sábado, 22 de noviembre de 2025

SÍ al monumento a Freddie Mercury y Montserrat Caballé en Barcelona


Recibí con alegría la noticia del Ayuntamiento de Barcelona de instalar en la reformada plaza de las Glòries Catalanes un monumento escultórico que recuerde a la pareja formada por Freddie Mercury y Montserrat Caballé, una deuda pendiente de la capital catalana para dos genios universales de la música que dejaron aquí su huella para siempre. Al margen de sus intachables carreras artísticas, el tándem se popularizó mundialmente por componer y cantar el himno “Barcelona” previsto para los Juegos Olímpicos de 1992. No obstante, el prematuro fallecimiento del líder de Queen lo impidió, si bien los dos tuvieron tiempo de grabar varias canciones actualmente recogidas en un disco.
Sin embargo, recientemente recibí con sorpresa, disgusto e indignación el rechazo expresado por las asociaciones vecinales de Camp de l'Arpa del Clot, el Fort Pienc, el Poblenou y la Sagrada Familia contra esta iniciativa, argumentando que Montserrat Caballé fue una defraudadora y un personaje vergonzoso que antepuso sus propios intereses a los del país. Esta postura no es nueva y se arrastra a raíz de un fraude fiscal a Hacienda en el año 2010 por no tributar medio millón de euros simulando que residía en Andorra. Tras reconocer que había cometido el delito fue condenada a seis meses de prisión, si bien no ingresó, y a devolver el importe que defraudó, algo que finalmente hizo efectivo.


Nadie pone en duda que Montserrat Caballé cometió una grave equivocación, algo que unánimemente tanto defensores como detractores de la diva (mote que ella detestaba) reconocen y asumen. Este episodio es recordado por todo el mundo, sin embargo la cuestión es quién sabe acerca de su brillante currículum como artista, pues la memoria es caduca y selectiva cuando conviene. ¿Debería un error puntual anular de un plumazo medio siglo de trabajo y contribución al mundo de la cultura en general y de la música en particular, así como todas sus causas solidarias y benéficas a favor de los más desfavorecidos?
Tras la demonización existe, salvo excepciones, un perfil de detractor muy claro, especialmente en cuanto a su ideología se refiere. La soprano en algunas ocasiones declaró, textualmente, entre otras cosas: “Soy española de pura cepa, pese a quien pese”, “Estoy muy feliz de haber nacido en Barcelona, de haberme casado con un aragonés, de que mi madre fuera de Valencia y que mis hijos hayan estudiado en España”, “He sido una embajadora de España como todos los cantantes. Y como me enseñaron en Naciones Unidas, por la unión de las gentes y de los pueblos. Quien pone cadenas me hace daño, extirpa a todo el resto, lo manda fuera” y “Estar orgulloso de tu lengua no es obligar al prójimo a hablarla, es una exageración”. Y todos sabemos a quiénes no gustan este tipo de declaraciones. Son los mismos que, a menudo, distinguen entre buenos y malos catalanes, resaltando lo positivo de los primeros y lo negativo de los segundos. Memoria histórica usada como memoria selectiva como herramienta perfecta para determinar quiénes merecen ser recordados en la posteridad y quienes deberían de ser borrados. Y son los mismos que, curiosamente, alientan a la sociedad catalana de bien a no pagar a Hacienda porque “Espanya ens roba” pero luego se escandalizan porque Caballé defraudó al país del cual se quieren marchar y no quieren tributar. Contradictorio.


¿Compensa la trayectoria artística y la persona humana su desafortunado (y puntual) error? Merece la pena hacer un repaso objetivo y que cada uno saque sus propias conclusiones. Según los expertos en la materia, fue una de las voces más bellas y versátiles de la historia así como por su prodigiosa técnica vocal y una de las más grandes sopranos del siglo XX. En su larga carrera llegó a interpretar a más de 80 personajes operísticos además de óperas de distintas épocas y estilos. En lo referente al fomento de la música, puso un particular empeño en resucitar obras desconocidas o que habían caído en el olvido y en recuperar a aquellos compositores olvidados, popularizó la música clásica a través de numerosas colaboraciones con artistas del mundo de la música fomentando un ambiente de creatividad y excelencia musical, y colaboró con numerosos compositores y artistas de diversos géneros musicales, siendo los más famosos Vangelis y Freddie Mercury. En la ciudad de Barcelona fue pieza decisiva y fundamental en la proyección del Teatre del Liceu otorgándole prestigio como referente mundial, colocando Barcelona en el mapa mundial de la escena operística internacional. Tras su aparatoso incendio de 1994 que obligó a su total reconstrucción colaboró económicamente en su recuperación.


Además de su carrera profesional como cantante desarrolló numerosas acciones solidarias y humanitarias, una faceta desgraciadamente e inexplicablemente olvidada que, con total seguridad, desconocen quienes la tachan de delincuente. En 1974 fue nombrada Embajadora Honoraria de Naciones Unidas, en 1991 nombrada Embajadora de la Paz y en 1994 Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO desempeñando un papel activo en la difusión de la cultura a través de conciertos benéficos y su responsabilidad con la música. Allá expresó su compromiso con la igualdad, la convivencia y la apertura de horizontes a través de los idiomas y la cultura. Participó, además, en la Fundación Mundial para la Investigación y Prevención del Sida, en conciertos benéficos para recaudar fondos destinados a la investigación del cáncer y en numerosos conciertos solidarios a fin de recoger dinero para Cáritas Diocesana y la Cruz Roja. En el año 2019 se constituyó tras su muerte la Fundación Privada Montserrat Caballé para ayudar a jóvenes talentos, continuando así su legado de apoyo a los artistas y continuar la labor docente que ella desarrolló a través del Concurso Internacional de Canto. A todo ello, defendió que la música es y sigue siendo la mejor garantía para la paz porque favorece el entendimiento con los demás y con el mundo circundante, por lo que debía estimular todo aquello que invitara a compartir, siendo la música un nexo de unión entre las diferentes culturas, razas y religiones.


Su extraordinario prestigio y la impecable calidad de su labor la llevó a ganar numerosos títulos, premios y condecoraciones, a citar:
- Académica de Honor y Medalla de Oro de la Academia de las Letras, Ciencias y Artes de Italia.
- Banda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.
- Chevalier de l'Ordre des Arts et des Lettres y Comandeur de l'Ordre des Arts et des Lettres de Francia.
- Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia.
- Doctor Honoris Causa por la Mendeleyev University of Chemical Technology de Rusia.
- Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
- Doctor Honoris Causa por la Universidad de Barcelona.
- Gran Cruz de Comendador de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania.
- Kamersängerin de la República Federal de Austria y de la Staatsoper de Viena.
- Lazo de Dama de Isabel la Católica.
- Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya.
- Medalla de Oro de la Ciutat de Barcelona, a título póstumo.
- Medalla de Oro del Gran Teatre del Liceu.
- Medalla de Oro del Real Círculo Artístico de Barcelona.
- Medalla de Oro de la Real Academia de las Bellas Artes.
- Medalla de Oro al Mérito Turístico.
- Orden de la Amistad de Rusia.
- Orden Dama di Gran Croce de la República Italiana.
- Orden de Honor de Armenia.
- Premio Nacional de la Cultura de la Generalitat de Catalunya.
- Premio Nacional de Música de España.
- Premio del MIDEM de Cannes como reconocimiento a su apoyo a los jóvenes intérpretes.
- Premio Príncipe de Asturias.
- Premio de Honor de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música, la Legión de Honor de Francia.


Posiblemente la plaza de las Glòries Catalanes no sea el lugar adecuado para ubicar el monumento de homenaje a Freddie Mercury y Montserrat Caballé, ya que el espacio carece de una relación directa con ambos personajes. Mejor ubicación sería la montaña de Montjuïc, donde actuaron por primera vez cantando “Barcelona” frente a una entregada multitud sociedad barcelonesa, entonces más entusiasmada de su ciudad y orgullosa de su proyección internacional. A ello existe una propuesta de un grupo municipal en estudio de cambiar la denominación de la estación ferroviaria de Barcelona-Sants por la de Barcelona-Sants Montserrat Caballé. ¿Se materializarán ambas propuestas o los prejuicios las condenarán al olvido? Que la memoria histórica no arrincone a la que fue, guste o no, una catalana universal. Moltes gràcies, Montsi. Thank you very much, Freddie.

Fotos: AFP, Agencia EFE, A Queen of Magic, Pedro Madueño, RTVE.

martes, 18 de noviembre de 2025

En la inauguración de la exposición de trenes históricos del metro de Barcelona


El pasado sábado día 15 a las 11:00h tuvo lugar la inauguración oficial de la exposición temporal de trenes históricos del metro de Barcelona. La muestra, titulada "Els trens del centenari. El patrimoni ferroviari del metro de Barcelona" se halla en una gran carpa de 1.200 metros cuadrados en la explanada frente al centro cultural La Farinera del Clot, muy cerca de la plaza de les Glòries Catalanes. Mis colaboraciones con Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) en la redacción de los libros “Els autobusos a Barcelona. 100 anys fent xarxa (1922-2022)” y “La dona treballadora al metro de Barcelona. Perspectiva històrica de l'evolució cap a la igualtat de gènere a TMB (1924-2024)”, éste último en colaboración con María José Muñoz de Patrimoni Històric de TMB, así como el rodaje de algunas cápsulas, entre otras cosas, se vieron recompensadas con una invitación al evento, reservado sólo para personas convidadas.Para el público se abrió a partir de las 15:00h y permanecerá visitable hasta el próximo 10 de enero de 2026, de lunes a viernes de 10:00h a 18:00h y los fines de semana de 10:00h a 19:00h.


Entre los asistentes, aparte de un servidor, estuvieron presentes el alcalde de Barcelona Jaume Collboni, la presidenta de TMB Laia Bonet, la ya citada responsable de Patrimoni Històric de TMB María José Muñoz, varios miembros de la directiva de TMB como su consejero delegado Xavier Flores, y personalidades varias del ámbito del transporte, como por ejemplo el director de Transfer Enginyeria, Jordi Julià Sort, el antiguo empleado del metro Ramón Carbó, además del presidente de la Associació Coordinadora Pro Museu del Transport, Ferran Armengol, acompañado de un grupo de representantes, los cuales agradecieron que en los discursos se recordara a su fundador, Joan Termes Roig.
La presentación del acto y la bienvenida al público invitado fue a cargo del periodista y presentador Xavi Coral. Tras unas breves palabras y la actuación de una banda de música que ambientó a tiempos pasados, intervinieron el alcalde de Barcelona Jaume Collboni y después la presidenta de TMB Laia Bonet. De ambos merece destacar de sus parlamentos el agradecimiento por el esfuerzo en hacer posible la exposición, el anuncio de que se está llegando a la estación de un futuro espacio de memoria histórica del transporte, el papel del metro del futuro y su crecimiento por la región metropolitana y el récord histórico de pasajeros este pasado octubre con 43 millones de usuarios. Tras sus correspondientes discursos procedieron a cortar la cinta inaugural que dio paso a la libre visita de los coches.


La exposición, gratuita y recomendada para todo el público en general, exhibe cinco coches históricos que antaño circularon en el metro de Barcelona. El primero, de la serie 300, de 1924, el más antiguo, fue construido por la Compañía Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques, S.A. de Bilbao. Perteneció al Gran Metropolitano de Barcelona y circuló por la actual L3 hasta 1988. El segundo, de la serie 400, de 1958, fue construido por La Maquinista Terrestre y Marítima (MTM) y circuló en la actual L1 hasta 1989. El tercero, de la serie 100, de 1926, el segundo más antiguo, fue construido por la sociedad barcelonesa Material para Ferrocarriles y Construcciones, S.A. (MACOSA). Perteneció al Ferrocarril Metropolitano de Barcelona (Transversal) y circuló en la actual L1 hasta 1979. Llamados salones rodantes, fueron además los coches de ferrocarril metropolitano más grandes del mundo hasta 1967. El cuarto, de la serie 1100, de 1974, construido por MTM y MACOSA, con el soporte técnico de la alemana MAN y la suiza Brown Boveri, circuló en la actual L4 hasta el año 2009. Y el quinto es un coche de la serie 3000, de 1986, construido por CAF, MTM, MACOSA, Cenemesa y Mitsubishi Electric. Circuló en la L3 hasta el año 2024.


Todo este material móvil está declarado como Bien Cultural de Interés nacional (BCIN) y es visitable tanto por fuera como por dentro mediante acceso a través de unas pasarelas habilitadas. Se incluyen, además, paneles informativos con códigos Navilens que permiten descargar el contenido en formato audio en 24 idiomas para personas con problemas visuales. La restauración de los coches contó con un presupuesto de 2.100.000€ más un año de trabajos y para ello fue necesario el asesoramiento y la aprobación de la Direcció General de Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya. Las labores consistieron básicamente en una limpieza integral de los vehículos, la reparación de suelos, marcos, ventanas, puertas y paneles laterales, así como la rehabilitación de la iluminación interior y de las cabinas de conducción. Exteriormente se restauraron las carrocerías, además de aplicar un vinilo que reproduce su aspecto original, si bien las series 1100 y 3000 conservan el último aspecto antes de su retirada del servicio. En el interior de algunos coches se reprodujo publicidad antigua de la época.


Dentro de la carpa se hallan a la venta al público los libros que este año TMB ha publicado con motivo del centenario del ferrocarril metropolitano de Barcelona. Tengo constancia de que mi libro sobre la mujer trabajadora en el metro de Barcelona escrito conjuntamente con María José Muñoz está teniendo buenas ventas.
Poco antes de marchar por motivos personales tuve la ocasión de saludar primero al periodista y presentador Xavi Coral, por cierto un hombre de trato encantador. Seguidamente saludé e intercambié unas breves palabras con el alcalde de Barcelona Jaume Collboni. Me aseguró que el futuro Museu del Transport está más cerca de materializarse. A ello le argumenté que una de las razones básicas por las cuales considero que la ciudad merece un equipamiento de estas características es porque el transporte público es cultura. Antes de despedirme le expresé mi más sincero deseo de que Barcelona sea designada como Capital Europea de la Navidad 2026.


Fotos: Ricard Fernández Valentí.

martes, 4 de noviembre de 2025

45 años de STUDIO 54, el icono ochentero barcelonés


Se cumplen 45 años de la apertura de Studio 54, la primera macrodiscoteca de Barcelona que, pese a su corta vida, fue todo un símbolo de una época y un icono de la década de los años 80. El precedente tuvo lugar en la ciudad de Nueva York cuando los empresarios Steve Schrager e Ian Rubell inauguraron la discoteca Studio 54 el 26 de abril de 1977 en el antiguo teatro Ópera Gallo de 1927, en el 254 West Street, en el barrio de Midtown Manhattan. Su fama se debió a que la frecuentaban numerosas celebridades del mundo del espectáculo tanto de los EE.UU. como de otros países. Sin embargo, los problemas financieros, la evasión de impuestos y la presencia de sustancias ilegales en el local precipitaron su prematura clausura el 3 de febrero de 1980. Tras ser adquirido por el empresario Mark Fleischman reabrió sus puertas en 1981, si bien no volvió a ser lo que fue, por lo que acabó cerrando en 1986. Actualmente el edificio alberga el Roundabout Theatre, un teatro de Broadway que acoge espectáculos y producciones teatrales.


Cuando la sala Studio 54 de Nueva York cerró el empresario y promotor norteamericano Mike Hewitt tuvo la idea de abrir una discoteca en Barcelona a imitación de la neoyorkina, incluido su nombre. Para ello también pensó ubicarla en algún antiguo teatro histórico que pudiese ser transformado. Para ello contactó con Matías Colsada (Madrid 1910 - Barcelona 2000), propietario de entre otros locales del antiguo Teatro Español, en el número 64 de la avenida del Paral·lel, inaugurado el 27 de noviembre de 1909 sobre las ruinas del antiguo Circo Español Modelo de 1892 (después llamado Teatro Circo Español) y que había cerrado sus puertas a finales de marzo de 1980. Para ello se conservaría la estructura del teatro y los tres pisos de palcos alrededor del escenario. El citado empresario teatral aceptó de buen grato. La reforma y adecuación del espacio así como dotar el interior de un buen sistema de sonorización ascendió a 50 millones de pesetas, incluyendo los equipos de iluminación que imitarían las columnas de luz que bajaban desde el techo del local neoyorkino. Como responsable de relaciones públicas estuvo la actriz, empresaria y modelo Teresa Gimpera (Igualada 1936 - Barcelona 2024).


El 10 de octubre de 1980 se procedió a la inauguración oficial de la discoteca. Para ello fue invitada Grace Jones y se incluyó una pasarela y un desfile. Exteriormente la fachada principal de la avenida del Paral·lel se había transformado. Coronaba un gran frontal negro con el logotipo rosado de Studio 54 y unas luces azules de neón que imitaban unos rayos. El interior estaba estructurado a través de una gran pista de baile donde anteriormente hubo el patio de butacas o platea. El centro lo presidía una gran lámpara donde colgaban los globos, una de las atracciones más icónicas de la discoteca. Los tres pisos palcos rodeaban la pista y, concretamente, en la tercera y última planta, había una zona de palcos oscuros especialmente habilitada de este modo donde muchas parejas tuvieron sus encuentros sexuales. Coronaba una barra de bar réplica de la de Studio 54 de Nueva York así como unos puentes colgantes que permitían disfrutar de una vista aérea general de toda la discoteca. A modo de curiosidad, en los baños de caballeros del primer piso era posible orinar y a la vez observar la pista de baile a través de un cristal. El aforo del local llegaba hasta las tres mil personas. Mike Hewitt tenía allá su despacho, de grandes dimensiones e incluso con una pecera llena de pirañas.


Sus inicios fueron flojos pero a partir de 1982 cuando el DJ Raúl Orellana cogió las riendas de la cabina empezó a tener gran éxito de público y pasó a convertirse en local de fiesta de moda en Barcelona. Allá permaneció durante 12 años combinándolo con su profesión de productor discográfico. La cabina que ocupaba incluía la mesa de mezclas, tres platos Technics, una consola para las luces y una estantería para los discos de vinilo. Solía pinchar una vez la sesión ya había empezado. Se dice que podía invertir hasta 300.000 pesetas mensuales en discos para Studio 54, generalmente maxis y de importación. Las tiendas Blanco y Negro, Record Sounds y Raf fueron sus suministradores, pues le presentaban las novedades de la semana y las adquiriera si le convencían. Nunca pinchó un corte de un elepé ni un single. Las listas de las revistas Record Mirror (británica) y Billboard (norteamericana) eran sus guías de referencia.


No estaba él solo, pues mientras mezclaba los discos su hermano controlaba las luces. Sin embargo con quien más trabajó fue con Alex Turner sincronizando efectos visuales, láseres y focos con la música, creando así distintas atmósferas en la pista de baile. De este modo ambos no sólo creaban una atmósfera musical sino también sensorial. Orellana y Turner llamaban a la cabina como "la cabina del millón" porque entre los dos cobraban al mes un millón de pesetas.
Uno de los personajes más icónicos de la discoteca fue el de Vicente Córdoba, conocido popularmente como “La Vicenta”. Vestía faldas y se subía a la barra para rociar al público con una manguera de soda entre el delirio colectivo. Polifacético por haber sido camarero, animador y relaciones públicas, también llegó a trabajar en Studio 54 de Nueva York. Quienes lo conocieron destacaron que fue un hombre de estilo irreverente y sarcástico, alegre, de humor ácido y especialmente carismático para conectar con toda clase de gente.


Amenizaban el espectáculo musical las lluvias de confeti, los globos, los cañones de humo, el sonido cuadrafónico, la luz láser de color verde, el efecto megatrón y las “gogos” que bailaban dentro de unas jaulas. Studio 54 fue pionera no solo en el acid sino en la cultura de club. De hecho, fue la primera discoteca en la que se eliminaron los temas lentos. El local de Barcelona recogió el espíritu del local neoyorkino. Mike Hewitt tenía la máxima de que la gente entrara bailando desde el principio hasta el final.
A menudo había actuaciones en directo, fiestas y celebraciones de todo tipo. Entre los muchos conciertos que esta sala ofreció destacaron especialmente grupos y cantantes nacionales e internacionales como Ultravox, Depeche Mode, Spandau Ballet, Stevie Wonder, Tina Turner, Duran Duran, Boy George, BZN, The Smiths, Nina Hagen, Lene Lovich, ABC, Miguel Ríos, Loquillo y los Trogloditas, Duncan Dhu, Gabinete Caligari, Hombres G, Martirio, Ilegales, Objetivo Birmania, La Unión, Brighton 64, Willy Deville, Joe Jackson, All Jarreau, Jimmy Cliff, Soft Cell, Simple Minds, Pixies, Texas, Divine, The Psychedelic Furs, The Residents y New Order, entre otros.


En 1983 Mike Hewitt dejó la dirección de la discoteca y regresó a los EE.UU. pasando a ostentar el mando Damià García Puig (Barcelona 1956 - 2000), cargo que ejercería hasta 1992. Fue entonces cuando se inició una progresiva decadencia. En 1994 la discoteca se vendió al Grupo Chic, S.L. que cambió el nombre de Studio 54 por el de Chic Studio y poco después por Chic Gallery, pero el local ya no tuvo en absoluto aquella esencia tan auténtica de los años 80. En septiembre de 1996 fue parcialmente derribado manteniendo solo la estructura del antiguo teatro así como la fachada de la calle del Abat Safont, y se construyó la fachada moderna que actualmente ha llegado hasta nuestros días. Tras la adquisición del local por el empresario Josep Maria Callís en mayo del año 2000 pasó a ser el Scenic Barcelona, el cual tuvo poco éxito y funcionó hasta el año 2001. Una vez clausurado hubo un proyecto por parte de los propietarios del Club Riviera de Castelldefels de convertir el antiguo teatro en el prostíbulo con show girls más grande de España, algo que alertó a los vecinos de los barrios colindantes, por lo que hubo fuertes protestas hasta el punto de que, finalmente, la idea se canceló.


Tras el arrendamiento del local en 2006 por la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) en septiembre de 2010 reabrió nuevamente sus puertas transformado en la sala de espectáculos Artèria Paral·lel. En 2013 su gestión fue a parar a manos de la compañía The Project de los empresarios Tito Ramoneda y Joan Roselló, que lo convirtieron en la sala BARTS (Barcelona Arts on Stage). Finalmente, tras ser adquirido el local por el Ayuntamiento de Barcelona el 21 de octubre de 2022 reabrió bajo la denominación Paral·lel 62 como espacio de programación cultural.

Fotos: Archivo La Vanguardia, Blanco y Negro, Enric Fontvila.

jueves, 30 de octubre de 2025

Lluís Permanyer: el cronista que nunca quiso ser "oficial"


Las cosas como son. Últimamente el presente blog parece más un obituario que un relato de Barcelona y sus transportes. Sin embargo se ha dado esta triste serie de traspasos de una serie de personajes que han tenido que ver con la ciudad y hablar de ellos resultaba inevitable. Esta vez el turno va para Lluís Permanyer i Lladós, que nos dejó el pasado viernes día 23 a los 86 años de edad. Cronista de Barcelona, aunque no oficial, él rechazó este título que ostentaron Víctor Balaguer i Cirera (1853-1901), Gabriel Miró i Ferrer (1919-1922), Tomás Caballé Vallado (1950-1961), Joaquím María de Nadal i Ferrer (1953-1972), Ricard Suñé Álvarez (a título póstumo), Andreu-Avel•lí Artís Tomàs “Sempronio” (1972-2006), Josep Tarín Iglesias (1973-1996) y Joan Olivé i Vagué (1973-1980). Tras la muerte de “Sempronio” el Ayuntamiento de Barcelona le ofreció tal honor pero él declinó la propuesta alegando que comprometía su independencia y que la gente podía llegar a pensar que a cambio cobraría un sueldo municipal, por lo que quiso evitar posibles confusiones a la opinión pública. Desde el año 2006 la plaza sigue vacante.


Periodista, escritor y ensayista, nació en Barcelona en 1939, en pleno inicio de la postguerra. Desde su infancia manifestó especial interés por la cultura, pues la casa de sus padres estaba llena de libros que él leía y, además, con su padre iba los domingos a ver alguna exposición. Estudió y se licenció en Derecho, si bien enseguida se decantó por el periodismo, razón por la que colaboró primero en la editorial Luís de Caralt, luego en la revista “Destino” y en 1966 en el diario “La Vanguardia” (entonces “La Vanguardia Española”), primero como corresponsal internacional para evadir la censura franquista y luego como cronista. Sus artículos trataban acerca del arte, la cultura, el urbanismo, la historia y la sociedad barcelonesa. También trabajó en la editorial Aymà y brevemente en el diario “El Correo Catalán”. La pasión por escribir sobre Barcelona no le vino de inmediato, pues aseguraba que aborrecía la ciudad. Sin embargo a partir de la Transición empezó a tomar interés, por lo que se empapó de una cantidad ingente de libros que trataban acerca de la capital catalana. De hecho llegó a tener hasta 3.000 libros sobre el tema. Ya con una base sólida que cultivó hasta el final de sus días, empezó a publicar libros.


Su obra fue prolífica, divulgativa en su redacción en tanto al alcance de todo el público en general pero a su vez, verdaderos trabajos de investigación muy ricos en contenido e información. Tanto en sus libros como en sus crónicas, buscaba siempre la componente didáctica, la anécdota como valor por su capacidad de explicar y la mirada crítica, así como ciertos toques de  ironía. Y es que como buen cronista, al igual que los oficiales, inevitablemente narró sus relatos acerca de Barcelona desde su punto de vista personal y subjetivo, pues la objetividad tanto en la historia como sobretodo en el periodismo, aunque muchos lo quieran negar, no existe. Incluso la presunta (y en verdad inexistente) neutralidad ya es también una posición personal y subjetiva. Un servidor es un claro ejemplo de ello en todos y cada uno de los artículos publicados en el este blog, incluido el presente. En total publicó 80 libros entre los cuales figuran mayormente los dedicados a Barcelona, además de algunas obras sobre escritores y artistas, e incluso una novela. Igualmente dirigió y protagonizó 8 documentales emitidos en televisión.


Su prestigio le permitió codearse con personajes famosos como Josep Tarradellas, Joan Miró, Stephen Hawking, Antoni Tàpies, Antoni Clavé, Joan Brossa, Salvador Dalí, Antonio Saura, Eduardo Chillida, Josep Maria de Sagarra, Joan de Sagarra, Asha Miró, Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Miquel Roca y Félix de Azúa, entre otros. No quedó exento de recibir premios como fueron el Luca de Tena (1969), el Ciutat de Barcelona de periodismo (1987), el Pere Quart de humor y sátira (2006), el Nacional de Cultura de Periodisme de Catalunya (2008), el Trajectòria de l’Associació d’Editors en Llengua Catalana (2012) y el Nacional de Periodismo Cultural del Ministerio de Cultura (2022). En 2009 recibió, además, la medalla del Col·legi d’Enginyers de Camins, Canals i Ports de Catalunya.


Acerca de Barcelona expresó abiertamente su opinión. De los alcaldes admiró a Pasqual Maragall a quien consideró el mejor, mientras que mostró más desagrado hacia sus sucesores Joan Clos y Jordi Hereu. De Xavier Trias dijo que pasó “sin pena ni gloria” y de Ada Colau afirmó que ha sido la peor de la democracia. Defendió la obra de Ildefons Cerdà y su modelo de Eixample. Le gustaban arterias como la rambla y el paseo de Gràcia y edificios como la Casa Milà (La Pedrera) por ser históricamente el más admirado y a su vez, criticado. Fue en cambio bastante crítico con la presencia de franquicias, la reforma de la plaza de les Glòries, las “superilles” del Eixample e incluso con el tranvía de la Diagonal, del cual afirmó que su implantación era como instalar un wáter en el salón de casa. Acerca del turismo, aun considerando que debería de cambiar el actual modelo, siempre fue defensor. En sus últimas entrevistas declaró que Barcelona vive actualmente una etapa basada en la distancia corta y faltada de un urbanismo estratégico y que de cara al futuro ignoraba hacia dónde irá. En síntesis, contra gustos, colores. La controversia está servida.


Barcelona pierde a un gran cronista, a un referente fundamental abierto y cercano a la gente, gran profesional pero con un trasfondo humilde y sensato por encima de todo. Su obra es cita inevitable en las referencias bibliográficas de cualquier trabajo de investigación sobre la ciudad. Que su legado perdure para siempre y siga enriqueciendo esa memoria histórica que jamás debemos perder para las generaciones presentes y futuras. Tras 19 años vacante ¿volverá a ocuparse en breve el cargo de cronista oficial de Barcelona? De ser así quedaremos a la espera de un digno sucesor.

Fotos: Amics de la Rambla, Arxiu La Vanguardia, Consuelo Bautista, Llibert Teixidó, Salvador Sansuan.

martes, 21 de octubre de 2025

Dolly Van Doll: se bajó el telón


Recibimos la noticia del traspaso a los 87 años de edad de la vedette, escritora y empresaria Carla Follis, más conocida artísticamente como Dolly Van Doll, el pasado día 13 del presente mes. Nacida en Turín (Italia) en 1938, por parte de madre procedía de una familia muy rica que lo perdió todo tras estallar la II Guerra Mundial. Cuando tenía 3 años de edad cuenta que una bomba cayó sobre su casa y sobrevivió al derrumbe, saliendo airosa de entre los escombros. Su infancia fue especialmente muy dura, pues pasó hambre y en varias ocasiones se alimentaban de patatas y castañas crudas. De adolescente alcanzó el campeonato de patinaje artístico. Desde una edad muy prematura, a los 10 años, ya se sentía mujer y quería ser bailarina. En la escuela sufrió acoso de sus compañeros que la llamaban “pollito amarillo”. Durante la postguerra trabajó de muchas cosas, por ejemplo como vendedor de helados en los cines de Génova. Desde muy temprano tuvo vocación de vedette, había estudiado sastrería y sabía hacerse sus propios vestidos. Trabajó primero en Hamburgo, después en Berlín y luego en París, donde llegó a finales de 1959 y conoció al músico Francis Lay con quien entabló una gran amistad. En la capital francesa trabajaba tanto hasta el punto de que incluso en una noche llegaba a actuar en 7 cabarets distintos.


Si bien inicialmente se daba a conocer como Dolly, poco después amplió su nombre artístico a Dolly Van Doll. Otros personajes con los cuales se codeó en París fueron, entre otros, María Callas, Amanda Pequi, Charles Aznaviur y Josephine Baker. Su vocación la motivó viajar por todo el mundo, llegando a visitar hasta 24 países, incluidos México y Japón. Gracias a ello acabó dominando varias lenguas. Además del italiano, su lengua materna, hablaba castellano, catalán, francés, inglés, turco, alemán y japonés. Su trayectoria internacional le posibilitó conocer a gente famosa como Onassis, Gloria Swanson, Paul Newman, Joanne Woodward, Joan Collins, George Hamilton, Jayne Mansfield y Ana Magnani, entre otras personalidades.
El 29 de abril de 1964 fue a Casablanca para someterse a la operación de cambio de sexo. La operó un doctor francés de origen judío llamado Georges Burou, conocido precisamente por haber sido expulsado de varios países por sus prácticas quirúrgicas ilícitas. De este modo se convirtió en la cuarta persona del mundo en intervenirse. Ella aseguró que el proceso fue como una tortura china, algo muy doloroso y que para ello arriesgó su vida, dando finalmente el paso porque no le importaba morir y en caso de salir bien sería feliz. Tras la operación permaneció 26 días ingresada y reconocida por tres ginecólogos como mujer en un tribunal. Fue entonces cuando cambió su nombre de Carlo a Carla, incluso la Iglesia accedió al cambio de la partida bautismal. Sucedió en 1965 y se convirtió en el primer caso de la historia de Italia.


Tras un desengaño amoroso con un empleado de la Siemens llegó a Barcelona el 6 de marzo de 1971. Al constar como mujer legalmente reconocida no tuvo problemas de hacer pasar desapercibida su transexualidad. Los empresarios Ardévol y Rocamora la citaron en la sala Panam’s, en la Rambla, y le ofrecieron trabajar en cualquiera de sus cinco negocios excepto en el mismo Panam’s. Finalmente se decantó por la sala Gambrinus (C/ Guàrdia nº9) y posteriormente a Barcelona de Noche (C/ Tàpies nº5). Al siguiente año debutó con el espectáculo “Noches de otoño” y en 1974 actuó en el teatro Victoria (Av. Paral·lel nº67). En 1976 ejerció como maestra de ceremonias en un espectáculo que dio inicio a la carrera del reconocido transformista argentino Ángel Pavlovsky.
Tras actuar en otros locales como Tabú (La Rambla nº33), Villarosa (C/ Arc del Teatre nº3), Blue Moon (C/ Viladomat nº211) o Red Sun (C/ Castillejos nº283) se mudó con su entonces novio, el empresario Fernando Vila, a Valencia, donde abrió su propia sala llamada Belle Époque, inaugurada en 1977. Ella se encargaba de todo, desde la coreografía hasta el vestuario e incluso de la contabilidad.


El 29 de febrero de 1980 se casó con Fernando Vila, con quien permaneció a su lado 20 años. Tras separarse de él continuaron siendo muy buenos amigos. En 1982 abrió una segunda sala de music hall también llamada Belle Époque, en Barcelona, establecida en el número 246 de la calle de Muntaner, en el antiguo teatro Moratín, antes cine Aristos. Trabajaban 54 personas, las cuales eran como una gran familia. En la entrada del local había un hombre haciendo de maniquí con un cartel colgado que decía “no tocar”, más adentro una mujer columpiada echaba purpurina al público, unos arlequines ofrecían unos programas con el contenido del espectáculo, un mago hacía trucos de magia antes de que tomaras asiento e incluso los camareros que te atendían bailaban y cantaban. El secreto del éxito era, según ella, esa magia tan especial que se vivía dentro del local. Como compañera artística había la humorista Mimí Pompón.


En 1988 clausuró su local en Valencia y en 1995 cerró también el de Barcelona, el cual al poco tiempo, el 26 de septiembre del mismo año, reabrió sus puertas como la discoteca “Luz de Gas”.
A los 57 años Dolly Van Doll “colgó las plumas” y se retiró del espectáculo. En total ejerció de vedette entre 1959 a 1995, es decir, un total de 36 años y 54 días, tal y como ella meticulosamente explicó.
Desde el año 2004 dos veces al año iba a Katmandú (Nepal) dos veces al año a cuidar a 35 niños y en 2007 se publicó su libro autobiográfico “De niño a mujer. Un canto a la libertad, al amor y la dignidad”, escrito por Pilar Matos, donde ella narraba con pelos y señales la historia de su vida.
Icono de la Barcelona nocturna, referente artístico para otros artistas, ejemplo para el colectivo LGTBIQ y modernizadora del cabaret barcelonés, desaparece un personaje que siempre se caracterizó por su humildad y su sencillez. Su telón se bajó para siempre pero como decía Freddie Mercury "The show must go on", es decir, el espectáculo debe continuar. Y así será.


Fotos: Archivo RTVE, Blog de Cotilleo, Blog Madamme Arthur, redes sociales (autores desconocidos).

miércoles, 8 de octubre de 2025

Cuando Claudia Cardinale pisó Barcelona


El pasado 23 de septiembre recibimos la noticia del traspaso a los 87 años de edad de la actriz italiana Claudia Giuseppina Rose Cardinale, más conocida como Claudia Cardinale. Justo una semana antes despedíamos a otra gran estrella, Robert Redford. Más allá de su fama mundial como musa y artista del séptimo arte merece recordar también su paso por la ciudad de Barcelona.
Llegó en agosto de 1963 a la capital catalana por motivos profesionales, pues ella sería una de las protagonistas de la película “Circus world”, estrenada en España como “El maravilloso mundo del circo”, bajo la dirección de Henry Hathaway, una superproducción con la que compartiría protagonismo con el mítico actor Marion Robert Morrison, nombre real del conocido artísticamente como John Wayne. Justo en ese mismo año anteriormente había participado en el rodaje de la película “Ocho y medio”, de Federico Fellini, y en el mes de mayo estuvo invitada en el Festival de Cine de Cannes donde ganó la película “El Gatopardo”, de Lucino Visconti, en la cual ella también intervino como actriz junto a Burt Lancaster y Alain Delon. Tras aterrizar al aeropuerto del Prat, fue simpáticamente recibida por dos enanos acompañados de dos crías de elefantes del artista de circo alemán Franz Althoff. Entre los periodistas que la entrevistaron había el mítico Miguel Ángel Valdivieso.


La película, producida por de Samuel Bronston Productions y Paramount Pictures, se rodó en dos escenarios como fueron el teatro del Liceo y el puerto. El primero obligó a la construcción de un falso suelo sobre el patio de butacas y se instaló una jaula alrededor para filmar las escenas con los leones. El segundo fue en el muelle de Bosch y Alsina o Moll de la Fusta, en un espacio de 100 metros de longitud, cercano al edificio de la Junta de Obras del Puerto. Allá se filmó la escena del hundimiento del barco y la recepción del alcalde de Barcelona interpretado por Josep Maria Caffarel. Fueron semanas de trabajo difícil en los cuales se requirieron un total de hasta 600 figurantes, además de todos los actores y actrices, así como el equipo técnico. Tras finalizar el rodaje tanto Cardinale como Wayne se trasladaron a Madrid, ciudad en la cual se aprovecharon algunos lugares emblemáticos.
A modo de curiosidad, merece recordar que el 24 de septiembre de ese año, aprovechando su estancia en la capital catalana, fue invitada a compartir la tribuna presidencial en el paseo de Gràcia con la calle de Aragón, junto al Capitan General de la Región Catalana, Luis del Lamo Peris y su esposa, para poder contemplar la V Gran Cabalgata de Barcelona celebrada con motivo de las Fiestas de la Merced de 1963. Otras autoridades presentes que la acompañaron fueron, entre otras, el gobernador civil Antonio Ibáñez Freire, el concejal Martínez Ticó, el delegado de Servicios esteban Bassols, el presidente del Real Círculo Artístico Eusebio Güell y el alcalde de Maastricht Jan A. M. van der Velden.


La segunda vez que visitó Barcelona fue durante tres días en abril de 1981 de manos del publicista Lluís Bassat, el cual decidió contar con ella para rodar un anuncio de la marca italiana de bebidas Cinzano. Entonces ella contaba con 42 años de edad y una destacada carrera cinematográfica tanto de películas de Hollywood como europeas.
La tercera y última vez que pisó la capital catalana fue en 1993, en el programa “Tal cual” presentado por el periodista Àngel Casas, quien la entrevistó como invitada destacada. Participó junto al humorista Miguel Gila, las actrices Chus Lampreave y Rossy de Palma, los medallistas olímpicos de Barcelona 92 y el músico Bryan Ferry. El programa, lo que hoy en día conocemos como un talk show, se emitió en directo la noche del viernes 2 de abril del citado año en La 2 de Televisión Española. Meses después, en la 51ª Mostra internazionale d'arte cinematografica di Venezia fue premiada con el Leone d’Oro honorífico por su trayectoria junto al actor Robert De Niro y a los directores Roman Polanski y Steven Spielberg.



Acerca de su variada trayectoria cinematográfica de la cual los expertos en la materia pueden aportar mucho más que un servidor, quisiera destacar humildemente que actrices italianas como Sofia Loren, Silvana Mangano, Gina Lollobrigida, Monica Viti, Anna Magnani o Lucía Bosé, entre otras que se podrían citar, destacaron no solo por su espectacular físico y su extraordinaria belleza, sino también porque todas ellas fueron buenas intérpretes y eso es algo que merece reivindicar y poner en valor. Y Claudia Cardinale no fue precisamente una excepción como mujer bella y buena actriz, cualidades perfectamente compatibles. A ello añadir, por encima de todo, que su vida se distinguió por haber sido mejor persona, fuerte, inteligente, resiliente y con un gran compromiso social y humanitario. Muchas gracias por haber formado parte, aunque brevemente pero intensamente, de nuestra historia, de la memoria de Barcelona.

Fotos: Arxiu Fotogràfic de Barcelona, Carlos Pérez de Rozas, Colita, EFE, Giani Ferrari, Josep Postius.

viernes, 19 de septiembre de 2025

Robert Redford y Barcelona: dos hombres y un destino


Recibimos la triste noticia del traspaso el pasado martes día 16 del presente mes del actor y director estadounidense Charles Robert Redford Jr., más conocido artísticamente como Robert Reford. Mucho se podría decir de esta mítica estrella de Hollywood, referente fundamental e ineludible de la historia de la cinematografía. Sin embargo este no es el objetivo del presente artículo, pues acerca de su trayectoria en el séptimo arte ya existen más que numerosas referencias por parte de críticos expertos.
Para quienes lo desconozcan, el destino propició que visitara Barcelona en dos ocasiones. Sucedió en dos momentos de su vida muy diferentes y en dos épocas también distintas. La primera vez fue en 1957 cuando siendo todavía un rebelde desconocido afectado por la prematura muerte de su madre acaecida un año antes, decidió probar suerte como artista bohemio viajando por Europa, siendo España, Francia e Italia sus principales destinos. Llegó a la Ciudad Condal justo el año en que José María de Porcioles tomaba las riendas de la alcaldía, el año en que de la factoría de Seat de la Zona Franca salía el primer coche Seat 600, el año en que el C.F. Barcelona inauguraba el estadio Camp Nou y el año en que la Feria Oficial e Internacional de Muestras de Barcelona celebraba sus bodas de plata.


Desgraciadamente de su primera estancia se sabe muy poco, por lo que se desconoce información básica acerca de cuántos días permaneció, dónde se alojó y qué lugares visitó. Sin embargo en el breve tiempo en que pisó la capital catalana, Robert Redford explicaba en las entrevistas que quedó impresionado por el arte y la cultura que se respiraba así como por la singularidad de la sociedad barcelonesa del momento. Descubrió, además, una riqueza arquitectónica donde convivían tradición y modernidad, un contraste que le sirvió para ampliar su mirada artística y estética. Inevitablemente descubrió la obra del arquitecto Gaudí así como otras joyas arquitectónicas del modernismo, junto a la vitalidad de los barrios más populares. Para él Barcelona fue un escenario donde la arquitectura era arte vivo y un museo al aire libre, un lugar cuyo espacio urbano le terminaría inspirando tanto para sus obras pictóricas como para su futura vocación cinematográfica.


La segunda vez que visitó Barcelona fue en el año 2008 en el contexto de la celebración del congreso mundial de telefonía móvil, es decir, el Mobile World Congress (MWC). Robert Redford fue invitado por los organizadores como representante del Festival de Cine de Sundance, el cual él mismo había fundado en 1978. A su llegada el 11 de febrero del citado año a la capital catalana en avión privado y acompañado de su familia se alojó en el Hotel Arts y posteriormente se dio un paseo por el Gòtic, convirtiéndose en objeto de curiosidad de todos los transeúntes. El día 13 siguiente en la Sala Oval del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) asistió a la entrega de los premios de la Asociación del Sistema Global para las Comunicaciones Móviles (GSMA), presentando la categoría Mobile Entertainment de GSMA. Se dice que acudieron alrededor de 900 personas y que comieron un menú de 695€ por persona. Allá dio una conferencia titulada “La cuarta pantalla” donde reflexionó sobre la telefonía móvil como nueva ventana para creadores independientes, en especial para los directores de cortometrajes, en definitiva estimular la producción de cortometrajes pensados para el móvil. A modo de curiosidad, el actor y director estuvo acompañado de otra estrella del séptimo arte, en este caso de Isabella Rossellini, quien presentó su proyecto llamado “Green Porno”, consistente en una serie de cortometrajes concebidos para ser vistos y descargados en teléfonos móviles.


Finalmente, de su visita al MWC consiguió un acuerdo de colaboración entre la GSMA y el Festival de Sundance y además la creación de la plataforma Mofilm que integra trabajos procedentes de Sundance y de otros festivales como los de Shanghái y Locarno, además de contenidos de Bollywood. Al siguiente día voló hacia Alemania para asistir al Festival de Cine de Berlín (La Berlinale). Desde entonces no regresó a España hasta noviembre del año 2012, en una visita a Madrid para impulsar el Sundance Channel, el canal de televisión con el que extendía la filosofía del festival de cine independiente que fundó en Utah en 1985. Jamás volvió a pisar Barcelona, ciudad de la cual también, como Madrid, Mallorca y Mijas, guardó gratos recuerdos. Sin embargo en el año 2012, en el marco del 19º Festival Internacional de Cine de Medio Ambiente (FICMA) agradeció a la Universidad de Barcelona su compromiso con el medio ambiente. Evocando el título con el que se estrenó en nuestro país “Butch Cassidy and the Sundance Kid” (1969) con quien compartió protagonismo junto a su querido amigo, el también actor Paul Newman, fueron dos hombres (el artista bohemio en 1957 y la estrella de Hollywood en 2008) y un destino (Barcelona). Que la memoria histórica recuerde su paso por la ciudad que, en parte, le inspiró sus dotes artísticos.

Fotos: Albert Bertran (El Periódico), Ferran Nadeu (El Periódico), Sarah Franklin (Flikr).

domingo, 14 de septiembre de 2025

Centenario del metro de Barcelona (1924-2024): las líneas de Rodalies Renfe, una red complementaria

Tren circulando por la futura estación de "La Sagrera". Foto. David Oller (Europa Press)

Tras un tiempo de ausencia por motivos personales y después de un descanso vacacional regreso nuevamente con el propósito de seguir publicando en el presente blog. Continuando con los artículos dedicados a conmemorar el centenario del metro de Barcelona, merece prestar atención a un sistema de transporte que, desde siempre, ha funcionado a su paso por la capital catalana primero como un precedente al suburbano y después, como un complemento: sin lugar a dudas, éste ha sido el ferrocarril.
El desarrollo urbano, cultural y económico barcelonés y de los municipios anexionados provocó un notable aumento de la movilidad tanto por motivos laborales como para gestiones administrativas. La proliferación de servicios regulares de tracción animal durante el siglo XIX que desembocaron a la inauguración de la primera línea de tranvías el 27 de junio de 1872 fue un claro reflejo de esta realidad. Sin embargo, pronto empezó a imponerse el ferrocarril por su velocidad, comodidad y gran capacidad, convirtiéndose en un práctico sistema de desplazamiento para largas y cortas distancias, con la ventaja de transportar no solo a pasajeros sino también mercancías.

Estación "Barcelona 1". Foto: autor desconocido

Los excelentes resultados obtenidos en la línea Barcelona-Mataró, inaugurada el 28 de octubre de 1848, estimularon el desarrollo de una red de ferrocarril. Así, tras esa primera experiencia, el 22 de julio de 1854 la compañía Caminos de Hierro de Barcelona a Granollers inauguró un servicio público ferroviario de pasajeros entre Barcelona y Granollers, cuyo trazado reseguía parte de la antigua carretera de Ribes. Constaba de siete estaciones: "Término" (también llamada “Barcelona 2”), “Clot” (sólo para mercancías), "Horta" (cerrado en 1917), "San Andrés", "Santa Coloma", "Moncada", "Mollet" y "Granollers". Esta línea contribuyó a mejorar las relaciones entre Barcelona y Sant Andreu de Palomar, las cuales se reforzarían tras la anexión del segundo municipio al primero. En ese mismo año la Compañía del Ferrocarril de Barcelona a Martorell abrió al público el 8 de noviembre siguiente una línea ferroviaria entre Barcelona y Molins de Rei. La primitiva estación se ubicó en la plaza de Cataluña y su trazado transcurría a través de la rambla de Cataluña, la calle de Aragón y la avenida de Roma. La segunda estación, “Sans”, se ubicaba en el entonces municipio de Sants, apeadero que permitió los desplazamientos entre esta localidad y el centro de Barcelona.

"Estación del Norte" o "Vilanova". Foto: Roisin

El 21 de mayo de 1862 la Compañía del Ferrocarril de Barcelona a Zaragoza abrió el tráfico ferroviario por la avenida Meridiana hasta la estación "Vilanova", la cual en 1878 pasó a conocerse como "Estación del Norte" tras la adquisición de la línea por parte de la sociedad Caminos de Hierro del Norte de España (Norte). En ese mismo año, el 20 de enero, con motivo de la llegada del ferrocarril hasta Portbou, la estación “Término” o “Barcelona 2” pasó a ser popularmente conocida como “Estación de Francia”, si bien el nombre oficial era “Barcelona Término”.
El 29 de diciembre de 1881 la Compañía de los Ferrocarriles Directos de Madrid y Zaragoza a Barcelona inauguró la línea entre Barcelona y Vilanova i la Geltrú. La estación se encontraba muy cerca de las Atarazanas y el trazado ferroviario transcurría paralelamente a la carretera del Morrot. Con la apertura del Hipódromo de Can Tunis en 1883 se habilitó un apeadero ferroviario para las personas que acudían a disfrutar de las carreras de caballos. Sin embargo, debido a un problema de incompatibilidad con las necesidades del puerto este apeadero fue clausurado y el tramo comprendido entre Barcelona y El Prat de Llobregat se destinó exclusivamente a mercancías.

Estación "Pueblo Nuevo". Foto: Fondo Servicio Eléctrico / MFVG-FFE

El 30 de agosto de 1882 se abrió el enlace ferroviario entre ”Barcelona Término” y la calle de Aragón, estableciéndose para viajeros a partir del 10 de octubre siguiente. Ello permitió el derribo de la primitiva estación de la plaza de Cataluña y la supresión del trazado por la rambla de Cataluña, inviables de mantener ante una Eixample creciente que requería de mayores necesidades. En 1886 entró en servicio en la línea del Maresme la estación “Pueblo Nuevo” destinada únicamente para mercancías. El 1 de julio de 1902 se inauguró el apeadero "Paseo de Gracia", cuya elegancia de sus instalaciones lo convirtieron en punto de llegada de la ciudad de personajes ilustres de todos los ámbitos, tanto políticos como culturales y artísticos.
Ya en el siglo XX en 1907 la estación "Pueblo Nuevo" se habilitó para pasajeros, mejorando así la conexión entre Barcelona y el núcleo industrial del Poblenou. A finales de 1909 Norte inauguró el apeadero "San Andrés" (al lado de los talleres ferroviarios) para dar servicio a los barrios de Santa Eulàlia de Vilapicina y Les Roquetes. En 1912 la estación "Clot" de mercancías abrió también para pasajeros.

Apeadero "Paseo de Gracia". Foto: Fondo Servicio Eléctrico / FMVG-FFE

Apeadero "San Andrés" (Norte). Foto: autor desconocido

Durante la década de los años diez Barcelona disponía de una red ferroviaria que por el interior de la ciudad asumía funciones similares a las de un ferrocarril metropolitano. La Compañía del Ferrocarril de Madrid, Zaragoza y Alicante (MZA) explotaba las líneas "Término-Clot-San Andrés", "Término-Paseo de Gracia-Sans" y "Término-Pueblo Nuevo"; mientras que Caminos de Hierro del Norte de España (Norte) explotaba la línea "Estación del Norte-San Andrés". Tras la clausura del pequeño apeadero de Horta en 1917, en 1922 MZA abrió en aquellos terrenos la estación de mercancías de la Sagrera. En 1924 se clausuró la primitiva estación “Barcelona 1” de la línea del Maresme, la primera y más antigua de la Península, de modo que los trenes pasarían a finalizar en “Barcelona Término”, la cual dos años después inició obras de ampliación. En 1928 se electrificó la línea de Norte, permitiendo así la circulación de unidades eléctricas para cercanías y regionales. El 2 de junio de 1929, con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona, se inauguró la remodelación de “Barcelona Término” que vino a sustituir la antigua, si bien los trabajos no finalizaron hasta 1932.
Durante la Segunda república, el 1 de julio de 1932 Norte prolongó su línea con trazado subterráneo con dos nuevas estaciones, “Arco de Triunfo” y “Plaza de Cataluña”, estableciendo correspondencia con el metro Transversal (actual L1). Ello posibilitó a los habitantes de Sant Andreu poder desplazarse rápidamente hasta el centro de Barcelona.

Estación "Plaza de Cataluña". Foto: Antonio Torres

Apeadero "Torre Baró". Foto: autor desconocido

Ya en la postguerra, el 24 de enero de 1941, tras aprobarse la Ley de Bases de Ordenación Ferroviaria, se creó la nueva empresa pública Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE), la cual absorbió y nacionalizó todas las líneas de ancho ibérico, incluyendo las de MZA y Norte cuyas compañías desaparecieron. Para evitar confusiones, la estación “San Andrés” de MZA pasó a llamarse “San Andrés Condal” mientras que la de Norte fue denominada “San Andrés Arenal”. En 1949 se inauguró el apeadero “Torre Baró” gracias a un acuerdo establecido con la Asociación de Pequeños Propietarios de la Urbanización Torre del Baró, la cual sufragó parte del presupuesto constructivo de la estación. Ello permitió sacer del aislamiento a un barrio erigido en la montaña y posibilitar acceder al núcleo de Sant Andreu y al centro de la ciudad.
A partir de los años cincuenta del siglo XX las infraestructuras ferroviarias barcelonesas se fueron adaptando a un proceso de urbanización cada vez más creciente. En 1955 se soterró un tramo de la línea ferroviaria por la avenida Meridiana y en 1957 se inició la cobertura de la zanja de la calle de Aragón y la construcción del enlace directo entre “Clot” y “Paseo de Gracia”. En 1960 se inauguró el nuevo apeadero soterrado de “Paseo de Gracia” y al cabo de un año se completó la electrificación del tramo “Barcelona Término-Paseo de Gracia-Sans”. El 5 de octubre de 1959 cerró el apeadero "Santa Coloma" por escasez de demanda.

Estación "Clot". Foto: fondo Vicente Cebollo Peinado

A fin de descongestionar “Barcelona Término”, destinada para trenes de largo recorrido, en 1964 entró en servicio la estación “Barcelona Término Cercanías”, ubicada justo al lado de la anterior, exclusivamente para trenes de cercanías y regionales. Entre 1960 y 1965 se construyó el ramal del Besòs para conectar la línea del Maresme con “Sagrera” y “Clot” por un lado, y con “San Andrés Condal” por el otro, creando así el llamado Triángulo Ferroviario. Y en 1965 se completó el soterramiento del tramo entre “San Andrés Arenal” y el barrio de la Trinitat Nova, lo cual permitió completar la urbanización de la avenida Meridiana y clausurar los obsoletos talleres ferroviarios del Norte o de Renfe-Meridiana que siempre se dedicaron a la reparación y mantenimiento de locomotoras a vapor. En 1970 entró en servicio el ramal entre “Clot” y “Paseo de Gracia”, estableciendo así una nueva relación transversal “San Andrés Condal-Clot-Paseo de Gracia-Sans”. El 21 de julio de 1972 se inauguró la nueva estación subterránea del Clot, a la vez que cambió su nombre a “El Clot Aragón”. Los viejos talleres ferroviarios fueron desmantelados. El 23 de septiembre siguiente cerró definitivamente la “Estación del Norte” o de “Barcelona-Vilanova”. El 1 de junio de 1977 entró en servicio el tramo ferroviario entre “Plaça de Catalunya” y “Sants” y el 30 de septiembre de 1979 se completó la construcción de la nueva estación “Sants” concebida como gran estación central barcelonesa destinada a sustituir “Barcelona Término”. En aquellos años las relaciones ferroviarias a su paso por Barcelona eran: “Montcada Bifurcació-Torre Baró-Sant Andreu Arenal-Arc de Triomf-Plaça de Catalunya-Sants”, “Montcada-Sant Andreu Comtal- El Clot Aragó-Arc de Triomf-Plaça de Catalunya-Sants-L’Hospitalet de Llobregat”, “Montcada-Sant Andreu Comtal-El Clot Aragó-Passeig de Gràcia-Sants-Bellvitge”, “Montcada-Sant Andreu Comtal-El Clot Aragó-Barcelona Terme”, “Barcelona Terme-Passeig de Gràcia-Sants-Bellvitge” y “Barcelona Terme-El Poble Nou-Sant Adrià de Besòs”.

Estación "Barcelona Término Cercanías". Foto: Smiley.toerist - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0

"Estación Central de Barcelona-Sants". Foto: The STB

En miras a los Juegos Olímpicos de 1992 el 28 de mayo de 1989 se clausuró y derribó la estación “Barcelona Término Cercanías”, mientras que “Barcelona Término” cerró por obras de rehabilitación a la vez que se suprimió el tramo ferroviario de la costa hasta Sant Adrià de Besòs, en cuyos terrenos se construiría la Vila Olímpica. Las estaciones de “Bogatell” y de “El Poble Nou” desaparecieron. Los trenes del Maresme, a partir de entonces, pasaron a circular por el ramal del Besòs y la Sagrera. En ese mismo año Renfe reordenó y reestructuró la red de cercanías en cuatro líneas: C1 “L’Hospitalet de Llobregat/Aeroport-Maçanet Massanes” (con paradas en “Sants”, “Plaça de Catalunya”, “Arc de Triomf”, “El Clot Aragó” y “Sant Adrià de Besòs”); C2 “Sant Vicenç de Calders-Maçanet Massanes” (con paradas en “Bellvitge”, “Sants”, “Passeig de Gràcia”, “El Clot Aragó”, “Sant Andreu Comtal” y “Montcada i Reixac”); C3 “L’Hospitalet de Llobregat-Vic” (con paradas en “Sants”, “Plaça de Catalunya”, “Arc de Triomf”, “Sant Andreu Arenal”, “Torre Baró” y “Montcada Bifurcació”); y C4 “Sant Vicenç de Calders-Manresa” (con paradas en “L’Hospitalet de Llobregat”, “Sants”, “Plaça de Catalunya”, “Arc de Triomf”, “Sant Andreu Arenal”, “Torre Baró” y “Montcada Bifurcació”).
El 23 de abril de 1992 reabrió restaurada y modernizada “Barcelona Término”, la cual pasó a llamarse “Estació de França”, oficializando así su denominación popular. Su reapertura supuso la remodelación del ramal ferroviario de acceso desde la plaza de les Glòries y la calle de Aragó, con el soterramiento del tramo final por la avenida Diagonal.

"Estació de França". Foto: Faustino Escobedo

Estación "La Sagrera Meridiana". Foto: Bernat Borràs Pujol

A partir del año 2001, la entrada en vigor de la integración tarifaria aprobada por la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) permitió unificar los títulos para todos los sistemas de transporte, pudiendo utilizar un único abono para viajar en diversos medios (metro, autobús, tren y tranvía) en el área metropolitana de Barcelona. Ello tuvo como consecuencia un incremento de los desplazamientos en tren por la ciudad de Barcelona como si de líneas de metro alternativas se trataran. Entre los años 2010 y 2011 los servicios de cercanías pasaron a ser gestionados por la Generalitat de Catalunya bajo la denominación Rodalies de Catalunya, si bien han continuado siendo operados por Renfe. Por tal motivo se cambió la denominación de las líneas sustituyendo la C por la R, así como alguna reestructuración de los servicios con la modificación de los existentes y la creación de nuevas líneas. El 20 de febrero de 2011 se inauguró la nueva estación “La Sagrera Meridiana”, creando así un importante intercambiador entre las líneas R3, R4, R7 y R12 con la L1, L5, L9 y L10 de metro. Finalmente, a fin de unificar nomenclatura de toda la red ferroviaria barcelonesa (metro, FGC y Renfe) y evitar tanto dispersión como confusiones, las estaciones de “Sant Andreu Comtal”, “Sant Andreu Arenal” y “El Clot Aragó” pasaron a llamarse, respectivamente, “Sant Andreu”, “Fabra i Puig” y “El Clot”.

Estación "Sant Andreu". Foto: Adif

En la actualidad continúan los trabajos de construcción de la nueva estación central de “La Sagrera” donde convergirán casi todas las líneas de cercanías (Rodalies), regionales, media y larga distancia y alta velocidad, descongestionará "Sants" y creará un área de nueva centralidad económica en Barcelona. Es un deseo que a corto plazo se resuelvan los graves problemas de padece Rodalies, traducidos en averías, retrasos, vandalismo y otras incidencias, cuyo resultado es un servicio con serias deficiencias. Dista todavía de recibir mayores inversiones y convertir la red en un verdadero metro regional, como ha sucedido con FGC, de lo cual es un ejemplo de ello.