sábado, 31 de agosto de 2013

El antiguo apeadero ferroviario de Horta (1854-1917)


«Párase segunda vez el tren ante un hermoso y sólido puente de piedra, por debajo del cual debe continuar su marcha. La causa de este alto es una pequeña estación situada a la mano izquierda del camino, junto al puente y en la que en un rótulo se lee: HORTA». Muy pocas personas tienen constancia de que antaño existió un pequeño y modesto apeadero ferroviario entre las estaciones del Clot y de San Andrés, al lado del curso de la riera de Horta, tal y como describe esta guía ferroviaria del año 1854. Lamentablemente existe escasa documentación al respecto pero sin embargo merece la pena hacer una referencia porque forma parte de aquellas pequeñas cosas que construyen la gran memoria histórica local.
El 22 de julio de 1854 la compañía ferroviaria Caminos de Hierro de Barcelona a Granollers inauguró la segunda línea de ferrocarril de Cataluña, entre la capital catalana y la capital vallesana. Hasta 1862 no llegó a la ciudad de Girona. En 1875 fue adquirida por la Compañía de los Ferrocarriles de Tarragona a Barcelona y Francia (TBF), en 1878 llegó hasta Portbou y la fronteras francesa y en 1898 pasó a la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA).
Entre las diversas estaciones de la línea, a caballo de Sant Andreu de Palomar y la Sagrera (Sant Martí de Provençals) había un apeadero llamado "Horta", cuyo nombre hacía referencia al municipio de San Juan de Horta, de unos 3.500 habitantes, que no se anexionó a Barcelona hasta el año 1904. Estaba bastante alejado del término municipal de dicho pueblo, a unos 5 kilómetros de distancia y media hora a pie, lo cual resultaba muy incómodo de acceder por el tiempo de desplazamiento y el estado de conservación de los caminos y carreteras.


La Guía Cicerone de Barcelona: aumentado, corregido y vindicado, de Antoni de Bofarull publicada en 1855, hace referencia a la puesta en servicio de esta línea ferroviaria y alude al apeadero de Horta y al municipio: «El tren hace apoyo en la segunda parada ante un sólido puente de piedra que pertenece ya a la demarcación de Horta. Esta población, que disfruta de buenas y excelentes aguas, tiene dos iglesias: la de S. Ginés, edificio gótico de una sola pieza, y la de S. Juan que consta de tres reducidas naves. Cuenta con hermosas casas de recreo, mereciendo ser citada en primer lugar la conocida como «El laberinto», propiedad del Sr. Marqués de Alfarrás, y después la de Inglada. Existen también los restos de un antiguo edificio llamado «El Fontanet» que en otro tiempo sirvió de casa de recreo al archiduque Carlos de Austria».
Su situación de aislamiento era tal que no fue hasta 1857 que se dio a conocer gracias a una referencia que el escritor y político Víctor Balaguer hizo en su Guía de Barcelona a Granollers: «Esa escalera que vemos a nuestra izquierda y ante el cual se detiene el tren, es la que conduce a la Estación de Horta. La estación a la que acabamos de llegar y frente a la cual descansamos dos minutos, está sola i aislada, y dista bastante, ciertamente del pueblo que le da nombre. Es solo un centinela avanzado que se adelanta hacia el ferrocarril para indicar a los viajeros que media hora más allá encontrarán un pueblo pintoresco que agrupa sus casas bajo la montaña de San Gerónimo».


El apeadero, a pesar de ubicarse a nivel del suelo, las vías ferroviarias que cruzaban la riera de Horta por el puente de piedra estaban más elevadas que los terrenos circundantes, por lo que habían unas escalinatas que conectaban la caseta de del apeadero con el tramo donde se detenían los trenes. El personal constaba de un guardagujas y de un centinela que indicaba a los pasajeros el camino hacia Sant Andreu de Palomar y Sant Joan d'Horta. La oferta era muy escasa, de al menos cuatro trenes al día (dos de subida y dos de bajada) por lo que nunca fue rentable en cuanto a número de pasajeros.Posiblemente ello descartó la implantación de algún servicio regular de tartana o diligencia entre Horta y el apeadero porque no salía a cuenta, pues tampoco se ha hallado constancia de su existencia.
Según información de la época, las mayoría de usuarios del apeadero lo usaban para desplazarse hasta Montcada i Reixac, Sant Andreu, el Clot o Barcelona. El tiempo que empleaba un tren entre Horta y el Clot y entre Horta y Sant Andreu era de solo 3 minutos, y de Horta a Barcelona de 8-10 minutos. Las tarifas para viajar del apeadero de Horta a la estación de San Andrés era de 2,12 pesetas en primera clase, 1,53 pesetas en segunda clase y de 0,94 pesetas en tercera clase.
El máximo incidente destacado sucedió el miércoles 31 de julio de 1889, cuando el guardagujas del apeadero de Horta, mientras comía en la caseta, fue sorprendido y atado de pies y manos por dos hombres enmascarados que entraron y le robaron 1000 pesetas de una paga, dos billetes de 50 pesetas, el reloj y algunos objetos de valor. Tras la marcha de los ladrones, el guardagujas, todo y estar atado, logró ir a la casa de payés más cercana para que lo desataran.


La comunicaciones mejoraron relativamente con la puesta en servicio del tranvía de vapor de la Sagrera a Horta (la "Capsa de Mistos") que circuló entre 1883 y 1901, aunque desgraciadamente limitó su trayecto hasta la actual avenida Meridiana, ante las vías ferroviarias de Caminos de Hierro del Norte de España, que en 1909 inauguró su apeadero ferroviario (actual Sant Andreu-Arenal), lo que supuso una clara preferencia por esta estación por parte de los habitantes de Horta por cuestión de proximidad y de oferta de trenes diarios. En sustitución al tranvía de vapor, el 31 de julio de 1905 se restableció nuevamente la línea aunque electrificada, que posteriormente en 1911 pasó a identificarse como línea 47. Este fue el servicio más cercano al apeadero de Horta. La línea era en realidad un servicio auxiliar del tranvía Sant Andreu (línea 40) y tenía sólo dos únicas salidas desde la Sagrera (enlazando directamente con dicha línea de tranvía en la calle de la Sagrera) a las 6:00h ya las 13:15 h, y dos desde Horta a las 12:00h ya las 17:35h. El precio del billete era de sólo 10 céntimos, siendo la única tarifa para todo su recorrido.
Finalmente, al comprobar la escasísima rentabilidad del apeadero de Horta desde su puesta en servicio y tras el inicio de las obras de construcción de la nueva estación de mercancías de la Sagrera, sumado a la ventaja que ofrecía la línea 46 de tranvías entre Horta y la plaza de Urquinaona, en una fecha incierta del año 1917 fue definitivamente clausurada y desmantelada, un final que pasó desapercibido igual que su estreno.

4 comentarios:

carme dijo...

està molt bé ets un experts en transports pel que sembla.

miguel dijo...

es podria fer un camí simulat del que podia haver estat el camí antic del "tramvia de foc d´Horta", que parles al final de l´entrada, i com estava relacionat amb les estacions de Sant Andreu Arenal i l´estació de la linia de Granollers, amb la riera d´Horta de pel mig??
PER CERT LA SETMANA QUE VÉ COMENCEN LES FESTES AL BARRI D´HORTA!!

Núria dijo...

M'agrada molt sempre és molt interessant, saber coses.

Oliva dijo...

N'HAVIA SENTIT A PARLAR D'AQUESTA ESTACIO,PERO NO AN TENIA CAP MENA D'INFORMACIO,I MIRA QUE HI VISC,FA ANYS I PANYS, A HORTA, ELS AVIS ,I VAN CONSTRUIR UNA CASETA,PER UN FILL MALAL,IMAGINAT. GRAÇIES MACO¡.
BONA FESTA MAJOR VEINS¡¡¡¡¡¡