sábado, 24 de diciembre de 2022

MENSAJE DE NAVIDAD 2022


Amigos y amigas:

Desde la ciudad de Barcelona, acompañado de mi querida esposa Sayra, quiero felicitaros la Navidad. Y como es costumbre en estas fechas tan entrañables, las primeras palabras serán para expresaros mis mejores deseos de paz, amor, felicidad y prosperidad.
Cerramos un año lleno de incertidumbres marcado por las consecuencias que ha tenido la guerra de Ucrania. Vivimos tiempos en los que resulta muy difícil prever qué futuro nos espera a corto y medio plazo. El aumento de los precios de la vivienda y de los productos de consumo en general y la precariedad laboral reflejada en el desempleo, en los trabajos de escasa cualificación y los salarios bajos están generando una nueva bolsa de pobreza y un contexto insostenible con peligrosas consecuencias. La situación global del mundo es motivo de una seria reflexión ante la oportunidad (o amenaza, según cómo se mire) del llamado nuevo orden mundial. La crisis económica y financiera del 2008, la crisis sanitaria del 2020 y la guerra de Ucrania del presente año han generado un debate acerca de si todo ello es el reflejo de una crisis de recursos y el fin de un modelo de desarrollo político, social y económico, o bien si es producto de una conspiración entendida como un pacto secreto entre las altas esferas dirigentes para encaminar la evolución del planeta hacia unas determinadas finalidades en base a unos intereses. No estoy de acuerdo con la idea difundida la cual asegura que creer en teorías conspirativas es propio de ignorantes o de la extrema derecha, pues existen motivos para creer en ellas. Deberíamos preguntarnos si realmente la crisis de estos últimos diez años son las culpables del ensanchamiento de la brecha existente entre ricos y pobres y el recorte de derechos sociales o si dichas crisis han servido de excusa y contexto perfecto para proceder a ensanchar las desigualdades.


Vivimos en un mundo donde el dinero mueve los hilos, crea relaciones de conveniencia y eres valorado en función de tu capacidad económica. Por un lado genera riqueza, estabilidad y bienestar, pero también puede ser un arma de destrucción masiva capaz de romper amistades y familias, incluso de generar crímenes contra la humanidad mayores que los ocasionados por los grandes dictadores y genocidas de la historia. Todavía hay quienes creen que los pobres han llegado a esta situación porque han querido, porque se lo han buscado, porque no han trabajado lo suficiente y porque no se han esforzado suficientemente en la vida para ser alguien. No todos los casos de exclusión social son iguales por lo que juzgar y reducirlo todo a una visión simplista es muy fácil. Deberíamos tener en cuenta que tras esas gentes hay seres humanos con una historia, una existencia, una personalidad y unas circunstancias que los llevaron a caer en lo más profundo. Aquellos que los desprecian por su condición deberían tener en cuenta que la vida da muchas vueltas y quienes ahora están en el pozo de la miseria un día pueden salir de la oscuridad y llegar nuevamente hasta la cima. Nunca se logra llegar a saber con certeza lo que en un momento determinado se podría necesitar de ciertas personas a las que se han subestimado.


La igualdad de derechos y oportunidades y la lucha contra la discriminación de los colectivos históricamente desfavorecidos pasa por aplicar políticas que garanticen ser valorados como personas y por sus cualidades, nunca por sus particularidades, como garantía de una verdadera normalización e integración social. Se trata, en definitiva, de aplicar lo que Martin Luther King anhelaba. Por contra, las mal llamadas culturas woke y de la cancelación, que en realidad nada tienen de cultura sino que son apologías, no contribuyen en absoluto a la igualdad y a la inclusión sino que responden a actitudes revanchistas, aplican la discriminación inversa y suponen sutilmente un retroceso democrático por la imposición de una censura en nombre de la no ofensa y el señalamiento de todo aquel que no comulgue con su doctrina o la ponga en duda.


Como parte normal de la vida de cada uno de nosotros, mi carrera personal también ha pasado por momentos especialmente complicados llenos de retos y obstáculos cuya superación no ha quedado exenta de sufrimiento. Aunque ello es algo corriente porque todos tenemos problemas, es en la adversidad donde he conocido el verdadero rostro de muchas personas, es decir, de las que recibes apoyo, ayuda y están a tu lado frente a las que te dan la espalda, te juzgan indebidamente y no te valoran. Durante el presente año he tenido gratas sorpresas pero también inesperadas decepciones. Sin duda ello me ha enseñado a distinguir entre quienes de ahora en adelante formarán parte de mi vida y tendré presente para ocasiones futuras y quienes sencillamente dejaré marchar para que prosigan libremente su propio camino.


Todas las personas cometemos errores por la sencilla razón de que somos humanos y, por consiguiente, imperfectos. Equivocarse resulta inevitable aunque tus intenciones puedan ser buenas. Yo mismo admito cometer a diario muchos errores, incluso a menudo recuerdo las cosas que hice o dije mal en el pasado desde mi infancia hasta la edad adulta, especialmente la tristeza o la ofensa que causé a mis seres queridos, algunos de los cuales ya no están entre nosotros. Ante tales hechos que no se pueden cambiar y que pueden marcar, es preferible aprender lo que se debe y lo que no se debe hacer, madurar y adquirir la suficiente experiencia como para dar un paso hacia delante con el propósito de ser mejor persona, a la vez maestro consejero de la vida para las nuevas generaciones que tienen un camino más largo por recorrer. Nunca es tarde para aprender, incluso mi querido padre al que recuerdo todos los días, pocas horas antes de su inesperada muerte hizo unas sorprendentes reflexiones personales fruto de un último aprendizaje, lo cual le permitió ser feliz y sentirse tranquilo antes de partir hacia la eternidad.


España debería tener como aspiración fundamental ascender como potencia económica y llegar a formar parte de la llamada Europa de la primera velocidad. El país contiene todos aquellos ingredientes necesarios para conseguir este objetivo, pero ese maldito complejo de inferioridad desgraciadamente inculcado por la leyenda negra que sobrevalora lo extranjero y subestima lo nacional impide materializarlo. Liderar el sector primario por la gran calidad de los productos de la tierra y del mar, evitar la fuga de cerebros creando empleo cualificado y de calidad, reimpulsar la industria fabricando productos 100% españoles como se hacía antaño, exportar la cultura española por ser tan rica y variada, así como potenciar la energía solar para convenirnos en referentes europeos de sostenibilidad, serían objetivos a desarrollar durante el presente siglo XXI si queremos estar a la altura de los grandes países del mundo. Una vez más reivindicaré el ferrocarril como herramienta clave para luchar contra la España vaciada y garantizar el reequilibrio territorial. Más allá del tren de alta velocidad que une con rapidez y eficacia las capitales de provincia, los corredores regionales, además de contribuir a una movilidad sostenible, permiten la expansión económica, descentralizan las ciudades y generan nuevas relaciones interprovinciales e interregionales.


Cataluña continúa viviendo bajo el amargo conflicto de dos polos opuestos, enfrentados e irreconciliables formados por quienes quieren seguir formando parte de España y quienes desean fundar un estado propio. El conflicto identitario, aparte de dividir y enfrentar a la sociedad catalana, ha impedido la creación de grandes proyectos "de país" y el desarrollo de otros ámbitos. El hecho de haber pasado de ser el principal motor de España a quedar relegados a la cuarta posición por detrás de Madrid, Euskadi y Navarra, sumado al hecho de que otras autonomías están recortando distancias por acoger todo aquello que desde Cataluña se ha rechazado, debería ser motivo de preocupación, autocrítica y reflexión. Tanto unionistas como separatistas, al margen de sus diferencias, deberían al menos colaborar mutuamente para garantizar el relanzamiento económico y cultural, así como defender los intereses sociales para continuar siendo un referente no solo en España sino también en Europa. De lo contrario, irá progresivamente e inexorablemente hacia una lenta decadencia. Sin duda, el provincianismo y el supremacismo no son amigos del progreso.


Barcelona no sólo es mi principal pasión sino también mi gran preocupación. El declive de la ciudad padecido durante estos últimos años resulta alarmante y son muchas las personas tanto autóctonas como forasteras que así lo han confirmado. Por este motivo, es urgente que vuelva a ocupar la posición que merece tener en el mapa del mundo, se consolide como capital del Mediterráneo y garantice una óptima calidad de vida a su ciudadanía. Ante la situación actual debe apostarse por una Barcelona cosmopolita, hospitalaria, con turismo de calidad, capaz de generar riqueza, que estimule la creación de empleo, mime a las pymes y ayude los emprendedores, sea ejemplo de civismo y seguridad, atraiga talento e impida la fuga de cerebros, fortalezca los ámbitos científico-tecnológico y bio-sanitario, sea referente cultural nacional e internacional, ofrezca oportunidades de acceso a la vivienda, luche contra la pobreza y las desigualdades sociales, construya equipamientos que satisfagan las reivindicaciones vecinales, mejore la movilidad y apueste por la sostenibilidad en todos los ámbitos. En las elecciones municipales del próximo año 2023 llamo a votar con responsabilidad y sentido común para hacer realidad un cambio positivo que nos beneficie a todos.


Inevitablemente en estas fechas se recuerdan a aquellas personas tan especiales que nos han dejado. Desde aquí quisiera recordar y mostrar un cálido y sentido homenaje a Antonio Peinado, Carlos Soriano, Carmen Giménez, Isabel Ruiz, Jaume Nogueras, Maria Lluïsa Serralta, Maria Antònia Canals, Montserrat Viu y Santiago Thió, todos ellos grandes amigos y mejores personas por lo que han sido capaces de aportar y por el hermoso legado que nos han transmitido. A sus familiares les mando un fuerte abrazo, a la vez que, comprendiendo perfectamente su dolor y su tristeza, les pido que recuerden a sus seres queridos con alegría durante esta Navidad y brinden con una copa de cava en su honor. Como creyente que siempre me he manifestado tengo la convicción de que un día los volveremos a reencontrar. Y por qué no, porque ellos también se lo merecen, quisiera recordar y homenajear con simpatía al perro Niu y a la gata Pini.


A lo largo del próximo año continuaré publicando artículos en el presente blog en la medida de lo posible, pues los compromisos personales me han impedido haber dado más de mí mismo como hubiera deseado. Aún así, quiero dar las gracias a todas aquellas personas que me siguen fielmente con interés, a la vez que puedo prometer gratas sorpresas para el próximo año el cual seguro vendrá lleno de novedades. En el transcurso del 2023 deseo igualmente seguir colaborando desinteresadamente en el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris, en el Arxiu Històric del Congrés-Indians y en la EUROFER, tres entidades ejemplares que tienen en común la difusión de la memoria histórica y la defensa del patrimonio. A ellas las quiero felicitar tanto por su excelente labor como por su notable evolución que las ha llevado a ser reconocidas por su calidad en el ámbito sociocultural.


Para terminar, quiero reivindicar una vez más la fiesta de la Navidad no solo como festividad religiosa sino también como una tradición cultural y folclórica que forma parte de nuestra identidad, de la cual todo el mundo puede participar de la manera que quiera al margen de sus creencias personales. En realidad la Navidad solamente ofende a quienes aseguran que insulta a los practicantes de otras religiones, una afirmación completamente falsa, pues las comunidades de distintas confesiones saben respetarla e incluso participan de ella como es el caso de la cabalgata de los Reyes Magos, todo un ejemplo de inclusividad que yo siempre he reclamado como patrimonio cultural inmaterial.

Cordialmente os deseo de todo corazón y con mis mejores sentimientos que paséis una FELIZ NAVIDAD y tengáis un PRÓSPERO AÑO NUEVO 2023.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Feliz Navidad igualmente. Pero esto es un corta-pega del año pasado.

Anónimo dijo...

Este año ha seguido una linea continuista