viernes, 7 de noviembre de 2008

Adiós a un buen alcalde

El pasado día 3 de noviembre falleció a los 71 años de edad Don Josep Maria Socías i Humbert, personaje insigne conocido por haber sido alcalde de Barcelona durante los difíciles y controvertidos años de la Transición.
Repasando brevemente su trayectoria, este hombre nació en Barcelona el 24 de octubre de 1937. Se licenció en Derecho y se diplomó en Administración de Empresas. En su etapa de juventud, formó parte del Frente de Juventudes, desarrolló su carrera profesional en la Central Nacional Sindicalista de Barcelona ostentando diversos cargos hasta llegar a Delegado Provincial. Entre los años 1967 y 1976 fue Procurador a Cortes y luego Procurador Municipal. Tras la muerte de Franco, siendo hombre de confianza de Rodolfo Martín Villa, en diciembre de 1976 fue designado nuevo alcalde de Barcelona por el rey Don Juan Carlos I. Entre sus principales actuaciones destacaríamos la creación de nuevos parques y plazas, la realización de una docena de centros cívicos y la adquisición de terrenos destinados para equipamientos públicos. Su proyecto más destacado fue la remodelación de una parte del barrio del Raval. En definitiva, este hombre se caracterizó por haber realizado una breve pero muy notable política social como otros alcaldes de mayor fama y prestigio no han hecho. Ocupó su cargo hasta enero de 1979.

A título personal, debo de lamentar que su labor haya sido reconocida en los umbrales de su muerte, pues su breve pero muy intenso trabajo en la "Casa Gran" merecía haber sido premiado mucho tiempo antes y no ahora poco antes de morir como si de un premio de consolación se tratara. Ha sido una lástima, pues, que por haber sido alcalde de la Transición y no haber sido elegido democráticamente haya pasado sin pena ni gloria como vulgarmente se dice, cuando él fue el principal responsable de desmontar el aparato político y administrativo del ayuntamiento franquista para luego erigir los cimientos de un ayuntamiento democrático.
Desde aquí, amigo mío, un reconocimiento y un recuerdo. Gracias por todo y hasta luego.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola este si fue un alcalde, un buen alcalde, un gran alcalde pero como siempre al bueno y al decente se le manda al ostracismo para que no pueda haber comparaciones y no se le vea el plumero al nuevo edil.

Y otra cosa son algún "alcaide" que han circulado últimamente y ya esta ultima alcaldesa que es el sumun del despropósito que ha llevado a Barcelona a la miseria.

Saludos