El pasado domingo día 14 cerró definitivamente sus puertas el cine Comedia. Los nuevos hábitos cinematográficos producto de los tiempos presentes y la falta de renovación de las salas de proyección han precipitado su clausura definitiva. Barcelona pierde otro espacio dedicado al séptimo arte, un chaflán lleno de historia en un espacio privilegiado de la ciudad.
Si efectuamos un breve repaso histórico, deberíamos remontarnos al año 1869 cuando Llorenç Oliver i Soler (1822-1885), conde de San Juan de Violada, encargó al arquitecto Rafael Gustavino y al maestro de obras Pau Martorell la construcción de un palacete en el número 13 del paseo de Gràcia de Barcelona con la Gran Vía, entonces calle de las Cortes.
Tras el fallecimiento del citado comerciante y terrateniente menorquín el empresario y político Frederic Marcet i Vidal (1828-1898) adquirió la finca para la edificación de su nueva residencia. Para ello encargó al maestro de obras Tiberi Sabater, al pintor Eduard Llorenç, al escultor Joan Parera, al vidriero Antoni Rigalt y a los marmolistas Joan Balletbò y Francesc Roig la construcción del que sería el Palau Marcet. Tras el derribo del anterior edificio y tres años de trabajos, en 1890 se terminaron las obras. Tras la muerte de Marcet el palacete pasó a manos de su sobrino, Francesc Planàs i Amell, perteneciente a una familia de industriales barceloneses y emparentado con el famoso escritor y pintor Santiago Rusiñol.
En 1909 los jardines que actualmente ocupa el edificio del hotel Avenida Palace fueron derribados para la construcción de una sala de cine, el Metropolitan Cinemaway, abierto en 1911. En ese mismo año la sala se derribó y en su lugar se erigió el cine Ideal, el cual sobrevivió hasta 1925 tras ser sustituido por el restaurante Casa Llibre.
Años después el empresario Josep Maria Padró junto a un grupo de accionistas negoció con la familia Marcet la ubicación en el palacete de un local de espectáculos público, con cine, con tarima por conciertos y pequeñas exhibiciones. El proyecto, del arquitecto Pere Domènech i Roura, se firmó el 25 de agosto de 1934. Siete meses más tarde el Ayuntamiento de Barcelona otorgó el permiso para transformar el edificio en un teatro moderno. Sin embargo, el estallido de la Guerra Civil interrumpió el proyecto que no fue posible retomar hasta 1939 a manos del arquitecto Josep Rodríguez Lloveras por iniciativa de la entidad Espectáculos, S.A. Para ello se derribó todo el interior manteniendo únicamente la fachada.
El nuevo Teatro de la Comedia abrió sus puertas al público el 2 de abril de 1941 con el estreno de “El carillón mágico”, coreografiado por Joan Magriñà y con la participación del ballet y la orquesta del Gran Teatre del Liceu. El día 12 siguiente se estrenó la obra “Aves y pájaros”, de Jacinto Benavente, el cual se encargó personalmente de interpretar el prólogo. La sala, muy sobria y con buena visibilidad, disponía de platea y dos pisos con lonjas y sillones, con capacidad total para 1.246 espectadores. Básicamente se representaron obras de teatro contemporáneas, ópera, zarzuela y conciertos de música.
A finales de los años cincuenta la familia Planàs y la empresa Espectáculos, S.A. acordaron la transformación de la sala de teatro en una sala de cine. El 31 de julio de 1960 cerró sus puertas y el 19 de noviembre siguiente reabrió como Cine Comedia con el estreno de la película “Un grito en la noche”. Desde entonces pasó a ser sala de estreno. En 1965 se efectuaron obras de reforma y modernización.
Durante los años ochenta, de acuerdo con la normativa municipal de paisaje, fueron suprimidos sus famosos carteles cinematográficos, dejando nuevamente al descubierto la fachada que fue remodelada con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992.
Ante la crisis de las salas de reestreno y el descenso de público general en las grandes salas de proyección, con el propósito de adaptarse a los nuevos tiempos el 5 de julio de 1983 abrieron dos salas de proyección más, habiendo un total de tres, de 839, 226 y 153 butacas. La oferta de películas de estreno era idéntica a la de las multisalas de la cadena cinematográfica Cinesa, posiblemente gracias a un acuerdo con la citada empresa. El 15 de diciembre de 1987 acogió el estreno de "Robocop", siendo el Comedia el único cine de Barcelona donde se proyecto el film de Paul Verhoeven, promocionado por la prensa como "la película más espectacular de todos los tiempos". El 3 de febrero de 1995 abrieron dos salas más, de 309 y 150 butacas cada una, sumando un total de cinco.
Ya en el siglo XXI, en 2015 se efectuó una nueva restauración de la fachada, a la vez que el director gerente de Espectáculos, S.A., Josep Maria Padró, junto a Ramon Colom y Joan Lluís Goas, pretendieron reconvertir el Comedia en un gran espacio polivalente de teatro, música, cine y restauración. Sin embargo, todo quedó en un proyecto.
En 2017 Espectáculos, S.A. entró en un concurso de acreedores, de modo que el juzgado de lo mercantil de Barcelona número 2 resolvió el procedimiento a favor de la empresa Yelmo, la única que se presentó por un importe de 900.000€. Las mejoras que introdujo de digitalización de una sala de proyeccion y la informatización de la infraestructura resultaron insuficientes en un complejo que requería una importante remodelación.
Tras la clausura definitiva del Comedia el paseo de Gràcia se quedó sin salas de cine. Actualmente su preocupa a muchos ciudadanos ante la posibilidad de que el edificio termine albergando franquicias comerciales, un hotel o bien viviendas de lujo. Sin embargo (y afortunadamente) la normativa municipal no permite dichos usos, con lo cual sería deseable recuperar el proyecto de espacio cultural polivalente del año 2015.
Fotos: Ajuntament de Barcelona, Arxiu Cuyàs (ICGC), Arxiu L'Abans, Arxiu RTVE, Trac Rehabilitació, Zerkovitz.
5 comentarios:
Los cines tienen los días mas o menos contados algunos cerraran otros aguantaran.
Pero en Catalunya hay otro problema añadido yo fui a las salas de Sant Cugat a ver la película de Eugenio y saque entrada para ver en castellano.., lo curioso es que la escuchas en catalán con subtítulos en castellano cuando es una película de origen bilingue.
Los tentáculos de la generalitá no quieren que una película que se ha hecho en dos idiomas esta sea proyectada en castellano.
Yo soy nacido en nou barris donde el mental y me mosqueaba que en tiempos de paco se prohibiera el catalán.., hoy estoy mosqueado mas si cabe con el tema del catalán con calzador.
Yo hablo catalán pero hace ya mas de 5 años con el tema de la independencia que deje de ver TV3 y hablo exclusivamente en castellano y si tengo que partir peras con algún catalán pues se parten peras.
Nunca hubiera creído que llegaría a estos estremos pero es lo que hay.
Y para terminar decirle a estos políticos que cacarean tanto de lo que aman a catalunya realmente son los que mas daño le han hecho a esta región de España.
Saludos
Por suerte actualmente he visto películas muy buenas en las cuales se hablan muchos idiomas, como en la realidad, y todo se puede arreglar con subtítulos. Sin embargo no siempre se buscan soluciones 'normales', por desgracia. TV3 ya no va de catalán o no, es que ha perdido calidad por todas partes. Yo hablo como me parece, indistintamente y sin hacer caso de dogmatismos que no llevan a ningúna parte. En mi casa eran catalanes de generaciones y en mi barrio siempre se ha hablado de todo y, hoy, más. Sobre todo 'chapurriao', jeje.
Al Comedia, en los últimos tiempos, había cuatro gatos, como en otros cines, con pocas excepciones, la gente llora mucho a veces cuando cierran tiendas, cines, librerías, teatros i colmados que hace tiempo que no pisan.
Yo nací, vivo y creo que moriré en Poble-sec, Pueblo Seco, después del Raval es el barrio com más 'multuculturalidad', como dicen ahora.
Y, volviendo al tema central, me ha encantado este artículo sobre el Comedia!
Muchas gracias por vuestros comentarios. Ciertamente coincido con lo que ambos opináis acerca del cine Comedia, el tema lingüístico y sobre TV3. A todo ello agradezco que os haya gustado el artículo. Os mando un abrazo.
Publicar un comentario