domingo, 30 de noviembre de 2014

B-1: una matrícula, dos automóviles


Barcelona contó con dos automóviles que tuvieron en común el privilegio de llevar la primera matrícula oficial de la ciudad, la B-1. Este hecho tan excepcional ha sido motivo de numerosas confusiones y discusiones históricas al no haber un acuerdo sobre qué modelo fue el primero. Finalmente la aportación personal por parte de los descendientes directos de sus compradores ha esclarecido definitivamente este asunto.
A finales del siglo XIX la ciudad de Barcelona empezó a contar con un pequeño parque motor que convivía con los carruajes y tranvías. En verano de 1890 el industrial y promotor lírico Francesc Bonet construyó el primer coche fabricado en España, a tres ruedas porque ningún mecánico barcelonés fue capaz de fabricar un diferencial para el eje posterior. Llevaba un motor diseñado por el ingeniero alemán Gottlieb Daimler, el cual, junto con Karl Friedrich Benz fundarían la prestigiosa marca Mercedes-Benz.


Tras este primer intento fallido de implantar el nuevo sistema de trasporte, no fue hasta 1898 que se inauguró el primer concesionario de automóviles a manos del valenciano Emilio de la Cuadra, impulsando así la industria de la automoción. Tuvo su sede en la calle de la Diputació con la avenida Diagonal, llamada "Compañía General Española de Coches Automóviles E. de la Cuadra, Sociedad en Comandita" y vendía modelos de la firma francesa Panhard-Levasso. Tras cerrar en 1901 fue adquirida por José María Castro y Damià Mateu entre otros accionistas que en 1904 fundaron la "Hispano Suiza Fábrica de Automóviles, S.A.". Enseguida surgieron nuevas marcas nacionales como David, Catalonia, Elizalde y De la Cuadra, y llegaron extranjeras como Dürkopp, Chevrolet, Berliet y Ford, entre otras. Este repentino apogeo fue motivado por las necesidades de la burguesía catalana de la época necesitada de ostentar un nuevo elemento que otorgara a los de su clase social el mantenimiento de su distinción y exclusividad.


Aunque Barcelona fue pionera del primer coche automóvil del país, no fue así en la primera matriculación. Solo llevaban una chapa con el escudo que los identificaba como vehículos de la ciudad. El 31 de octubre de 1900 en la ciudad de Palma un automóvil de la firma Clemet propiedad de Josep Sureda recibió la primera matrícula oficial, la PM-1, en base al "Reglamento para el Servicio de Coches Automóviles por Carretera", aprobado el 17 de septiembre anterior, en el que se daban algunas instrucciones para la matriculación o identificación de los vehículos.
En 1903 el financiero Rupert Garriga Miranda, residente en el número 50 de la calle de la Diputació y uno de los fundadores de la banca Garriga Nogués, adquirió en el Salón del Automóvil de París dos Berliet de doble asiento y doble carrocería abierta estilo coche de caballos "Mylord" y cerrada tipo "Coupé". Ambos vehículos, que llevaban matrícula francesa, fueron rematriculados el 3 de agosto de 1907 cuando la Diputación de Barcelona impuso la obligatoriedad de que todos los coches llevaran placa, de modo que uno de ellos fue matriculado como B-1 y el otro como B-3. El coche matriculado como B-2 correspondió a un Panhard propiedad de la señora Josefina Gayón, viuda de Manuel Arnús, médico hermano del banquero Evarist Arnús. Otras fuentes, en cambio, apuntan 1907 la oficialidad pero fechan el 20 de junio de 1910 la matrícula B-1.


El señor Garriga, al comprobar que sus Berliet no corrían lo suficiente, en 1915 adquirió  en el Salón del Automóvil de París un Hispano-Suiza más potente al cual se le transfirió la matrícula B-1 procedente de su viejo coche. Ello fue posible porque entonces el intercambio de matrículas entre automóviles todavía era factible, de modo que así se convirtió en el primer coche de fabricación nacional con matrícula de Barcelona. Respecto al destino final de los dos Berliet la mayoría de fuentes de información apuntan a que terminaron desguazados, no habiendo constancia alguna de haber sido vendidos, afirmación que no obstante debería tomarse con precaución y ser objeto de una investigación más rigurosa para poder confirmarlo con mayor veracidad. Cuando la Hispano-Suiza puso de moda la carrocería de capó alto, fue recarrozado a modo cabriolé en los talleres de J. Reynes. Tras recibir esa reforma y ante la falta de fotografías en su estado original se ignora exactamente el modelo exacto del que se trataba, aunque algunas voces apuntan a un 20-30 CV del año 1909. Consumía 17 litros por cada 100 kilómetros recorridos y su velocidad máxima era de 50 kilómetros/hora. La bocina era de aire y las luces funcionaban con faros de acetileno. El mecánico que lo conducía habitualmente era un tal Emilio Falo.


Su segundo propietario fue el empresario textil Josep Maria Torras Riera, vecino del número 23 de la calle del Bruc, copropietario de la empresa Hilados Torras, S.A. La adquisición del Hispano-Suiza tuvo lugar en 1924. Durante unos años el nuevo titular utilizó el coche a su uso particular y después contrató a un chofer para que lo llevara a modo de taxista. Eran los tiempos en los que los taxis no circulaban por la ciudad en busca de clientes sino que disponían un puesto fijo, siendo el del presente caso en la plaza de Urquinaona. Su licencia era la 414 y la tarifa establecida de 60 céntimos de peseta el kilómetro.
Cuando la Hispano-Suiza quiso conmemorar sus bodas de plata se interesó en adquirir el coche que ahora era propiedad del señor Torras. Para ello se llegó a un acuerdo de entrega de dicho auto a cambio de recibir el nuevo modelo deportivo Torpedo que se exhibía en los salones que la concesionaria tenía en el paseo de Gràcia.
En 1936, la Hispano-Suiza, interesada por crear un museo, recompró el mítico Torpedo a cambio de ofrecer a su dueño un modelo T-49 "Barcelona", al cual se le perdió la pista tras estallar la Guerra Civil.


En 1946, tras la absorción de la Hispano-Suiza por parte del Instituto Nacional de Industria (INI), el veterano coche fue puesto nuevamente a la venta, siendo comprado en 1949 por Albert Buxeda, dueño junto a sus hermanos Jaume, Jordi y Tomàs de una importante fábrica de termos eléctricos y radiadores que ocupaba una finca de la calle del Consell de Cent. La adquisición, más que por el número de la matrícula en realidad se hizo por el prestigio de la marca y a modo de coleccionismo, pues su nuevo dueño disponía de piezas más antiguas como un Renault del año 1889 de 1 cilindro y motor "De Dion Bouton".
Ocasionalmente fue utilizado para participar en el rally Barcelona-Sitges y llegó a circular para eventos como el Tour de Francia a su paso por España. También realizó algún viaje a Tarragona, Tàrrega e incluso a la Collada de Tosses superando el ascenso por la montaña.
El 30 de noviembre de 1962 participó con motivo del acto de matriculación del vehículo B-300000, un autobús Pegaso 5020A Seida perteneciente a la empresa Urbanizaciones y Transportes. La fiesta se celebró en la explanada del Palau Nacional ante la fuente mágica de Montjuïc. El 20 de enero de 1965 repitió en el mismo escenario para celebrar la matriculación B-400000 correspondiente a un Seat 800 propiedad de la Asociación Nacional de Inválidos Civiles. El 23 de agosto de 1966 reapareció por tercera vez y lugar para celebrar la matriculación B-500000 correspondiente a un autobús Pegaso 6035 articulado de la empresa Urbanizaciones y Transportes. Y el 23 de julio de 1971 la fiesta fue para la matrícula B-900000 de un Seat 124 destinado a taxi. Además del Hispano-Suiza, también se congregaron los vehículos con matrícula B-100000 (Voisin Biscuter), B-200000 (Seat 1400), B-300000 (autobús Pegaso 5020A Seida), B-400000 (Seat 800), B-500000 (autobús Pegaso 6035 articulado), B-700000 (motocicleta) y B-800000 (Seat 1500).


Actualmente son los descendientes de esta familia quienes todavía poseen el histórico Hispano-Suiza, preservado en una masía de un pueblo de la provincia de Tarragona. Desde 1997, tras su participación en una boda familiar, no ha vuelto a ponerse en marcha y permanece allí inactivo a la espera de otra puesta a punto.

4 comentarios:

Richy dijo...

Hola Ricard. Si te digo que tu articulo es excelente , vas a pensar que siempre te lo digo...
esta vez es lo siguiente....¡¡¡
Quiero hacer una aclaración para que tus lectores no se lien....Se que a lo mejor esta un poco fuera de lugar pero creo que no esta de mas explicarlo
El Seat 800, no lo confundáis con el Seat 850. El 800 era un 600 con 4 puertas de los cuales se conservan contados.. Se hicieron poquísimas unidades por lo que tenia un perfil extraño.
Si lo ves por delante o por detrás no los distingues. Evidentemente los distingues viéndolo de perfil.
Por lo demás Ricard y Lectores, os deseo unas felices fiestas...

Ricard dijo...

Hola Richy:

Muchas gracias por tu fidelidad y, naturalmente, por esta aclaración. Cierto, el Seat 800 era un 600 de cuatro puertas.
Procedo a la corrección del texto.
Un abrazo e, igualmente, Felices Fiestas.

Canet Bernat dijo...

Jo diria com l'Indiana Jones: "debería estar en un museo". Tenir un Hispano-Suiza amagar tant de temps és un crim.

El podríen cedir al museu Claret, que hi ha un munt de cotxes d'época (llàstima que tingui tant poc espai..)

gestoria transferencia vehiculos dijo...

Enhorabuena por todo el artículo que has subido Ricard porque es genial, sigue así