Durante los años de la Transición el Gobierno español transfirió la mayoría de las competencias en materia de transporte público al Ayuntamiento de Barcelona y a la Generalitat de Catalunya. En 1976 Transportes de Barcelona adquirió los servicios interurbanos de URBAS y en 1979 pasó a denominarse Transports Municipals de Barcelona. El sistema de pago introdujo por primera vez la tarjeta multiviaje y tras algunos ensayos se empezaron a incorporar máquinas canceladoras de tarjetas en los autobuses que pasaron a tener agente único. El material móvil más antiguo se fue retirando del servicio. En 1980 empezaron a recibirse las primeras unidades del Pegaso 6038, llamado “Bus Barcelona”. Durante los años ochenta el servicio de autobuses se fue expandiendo mejorando la cobertura territorial especialmente en los barrios periféricos, las frecuencias de paso, la velocidad comercial, las correspondencias entre líneas y la creación de servicios con tarjeta multiviaje y billete combinado bus+metro. A ello aumentaron las vías urbanas con carriles bus y prioridad semafórica. Las prolongaciones del metro permitieron una importante reestructuración de líneas. Los servicios interurbanos (antiguos URBAS) se integraron a la red urbana pasando a admitir pasaje en trayectos dentro de la ciudad e igualando las tarifas con el resto de líneas. La extensión del metro hasta Badalona, Cornellà, Sant Adrià de Besòs y Santa Coloma de Gramenet comportó la supresión de líneas, la modificación de las existentes y el traspaso de otras a operadores privados, especialmente las del Barcelonès Nord.
En 1987 se creó la Entitat Metropolitana del Transport (EMT) con el objetivo de prestar conjuntamente los servicios de transporte público de su ámbito territorial mediante su gestión, planificación y coordinación. Transports Municipals de Barcelona pasó a formar parte de la EMT y cambió su denominación por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Durante este período destacó la unificación del billete sencillo para todas las líneas de la EMT urbanas e interurbanas, incluido el metro y los FGC, la venta de nuevos abonos y la renovación de la flota de autobuses.
En ese mismo año se estrenó el “Barcelona Bus Turístic” con un recorrido por los principales puntos de interés de la ciudad, iniciativa de TMB y Turisme de Barcelona bajo el patrocinio de diversas empresas. A todo ello empezaron a incorporarse autobuses de nueva concepción en cuanto a diseño, confort y mecánica. La firma Pegaso apostó por el modelo estándar 6420, mientras que Mercedes-Benz irrumpió con los modelos O-402 microbús, O-405 estándar y O-405G articulado, que retiraron los vehículos más antiguos.
En 1991 la EMT reestructuró las líneas nocturnas, cuya titularidad de la nueva red llamada “Nitbús” fue traspasada a las compañías Tubsal y Mohn.
La red de autobuses desarrolló un papel destacado durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de cara a facilitar la conexión con las llamadas áreas olímpicas. Tras un periodo de estancamiento, entre los años 1996 y 2000 se aplicó un plan de mejora de la movilidad con el objetivo de integrar y potenciar los servicios, prolongando una serie de líneas para ofrecer más posibilidades y facilitar los desplazamientos directos hacia centros de servicios y a otros lugares de interés, suprimiendo las solapadas con otras líneas de autobús y con el metro. El material móvil se fue modernizando con nuevos vehículos de piso bajo accesibles a personas de movilidad reducida de las firmas Mercedes-Benz, MAN e IVECO. Una novedad tecnológica fue la incorporación del Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE) de regulación de los servicios y controlado a través del Centro de Regulación del Tránsito (CRT). Las cocheras de autobuses se rebautizaron como Centros Operativos de Negocio (CON), entendidos como espacios destinados a preparar, coordinar, mantener y reparar la flota de autobuses y a estructurar su red. Actualmente son operativas las de Horta, Ponent, Triangle y Zona Franca.
El 19 de marzo de 1997 se creó la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), un consorcio formado por el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya, la EMT y el resto de municipios de la región metropolitana (siendo observadores el Estado y RENFE) cuya finalidad es coordinar y planificar el transporte público del ámbito metropolitano.
En 1998 entraron en servicio las primeras líneas de Bus del Barri, dotadas de microbuses que circulan por una trama urbana de difícil accesibilidad. Son de corto recorrido y unen el interior de las barriadas con lugares de interés social y de servicios así como con el resto de servicios públicos de transporte.
La red nocturna “Nitbús” se fue expandiendo por la ciudad y por las ciudades del áera metropolitana mejorando la cobertura territorial. Tras las modificaciones de los años 1996 y 1998 la oferta se amplió sobretodo durante los fines de semana y vísperas de festivos.
Llegados al siglo XXI, TMB ha desarrollado cuatro grandes apuestas: 1) incorporar nuevas tecnologías de radiocomunicaciones y de sistemas de control en la explotación, así como las mejoras en la señalización e información a los usuarios; 2) mejorar la accesibilidad mediante autobuses de piso bajo aptos para personas de movilidad reducida; 3) conciencia medioambiental, habiendo obtenido el certificado ISO 14001 “Autobuses en la Vía Pública” que acredita el nivel de calidad de la oferta; y 4) calidad externa, siendo herramienta para determinar la valoración que hacen los usuarios de los servicios de transporte mediante el Índice de Satisfacción del Cliente, cuyo objetivo es corregir los aspectos más negativos y potenciar los más positivos.
Entre el 1 de enero de 2001 y el 1 de enero de 2002, la ATM implantó la Integración Tarifaria a todas las empresas públicas y privadas de autobús, metro, ferrocarril y tranvía con el objetivo de facilitar la movilidad y los transbordos. La introducción de abonos en forma de tarjetas de banda magnética ha permitido la unificación de la diversidad de criterios tarifarios de cada empresa. La reciente aplicación de la T-Mobilitat sustituirá los actuales sistemas de pago tradicionales.
La red urbana de Barcelona dispone de una moderna flota de autobuses, midibuses, microbuses y articulados de las firmas Mercedes-Benz, MAN, Iveco, Volvo y Solaris que incorporan numerosas prestaciones de tecnología, confort, accesibilidad y seguridad. Buena parte se alimenta por gas natural comprimido, otros son híbridos y recientemente han sido adquiridos vehículos eléctricos. Entre los años 2012 y 2018 se ha procedido a reestructurar la red urbana de autobuses con la creación de nuevos servicios compuesta por 8 líneas que cruzan la ciudad horizontalmente, 17 verticalmente y 3 en diagonal. Ello se planteó como una solución para terminar con los solapamientos entre líneas y la falta de agilidad y velocidad. Como principales ventajas destacan la mayor claridad y facilidad de uso, así como un incremento de las frecuencias de paso, la rapidez, la prioridad para el autobús, la proximidad, la conectividad, el servicio y la sostenibilidad. A cambio se ha procedido a la supresión de varias líneas convencionales, a la modificación de otras y al mantenimiento del Bus del Barri. La nueva red de autobuses ha supuesto la implantación de más carriles bus, nuevas paradas, cambios de sentido en algunas calles y el establecimiento de áreas de intercambio entre líneas de autobuses o con otros sistemas de transporte.
Los servicios del Nitbús tras las mejoras del año 2006 y la posterior incorporación de nuevas líneas ha posibilitado la creación de una óptima red nocturna que permite atender las necesidades de movilidad de Barcelona y su área metropolitana durante la noche. En las ciudades del ámbito territorial de la EMT, además de establecer nuevas conexiones en autobús, se han creado servicios de proximidad, nuevas líneas urbanas y servicios semidirectos.
Fotos: Arxiu Fundació TMB.
Encara m'en recordo del bus nº22 o nº64. Quins temps.
ResponderEliminarPuede escribir sobre La Mundeta. La sra de San Andrés.
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