Con la muerte del General Franco el 20 de noviembre de 1975, los movimientos reivindicativos se acabaron de desencadenar por toda Barcelona. El 19 de julio de 1976 la Corporación Metropolitana de Barcelona (entidad jurídica de la administración local creada en 1974 para revisar y actualizar el Plan Comarcal de 1953) aprobó el Pla General Metropolità, una nueva herramienta de planificación urbanística que, entre sus objetivos, tenía que paliar la falta de equipamientos que sufría el territorio de Nou Barris. El 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas y el 11 de septiembre se hizo una manifestación reclamando el Estatut y la recuperación de las instituciones catalanas. El día 29 del mismo mes y año se restableció provisionalmente la Generalitat. El 27 de diciembre de 1978 fue promulgada la nueva Constitución y el 18 de diciembre de 1979, el Estatut d’Autonomia. El 20 de marzo de 1980 se celebraron las primeras elecciones en el Parlament de Catalunya y el 10 de abril de 1979, las primeras elecciones municipales en Barcelona.
La década quedó marcada por las numerosas reivindicaciones y luchas vecinales en cada uno de los barrios del norte de Sant Andreu. Ninguna otra zona de la ciudad fue tan beligerante como la de Nou Barris, lo que la convirtió en una referencia histórica no solo a nivel local, sino también a nivel regional, nacional y hasta internacional. Merece la pena dar un breve y rápido repaso a las principales y más importantes luchas acaecidas que para siempre deben de quedar en nuestra memoria histórica.
El barrio de casas baratas de Can Peguera (conocido entonces como Ramón Albó), tuvo su primera lucha en el año 1974 con sus alegaciones contra el Plan General Metropolitano. Se proponía derribar todo el barrio y el 90% de la población se opuso. En 1976 organizó una lucha por los semáforos en el paseo de Urrutia y consiguió como espacio público el solar de la plaza del Doctor Jaen anteriormente usado como aparcamiento.
En el barrio de Canyelles, finalizado en 1977, tuvo como principal lucha el otorgamiento de nuevas viviendas a los vecinos de las antiguas casas de la llamada Guineueta Vella afectados por las obras del II Cinturón. Esta vía fue objeto de rechazo por parte de todos los barrios por donde transcurría por miedo a que se convirtiera en una segunda Meridiana. Los vecinos lo querían cubierto. En 1976, junto con los barrios de la Guineueta y Verdum presionaron para terminar las obras de la nueva Escuela de Formación Profesional. Otra lucha fue para mejorar la accesibilidad al barrio, entonces bastante aislado.
En el barrio de la Guineueta las luchas se centraron sobre todo en los problemas de las viviendas, como por ejemplo la liberación de embargos por parte de la cooperativa La Puntual, la recalificación de pisos ilegales construidos en zona verde por parte de la cooperativa La Constancia y la adquisición de viviendas provisionales para los afectados por el bloque de la inmobiliaria CARSA, que se tuvo que derribar por riesgo de hundimiento debido a la humedad y reblandecimiento del terreno. Otra lucha fue el mantenimiento de la guardería pública en los bloques de Telefónica, la construcción del parque de la Guineueta (abierto en 1971) y la ubicación de equipamientos educativos, culturales y sanitarios. La lucha por el Instituto Mental de la Santa Cruz fue una de las más representativas, debido a los problemas laborales de sus trabajadores. Este centro hospitalario se fue derribando progresivamente para dar paso a las nuevas urbanizaciónes de Barcinova y de Calinova.
El barrio de Porta padeció de falsas promesas. En 1975 y 1976 se logró la paralización de la construcción de pisos en el solar donde iría la futura plaza de Sóller. También se reivindicó la urbanización de muchas calles, la mayoría de ellas sin asfaltar. Destacó a finales de la década en el colegio Palma de Mallorca (escuela Sóller) un sistema pedagógico innovador gestionado por padres y profesores con gran aceptación popular, pero que fue enseguida rechazado por el Ministerio de Educación.
En el barrio de la Prosperitat, cuya gran característica fue la densificación indiscriminada en detrimento de espacios libres y zonas verdes, la primera gran lucha del barrio fue contra la estafa de la inmobiliaria Saica y de la inmobiliaria del señor Llobet, ésta acaecida en el solar donde actualmente se ubica la plaza de Ángel Pestaña. Como consecuencia, se ocuparon los pisos y se creó un núcleo de barracas. Otras luchas importantes fueron por la instalación de semáforos en la calle de Vinyar (que duró 24 días), para conseguir una zona verde en el llamado campo de la Bloch, para evitar la construcción de un edificio-puente sobre la calle Enric Casanovas, para el traslado de fábricas contaminantes a cambio de construir en su lugar equipamientos tan necesarios para el barrio, para conseguir más plazas y zonas verdes, contra la avenida de Río de Janeiro como autopista urbana, el encierro en la parroquia de Santa Engràcia para conseguir un nuevo instituto y la huelga de trabajadores la fábrica Harry Walker que tanta influencia tuvo por toda Barcelona.
El anárquico barrio de Roquetes tuvo sus luchas centradas especialmente en trabajar temas relacionados con sanidad, urbanismo, cultura y transporte. En verano de 1974 se secuestró cuatro veces la línea 11 de autobús para que esta línea subiera hasta la parte alta del barrio. En 1975 un centro de mujeres interrumpió las obras del II Cinturón para pedir viviendas. En 1977 se denunció una infracción urbanística de la inmobiliaria Castro por la construcción de pisos sobre el torrente de Campanyà, Pla de Cireres y Port de la Selva. Y entre los años 1975 y 1978 hubo un enfrentamiento con la Seguridad Social en demanda del funcionamiento de un nuevo centro sanitario.
El pequeño barrio de Torre Llobeta tuvo durante esta década dos luchas importantes: para el desmantelamiento de las cocheras de autobuses de la avenida de Borbón y conseguir este espacio para equipamientos, y para la rehabilitación de la masía medieval también para usos sociales y culturales.
El Turó de la Peira destacó en aquella década especialmente por la huelga de profesores de la enseñanza privada que comportó una asamblea clandestina y por la urbanización y mejora del alcantarillado de la calle de Cartellà, cuya riera siempre provocaba fuertes inundaciones cuando llovía intensamente.
El barrio de Verdum luchó especialmente por su calidad de vida, ya que sus viviendas estaban en lamentable estado. En 1970 se consiguió la construcción del colegio Mío Cid (CEIP Aiguamarina). En 1972 los habitantes de los bloques de la Obra Sindical del Hogar se negaron a pagar sus cuotas de pisos por el mal estado de los edificios. Organizaron una exposición tres años después en la parroquia de Sant Sebastià que enseguida se prohibió por parte de las autoridades fgranquistas. En 1973, conjuntamente con el barrio de la Trinitat Nova, se celebró la Olimpiada Popular para reclamar zonas deportivas. En 1974 se reclamó la cobertura del II Cinturón, cuya construcción generó protestas por el derribo del jardín de infancia Los Enanitos sin que se proporcionara el nuevo centro definitivo. Y en 1979 se cortó la calle de la Artesanía exigiendo el asfaltado de todas las calles y la colocación de semáforos.
La Trinitat Nova tuvo el llamado Centro de Vida Comunitario para Todos, un barracón que fue sede de diversas entidades que lo usaron para dar empuje a sus reivindicaciones. Ligado a este barracón hubo la figura de Fernando Rodríguez Ocaña, que en 1973 se presentó a las elecciones de distrito, ganando ampliamente por mayoría aunque legalmente las autoridades franquistas no lo aceptaron. En 1970 se produjeron enfrentamientos con la policía para conseguir la supresión del paso de peatones que conectaba con la Trinitat Vella a cambio de poner una pasarela. En 1976 se organizó una lucha para conseguir un nuevo mercado porque el de Montserrat quedaba alejado. La lucha más significativa tuvo lugar en 1977, cuando la acción vecinal destruyó parte de una planta asfáltica de detrás la Trinitat Nova y se iniciaron fuertes movimientos sociales (las 30 horas de fiesta popular) pidiendo un ateneo popular.
El aislado núcleo de Vallbona reivindicó en 1971 un paso subterráneo para acceder bajo la avenida Meridiana a los barrios de Torre Baró y Ciutat Meridiana. En 1973, junto con los dos núcleos antes citados, cortaron la avenida Meridiana para pedir agua potable y la construcción de una red de alcantarillado. Y en 1978 se logró un instituto provisional y la promesa de un plan especial de remodelación de la barriada.
Ciutat Meridiana, barrio promovido entre otros por el célebre Joan Antoni Samaranch sobre unos terrenos descartados para erigir un cementerio, arrancó en 1970 con protestas por las humedades de sus pisos. La presencia de ratas motivó un concurso de caza en 1973 como acto de denuncia por la insalubridad que se padecía. En 1974 un centenar de jóvenes hicieron una representación teatral para pedir un ambulatorio y en 1976 los vecinos se manifestaron para conseguir la nueva escuela Ferrer i Guàrdia.
Todos los barrios fueron protagonistas por sus luchas, y la década de 1970 es la historia de estas luchas vecinales, pues sin contar con ellas hubiese sido imposible narrar casi nada, ya que desde una perspectiva de las realizaciones efectuadas por parte de las administraciones, una narración objeto de diversos libros, artículos, entrevistas y documentales quedaría simplificada a unas simples líneas. Las luchas vecinales marcarían un antes y un después en el territorio de Nou Barris. Desde entonces, y sin exagerar en tal afirmación, sería la gente de la calle quien realmente decidiría el rumbo y la transformación que emprendería Nou Barris.
7 comentarios:
bona feina i bon blog , felicitats.
Amic Ricard!
¡He disfrutado mucho leyendo este texto! Me siento personalmente muy identificado con lo que has descrito.
Sin poder evitarlo, he comparado la vitalidad social de los años '70 con la apatía y anestesia social que sufrimos en la actualidad. Y es que ahora vivimos aborregados. En fin.
Enhorabuena por tu interesantísmo blog.
Saludos,
Mites
http://nouteatret.wordpress.com
Es realmente interezante què ocurriò en cada barrio, y pues esta muy bien relatado!
Un archivo histórico impresionante.
Viejas luchas que hoy se repiten aunque por motivos diferentes, con el nexo del derecho a la vivienda digna.
Parece mentira que en estos años las instituciones no hayan aprendido nada, quizás deberían leer este post y ver sus fotografías para refrescarles la memoria y despertar sus conciencia.
Un saludo cordial.
yo vivien verdun en el año 1955, y e visto una foto de una manifestacion que por artesania via favecia, e sentido nostalgia
yo viví desde los 4 añitos hasta los 20 en la Vía Favencia... que recuerdos de ese barrio! Mi barrio aunque hace años que no vivo ahí!
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