jueves, 27 de marzo de 2025

Secuestros de autobuses en Barcelona (II): Santa Coloma de Gramenet


Tras la contextualización histórica, social y urbanística presentada en el anterior artículo así como la visión global del transporte público colectivo en los barrios en los cuales se cometieron los secuestros de autobuses, se procederá a dar a conocer dónde se produjeron tales acciones. El primer sector será el municipio de Santa Coloma de Gramenet, históricamente el pionero de este fenómeno social. Concretamente deberíamos ubicarnos en los núcleos de Can Franquesa, Singuerlín y Les Oliveres.
Tras las constantes peticiones vecinales para que la línea urbana 3 “Pº.Fabra y Puig-Santa Coloma” explotada por Transportes de Barcelona llegara hasta el barrio de Les Oliveres sumado al intento de boicot por el aumento de las tarifas, finalmente se accedió a crear dos líneas entre la estacón “San Andrés” de la Línea I (plaza de Orfila) y los barrios de Fondo y Singuerlín. Ello sucedió el 2 de septiembre de 1968. Al cabo de un mes, el 6 de octubre la línea de Fondo pasó a ser la 103 y la de Singuerlín la 203. Sin embargo, el barrio de Les Oliveres seguía desatendido porque la línea urbana 1 explotada por la empresa TUSA había dejado de llegar, lo cual representaba  ir a pie hasta el Singuerlín para tomar el autobús de la línea 203 en la avenida de Anselmo Riu o bien caminar media hora hasta la plaza Nacional (actual plaza de la Vila) para tomar el autobús de la línea 3 hasta la plaza de Orfila. Dado que el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet no hacía caso a las peticiones vecinales en noviembre de 1971 numerosos vecinos se congregaron en la plaza de Orfila, subieron a un autobús de la línea 203 y llegados a su destino fue obligado a prolongar su recorrido hasta Les Oliveres. El resultado fue la retención de tres autobuses en la carretera de la Fuente de la Encina. A pesar de la presión policial los vecinos resistieron hasta las 22:00h de la noche tras convencerlos de que se solucionaría el problema. Sin embargo, al no ser así al cabo de dos semanas se repitieron los secuestros. Como consecuencia el 26 de marzo de 1973 la línea 203 prolongó su recorrido hasta el barrio de Les Oliveres.


Dos años más tarde el barrio de Can Franquesa protagonizó un secuestro. El 26 de julio de 1972 entró en servicio la nueva línea urbana 10 explotada por la empresa TUSA, con un recorrido entre la plaza Nacional y la parte baja de Can Franquesa. Al tener una oferta horaria y de frecuencias deficientes y el hecho de no llegar a la parte alta del mismo barrio motivó que un centenar de mujeres y niños de los cinco bloques de pisos de la calle de Menorca cortaran los accesos a Can Franquesa. Tanto la policía local y la Guardia Civil exigieron la disolución del grupo a cambio de prometer que se atenderían sus peticiones. Sin embargo, al comprobar que tras unos días nada cambió el 2 de agosto de 1973 un grupo de vecinas de la calle de Menorca se acercó hasta la parada de la línea 10, se subieron al autobús y forzaron al conductor a llevarlo hasta la parte alta del barrio, si bien al cabo de poco llegó la policía armada con metralletas ordenando la disolución inmediata. Las mujeres se envalentonaron pidiendo la presencia del alcalde de Santa Coloma de Gramenet y la Guardia Civil llevó a varias de esas vecinas en un jeep hasta el cuartel donde fueron interrogadas, siendo dos de ellas juzgadas y condenadas a pagar 394 pesetas, entre la multa y las costas del juicio. Tras las acciones se consiguió que en 1974 la línea 10 prolongara su recorrido hasta la calle de Menorca.


Llegados a la Transición, el barrio de Can Franquesa volvió nuevamente a la lucha. En 1975 la Obra Social Sant Miquel y la Asociación de Vecinos de Singuerlin habían realizado una encuesta y recogido firmas para pedir, entre otros servicios de transporte, una línea de autobuses entre la estación de metro de “San Andrés” de la Línea I y la Residencia de Ancianos de la Seguridad Social y otra también entre dicha estación y la avenida de Ramon Berenguer. Tras una entrevista con el alcalde de Santa Coloma de Gramenet y con Transportes de Barcelona, ésta puso en servicio el 14 de noviembre de aquél año la nueva línea 203 barrada “Metro San Andrés-Av.R.Berenguer”, que al poco tiempo pasó a llamarse 230. Al no haberse recibido respuesta alguna a la petición de prolongar la línea hasta Can Franquesa, el 28 de junio de 1976 tres autobuses fueron secuestrados por unas 200 personas hasta que se presentó la policía al lugar de los hechos. El 5 de julio siguiente se repitió el secuestro con la participación de unos 400 vecinos que retuvieron dos autobuses, uno de los cuales se le averió la suspensión trasera y quedó atascado en el camino. Tras ambas acciones se procedió a la pavimentación de la calle de Garcilaso de la Vega para el paso de los autobuses y el día 14 del mismo la línea 230 fue prolongada hasta la Fuente de San Roque con la calle de Garcilaso de la Vega.


Al cabo de un año, el 6 de junio de 1977 unas 200 personas del barrio de Can Franquesa acudieron al final de la línea 230, entre la calle de Garcilaso de la Vega y la avenida de Ramon Berenguer y secuestraron tres autobuses entre las 19:30h y las 22:00h, lo cual provocó la suspensión del servicio. Al siguiente día los mismos vecinos obligaron a un autobús de la línea 203 a hacerlo llegar hasta el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, en la plaza de la Vila, para luego volver a subirlo hasta la calle de Córdoba. La acción terminó con mano dura contra los manifestantes y ante la indignación, el alcalde de Santa Coloma de Gramenet, que fue a visitar el barrio de Can Franquesa, a su marcha lo despidieron a pedradas que le dañaron el coche. No obstante, las movilizaciones obtuvieron resultado y el día 15 del citado mes de  junio la línea 10 de autobuses fue prolongada hasta la estación “San Andrés” de la Línea 1 de metro y posteriormente pasó a llamarse B50. La línea 230 modificó su recorrido por las calles de Baleares y América hasta que finalmente el 3 de junio de 1982 fue suprimida y sustituida por la nueva línea 63 “Pg.Fabra y Puig–Santa Coloma (Av.R.Berenguer)”.


Existe constancia de que en abril de 1979 los vecinos del barrio de Les Oliveres secuestraron un autobús de la línea 203 para pedir que las líneas 1 y 7 de TUSA volvieran a circular por al barrio, si bien el problema radicaba en que esta empresa se hallaba en una situación económica y laboral muy delicada. Pocos años después, con motivo de la llegada de la L1 de metro a Santa Coloma de Gramenet, los vecinos del barrio de Les Oliveres volvieron a movilizarse. La línea 203 debía desaparecer junto a las líneas 63, 103, 130, 330 y SF, además de las líneas 1, 7, 11 y B50 de TUSA. Un total de cinco autobuses fueron retenidos por un grupo de vecinos que pasaron la noche del 21 de diciembre de 1983 dentro de los vehículos, justo el día antes de suprimirse el servicio y sustituirlo por la nueva línea urbana A3 de TUSA, entre Les Oliveres y la plaza de la Vila. Precisamente las mujeres se quedaron un rato al frente de la protesta ese día fue porque muchos hombres se escaparon para ver el partido de fútbol de España contra Malta de la Eurocopa. Unas veinte horas después del inicio de la protesta, responsables de Transports Municipals de Barcelona (TMB) y el entonces regidor de Urbanismo acordaron que la línea A3 llegaría hasta la plaza de Orfila, pero debido al mal servicio que TUSA ofrecía, al cabo de un mes y medio el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet rompió sus acuerdos y el 31 de enero de 1984 se resucitó la línea 203 haciendo desaparecer definitivamente la línea A3 junto con las líneas A1 y A2 a cambio de crear la nueva línea urbana 800 “Can Franquesa-Florència” explotada por TMB.


En el próximo artículo se explicarán los secuestros de autobuses sucedidos en los barrios del distrito de Nou Barris de Barcelona.

Fotos: Ángel Luis Abadia, Colección STB, Colección Xavier Flórez, Fons Grama, Museu Torre Balldovina.

Referencias: https://metropoliabierta.elespanol.com, www.autobusesbcn.es, www.diaridesantacoloma.com, www.forumgrama.cat, www.vilaweb.cat.

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