viernes, 13 de septiembre de 2024

“El 47”: la hazaña de Manuel Vital a la gran pantalla


El pasado viernes día 6 tuve el honor ser invitado por la productora Mediapro a un pase de la película “El 47”, una obra cinematográfica que trata básicamente sobre el secuestro que el activista vecinal y conductor de autobuses en Transportes de Barcelona (TB) Manuel Vital Velo (Valencia de Alcántara 1923 - Barcelona 2010) hizo el 6 de mayo de 1978 de un autobús articulado de la línea 47 (P.Cataluña-Guineueta) que él mismo conducía para reivindicar transporte público en el barrio de Torre Baró tras haber recibido las negativas tanto del Ayuntamiento de Barcelona como de TB alegando que el estado de las calles lo impedía, acción que contó además con el apoyo popular de los vecinos del barrio. Personalmente tuve el placer de conocer en persona a ese hombre y hablar con él en dos ocasiones: una en una tertulia (Històries de Cafè) sobre los transportes de Nou Barris celebrada en el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris, donde me explicó que manejó trolebuses y su funcionamiento; y otra en su domicilio en el barrio de Torre Baró, junto al compañero Arnaldo Gil, donde ambos le hicimos una entrevista registrada acerca de su mítico secuestro. Tras fallecer en el año 2010 poco antes de ver la luz mi libro “Destinació: Nou Barris. Un viatge per la historia dels transports a Nou Barris”, publiqué un artículo de homenaje en el presente blog el cual a raíz de la película está siendo nuevamente consultado, tal y como reflejan los comentarios de los usuarios al respecto. A quien le interese puede acceder directamente a dicho artículo clicando AQUÍ.


Previamente el miércoles día 4 se hizo un preestreno en la sala 5 de los multicines Aribau con alfombra roja y el glamur de los grandes eventos cinematográficos con la presencia de los intérpretes de la película, el director, numerosos famosos del mundo del espectáculo, personajes de la política y también figurantes, además de un nutrido grupo de vecinos del barrio de Torre Baró, entre ellos testigos y participantes reales del popular secuestro del autobús de la línea 47 así como familiares y descendientes de quienes allá estuvieron al pie del cañón. No faltaron tampoco a la cita mis colegas del Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris, entidad cultural en la cual colaboro desde 1999 y que contribuyó mediante su fondo documental a hacer realidad el filme, hecho que se refleja en los títulos de crédito finales.
Al siguiente día del preestreno se me invitó a participar en directo en un programa de radio emitido por Rac-1 en el cual intervinieron entre otros el director Marcel Barrena y el actor Eduard Fernández. Recibí una llamada y me preguntaron si quería decir algo vía telefónica, por lo que acepté de muy buen grato. Expliqué que recordaba al señor Vital en base a mi experiencia personal como un hombre con carácter fuerte pero a la vez amable, cordial y hospitalario, siempre abierto a narrar anécdotas de su vida. Fue agradable sorpresa y motivo de orgullo cuando el director Marcel Barrena me confesó en directo que, tras descubrir mi blog y leer el artículo dedicado a la memoria de Manuel Vital que publiqué en el año 2010 con motivo de su traspaso le motivó a llevar a la gran pantalla la historia del singular acontecimiento en cuestión.


El segundo preestreno celebrado el día 6 al cual asistí personalmente estuvo especialmente dedicado a los conductores de autobús y directivos de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), teniendo lugar en la sede de The Mediapro Studio sita en la avenida Diagonal. Frente a la entrada del citado edificio se hallaba estacionado el vehículo usado durante el rodaje, un autobús Monotral Pegaso Jorsa 6035-A perteneciente a la asociación ARCA, prácticamente idéntico al que ascendió entre las sinuosas y polvorientas calles de Torre Baró. Ambiente festivo, actitud muy receptiva y amable por parte del director Marcel Barrena y del actor Eduard Fernández, numerosas fotos y selfies por parte de los numerosos conductores invitados al evento y muchas lágrimas de emoción desde el minuto uno de la película hasta los títulos de crédito del final. Una hora y cincuenta minutos que dieron mucho de sí por traer constantemente recuerdos del pasado a las generaciones más veteranas y una buena lección de memoria histórica para aprender y recordar a las generaciones más jóvenes.


En líneas generales el filme, además del célebre evento del secuestro del autobús, va mucho más allá al reflejar otros problemas que padecía Torre Baró en tanto núcleo marginal de gentes humildes formado básicamente por casas de autoconstrucción, como eran la falta de suministros básicos (especialmente el agua), buenas infraestructuras y equipamientos. En definitiva, se pone especial acento en la lucha perseverante e incansable, a menudo llena de sufrimiento y frustración, de hombres y mujeres de todas las edades en un barrio montañoso y periférico que, sencillamente, se negaba a morir y quería formar parte de Barcelona. El fenómeno de la inmigración de personas procedentes de toda España, el tema de la lengua catalana versus lengua castellana y la situación política de los años de la Transición son otros aspectos que se tratan con especial sensibilidad. La cinta fue rodada entre los meses de junio y julio de 2023 en espacios como la montaña de Collserola, Horta, El Carmel y, por supuesto, en Torre Baró, además de otros lugares como frente al edificio del Ayuntamiento de Barcelona, en la plaza de Sant Jaume. Escenas documentales de la Barcelona de los años 70 intercaladas adecuadamente así como una sorprendente recreación digital de la plaza de Catalunya del año 1978 (sin el actual mamotreto del Corte Inglés) ayudan a configurar una óptima ambientación.


Los intérpretes actúan a la altura de las expectativas, de manera natural y convincente. Eduard Fernández ha sido, sin lugar a dudas, el intérprete más adecuado para encarnar una figura tan carismática como la de Manuel Vital. Fue precisamente dicho actor quien me vino en mente cuando hace poco más de un año anunciaron que se rodaría una película sobre el secuestro del autobús de la línea 47, casualidades de la vida, doy mi palabra que así fue, como si hubiesen leído mi pensamiento. Quienes conocimos en persona al entrañable Manolo y sabíamos cómo era así como su forma de hablar no quedamos defraudados sino que en todo momento vimos al histórico personaje. Los figurantes que representan a los vecinos que colaboraron y apoyaron el secuestro del autobús salieron mayoritariamente del mismo barrio de Torre Baró, llegándose a presentar hasta 900 personas de todas las edades, algunas de ellas auténticos participantes del secuestro así como familiares y descendientes de los mismos que, de alguna manera, quisieron homenajear a sus antepasados.


Producida por The Mediapro Studio, ha contado con la participación de Televisió de Catalunya (TVC) y Radiotelevisión Española (RTVE) y ha sido distribuida por A Contracorriente Films. El mismo viernes día 6 por la tarde se estrenó en las salas de cine de Barcelona. Hasta el momento las recaudaciones en taquilla indican claramente que ha empezado con éxito de público y buenas sensaciones en general por parte de la crítica cinematográfica. No queda otra cosa más que agradecer sinceramente y de todo corazón que mi blog haya servido de inspiración para hacer realidad la presente película.

Fotos: Betevé, Ricard Fernández Valentí.

martes, 3 de septiembre de 2024

Adiós a El Corte Inglés de Can Jorba


Tras un largo paréntesis de ausencia debido a circunstancias personales que han afectado mi vida personal, regreso con el propósito de volver a dinamizar el presente blog para que el Tranvía 48 arranque nuevamente sus motores y prosiga su largo e interminable recorrido efectuando paradas en las numerosas historias locales de Barcelona y de sus transportes, siempre a vuestro servicio.
El pasado sábado día 31 de agosto el centro comercial de El Corte Inglés sito en el histórico edificio de Can Jorba cerró definitivamente sus puertas. La clausura forma parte de una estrategia empresarial basada en la reducción de sucursales dejando activas únicamente aquellas que son realmente rentables, algo que se viene realizando a raíz de las consecuencias económicas que tuvo la pandemia de Covid-19.
Antaño este singular edificio ubicado en la avenida del Portal de l’Àngel esquina con la calle de Santa Anna fue construido para acoger los Almacenes Jorba, negocio familiar creado por el industrial y comerciante Pere Jorba i Gassó. Tras haber abierto unos primeros almacenes en 1904 en Manresa, luego en 1911 en la calle del Call de Barcelona (Casa Pau Soler i Trenchs) posteriormente ampliados e incluso una sucursal en 1919 en Bruselas (Bélgica), decidieron extenderse con la apertura de unos grandes almacenes a imitación de los ya existentes en las grandes ciudades europeas.




Tras constituirse en 1923 la sociedad "Casa Jorba y Compañía" y haber adquirido cuatro edificios (Casa del Baró de Ribelles, Casa Terré o Casa Farguell, Casa Prats y Casa Clausolles), finalmente el 25 de octubre de 1926 abrió lo que ellos denominaron su “Palacio Comercial”. Obra del arquitecto Arnau Calvet, el nuevo edificio de estilo monumentalista clasicista inspirado en los estilos arquitectónicos de los grandes almacenes centroeuropeos, ganó al siguiente año el Concurso Anual de Edificios Artísticos de Barcelona. Fue precisamente en 1927 cuando se constituyó "Almacenes Jorba, S.A." y falleció Pere Jorba i Gassó, por lo que heredaron sus hijos Joan y Pere Jorba i Rius. Originalmente el edificio disponía de subterráneo, planta baja y cuatro pisos. Su interior se estructuraba a partir de un núcleo central con una escalera imperial y cuatro ascensores que la flanqueaban, más dos patios de luces cubiertos por claraboyas de cristal de forma cupular que permitían la visión de conjunto de los grandes almacenes por parte de los visitantes. Exteriormente el edificio destaca por sus imponentes columnas dóricas que ocupan las tres plantas intermedias y unifican el cuerpo principal de la fachada. Su carácter diáfano por dejar penetrar la luz natural gracias a sus grandes ventanales así como la multiplicidad de imágenes lo convirtieron en un edificio plenamente integrado y nuevo lugar de referencia así como punto de encuentro. En la avenida del Portal de l’Àngel se hallaba la entrada original mientras que en la calle de Santa Anna existieron unos relojes que formaban en conjunto el nombre de “Jorba” así como un acceso mediante montacargas del stock a vender.




Con motivo de la Exposición Internacional de 1929 la empresa instaló en el recinto ferial de Montjuïc una torre anuncio de 50 metros de altitud que supuso una gran publicidad y, por consiguiente, un gran crecimiento. El éxito de ventas motivó que la empresa anunciara en 1930 una nueva ampliación del edificio, la cual se hizo efectiva en 1932 por obra del mismo arquitecto el cual fue nuevamente contratado para efectuar dicha reforma con la construcción de dos plantas más y una cúpula que coronaba la esquina de Portal de l’Àngel con Santa Anna, lugar donde se trasladó la nueva entrada con su peculiar marquesina y el grupo escultórico con el lema de la empresa Labor omnia vincit (El trabajo todo lo vence), obra del escultor Lluís Faulí. El 24 de octubre del citado año reabrió sus puertas. Al año siguiente, el 29 de abril de 1933 se abrió en la terraza del edificio un espectacular conjunto con zona de descanso, restaurante, mirador, guardería y juegos para los niños que incluía una cascada de agua y luz, el Monumento a la Infancia, una estructura metálica con faro anunciador e incluso un pequeño zoológico. Durante dos tardes a la semana emitían Radio Miramar y Radio Barcelona.
Como curiosidades singulares, los Almacenes Jorba fue el primer centro comercial con dotar de escaleras mecánicas, disponía de agencia de viajes e incluso de oficina de Correos, practicó modernas técnicas de fidelización de clientes y organizaba actividades culturales.




Al estallar la Guerra Civil el edificio fue colectivizado mientras que Pere Jorba i Rius lo confinaron en su domicilio dos milicianos. Tras su muerte en 1938 le sucedió su hijo Pere Jorba i Vall, el cual tuvo que acarrear con la dura y larga etapa de la postguerra, si bien fueron años de prosperidad. La crisis se hizo evidente a partir de los años sesenta. En 1962 El Corte Inglés abrió sus grandes almacenes en la plaza de Cataluña. Finalmente, ante la imposibilidad de remontar el 26 de mayo de 1963 Pere Jorba i Vall vendió “Industrias y Almacenes Jorba, S.A.” al presidente del Consejo de Administración de Galerías Preciados y fundador de la citada empresa en Madrid, Pepín Fernández Rodríguez. Ello tuvo como consecuencia la remodelación interior del edificio por el arquitecto Javier María Feduchi, iniciada el 17 de julio siguiente. Para ello se destruyó la estructura original recibiendo a cambio una completa modernización totalmente funcional acorde a los nuevos tiempos. La terraza también fue transformada. El 5 de diciembre de 1964 reabrió como Jorba Preciados.
En 1979 Jorba Preciados fue adquirida por el Banco Urquijo y en 1981 por Rumasa pasando a denominarse Galerías Preciados. Al no poder competir con El Corte Inglés en 1992 cerró sus puertas permaneciendo cerrado al público hasta que, finalmente, en 1996 “El Corte Inglés, S.A.” adquirió el edificio renovando su interior al estilo de sus otros centros comerciales pero rehabilitando la fachada recuperando incluso antiguos elementos arquitectónicos desaparecidos, texturas y cromatismos. Los trabajos fueron llevados a cabo por los arquitectos Cristian Cirici y Carles Bassó. El 18 de mayo de 1998 reabrió sus puertas especializado en moda joven, deporte, música, cine, libros, telefonía e informática.



Debido a su baja rentabilidad el edificio fue adquirido en 2022 por la sociedad “Redevco Iberian Ventures”. Una vez cerrado El Corte Inglés el futuro combinará su original función de centro comercial de primer nivel si bien las plantas superiores estarán dedicadas a oficinas de última generación. En una ocasión se planteó la posibilidad de albergar la Biblioteca Provincial tras descartarse el mercado del Born, lo cual fue desde mi punto de vista personal y subjetivo una excelente idea desperdiciada porque las dimensiones y la majestuosidad del edificio permitían esta posibilidad y además se hallaría en pleno centro de Barcelona, evitando así un exceso de concentración de franquicias comerciales y de grandes almacenes compensado por un gran equipamiento cultural de primer orden. Descartada la opción de Can Jorba, actualmente se está construyendo justo al lado de la Estació de França, hecho que ha comportado el derribo de algunos edificios anexos, algo que ha sido duramente criticado al suponer la destrucción de patrimonio arquitectónico ferroviario.


Como detalle puntualizar que el edificio de Can Jorba tiene una superficie aproximada de unos 18.000 metros cuadrados, es decir, exactamente los mismos del nuevo edificio en construcción, hecho que demuestra la viabilidad de la biblioteca en un espacio arquitectónicamente e históricamente emblemático que hubiese podido convertirse en centro de acceso a la cultura, centro de nuevas tecnologías, centro de desarrollo personal, espacio de creación y descubrimiento, lugar de ocio y socialización así como para la organización y difusión de actividades culturales y literarias.

Fotos: Arxiu Betevé, Arxiu Lluis B. Jorba Gomis (http://memoria.cat/jorba), Arxiu Nacional de Catalunya, Jesús Fraiz Ordóñez (http://labarcelonadeantes.com/), Joan Artigues i Carbonell, Ricard Fernández Valentí.