sábado, 22 de noviembre de 2025

SÍ al monumento a Freddie Mercury y Montserrat Caballé en Barcelona


Recibí con alegría la noticia del Ayuntamiento de Barcelona de instalar en la reformada plaza de las Glòries Catalanes un monumento escultórico que recuerde a la pareja formada por Freddie Mercury y Montserrat Caballé, una deuda pendiente de la capital catalana para dos genios universales de la música que dejaron aquí su huella para siempre. Al margen de sus intachables carreras artísticas, el tándem se popularizó mundialmente por componer y cantar el himno “Barcelona” previsto para los Juegos Olímpicos de 1992. No obstante, el prematuro fallecimiento del líder de Queen lo impidió, si bien los dos tuvieron tiempo de grabar varias canciones actualmente recogidas en un disco.
Sin embargo, recientemente recibí con sorpresa, disgusto e indignación el rechazo expresado por las asociaciones vecinales de Camp de l'Arpa del Clot, el Fort Pienc, el Poblenou y la Sagrada Familia contra esta iniciativa, argumentando que Montserrat Caballé fue una defraudadora y un personaje vergonzoso que antepuso sus propios intereses a los del país. Esta postura no es nueva y se arrastra a raíz de un fraude fiscal a Hacienda en el año 2010 por no tributar medio millón de euros simulando que residía en Andorra. Tras reconocer que había cometido el delito fue condenada a seis meses de prisión, si bien no ingresó, y a devolver el importe que defraudó, algo que finalmente hizo efectivo.


Nadie pone en duda que Montserrat Caballé cometió una grave equivocación, algo que unánimemente tanto defensores como detractores de la diva (mote que ella detestaba) reconocen y asumen. Este episodio es recordado por todo el mundo, sin embargo la cuestión es quién sabe acerca de su brillante currículum como artista, pues la memoria es caduca y selectiva cuando conviene. ¿Debería un error puntual anular de un plumazo medio siglo de trabajo y contribución al mundo de la cultura en general y de la música en particular, así como todas sus causas solidarias y benéficas a favor de los más desfavorecidos?
Tras la demonización existe, salvo excepciones, un perfil de detractor muy claro, especialmente en cuanto a su ideología se refiere. La soprano en algunas ocasiones declaró, textualmente, entre otras cosas: “Soy española de pura cepa, pese a quien pese”, “Estoy muy feliz de haber nacido en Barcelona, de haberme casado con un aragonés, de que mi madre fuera de Valencia y que mis hijos hayan estudiado en España”, “He sido una embajadora de España como todos los cantantes. Y como me enseñaron en Naciones Unidas, por la unión de las gentes y de los pueblos. Quien pone cadenas me hace daño, extirpa a todo el resto, lo manda fuera” y “Estar orgulloso de tu lengua no es obligar al prójimo a hablarla, es una exageración”. Y todos sabemos a quiénes no gustan este tipo de declaraciones. Son los mismos que, a menudo, distinguen entre buenos y malos catalanes, resaltando lo positivo de los primeros y lo negativo de los segundos. Memoria histórica usada como memoria selectiva como herramienta perfecta para determinar quiénes merecen ser recordados en la posteridad y quienes deberían de ser borrados. Y son los mismos que, curiosamente, alientan a la sociedad catalana de bien a no pagar a Hacienda porque “Espanya ens roba” pero luego se escandalizan porque Caballé defraudó al país del cual se quieren marchar y no quieren tributar. Contradictorio.


¿Compensa la trayectoria artística y la persona humana su desafortunado (y puntual) error? Merece la pena hacer un repaso objetivo y que cada uno saque sus propias conclusiones. Según los expertos en la materia, fue una de las voces más bellas y versátiles de la historia así como por su prodigiosa técnica vocal y una de las más grandes sopranos del siglo XX. En su larga carrera llegó a interpretar a más de 80 personajes operísticos además de óperas de distintas épocas y estilos. En lo referente al fomento de la música, puso un particular empeño en resucitar obras desconocidas o que habían caído en el olvido y en recuperar a aquellos compositores olvidados, popularizó la música clásica a través de numerosas colaboraciones con artistas del mundo de la música fomentando un ambiente de creatividad y excelencia musical, y colaboró con numerosos compositores y artistas de diversos géneros musicales, siendo los más famosos Vangelis y Freddie Mercury. En la ciudad de Barcelona fue pieza decisiva y fundamental en la proyección del Teatre del Liceu otorgándole prestigio como referente mundial, colocando Barcelona en el mapa mundial de la escena operística internacional. Tras su aparatoso incendio de 1994 que obligó a su total reconstrucción colaboró económicamente en su recuperación.


Además de su carrera profesional como cantante desarrolló numerosas acciones solidarias y humanitarias, una faceta desgraciadamente e inexplicablemente olvidada que, con total seguridad, desconocen quienes la tachan de delincuente. En 1974 fue nombrada Embajadora Honoraria de Naciones Unidas, en 1991 nombrada Embajadora de la Paz y en 1994 Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO desempeñando un papel activo en la difusión de la cultura a través de conciertos benéficos y su responsabilidad con la música. Allá expresó su compromiso con la igualdad, la convivencia y la apertura de horizontes a través de los idiomas y la cultura. Participó, además, en la Fundación Mundial para la Investigación y Prevención del Sida, en conciertos benéficos para recaudar fondos destinados a la investigación del cáncer y en numerosos conciertos solidarios a fin de recoger dinero para Cáritas Diocesana y la Cruz Roja. En el año 2019 se constituyó tras su muerte la Fundación Privada Montserrat Caballé para ayudar a jóvenes talentos, continuando así su legado de apoyo a los artistas y continuar la labor docente que ella desarrolló a través del Concurso Internacional de Canto. A todo ello, defendió que la música es y sigue siendo la mejor garantía para la paz porque favorece el entendimiento con los demás y con el mundo circundante, por lo que debía estimular todo aquello que invitara a compartir, siendo la música un nexo de unión entre las diferentes culturas, razas y religiones.


Su extraordinario prestigio y la impecable calidad de su labor la llevó a ganar numerosos títulos, premios y condecoraciones, a citar:
- Académica de Honor y Medalla de Oro de la Academia de las Letras, Ciencias y Artes de Italia.
- Banda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.
- Chevalier de l'Ordre des Arts et des Lettres y Comandeur de l'Ordre des Arts et des Lettres de Francia.
- Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia.
- Doctor Honoris Causa por la Mendeleyev University of Chemical Technology de Rusia.
- Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
- Doctor Honoris Causa por la Universidad de Barcelona.
- Gran Cruz de Comendador de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania.
- Kamersängerin de la República Federal de Austria y de la Staatsoper de Viena.
- Lazo de Dama de Isabel la Católica.
- Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya.
- Medalla de Oro de la Ciutat de Barcelona, a título póstumo.
- Medalla de Oro del Gran Teatre del Liceu.
- Medalla de Oro del Real Círculo Artístico de Barcelona.
- Medalla de Oro de la Real Academia de las Bellas Artes.
- Medalla de Oro al Mérito Turístico.
- Orden de la Amistad de Rusia.
- Orden Dama di Gran Croce de la República Italiana.
- Orden de Honor de Armenia.
- Premio Nacional de la Cultura de la Generalitat de Catalunya.
- Premio Nacional de Música de España.
- Premio del MIDEM de Cannes como reconocimiento a su apoyo a los jóvenes intérpretes.
- Premio Príncipe de Asturias.
- Premio de Honor de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música, la Legión de Honor de Francia.


Posiblemente la plaza de las Glòries Catalanes no sea el lugar adecuado para ubicar el monumento de homenaje a Freddie Mercury y Montserrat Caballé, ya que el espacio carece de una relación directa con ambos personajes. Mejor ubicación sería la montaña de Montjuïc, donde actuaron por primera vez cantando “Barcelona” frente a una entregada multitud sociedad barcelonesa, entonces más entusiasmada de su ciudad y orgullosa de su proyección internacional. A ello existe una propuesta de un grupo municipal en estudio de cambiar la denominación de la estación ferroviaria de Barcelona-Sants por la de Barcelona-Sants Montserrat Caballé. ¿Se materializarán ambas propuestas o los prejuicios las condenarán al olvido? Que la memoria histórica no arrincone a la que fue, guste o no, una catalana universal. Moltes gràcies, Montsi. Thank you very much, Freddie.

Fotos: AFP, Agencia EFE, A Queen of Magic, Pedro Madueño, RTVE.

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