al público a la espera de una inmediata rehabilitación. Tanto este espacio tan emblemático como las dependencias que ocuparon hasta ahora los billares se transformarán en un hotel boutique de unas 60 habitaciones que abrirá sus puertas en el año 2015. Lo que una vez fue el hall del teatro, el café de los Guardias, el Café Delicias, el Ateneu Barcelonès, el Club de Billar Monforte y la Cúpula Venus, ahora albergará una coctelería y una cafetería, mientras que cada una de las habitaciones del futuro hotel tendrán un diseño singular que cuentan con la firma destacada de un prestigioso diseñador.
2 comentarios:
BONES FESTES RICARD
Igualment. Bon Nadal i Feliç 2014. Una abraçada.
Publicar un comentario