lunes, 8 de diciembre de 2025

La estación fantasma de GAUDÍ


La última estación fantasma a la cual faltaba dedicar una reseña en el presente blog es la de “Gaudí”. Al igual que la de “Banco” o “Beatas” y a diferencia de “Bordeta”, “Correos” y “Fernando” (cuyos artículos se pueden consultar en la pestaña sobre el centenario del metro de Barcelona) tiene la particularidad de que jamás se abrió al público, siendo además la mejor conservada por ser la más contemporánea. Si efectuamos un repaso a su historia los orígenes se remontarían durante la década de los años 60 con la aprobación del Plan de Metros de 1966 en el cual se previó la prolongación de la Línea II “Sagrera-Vilapiscina” hasta Horta por el norte y hasta el Paralelo por el sur y la puesta en servicio de la nueva Línea V “Pubilla Casas-Verneda” de trazado transversal. Ambas debían establecer correspondencia en “Sagrada Familia”. Las obras de la Línea II en el tramo “Sagrera-Pueblo Seco” empezaron en 1968 a cargo del Ministerio de Obras Públicas. No obstante, los problemas constructivos de la infraestructura debido a la presencia continuada de restos de la muralla medieval en la ronda de Sant Pau y de Sant Antoni sumado a problemas económicos impidieron cumplir con los plazos previstos. Ante la situación se decidió como solución provisional que la nueva Línea V absorbiera el tramo operativo “Sagrada Familia-Horta” de la Línea II. El tramo “Sagrada Familia-Sagrera” ya estaba construido y ello facilitaba la unificación. El 3 de noviembre de 1969  entró en servicio el primer tramo de la nueva Línea V “San Ramón (actual “Collblanc”)-Diagonal” y, finalmente, el 26 de junio de 1970 llegó hasta “Sagrera”.


Esa provisionalidad quedó reflejada en el nombre de la línea, que pasó a conocerse como Línea II / V, concebida como dos semilíneas unidas en una sola. A modo de curiosidad, la Línea II ostentaba el color azul y la Línea V el naranja. Sin embargo se produjo un error técnico que parece ciertamente difícil de que nadie se diera cuenta de ello: la nueva estación “Sagrada Familia” de la Línea V (ubicada bajo la calle de Provença) se había construido al mismo nivel que la de la Línea II (ubicada bajo la avenida de Gaudí), cuando debió haber ido a un nivel inferior para cruzar transversalmente el túnel bajo la plaza de Gaudí hacia Badalona. Ello hipotecó el proyecto original de manera que la unificación provisional pasaría a ser definitiva, por lo que la estación “Sagrada Familia” de la Línea II, después llamada popularmente “Gaudí” para diferenciarla de la otra, a tan solo 70 metros de distancia, jamás se abriría al público.
A pesar de ello y siendo el resultado técnicamente irreversible curiosamente el Plan de Metros de 1970 y el de 1974 continuaron recogiendo la misma idea de 1966 si bien la Línea II debía llegar hasta los barrios del Carmel y La Teixonera y la Línea V hasta el centro de Cornellà de un extremo y al de Badalona del otro.


La estación llamada “Gaudí” se ubica bajo el subsuelo de la avenida de Gaudí, entre las calles del Rosselló y de Provença. Dispone de dos niveles. El superior consta de un vestíbulo lado montaña accesible por dos accesos tipo "vomitorio" con escaleras fijas ubicados en la calle de Lepant con Rosselló, en ambos lados de la avenida de Gaudí. Todavía conservan el aspecto de los años 60, con baranda metálica a la derecha y de piedra al frente y a la izquierda que incluye relieves con la palabra "Metro". De haber entrado en servicio, este vestíbulo hubiese albergado el despacho del jefe de estación, las taquillas y los peajes. A través de un pasillo se llega mediante unas escaleras fijas y mecánicas de subida hasta el nivel inferior, a 11,65 metros de profundidad. Se estructura simétricamente mediante dos andenes laterales de 94 metros de longitud y 4 metros de amplitud más dos vías centrales por donde pasan sin efectuar parada los trenes de la L5 de metro en ambos sentidos. Hasta el año 2024 la zona de andenes estuvo cubierta con un falso techo de aluminio de color crema con iluminación fluorescente. El techo es plano de hormigón pintado de negro con vigas de hierro. Tanto en el vestíbulo como en los andenes la decoración es completamente funcional acorde al estilo de la época, con las paredes revestidas con placas de mármol marrón y suelo con baldosas de terrazo gris de grano medio. En el tramo de túnel de 70 metros que separa "Gaudí" de "Sagrada Família" en dirección "Cornellà Centre" a mano izquierda se observa la curva de la pared hacia lo que hubiese sido el túnel bajo la calle de la Marina dirección "Paral·lel".


Con el paso de los años el vestíbulo se procedió a reformarlo para adecuarlo a distintos usos, por lo que queda muy poco de su aspecto original. Uno de los pasillos acoge almacenes de material, vestuarios y otras dependencias de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), mientras que otras partes se han dividido y contienen la sede de la Associació d’Empleats Jubilats de Metro i Bus (fundada en 1986), la Asociación de Coleccionistas Empleados de Metro y Bus (ACEMA) y la ONG Conductors Solidaris de Catalunya, las dos últimas fundadas en el 2000. Todas son entidades vinculadas con TMB. Precisamente a lo largo de este pasillo se expone material antiguo de la red de autobuses. Y desde el año 2013 también se encuentra el Espai Gaudí, una sala polivalente resultado de una profunda reforma del antiguo vestíbulo donde se celebran reuniones, acontecimientos y diversas actividades. El acceso del lado Llobregat permite acceder a todas estas entidades mientras que el del lado montaña se utiliza como salida de emergencia.


Durante estos últimos años los andenes se han utilizado para hacer estudios estadísticos de paso de trenes y también se ha utilizado para hacer rodajes y anuncios publicitarios. En el año 2008 se efectuó una decoración navideña. En ocasiones especiales se han realizado visitas con fines conmemorativos como fueron las circulaciones nocturnas con el tren histórico de la serie 300. En el 2025, con motivo de los actos de celebración del centenario del metro de Barcelona se han organizado visitas guiadas y para ello el andén de la vía 2 (dirección "Cornellà Centre") ha sido especialmente adecuado con la instalación de elementos históricos del metro (placas de trenes y estaciones, máquinas validadoras, billetes y abonos antiguos, objetos varios de empleados...) y unos plafones explicativos. Una mampara de cristal protege y separa a los visitantes de la zona de vías.

Fotos: Arxiu TMB, Blog Hola Barcelona, Elisenda Pons, Europa Press, Fundació TMB, La Vanguardia, Manuel Marina.

jueves, 4 de diciembre de 2025

La estación fantasma de BANCO o de BEATAS


Prácticamente una década antes de la inauguración de la primera línea de metro en Barcelona existió bajo la Via Laietana una infraestructura subterránea formada por un doble túnel y dos estaciones que se previeron de cara a hacer circular una línea de ferrocarril metropolitano. Su origen se remonta a principios del siglo XX cuando entre 1908 y 1913 se realizaron las obras de construcción de la nueva Gran Vía A de la Reforma Interior de Barcelona para conectar el Eixample con la zona portuaria a través del casco antiguo. Diseñada por Ildefons Cerdà en 1859 y rescatada con el Plan de Reforma Interior de Àngel Baixeras, en 1907 se recuperó el proyecto y, un año después, bajo la presencia de S.M. Rey Alfonso XIII y el presidente del Gobierno Antonio Maura, el 10 de marzo de 1908 se inauguraron las obras. El arquitecto Lluís Doménech i Montaner se encargó de supervisar el primer tramo comprendido entre el puerto y la plaza de Àngel Baixeras, ejecutadas entre 1908 y 1909. Josep Puig i Cadafalch supervisó el segundo tramo entre la citada plaza y la calle de Sant Pere Més Baix, ejecutado entre 1909 y 1911; y Ferran Romeu Ribot del tercer tramo entre dicha calle y la plaza de Urquinaona, que finalizaría en 1913.


Paralelamente, el arquitecto municipal Pere Falqués Urpí se encargó del diseño y construcción de un doble túnel central previsto para el futuro paso del metro más cuatro galerías destinadas a alcantarillado y paso de servicios como agua potable, gas, electricidad, y teléfonos. Cada uno medía 5 metros de alto y 4,80 metros de ancho, separados por un muro central de 75 centímetros. La propiedad sería del Ayuntamiento de Barcelona, la cual cosa implicaría acudir a la Administración municipal en caso que alguna compañía ferroviaria mostrara interés en aprovechar la infraestructura. Ello generó polémica, pues en febrero de 1912 la oposición a la alcaldía, en sesión, ante las dudas sobre cuál sería el uso definitivo del doble túnel y quién se encargaría de explotarlo solicitó la suspensión temporal de las obras. Por ello, mientras no se llegara a una resolución el Ayuntamiento de Barcelona y el banco Hispano Colonial que financiaba las obras acordaron la finalización del primer tramo. Retomados los trabajos constructivos de las otras dos secciones por razones de salubridad en 1914 se construyó una estación bajo la altura de la plaza del Àngel, la futura “Jaume I”.


Otra estación muy cerca de ésta se ejecutó bajo la altura de la Gran Vía C, actual avenida de la Catedral, entre los años 1915 y 1917. Constaba de dos andenes de tan solo 20 metros de longitud separados por el muro central que dividía los dos túneles. En el lado mar se construyeron los accesos sin salida a la calle, unas escaleras que en la parte superior debían quedar unidas por un pasillo. Se previó que sería bautizada como “Beatas” por su proximidad con la calle de les Beates.
Llegado a un acuerdo económico, la compañía Gran Metropolitano de Barcelona, S.A. constituida el 21 de mayo de 1921 y tras haber adquirido del banco de Vizcaya la concesión de la nueva línea de metro compró al siguiente año al Ayuntamiento de Barcelona el doble túnel bajo la Via Laietana por el cual transcurriría la futura Línea II “Aragón-Correos” cuyo trazado se previó originalmente hasta la Estación de Francia. Abonaron la cantidad de 800.000 pesetas más un canon anual de 45.000 pesetas. Una vez adquirido se tuvieron que adecuar los túneles al paso de los trenes debido a que el gálibo resultaba insuficiente, por lo que el rebajado del suelo a casi 2 metros tuvo como consecuencia numerosas infiltraciones de agua de mar y retrasos en la finalización de los trabajos. A ello, la inacabada estación sita a la altura de la plaza del Àngel se amplió dando lugar a la llamada “Jaime Iº”.


El 19 de diciembre de 1926 entró en servicio el tramo que constaba de las estaciones “Aragón”, “Urquinaona” y “Jaime Iº”. El 20 de febrero de 1934 se completó con la prolongación hasta “Correos”.
Finalmente, la estación inacabada bajo la avenida de la Catedral quedaría descartada por su proximidad a “Jaime Iº”, por lo que jamás entraría en servicio. Años después se forjó la leyenda de que se construyó con el propósito de transportar de noche en un convoy del metro la recaudación del día al Banco de España, cosa que jamás sucedió puesto que dicha entidad no ocuparía el edificio hasta 1933 y, a su vez, nunca ha existido un túnel secreto que conectara los sótanos con la estación en cuestión. Por tal ficción pasó a ser popularmente conocida como “Banco”, nombre que nos ha llegado hasta hoy.
En la actualidad, usada esporádicamente para guardar material ferroviario, todavía se conserva lo que de esa estación se construyó, la cual se puede apreciar fugazmente cuando los trenes de la actual L4 de metro transcurren en ambos sentidos.

Fotos: Arxiu TMB, Manuel Marina, Xavi Casinos (La Vanguardia).

sábado, 22 de noviembre de 2025

SÍ al monumento a Freddie Mercury y Montserrat Caballé en Barcelona


Recibí con alegría la noticia del Ayuntamiento de Barcelona de instalar en la reformada plaza de las Glòries Catalanes un monumento escultórico que recuerde a la pareja formada por Freddie Mercury y Montserrat Caballé, una deuda pendiente de la capital catalana para dos genios universales de la música que dejaron aquí su huella para siempre. Al margen de sus intachables carreras artísticas, el tándem se popularizó mundialmente por componer y cantar el himno “Barcelona” previsto para los Juegos Olímpicos de 1992. No obstante, el prematuro fallecimiento del líder de Queen lo impidió, si bien los dos tuvieron tiempo de grabar varias canciones actualmente recogidas en un disco.
Sin embargo, recientemente recibí con sorpresa, disgusto e indignación el rechazo expresado por las asociaciones vecinales de Camp de l'Arpa del Clot, el Fort Pienc, el Poblenou y la Sagrada Familia contra esta iniciativa, argumentando que Montserrat Caballé fue una defraudadora y un personaje vergonzoso que antepuso sus propios intereses a los del país. Esta postura no es nueva y se arrastra a raíz de un fraude fiscal a Hacienda en el año 2010 por no tributar medio millón de euros simulando que residía en Andorra. Tras reconocer que había cometido el delito fue condenada a seis meses de prisión, si bien no ingresó, y a devolver el importe que defraudó, algo que finalmente hizo efectivo.


Nadie pone en duda que Montserrat Caballé cometió una grave equivocación, algo que unánimemente tanto defensores como detractores de la diva (mote que ella detestaba) reconocen y asumen. Este episodio es recordado por todo el mundo, sin embargo la cuestión es quién sabe acerca de su brillante currículum como artista, pues la memoria es caduca y selectiva cuando conviene. ¿Debería un error puntual anular de un plumazo medio siglo de trabajo y contribución al mundo de la cultura en general y de la música en particular, así como todas sus causas solidarias y benéficas a favor de los más desfavorecidos?
Tras la demonización existe, salvo excepciones, un perfil de detractor muy claro, especialmente en cuanto a su ideología se refiere. La soprano en algunas ocasiones declaró, textualmente, entre otras cosas: “Soy española de pura cepa, pese a quien pese”, “Estoy muy feliz de haber nacido en Barcelona, de haberme casado con un aragonés, de que mi madre fuera de Valencia y que mis hijos hayan estudiado en España”, “He sido una embajadora de España como todos los cantantes. Y como me enseñaron en Naciones Unidas, por la unión de las gentes y de los pueblos. Quien pone cadenas me hace daño, extirpa a todo el resto, lo manda fuera” y “Estar orgulloso de tu lengua no es obligar al prójimo a hablarla, es una exageración”. Y todos sabemos a quiénes no gustan este tipo de declaraciones. Son los mismos que, a menudo, distinguen entre buenos y malos catalanes, resaltando lo positivo de los primeros y lo negativo de los segundos. Memoria histórica usada como memoria selectiva como herramienta perfecta para determinar quiénes merecen ser recordados en la posteridad y quienes deberían de ser borrados. Y son los mismos que, curiosamente, alientan a la sociedad catalana de bien a no pagar a Hacienda porque “Espanya ens roba” pero luego se escandalizan porque Caballé defraudó al país del cual se quieren marchar y no quieren tributar. Contradictorio.


¿Compensa la trayectoria artística y la persona humana su desafortunado (y puntual) error? Merece la pena hacer un repaso objetivo y que cada uno saque sus propias conclusiones. Según los expertos en la materia, fue una de las voces más bellas y versátiles de la historia así como por su prodigiosa técnica vocal y una de las más grandes sopranos del siglo XX. En su larga carrera llegó a interpretar a más de 80 personajes operísticos además de óperas de distintas épocas y estilos. En lo referente al fomento de la música, puso un particular empeño en resucitar obras desconocidas o que habían caído en el olvido y en recuperar a aquellos compositores olvidados, popularizó la música clásica a través de numerosas colaboraciones con artistas del mundo de la música fomentando un ambiente de creatividad y excelencia musical, y colaboró con numerosos compositores y artistas de diversos géneros musicales, siendo los más famosos Vangelis y Freddie Mercury. En la ciudad de Barcelona fue pieza decisiva y fundamental en la proyección del Teatre del Liceu otorgándole prestigio como referente mundial, colocando Barcelona en el mapa mundial de la escena operística internacional. Tras su aparatoso incendio de 1994 que obligó a su total reconstrucción colaboró económicamente en su recuperación.


Además de su carrera profesional como cantante desarrolló numerosas acciones solidarias y humanitarias, una faceta desgraciadamente e inexplicablemente olvidada que, con total seguridad, desconocen quienes la tachan de delincuente. En 1974 fue nombrada Embajadora Honoraria de Naciones Unidas, en 1991 nombrada Embajadora de la Paz y en 1994 Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO desempeñando un papel activo en la difusión de la cultura a través de conciertos benéficos y su responsabilidad con la música. Allá expresó su compromiso con la igualdad, la convivencia y la apertura de horizontes a través de los idiomas y la cultura. Participó, además, en la Fundación Mundial para la Investigación y Prevención del Sida, en conciertos benéficos para recaudar fondos destinados a la investigación del cáncer y en numerosos conciertos solidarios a fin de recoger dinero para Cáritas Diocesana y la Cruz Roja. En el año 2019 se constituyó tras su muerte la Fundación Privada Montserrat Caballé para ayudar a jóvenes talentos, continuando así su legado de apoyo a los artistas y continuar la labor docente que ella desarrolló a través del Concurso Internacional de Canto. A todo ello, defendió que la música es y sigue siendo la mejor garantía para la paz porque favorece el entendimiento con los demás y con el mundo circundante, por lo que debía estimular todo aquello que invitara a compartir, siendo la música un nexo de unión entre las diferentes culturas, razas y religiones.


Su extraordinario prestigio y la impecable calidad de su labor la llevó a ganar numerosos títulos, premios y condecoraciones, a citar:
- Académica de Honor y Medalla de Oro de la Academia de las Letras, Ciencias y Artes de Italia.
- Banda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.
- Chevalier de l'Ordre des Arts et des Lettres y Comandeur de l'Ordre des Arts et des Lettres de Francia.
- Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia.
- Doctor Honoris Causa por la Mendeleyev University of Chemical Technology de Rusia.
- Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
- Doctor Honoris Causa por la Universidad de Barcelona.
- Gran Cruz de Comendador de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania.
- Kamersängerin de la República Federal de Austria y de la Staatsoper de Viena.
- Lazo de Dama de Isabel la Católica.
- Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya.
- Medalla de Oro de la Ciutat de Barcelona, a título póstumo.
- Medalla de Oro del Gran Teatre del Liceu.
- Medalla de Oro del Real Círculo Artístico de Barcelona.
- Medalla de Oro de la Real Academia de las Bellas Artes.
- Medalla de Oro al Mérito Turístico.
- Orden de la Amistad de Rusia.
- Orden Dama di Gran Croce de la República Italiana.
- Orden de Honor de Armenia.
- Premio Nacional de la Cultura de la Generalitat de Catalunya.
- Premio Nacional de Música de España.
- Premio del MIDEM de Cannes como reconocimiento a su apoyo a los jóvenes intérpretes.
- Premio Príncipe de Asturias.
- Premio de Honor de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música, la Legión de Honor de Francia.


Posiblemente la plaza de las Glòries Catalanes no sea el lugar adecuado para ubicar el monumento de homenaje a Freddie Mercury y Montserrat Caballé, ya que el espacio carece de una relación directa con ambos personajes. Mejor ubicación sería la montaña de Montjuïc, donde actuaron por primera vez cantando “Barcelona” frente a una entregada multitud sociedad barcelonesa, entonces más entusiasmada de su ciudad y orgullosa de su proyección internacional. A ello existe una propuesta de un grupo municipal en estudio de cambiar la denominación de la estación ferroviaria de Barcelona-Sants por la de Barcelona-Sants Montserrat Caballé. ¿Se materializarán ambas propuestas o los prejuicios las condenarán al olvido? Que la memoria histórica no arrincone a la que fue, guste o no, una catalana universal. Moltes gràcies, Montsi. Thank you very much, Freddie.

Fotos: AFP, Agencia EFE, A Queen of Magic, Pedro Madueño, RTVE.

martes, 18 de noviembre de 2025

En la inauguración de la exposición de trenes históricos del metro de Barcelona


El pasado sábado día 15 a las 11:00h tuvo lugar la inauguración oficial de la exposición temporal de trenes históricos del metro de Barcelona. La muestra, titulada "Els trens del centenari. El patrimoni ferroviari del metro de Barcelona" se halla en una gran carpa de 1.200 metros cuadrados en la explanada frente al centro cultural La Farinera del Clot, muy cerca de la plaza de les Glòries Catalanes. Mis colaboraciones con Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) en la redacción de los libros “Els autobusos a Barcelona. 100 anys fent xarxa (1922-2022)” y “La dona treballadora al metro de Barcelona. Perspectiva històrica de l'evolució cap a la igualtat de gènere a TMB (1924-2024)”, éste último en colaboración con María José Muñoz de Patrimoni Històric de TMB, así como el rodaje de algunas cápsulas, entre otras cosas, se vieron recompensadas con una invitación al evento, reservado sólo para personas convidadas.Para el público se abrió a partir de las 15:00h y permanecerá visitable hasta el próximo 10 de enero de 2026, de lunes a viernes de 10:00h a 18:00h y los fines de semana de 10:00h a 19:00h.


Entre los asistentes, aparte de un servidor, estuvieron presentes el alcalde de Barcelona Jaume Collboni, la presidenta de TMB Laia Bonet, la ya citada responsable de Patrimoni Històric de TMB María José Muñoz, varios miembros de la directiva de TMB como su consejero delegado Xavier Flores, y personalidades varias del ámbito del transporte, como por ejemplo el director de Transfer Enginyeria, Jordi Julià Sort, el antiguo empleado del metro Ramón Carbó, además del presidente de la Associació Coordinadora Pro Museu del Transport, Ferran Armengol, acompañado de un grupo de representantes, los cuales agradecieron que en los discursos se recordara a su fundador, Joan Termes Roig.
La presentación del acto y la bienvenida al público invitado fue a cargo del periodista y presentador Xavi Coral. Tras unas breves palabras y la actuación de una banda de música que ambientó a tiempos pasados, intervinieron el alcalde de Barcelona Jaume Collboni y después la presidenta de TMB Laia Bonet. De ambos merece destacar de sus parlamentos el agradecimiento por el esfuerzo en hacer posible la exposición, el anuncio de que se está llegando a la estación de un futuro espacio de memoria histórica del transporte, el papel del metro del futuro y su crecimiento por la región metropolitana y el récord histórico de pasajeros este pasado octubre con 43 millones de usuarios. Tras sus correspondientes discursos procedieron a cortar la cinta inaugural que dio paso a la libre visita de los coches.


La exposición, gratuita y recomendada para todo el público en general, exhibe cinco coches históricos que antaño circularon en el metro de Barcelona. El primero, de la serie 300, de 1924, el más antiguo, fue construido por la Compañía Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques, S.A. de Bilbao. Perteneció al Gran Metropolitano de Barcelona y circuló por la actual L3 hasta 1988. El segundo, de la serie 400, de 1958, fue construido por La Maquinista Terrestre y Marítima (MTM) y circuló en la actual L1 hasta 1989. El tercero, de la serie 100, de 1926, el segundo más antiguo, fue construido por la sociedad barcelonesa Material para Ferrocarriles y Construcciones, S.A. (MACOSA). Perteneció al Ferrocarril Metropolitano de Barcelona (Transversal) y circuló en la actual L1 hasta 1979. Llamados salones rodantes, fueron además los coches de ferrocarril metropolitano más grandes del mundo hasta 1967. El cuarto, de la serie 1100, de 1974, construido por MTM y MACOSA, con el soporte técnico de la alemana MAN y la suiza Brown Boveri, circuló en la actual L4 hasta el año 2009. Y el quinto es un coche de la serie 3000, de 1986, construido por CAF, MTM, MACOSA, Cenemesa y Mitsubishi Electric. Circuló en la L3 hasta el año 2024.


Todo este material móvil está declarado como Bien Cultural de Interés nacional (BCIN) y es visitable tanto por fuera como por dentro mediante acceso a través de unas pasarelas habilitadas. Se incluyen, además, paneles informativos con códigos Navilens que permiten descargar el contenido en formato audio en 24 idiomas para personas con problemas visuales. La restauración de los coches contó con un presupuesto de 2.100.000€ más un año de trabajos y para ello fue necesario el asesoramiento y la aprobación de la Direcció General de Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya. Las labores consistieron básicamente en una limpieza integral de los vehículos, la reparación de suelos, marcos, ventanas, puertas y paneles laterales, así como la rehabilitación de la iluminación interior y de las cabinas de conducción. Exteriormente se restauraron las carrocerías, además de aplicar un vinilo que reproduce su aspecto original, si bien las series 1100 y 3000 conservan el último aspecto antes de su retirada del servicio. En el interior de algunos coches se reprodujo publicidad antigua de la época.


Dentro de la carpa se hallan a la venta al público los libros que este año TMB ha publicado con motivo del centenario del ferrocarril metropolitano de Barcelona. Tengo constancia de que mi libro sobre la mujer trabajadora en el metro de Barcelona escrito conjuntamente con María José Muñoz está teniendo buenas ventas.
Poco antes de marchar por motivos personales tuve la ocasión de saludar primero al periodista y presentador Xavi Coral, por cierto un hombre de trato encantador. Seguidamente saludé e intercambié unas breves palabras con el alcalde de Barcelona Jaume Collboni. Me aseguró que el futuro Museu del Transport está más cerca de materializarse. A ello le argumenté que una de las razones básicas por las cuales considero que la ciudad merece un equipamiento de estas características es porque el transporte público es cultura. Antes de despedirme le expresé mi más sincero deseo de que Barcelona sea designada como Capital Europea de la Navidad 2026.


Fotos: Ricard Fernández Valentí.

martes, 4 de noviembre de 2025

45 años de STUDIO 54, el icono ochentero barcelonés


Se cumplen 45 años de la apertura de Studio 54, la primera macrodiscoteca de Barcelona que, pese a su corta vida, fue todo un símbolo de una época y un icono de la década de los años 80. El precedente tuvo lugar en la ciudad de Nueva York cuando los empresarios Steve Schrager e Ian Rubell inauguraron la discoteca Studio 54 el 26 de abril de 1977 en el antiguo teatro Ópera Gallo de 1927, en el 254 West Street, en el barrio de Midtown Manhattan. Su fama se debió a que la frecuentaban numerosas celebridades del mundo del espectáculo tanto de los EE.UU. como de otros países. Sin embargo, los problemas financieros, la evasión de impuestos y la presencia de sustancias ilegales en el local precipitaron su prematura clausura el 3 de febrero de 1980. Tras ser adquirido por el empresario Mark Fleischman reabrió sus puertas en 1981, si bien no volvió a ser lo que fue, por lo que acabó cerrando en 1986. Actualmente el edificio alberga el Roundabout Theatre, un teatro de Broadway que acoge espectáculos y producciones teatrales.


Cuando la sala Studio 54 de Nueva York cerró el empresario y promotor norteamericano Mike Hewitt tuvo la idea de abrir una discoteca en Barcelona a imitación de la neoyorkina, incluido su nombre. Para ello también pensó ubicarla en algún antiguo teatro histórico que pudiese ser transformado. Para ello contactó con Matías Colsada (Madrid 1910 - Barcelona 2000), propietario de entre otros locales del antiguo Teatro Español, en el número 64 de la avenida del Paral·lel, inaugurado el 27 de noviembre de 1909 sobre las ruinas del antiguo Circo Español Modelo de 1892 (después llamado Teatro Circo Español) y que había cerrado sus puertas a finales de marzo de 1980. Para ello se conservaría la estructura del teatro y los tres pisos de palcos alrededor del escenario. El citado empresario teatral aceptó de buen grato. La reforma y adecuación del espacio así como dotar el interior de un buen sistema de sonorización ascendió a 50 millones de pesetas, incluyendo los equipos de iluminación que imitarían las columnas de luz que bajaban desde el techo del local neoyorkino. Como responsable de relaciones públicas estuvo la actriz, empresaria y modelo Teresa Gimpera (Igualada 1936 - Barcelona 2024).


El 10 de octubre de 1980 se procedió a la inauguración oficial de la discoteca. Para ello fue invitada Grace Jones y se incluyó una pasarela y un desfile. Exteriormente la fachada principal de la avenida del Paral·lel se había transformado. Coronaba un gran frontal negro con el logotipo rosado de Studio 54 y unas luces azules de neón que imitaban unos rayos. El interior estaba estructurado a través de una gran pista de baile donde anteriormente hubo el patio de butacas o platea. El centro lo presidía una gran lámpara donde colgaban los globos, una de las atracciones más icónicas de la discoteca. Los tres pisos palcos rodeaban la pista y, concretamente, en la tercera y última planta, había una zona de palcos oscuros especialmente habilitada de este modo donde muchas parejas tuvieron sus encuentros sexuales. Coronaba una barra de bar réplica de la de Studio 54 de Nueva York así como unos puentes colgantes que permitían disfrutar de una vista aérea general de toda la discoteca. A modo de curiosidad, en los baños de caballeros del primer piso era posible orinar y a la vez observar la pista de baile a través de un cristal. El aforo del local llegaba hasta las tres mil personas. Mike Hewitt tenía allá su despacho, de grandes dimensiones e incluso con una pecera llena de pirañas.


Sus inicios fueron flojos pero a partir de 1982 cuando el DJ Raúl Orellana cogió las riendas de la cabina empezó a tener gran éxito de público y pasó a convertirse en local de fiesta de moda en Barcelona. Allá permaneció durante 12 años combinándolo con su profesión de productor discográfico. La cabina que ocupaba incluía la mesa de mezclas, tres platos Technics, una consola para las luces y una estantería para los discos de vinilo. Solía pinchar una vez la sesión ya había empezado. Se dice que podía invertir hasta 300.000 pesetas mensuales en discos para Studio 54, generalmente maxis y de importación. Las tiendas Blanco y Negro, Record Sounds y Raf fueron sus suministradores, pues le presentaban las novedades de la semana y las adquiriera si le convencían. Nunca pinchó un corte de un elepé ni un single. Las listas de las revistas Record Mirror (británica) y Billboard (norteamericana) eran sus guías de referencia.


No estaba él solo, pues mientras mezclaba los discos su hermano controlaba las luces. Sin embargo con quien más trabajó fue con Alex Turner sincronizando efectos visuales, láseres y focos con la música, creando así distintas atmósferas en la pista de baile. De este modo ambos no sólo creaban una atmósfera musical sino también sensorial. Orellana y Turner llamaban a la cabina como "la cabina del millón" porque entre los dos cobraban al mes un millón de pesetas.
Uno de los personajes más icónicos de la discoteca fue el de Vicente Córdoba, conocido popularmente como “La Vicenta”. Vestía faldas y se subía a la barra para rociar al público con una manguera de soda entre el delirio colectivo. Polifacético por haber sido camarero, animador y relaciones públicas, también llegó a trabajar en Studio 54 de Nueva York. Quienes lo conocieron destacaron que fue un hombre de estilo irreverente y sarcástico, alegre, de humor ácido y especialmente carismático para conectar con toda clase de gente.


Amenizaban el espectáculo musical las lluvias de confeti, los globos, los cañones de humo, el sonido cuadrafónico, la luz láser de color verde, el efecto megatrón y las “gogos” que bailaban dentro de unas jaulas. Studio 54 fue pionera no solo en el acid sino en la cultura de club. De hecho, fue la primera discoteca en la que se eliminaron los temas lentos. El local de Barcelona recogió el espíritu del local neoyorkino. Mike Hewitt tenía la máxima de que la gente entrara bailando desde el principio hasta el final.
A menudo había actuaciones en directo, fiestas y celebraciones de todo tipo. Entre los muchos conciertos que esta sala ofreció destacaron especialmente grupos y cantantes nacionales e internacionales como Ultravox, Depeche Mode, Spandau Ballet, Stevie Wonder, Tina Turner, Duran Duran, Boy George, BZN, The Smiths, Nina Hagen, Lene Lovich, ABC, Miguel Ríos, Loquillo y los Trogloditas, Duncan Dhu, Gabinete Caligari, Hombres G, Martirio, Ilegales, Objetivo Birmania, La Unión, Brighton 64, Willy Deville, Joe Jackson, All Jarreau, Jimmy Cliff, Soft Cell, Simple Minds, Pixies, Texas, Divine, The Psychedelic Furs, The Residents y New Order, entre otros.


En 1983 Mike Hewitt dejó la dirección de la discoteca y regresó a los EE.UU. pasando a ostentar el mando Damià García Puig (Barcelona 1956 - 2000), cargo que ejercería hasta 1992. Fue entonces cuando se inició una progresiva decadencia. En 1994 la discoteca se vendió al Grupo Chic, S.L. que cambió el nombre de Studio 54 por el de Chic Studio y poco después por Chic Gallery, pero el local ya no tuvo en absoluto aquella esencia tan auténtica de los años 80. En septiembre de 1996 fue parcialmente derribado manteniendo solo la estructura del antiguo teatro así como la fachada de la calle del Abat Safont, y se construyó la fachada moderna que actualmente ha llegado hasta nuestros días. Tras la adquisición del local por el empresario Josep Maria Callís en mayo del año 2000 pasó a ser el Scenic Barcelona, el cual tuvo poco éxito y funcionó hasta el año 2001. Una vez clausurado hubo un proyecto por parte de los propietarios del Club Riviera de Castelldefels de convertir el antiguo teatro en el prostíbulo con show girls más grande de España, algo que alertó a los vecinos de los barrios colindantes, por lo que hubo fuertes protestas hasta el punto de que, finalmente, la idea se canceló.


Tras el arrendamiento del local en 2006 por la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) en septiembre de 2010 reabrió nuevamente sus puertas transformado en la sala de espectáculos Artèria Paral·lel. En 2013 su gestión fue a parar a manos de la compañía The Project de los empresarios Tito Ramoneda y Joan Roselló, que lo convirtieron en la sala BARTS (Barcelona Arts on Stage). Finalmente, tras ser adquirido el local por el Ayuntamiento de Barcelona el 21 de octubre de 2022 reabrió bajo la denominación Paral·lel 62 como espacio de programación cultural.

Fotos: Archivo La Vanguardia, Blanco y Negro, Enric Fontvila.

jueves, 30 de octubre de 2025

Lluís Permanyer: el cronista que nunca quiso ser "oficial"


Las cosas como son. Últimamente el presente blog parece más un obituario que un relato de Barcelona y sus transportes. Sin embargo se ha dado esta triste serie de traspasos de una serie de personajes que han tenido que ver con la ciudad y hablar de ellos resultaba inevitable. Esta vez el turno va para Lluís Permanyer i Lladós, que nos dejó el pasado viernes día 23 a los 86 años de edad. Cronista de Barcelona, aunque no oficial, él rechazó este título que ostentaron Víctor Balaguer i Cirera (1853-1901), Gabriel Miró i Ferrer (1919-1922), Tomás Caballé Vallado (1950-1961), Joaquím María de Nadal i Ferrer (1953-1972), Ricard Suñé Álvarez (a título póstumo), Andreu-Avel•lí Artís Tomàs “Sempronio” (1972-2006), Josep Tarín Iglesias (1973-1996) y Joan Olivé i Vagué (1973-1980). Tras la muerte de “Sempronio” el Ayuntamiento de Barcelona le ofreció tal honor pero él declinó la propuesta alegando que comprometía su independencia y que la gente podía llegar a pensar que a cambio cobraría un sueldo municipal, por lo que quiso evitar posibles confusiones a la opinión pública. Desde el año 2006 la plaza sigue vacante.


Periodista, escritor y ensayista, nació en Barcelona en 1939, en pleno inicio de la postguerra. Desde su infancia manifestó especial interés por la cultura, pues la casa de sus padres estaba llena de libros que él leía y, además, con su padre iba los domingos a ver alguna exposición. Estudió y se licenció en Derecho, si bien enseguida se decantó por el periodismo, razón por la que colaboró primero en la editorial Luís de Caralt, luego en la revista “Destino” y en 1966 en el diario “La Vanguardia” (entonces “La Vanguardia Española”), primero como corresponsal internacional para evadir la censura franquista y luego como cronista. Sus artículos trataban acerca del arte, la cultura, el urbanismo, la historia y la sociedad barcelonesa. También trabajó en la editorial Aymà y brevemente en el diario “El Correo Catalán”. La pasión por escribir sobre Barcelona no le vino de inmediato, pues aseguraba que aborrecía la ciudad. Sin embargo a partir de la Transición empezó a tomar interés, por lo que se empapó de una cantidad ingente de libros que trataban acerca de la capital catalana. De hecho llegó a tener hasta 3.000 libros sobre el tema. Ya con una base sólida que cultivó hasta el final de sus días, empezó a publicar libros.


Su obra fue prolífica, divulgativa en su redacción en tanto al alcance de todo el público en general pero a su vez, verdaderos trabajos de investigación muy ricos en contenido e información. Tanto en sus libros como en sus crónicas, buscaba siempre la componente didáctica, la anécdota como valor por su capacidad de explicar y la mirada crítica, así como ciertos toques de  ironía. Y es que como buen cronista, al igual que los oficiales, inevitablemente narró sus relatos acerca de Barcelona desde su punto de vista personal y subjetivo, pues la objetividad tanto en la historia como sobretodo en el periodismo, aunque muchos lo quieran negar, no existe. Incluso la presunta (y en verdad inexistente) neutralidad ya es también una posición personal y subjetiva. Un servidor es un claro ejemplo de ello en todos y cada uno de los artículos publicados en el este blog, incluido el presente. En total publicó 80 libros entre los cuales figuran mayormente los dedicados a Barcelona, además de algunas obras sobre escritores y artistas, e incluso una novela. Igualmente dirigió y protagonizó 8 documentales emitidos en televisión.


Su prestigio le permitió codearse con personajes famosos como Josep Tarradellas, Joan Miró, Stephen Hawking, Antoni Tàpies, Antoni Clavé, Joan Brossa, Salvador Dalí, Antonio Saura, Eduardo Chillida, Josep Maria de Sagarra, Joan de Sagarra, Asha Miró, Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Miquel Roca y Félix de Azúa, entre otros. No quedó exento de recibir premios como fueron el Luca de Tena (1969), el Ciutat de Barcelona de periodismo (1987), el Pere Quart de humor y sátira (2006), el Nacional de Cultura de Periodisme de Catalunya (2008), el Trajectòria de l’Associació d’Editors en Llengua Catalana (2012) y el Nacional de Periodismo Cultural del Ministerio de Cultura (2022). En 2009 recibió, además, la medalla del Col·legi d’Enginyers de Camins, Canals i Ports de Catalunya.


Acerca de Barcelona expresó abiertamente su opinión. De los alcaldes admiró a Pasqual Maragall a quien consideró el mejor, mientras que mostró más desagrado hacia sus sucesores Joan Clos y Jordi Hereu. De Xavier Trias dijo que pasó “sin pena ni gloria” y de Ada Colau afirmó que ha sido la peor de la democracia. Defendió la obra de Ildefons Cerdà y su modelo de Eixample. Le gustaban arterias como la rambla y el paseo de Gràcia y edificios como la Casa Milà (La Pedrera) por ser históricamente el más admirado y a su vez, criticado. Fue en cambio bastante crítico con la presencia de franquicias, la reforma de la plaza de les Glòries, las “superilles” del Eixample e incluso con el tranvía de la Diagonal, del cual afirmó que su implantación era como instalar un wáter en el salón de casa. Acerca del turismo, aun considerando que debería de cambiar el actual modelo, siempre fue defensor. En sus últimas entrevistas declaró que Barcelona vive actualmente una etapa basada en la distancia corta y faltada de un urbanismo estratégico y que de cara al futuro ignoraba hacia dónde irá. En síntesis, contra gustos, colores. La controversia está servida.


Barcelona pierde a un gran cronista, a un referente fundamental abierto y cercano a la gente, gran profesional pero con un trasfondo humilde y sensato por encima de todo. Su obra es cita inevitable en las referencias bibliográficas de cualquier trabajo de investigación sobre la ciudad. Que su legado perdure para siempre y siga enriqueciendo esa memoria histórica que jamás debemos perder para las generaciones presentes y futuras. Tras 19 años vacante ¿volverá a ocuparse en breve el cargo de cronista oficial de Barcelona? De ser así quedaremos a la espera de un digno sucesor.

Fotos: Amics de la Rambla, Arxiu La Vanguardia, Consuelo Bautista, Llibert Teixidó, Salvador Sansuan.

martes, 21 de octubre de 2025

Dolly Van Doll: se bajó el telón


Recibimos la noticia del traspaso a los 87 años de edad de la vedette, escritora y empresaria Carla Follis, más conocida artísticamente como Dolly Van Doll, el pasado día 13 del presente mes. Nacida en Turín (Italia) en 1938, por parte de madre procedía de una familia muy rica que lo perdió todo tras estallar la II Guerra Mundial. Cuando tenía 3 años de edad cuenta que una bomba cayó sobre su casa y sobrevivió al derrumbe, saliendo airosa de entre los escombros. Su infancia fue especialmente muy dura, pues pasó hambre y en varias ocasiones se alimentaban de patatas y castañas crudas. De adolescente alcanzó el campeonato de patinaje artístico. Desde una edad muy prematura, a los 10 años, ya se sentía mujer y quería ser bailarina. En la escuela sufrió acoso de sus compañeros que la llamaban “pollito amarillo”. Durante la postguerra trabajó de muchas cosas, por ejemplo como vendedor de helados en los cines de Génova. Desde muy temprano tuvo vocación de vedette, había estudiado sastrería y sabía hacerse sus propios vestidos. Trabajó primero en Hamburgo, después en Berlín y luego en París, donde llegó a finales de 1959 y conoció al músico Francis Lay con quien entabló una gran amistad. En la capital francesa trabajaba tanto hasta el punto de que incluso en una noche llegaba a actuar en 7 cabarets distintos.


Si bien inicialmente se daba a conocer como Dolly, poco después amplió su nombre artístico a Dolly Van Doll. Otros personajes con los cuales se codeó en París fueron, entre otros, María Callas, Amanda Pequi, Charles Aznaviur y Josephine Baker. Su vocación la motivó viajar por todo el mundo, llegando a visitar hasta 24 países, incluidos México y Japón. Gracias a ello acabó dominando varias lenguas. Además del italiano, su lengua materna, hablaba castellano, catalán, francés, inglés, turco, alemán y japonés. Su trayectoria internacional le posibilitó conocer a gente famosa como Onassis, Gloria Swanson, Paul Newman, Joanne Woodward, Joan Collins, George Hamilton, Jayne Mansfield y Ana Magnani, entre otras personalidades.
El 29 de abril de 1964 fue a Casablanca para someterse a la operación de cambio de sexo. La operó un doctor francés de origen judío llamado Georges Burou, conocido precisamente por haber sido expulsado de varios países por sus prácticas quirúrgicas ilícitas. De este modo se convirtió en la cuarta persona del mundo en intervenirse. Ella aseguró que el proceso fue como una tortura china, algo muy doloroso y que para ello arriesgó su vida, dando finalmente el paso porque no le importaba morir y en caso de salir bien sería feliz. Tras la operación permaneció 26 días ingresada y reconocida por tres ginecólogos como mujer en un tribunal. Fue entonces cuando cambió su nombre de Carlo a Carla, incluso la Iglesia accedió al cambio de la partida bautismal. Sucedió en 1965 y se convirtió en el primer caso de la historia de Italia.


Tras un desengaño amoroso con un empleado de la Siemens llegó a Barcelona el 6 de marzo de 1971. Al constar como mujer legalmente reconocida no tuvo problemas de hacer pasar desapercibida su transexualidad. Los empresarios Ardévol y Rocamora la citaron en la sala Panam’s, en la Rambla, y le ofrecieron trabajar en cualquiera de sus cinco negocios excepto en el mismo Panam’s. Finalmente se decantó por la sala Gambrinus (C/ Guàrdia nº9) y posteriormente a Barcelona de Noche (C/ Tàpies nº5). Al siguiente año debutó con el espectáculo “Noches de otoño” y en 1974 actuó en el teatro Victoria (Av. Paral·lel nº67). En 1976 ejerció como maestra de ceremonias en un espectáculo que dio inicio a la carrera del reconocido transformista argentino Ángel Pavlovsky.
Tras actuar en otros locales como Tabú (La Rambla nº33), Villarosa (C/ Arc del Teatre nº3), Blue Moon (C/ Viladomat nº211) o Red Sun (C/ Castillejos nº283) se mudó con su entonces novio, el empresario Fernando Vila, a Valencia, donde abrió su propia sala llamada Belle Époque, inaugurada en 1977. Ella se encargaba de todo, desde la coreografía hasta el vestuario e incluso de la contabilidad.


El 29 de febrero de 1980 se casó con Fernando Vila, con quien permaneció a su lado 20 años. Tras separarse de él continuaron siendo muy buenos amigos. En 1982 abrió una segunda sala de music hall también llamada Belle Époque, en Barcelona, establecida en el número 246 de la calle de Muntaner, en el antiguo teatro Moratín, antes cine Aristos. Trabajaban 54 personas, las cuales eran como una gran familia. En la entrada del local había un hombre haciendo de maniquí con un cartel colgado que decía “no tocar”, más adentro una mujer columpiada echaba purpurina al público, unos arlequines ofrecían unos programas con el contenido del espectáculo, un mago hacía trucos de magia antes de que tomaras asiento e incluso los camareros que te atendían bailaban y cantaban. El secreto del éxito era, según ella, esa magia tan especial que se vivía dentro del local. Como compañera artística había la humorista Mimí Pompón.


En 1988 clausuró su local en Valencia y en 1995 cerró también el de Barcelona, el cual al poco tiempo, el 26 de septiembre del mismo año, reabrió sus puertas como la discoteca “Luz de Gas”.
A los 57 años Dolly Van Doll “colgó las plumas” y se retiró del espectáculo. En total ejerció de vedette entre 1959 a 1995, es decir, un total de 36 años y 54 días, tal y como ella meticulosamente explicó.
Desde el año 2004 dos veces al año iba a Katmandú (Nepal) dos veces al año a cuidar a 35 niños y en 2007 se publicó su libro autobiográfico “De niño a mujer. Un canto a la libertad, al amor y la dignidad”, escrito por Pilar Matos, donde ella narraba con pelos y señales la historia de su vida.
Icono de la Barcelona nocturna, referente artístico para otros artistas, ejemplo para el colectivo LGTBIQ y modernizadora del cabaret barcelonés, desaparece un personaje que siempre se caracterizó por su humildad y su sencillez. Su telón se bajó para siempre pero como decía Freddie Mercury "The show must go on", es decir, el espectáculo debe continuar. Y así será.


Fotos: Archivo RTVE, Blog de Cotilleo, Blog Madamme Arthur, redes sociales (autores desconocidos).