domingo, 17 de abril de 2011

Recordando los rallys de Montjuïc


En la entrañable montaña de Montjuïc, tierra natal de mi madre, cima del Mediterráneo y cuna de la ciudad de Barcelona, hubo una época que acogió importantes carreras automovilísticas de fama mundial. Hoy día, debido a los nuevos usos adaptados a los tiempos actuales, a las reformas urbanísticas y por razones de seguridad, esta actividad deportiva es prácticamente inviable y por ello ha dejado de celebrarse. Sin embargo, dejó un recuerdo muy especial para quienes lo vivieron en primera persona, motivo suficientemente razonable para recuperarlo del olvido y guardarlo en nuestra memoria histórica. Las primeras carreras automovilísticas realizadas en Montjuïc se celebraron durante la década de 1930, en plena Segunda República, por iniciativa de la Peña Rhin. Esta entidad nació en 1916 como una asociación de amigos aficionados a los coches y a las motos. Se reunían habitualmente en el café-restaurante Del Rhin situado en el número 2 de la plaza de Cataluña. Si bien empezó como una iniciativa privada, enseguida alcanzó una gran popularidad y sus miembros decidieron organizar cursas automovilísticas que llegaron a ser de carácter internacional. Los años 1921, 1922 y 1923 se celebraron en Vilafranca del Penedès (Voiturette), y no sería hasta el 25 de junio de 1933 que se celebrarían por primera vez en la montaña de Montjuïc (Grand Prix), a propuesta del piloto Rudi Caracciola. Fue el IV Gran Premio Peña Rhin, que contó por primera vez con la presencia de coches Ferrari. El ganador fue el chileno Juan Zanelli con su Alfa Romeo. El 17 de junio de 1934 se celebró la V edición, volviendo a ganar un Alfa Romeo pero esta vez conducido por Achille Varzi. La edición VI del 30 de junio de 1935 se celebró gracias a las aportaciones económicas del Ayuntamiento de Barcelona, encargada también de renovar el pavimento del circuito. El equipo alemán de Mercedes Benz causó una gran sensación con un gran despliegue técnico y humano jamás visto hasta entonces. El ganador fue Luigi Fagioli con su Mercedes Benz. La VII edición, celebrada el 7 de junio de 1936, fue la última cursa realizada en Barcelona debido a qué cuarenta días después se iniciaría la Guerra Civil Española. El campeonato tuvo como protagonistas la rivalidad de los pilotos Nuvolari i Caraccioa, que dirigieron sus monoplazas de 500 CV en una épica carrera que contribuyó a la capital catalana a darle un gran prestigio. Finalmente fue Tazio Nuvolari quien ganó la carrera con su Alfa Romeo. En resumen, a excepción del año 1933, en el resto de ediciones hubo un claro dominio italiano.


Transcurrido el conflicto bélico y ya en plena posguerra, Montjuïc quedó abandonada y ocupada por mucha ciudadanía barcelonesa como inmigrada de otros territorios que al no disponer de un techo digno para vivir, construyeron sus barracas que formaron diversas barriadas. La Peña Rhin restableció las cursas automovilísticas pero en Pedralbes, habilitando una entonces despoblada avenida Diagonal (entonces del Generalísimo Franco) como arteria principal para las carreras. Se celebraron en los años 1946, 1948, 1950 y 1954, siendo ésta la última, lo que supuso la desaparición del circuito y poco después de la Peña Rhin. Paralelamente, el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) y el Frente de Juventudes organizaron en el circuito de Montjuïc una carrera de turismos que retornaron las carreras automovilistas tras diez años de forzosa suspensión. El 11 de agosto de 1946 se celebró el certamen y el piloto ganador fue el catalán Enric Tintoré al volante de un Talbot Lago T26 Récord. El 15 de mayo de 1947, el RACC volvió a organizar una segunda edición en la que se proclamó vencedor Paco Godia con su voluminoso vehículo Delahaye 135. La tercera y última edición se celebró el 5 de marzo de 1948 por iniciativa de la Peña Motorista Barcelona que toma el relevo del RACC, organizando una carrera de Turismos bajo la denominación I Matinal Pro-Hospitales. No sería hasta finales de la década de 1960 que se recuperarían los campeonatos internacionales. Eran los años del llamado “Desarrollismo” y el coche tuvo un gran auge en detrimento de los transportes públicos. En 1968 España consiguió la organización de un gran premio puntuable para el Campeonato del Mundo de Fórmula 1. En ese mismo año, el Gran Premio de España se llevó a cabo en Madrid, en el circuito del Jarama, pero se acordó alternar el escenario del gran premio entre dicho circuito y el de la montaña de Montjuïc. Aquí, todo y el barraquismo latente, bajo la alcaldía de Josep Maria de Porcioles se llevaron a cabo importantes reformas urbanísticas que contribuyeron a mejorar notablemente la montaña y recuperarla como un gran espacio público de uso ciudadano, gracias a la construcción de numerosos equipamientos de ocio y cultura y a la potenciación de la Feria de Barcelona.


Y una de esas medidas de fomento fue la celebración del Gran Premio de España disputado en el circuito de Montjuïc, el 4 de mayo de 1969. El circuito, de 3,790 km de longitud, que se diseñó disponía de dos partes, una lenta y una muy rápida, lo que representó un reto para encontrar la configuración ideal de los vehículos. El trazado, que se recorría en sentido contrario a las agujas del reloj, estaba dividido en trece tramos: 1) El ángulo de Miramar o Curva del Ángulo, una de las curvas más cerradas del circuito, donde se pasaba de 250km/h a 80km/h en poco más de 300 metros; 2) Rosaleda o Curva de el Museo Etnológico, muy cerrada y bien peraltada, donde se podían efectuar adelantamientos; 3) Font del Gat, una curva ciega donde era frecuente ver como los veteranos ganaban unos metros a los más noveles; 4) Teatro Griego, una curva peraltada de casi 90º, donde el trazado del circuito se cruzaba con una calle que seguía recto; 5) Vías o Viraje de la Técnica, donde el circuito pasaba por encima de las vías del tranvía, al lado del Palacio de la Técnica; 6) Guardia Urbana o Curva de prensa, de 90º que anteriormente pasaba por delante de la tribuna de prensa y la sede de la Guardia Urbana; 7) Recta de las Fuentes, una de las más perfectas y largas del trazado, donde en algunas ediciones fue el punto de salida; 8) La Pérgola, curva suave que adoptó el nombre del restaurante ubicado en dicho tramo; 9) La Contrapérgola, curva a derechas justo al salir de la Pérgola; 10) Pueblo Español, curva crucial para poder empezar la subida en uno de los puntos más rápidos del circuito; 11) Sant Jordi, la curva más larga y rápida de todo el circuito, que se podía efectuar casi sin frenar; 12) Recta del Estadio, una curva larga y suave muy apta para efectuar adelantamientos y donde a menudo los vehículos volaban varios metros debido al cambio repentino de vertiente; y 13) Rasante, el punto más rápido donde era muy fácil ver a los vehículos planear pequeñas distancias al iniciar el cambio de vertiente y se alcanzaban los 250km/h.


El piloto ganador de aquella edición fue el británico Jackie Stewrad con su equipo Matra-Ford. El 18 de abril de 1971 hubo la segunda edición de Fórmula 1 en la cual resultó nuevamente vencedor Jackie Steward con su equipo Tyrrel-Ford. Y en la tercera edición celebrada el 29 de abril de 1973 el ganador fue el brasileño Emerson Fittipaldi del equipo Lotus-Ford. El Gran Premio de España del 27 de abril de 1975 fue el último en celebrarse debido a una tragedia que puso en evidencia la inviabilidad de estos campeonatos en un espacio como la montaña de Montjuïc. De hecho, durante los entrenamientos previos a la carrera se produjeron algunos incidentes que hicieron dudar sobre la seguridad del circuito. Durante el transcurso de la competición, después de la primera vuelta el piloto Emerson Fittipaldi se retiró de la carrera en protesta por las condiciones que ofrecía el circuito, especialmente por le mal fijamiento de los raíles de seguridad. En la vuelta número 26, el vehículo de Rolf Stommelen perdió el alerón trasero en el cambio de rasante del Estadio, voló hacia la derecha de la pista y tras dar en las alambradas de protección volvó a la pista y colisionó con el vehículo del brasileño Carlos Pace, que le seguía en segunda posición. En su vuelo el coche de Stommelen había arrollado a un bombero, un fotógrafo y dos espectadores que resultaron muertos, mientras el piloto sufrió la fractura de una pierna, una muñeca y dos costillas. La carrera fue detenida y se declaró ganador al piloto alemás Jochen Mass, del equipo McLaren-Ford, que obtuvo la mitad de los puntos. Esta tragedia puso punto y final a este campeonato que pasaría a celebrarse en otros espacios más adecuados. También obtuvo victoria la italiana Lella Lombardi (March 751 Cosworth), convirtiéndose en la primera mujer en puntuar en la historia de la Fórmula 1.


En el año 2004, el Ayuntamiento de Barcelona decidió señalizar el trazado del antiguo circuito, y los días 13 y 14 de octubre de 2007, coincidiendo con el 75 aniversario de la creación del circuito, se recreó el antiguo trazado urbano y el ambiente original, con la participación de más de ochenta vehículos de época y participaron pilotos destacados como Emerson Fittipaldi o Marc Gené. El evento fue iniciativa municipal, con la colaboración de Bacardi España, Last Lap y Ferrari. Desde el año 1991 el Campeonato de España de Fórmula 1 se celebra en el circuito de Montmeló. Y en la actualidad, la montaña de Montjuïc es testigo de esta memoria histórica mediante un monumento en recuerdo de estos eventos que tanta repercusión mundial tuvieron, y que junto a acontecimientos como la Exposición Internacional de 1929 y a los Juegos Olímpicos de 1992, así como otras celebraciones nacionales e internacionales varias, hacen del Mont Jovis no solo una cima geográfica sino también una cima de la proyección de Barcelona y de Cataluña en el mundo entero y la raíz de su progreso y su identidad.

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