martes, 14 de enero de 2025

Adiós a “La Chunga”, la bailaora y pintora que Barcelona catapultó al estrellato

"La Chunga" y Claudia Cardinale (1963). Foto: Colita

Iniciamos el nuevo año 2025 recordando a Micaela Flores Amaya, más conocida como “La Chunga”, que falleció a los 87 años de edad el pasado día 3 del presente mes de enero. Mucho se podría explicar acerca de esta artista polifacética, bailaora y pintora. Sin embargo prefiero centrarme en su etapa barcelonesa, lamentablemente olvidada, donde forjó su fama que la catapultó al estrellato tanto nacional como internacional. Prima de la bailaora Carmen Amaya Amaya, nació, según contaban, dentro de un carromato tirado por  un burro en las afueras de Marsella (Francia) en 1938, en una fecha incierta, durante la recogida de la vendimia. Sus padres, Paco Flores (gitano de origen andaluz) y Joaquina Amaya (gitana de origen catalán) ya habían residido anteriormente en Barcelona, sin embargo habían huido debido a la Guerra Civil, como muchos tantos también hicieron. El retorno a España no se produjo hasta 1948. Ella entonces contaba con 9 años de edad. Su popular apodo de "La Chunga" se lo puso su propia familia porque, según aseguraban, de niña era muy pequeña y muy fea.

"La Chunga" en Ca la Rosita. Foto: Jacques Léonard

Criada en un ambiente flamenco y gitano, desde niña comenzó a mostrar su talento, estando su infancia marcada por las celebraciones familiares y las fiestas tradicionales. En su infancia y adolescencia vivió en uno de los muchos barrios de barracas de la montaña de Montjuïc y brevemente en la calle de Sant Pau frente a la ya desaparecida librería Millà. Empezó a bailar en Ca la Rosita, una bodega de la avenida del Paral•lel frecuentada por la comunidad gitana donde se realizaban fiestas y verbenas. Luego actuó por distintos bares del Distrito V, el popular Barrio Chino, actual Raval, así como también por la calle de los Escudellers.
Fue precisamente en una de esas actuaciones cuando un reconocido productor e importante figura del flamenco llamado Francisco Rebés descubrió arte y potencial en aquella niña, razón por la cual decidió convertirse en su padrino y protector, llevándola a recibir formación con Emma Maleras, entonces la mejor maestra de la época sita en Barcelona. Fue en verano del año 1953. De este modo desarrolló su estilo propio, siempre descalza porque le molestaban los zapatos, hasta el punto de convertirse en una de las figuras más codiciadas del flamenco. Su extraordinaria aptitud logró que saliera de la pobreza e incluso ayudara a sus padres y familia en todo lo que necesitaran. De manos de su mecenas se convirtió en modelo y conoció a numerosos artistas e intelectuales de la época como Picasso, Salvador Dalí, Joan Miró, Blas de Otero, José Manuel Caballero Bonald, León Felipe y Rafael Alberti, entre otros, algunos de los cuales la llamaron "la musa gitana".

"La Chunga " en un local de la calle dels Escudellers. Detrás, Joan Miró (1955). Foto: Francesc Català-Roca

En 1955 Francisco Rebés la presentó en el cabaret Emporium, en la calle de Muntaner, lo cual supuso su lanzamiento profesional como bailaora. Tras una temporada de giras en 1957 regresó de nuevo a Barcelona, actuando en el teatro Candilejas, en la rambla de Catalunya, junto a artistas como el guitarrista José Pubill y Los Pelaos, entre otros. En 1958 actuó por primera vez en el teatro del Liceu, homenajeando al empresario y coreógrafo de ballet chileno Jorge Cuevas Bartholín, Marqués de Cuevas. A modo de anécdota, con la intención de crear un ambiente más realista en el escenario, trajeron a más de cien hombres y mujeres de etnia gitana procedentes del barrio de Can Tunis.

"La Chunga" junto a Johnny Hallyday, Melina Mercouri, Charles Aznavour y Charles Trenet.Foto: Getty Images

En 1961 retomó como protagonista del espectáculo titulado “Chunga Carrusel” en el teatro Victoria, en la avenida del Paral•lel, actuando junto a Pepín Cabrales, El Chaleco, Ramón Vélez, Paquito Izquierdo, Manolo Sisón y Juan el Pelao.
El 21 de marzo de 1961 contrajo matrimonio con el director José Luis Gonzalvo con quien intervino en una de sus películas. Tuvieron tres hijos: Curro, Luis y Pilar.
En el teatro Windsor, en la avenida Diagonal, junto al Perlo de Triana, Tomás de Madrid y Faiquillo, presentó en 1969 su nuevo espectáculo con el cual recorrió tanto el resto de España como diversos países.
En 1971 hizo presencia y actuó en la inauguración del tablao flamenco El Cordobés, en la Rambla, justo el año en que se retiró de los escenarios por largas temporadas hasta 1977.

"La Chunga" en Montjuïc (1953). Foto: Francesc Català-Roca

Tras retirarse definitivamente como bailaora, se dedicó de pleno a la pintura, talento que también descubrió en Barcelona. Fue por casualidad en el estudio de Francisco Rebés, cuando contaba con tan solo 9 años de edad y posaba como modelo para él a cambio de 15 pesetas la hora. Un día ella se quedó sola en el estudio y ante el aburrimiento decidió tomar unos pinceles y se puso a pintar. A modo de anécdota merece recordar que su frenético movimiento de baile impresionó al pintor Salvador Dalí, el cual le propuso a la bailaora que sobre un lienzo dispuesto en el suelo con varios tubos de pintura bailara descalza pisando y esparciendo la pintura sobre la tela mientras acompañaba en la música el guitarrista Ramón Gómez. El resultado fue una obra pictórica realizada con los pies. Picasso llegó a definir el estilo pictórico de "La Chunga" como naíf.

"La Chunga y Ava Gardner en el tablao "La Pañoleta" de Palamós. Foto: archivo Sebastià Gasch

En el ámbito nacional e internacional podemos resumir que actuó por toda España (en la Costa Brava conoció a Ava Gardner) gracias al impulso de personajes como Pastora Imperio (del tablao 'La Pañoleta" de Palamós) y  Manuel del Rey (del "Tablao de la Morería" de Madrid) e hizo giras por los Estados Unidos (siendo invitada en el show de Ed Sullivan), Chile, México, Venezuela, Cuba y  Argentina, además de colaborar en acontecimientos culturales en Bruselas y París con una compañía artística que ella misma creó. Llegó a participar también en algunas películas hasta 1986.

"La Chunga" haciendo su célebre pintura con los pies mientras baila ante la atenta mirada de Salvador Dalí y Gala, en Portlligat (1957). Foto: desconocido

(Mal) acostumbrados a definir los sentimientos de pertenencia hacia un territorio en base a postulados estandarizados (criterios habitualmente partidistas) no debemos olvidar que Micaela Flores Amaya "La Chunga" también fue catalana y a su propia manera se sintió y se apegó, pues ella así lo manifestó abiertamente en algunas entrevistas. Desde Madrid jamás olvidó Barcelona, la ciudad que la forjó como artista. Que la memoria histórica que tanto gusta reivindicar no la deje al margen de una realidad ineludible. Desde allá donde estés baila incansable para la eternidad.

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