jueves, 28 de septiembre de 2023

Las Escuelas Comerciales Montserrat (1945-1985)


A modo de continuación del artículo anterior merece un capítulo aparte la política educativa llevada a cabo por el Ferrocarril Metropolitano de Barcelona, S.A. (Transversal). A propuesta  de la Sección Cultural se creó una sección escolar pensada para los hijos de los trabajadores. Su impulsor fue Josep Maria Vicens Corominas, que ostentaba el cargo de jefe administrativo dentro de la empresa. También participó Jaume Fanés Casas, director honorario de la escuela y director del metropolitano Transversal. Así nacieron las Escuelas Comerciales Montserrat. El 15 de octubre de 1945 empezaron el curso escolar en el edificio de la calle de los Jocs Florals nº40-42 con una oferta horaria de clases de 18:00h a 20:00h. Las materias que se impartían eran gramática, aritmética y música. El segundo curso empezó con horario escolar de mañana. El 2 de octubre de 1946 la escuela funcionó a pleno rendimiento en todos sus aspectos. Durante el primer curso hubieron cuarenta alumnos a cargo de cinco maestros en turnos, según sus respectivas especialidades. Desde sus inicios este equipamiento educativo fue siempre gratuito incluidos los libros de texto.


Poco tiempo después, el 2 de octubre de 1948 la escuela se trasladó a la calle de Badal nº113-119, a caballo de las estaciones "Mercado Nuevo" y "Bordeta" del metro. Tal y como afirmaba la prensa de la época, “el edificio es amplio y capaz, dotado de todos los servicios necesarios y rodeado de jardines y patios de juego. Ampliación de profesorado, docto y competente, Claustro de Dirección y Profesorado en número de catorce, con el fin de atender a las cada día más numerosas peticiones de ingreso, formuladas por los empleados de la Empresa a favor de sus hijos”. El nuevo edificio fue bendecido por el reverendo Jaume Busquets. Además de la enseñanza reglada (estudios primarios) obligatoria de los 6 a los 12 años (Ley de Educación Primaria de 1945) se impartieron estudios comerciales (contabilidad, taquigrafía, mecanografía) y clases nocturnas para los empleados. La formación impartida permitía que los alumnos al finalizar sus estudios pudieran incorporarse fácilmente al mundo laboral, especialmente en el ámbito administrativo-mercantil. Cabe resaltar que también se impartían clases de música, dibujo y francés. Había, además, un coro escolar y un  grupo de danza.


En 1949 se concedieron becas destinadas a los alumnos considerados buenos estudiantes para facilitarles su acceso a los estudios superiores. El éxito de este equipamiento quedó reflejado por el hecho de que ya en 1954, con motivo del incremento de la demanda de alumnos, se tuvo que pedir una ampliación del edificio, haciéndose efectiva en 1956. Para los estudiantes que sobresalían del resto de la clase se crearon unos premios de fin de curso: la Excelencia de Oro, la Excelencia de Plata, un Primer Premio, un Segundo Premio y un Accésit. También había las llamadas Altas Dignidades Superiores, unas condecoraciones que elegían al Príncipe y a la Princesa de las Escuelas.


Existía un himno cuya letra la escribió el mismo Josep Maria Vicens Corominas, acompañada de una composición musical de Pere Jordà Valls:

Honor a tí, honor a tí mi templo amado, eres mi hogar y mi ilusión. Entre tus muros o he hallado la suave paz del corazón. Por tí yo llego hasta María, Virgen y madre de mi Dios, de ella recibo luz y guía, para luchar con más ardor. Sublime templo de la Ciencia, remanso dulce del saber, despierta siempre en mi conciencia ansias vehementes de aprender. Que aprenda a ser ya desde ahora, hijo sumiso y alumno fiel, quiero ser perla encantadora, siempre engarzada en tu joyel. Y cuando deje, y cuando deje yo tus muros y entre en un mundo halagador, te seré fiel yo te lo juro, no quiero ser jamás perjuro. ¡Oh, escuela mía! ¡Oh! mi amooooooor.


La municipalización del metro en 1961 con la absorción del Gran Metro por el Transversal tuvo como consecuencia un incremento de la plantilla, lo cual hizo necesaria la ampliación de la escuela. Como resultado entre 1964 y 1965 se procedió mediante la construcción de un edificio anexo que permitió dar cabida hasta 250 alumnos en unas aulas más grandes y espaciosas. Se dice que para fomentar la buena conducta los maestros otorgaban medallas al buen comportamiento y a la excelencia (oro o plata) en las asignaturas que se impartían en los estudios primarios (aritmética, gramática, geografía, historia, dibujo, ciencias naturales, caligrafía, historia sagrada y gimnasia). En los últimos cursos también se estudiaban materias relacionadas con el mundo empresarial como por ejemplo contabilidad, mecanografía, taquigrafía o teneduría de libros. También se ofrecieron clases nocturnas para los empleados del metro, además de cursos de música, dibujo y francés.


Niños y niñas estudiaban en aulas separadas y, además, entraban y salían de la escuela en horarios diferentes. Se impartían clases de lunes a viernes de 9:00h a 12:00h y de 15:00h a 18:00h para las chicas, y de 9:15h a 12:15h y de 15:15h a 18:15h para los chicos, ambos con media hora de recreo. Los sábados de aquellos entonces, también había clase (y misa) de 9:00h a 13:00h, aproximadamente. Los exámenes de final de curso, tras superar la prueba escrita se procedía a la prueba oral, la cual hacía en el teatro de la escuela ante un tribunal formado por el profesorado de la materia en cuestión, el director y otros maestros. Como público hacían presencia los padres de los alumnos que se estaban examinando.
El 16 de junio de 1970 murió su impulsor y director del centro, Josep Maria Vicens Corominas, quien fue sustituido por Maria Xifró, la cual ostentó el cargo hasta 1978. En el curso 1972/73 la escuela se adaptó al nuevo sistema educativo establecido (Ley General de Educación de 1970), es decir, ofreciendo preescolar y Educación General Básica (EGB). En el Convenio de 1978 entre la escuela y el metro se aprobó el ingreso de niños y niñas a  partir de los 3 años de edad así como el compromiso de procurar que todos los alumnos dispusieran de un comedor.


Llegados a los años 80 un nuevo Convenio entre la escuela y el metro acordó que tanto el centro educativo como la gestión dejaran de depender definitivamente del metropolitano y que a partir del curso 1983/84 la inscripción de nuevos alumnos fuera a cargo de los organismos oficiales. Finalmente, en el curso 1985/86 la S.P.M. Ferrocarril Metropolità de Barcelona, S.A. cedió la escuela y los terrenos al Ayuntamiento de Barcelona y pasó a ser escuela pública municipal, dependiendo de la Generalitat de Catalunya bajo el nombre de Escola Cavall Bernat en honor a la cima más emblemática de la sierra de Montserrat. Las dos últimas directoras del centro antes de la cesión fueron Concepció Plasencia (1978-1984) y Pilar Dorado (1984-1985).

Fotos: Arxiu Rafael Mir, Fundació TMB, Puig Farran.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Allí fue profesora la Sra Helena. A fecha actual es directiva de la misma empresa y esposa de un político cuyo nombre no quiero recordar