lunes, 3 de marzo de 2025

Merche Mar, más allá del Molino


Se recibe la triste noticia del reciente traspaso el pasado 25 de febrero de Mercè Marquès i Pons, más conocida como Merche Mar. Aseguran que jamás quiso revelar su fecha de nacimiento, por lo que la edad exacta de su muerte es desconocida. Sin embargo algunas fuentes apuntan su fecha de nacimiento el 24 de septiembre de 1947. Hija única, estudió en un colegio de monjas de la Gran Via donde adquirió conocimientos de ballet y piano. Fue en la Casa Golferichs, que en la postguerra pasó a manos de las Dominicas de la Presentación, las cuales reformaron el interior del edificio y lo convirtieron en escuela religiosa, construyendo además el anexo de la calle de Viladomat. Con 13 años debutó en los escenarios tocando el acordeón, instrumento el cual le regalaron por Reyes y que quiso aprender a tocar tras haber visto en el teatro Español a Los Vieneses, una conocida compañía de revista y opereta instalada en Barcelona desde 1942 donde destacaba la acordeonista llamada La Mignon, el actor cómico Franz Johan y la bailarina marionetista Herta Frankel. Estudió además solfeo en el Conservatorio del Liceo.


El padre de Merche quedó encantado cuando le propuso que quería ser artista, pues no existían antecedentes en la familia y estas cosas eran relativamente mal vistas en aquella ápoca. Con un permiso paterno fue a pedir trabajo a la entonces dueña del teatro El Molino, Vicenta Fernández Valle, cuyo local funcionaba en aquel momento como café concierto. Sorprendió su corta edad, de tan solo 16 años, para iniciarse en el music-hall. En todo momento acompañada por su padre superó las duras pruebas de canto, baile, acordeón y desenvoltura escénica. Era mediado de los años sesenta, coincidiendo con el lento inicio de la decadencia de la revista, si bien el mítico local del Paralelo marcaría definitivamente su vida y su trayectoria.
Fue una época tremendamente dura ya que no había días de descanso. Los sábados hacía tres funciones y el resto de días la de la tarde y la de noche, ni siquiera en Navidad o Semana Santa podía disfrutar de descanso como el resto de familias. Casi siempre ejerció como vedette cómica en la mayoría de ocasiones e intervino en espectáculos como “Rubias y morenas”, “La flauta del faraón”, “Las pícaras molineras”, “Béseme donde quiera”, “¡Arriba las faldas!”, “Viva El Molino”, “Siempre Molino” y “Taxi al Molino”, entre otras. Allá conoció a famosos artistas como Lita Claver “La Maña”, Johnson, Escamillo, Diomny, Antonio Vargas, Mary Mistral, Gardenia Pulido, Mirta Amat, Gloria Padi, Lorena Bell, Amparo Moreno, Merche Guevara y Susana Egea.


La profesión era muy sacrificada porque no se trataba únicamente de mantenerse delgada y atractiva, sino que resultaba imposible tener una relación sentimental o bien disfrutar de tus seres queridos en fechas señaladas. Recuerda ella haber tenido como público asistente a personajes famosos como Pablo Ruiz Picasso, Xavier Cugat, Salvador Dalí, Woody Allen, Robert de Niro, Rainiero de Mónaco, Alberto de Mónaco o Federico Fellini.
Mientras trabajó no tuvo libertad, pero en cuanto se jubiló aprovechó para acudir a restaurantes y shows de sus amigos del colectivo LGTBI que siempre la adoraron y la consideraron un icono del mundo gay. Fiel a su sentido del humor les decía que "a mariquita no me gana nadie" y todos se reían. Se sabe que a menudo muchos gays la llamaban por teléfono para llorarles sus penas mientras ella les escuchaba y consolaba. Era la 'tieta', como la llamaban cariñosamente.
La artista vivió el cierre de El Molino el 14 de noviembre de 1997 cuando representó su última obra “Pluma y peineta” justo el mismo año en el que falleció la antigua propietaria doña Vicenta. El 28 de octubre de 2010 el teatro reabrió sus puertas completamente remodelado con otro concepto de espectáculo gracias a la empresaria Elvira Vázquez que, tres años después, presentó un concurso de acreedores tras las representaciones de” Made in Paral·lel”, donde Merche Mar participó. Finalmente, el Ayuntamiento de Barcelona compró el local por 6,2 millones de euros.


En su larga carrera, también actuó en otros ambientes barceloneses (en el Marios’s Boîte y en la última función del teatro del Instituto Mental de la Santa Cruz), en salas de toda España e incluso tuvo algún que otro papel en el cine, como fue en las películas “El extranger-oh! de la calle Cruz del Sur” (1987), “Tiempos mejores” (1995), “Soldados de Salamina” (2003) y en las series de televisión “Pelotas” (episodio 1, 2009) y “Nico & Sunset” (en 4 episodios, 2014). En el año 2005 publicó el libro de memorias, “El Molino. Historias de una vedette”, en el 2010 participó en el documental emitido por TV3 “El meu Molino” dirigido por el cronista de Barcelona Lluís Permenyer y en el 2016 el barrio de Sants de donde era ella se le rindió un cálido homenaje tras su pregón de la Festa Major. Hasta el final de sus días vivió en su piso del Eixample.


A menudo se anuncia como que fue la última vedette de Barcelona, lo cual no es cierto si tenemos en cuenta que artistas como Lita Claver “La Maña” y Amparo Moreno todavía viven aunque ya estén retiradas. Igualmente fue todo un símbolo de una época y de una etapa muy especial de la historia de Barcelona. Que la memoria histórica preserve su recuerdo, pues desde el cielo brilla otra estrella sobre el entrañable Paralelo.

Fotos: Alfredo, Arxiu TVC, Arxiu El Molino, Merche Mar Oficial, Santiago Bartolomé.

sábado, 15 de febrero de 2025

Adiós a la cochera (C.O.N.) de autobuses de Poniente (1960-2025)


El pasado miércoles día 15 de enero del presente año cerró definitivamente la cochera de Poniente. El coche número 1914 de la línea 65 "Pl.Espanya-El Prat” fue el último vehículo en servicio que salió del recinto poniendo así punto y final a seis décadas y media de historia de unas instalaciones contemporáneas. Situada en la avenida de la Granvia, a caballo entre la Zona Franca y el término municipal de L’Hospitalet de Llobregat, entró en servicio en una fecha indeterminada de 1960. En aquellos momentos la red de autobuses se hallaba en un proceso de metropolización hacia las ciudades del extrarradio debido al fuerte crecimiento urbanístico, demográfico y económico de éstas, así como de modernización de la flota.
En sus inicios funcionó como depósito para los autobuses de Urbanizaciones y Transportes, S.A. (URBAS), pues la empresa necesitaba de un espacio más grande y moderno ante el incremento de nuevos servicios, la adquisición de nuevos autobuses y la clausura de los primitivos garajes sitos en las calles de los Castillejos y de Provença. El espacio disponía de una superficie de 2.763 m2 que incluía dos edificios. El primero, de forma diédrica y de una sola planta, de 295'88 m2, conocido como “Planetarium” por su similitud con el planetarium del paseo de la Bonanova; el segundo, de forma rectangular, con planta baja 976,41 m2 y planta superior de 1.073 m2, conocido como “Fénix” debido a las veces que se anunciaba la clausura definitiva de la cochera y luego renacía como una Ave Fénix. En sus inicios Poniente acogía las líneas EJ "Pl.España-San Justo", PR "Pl.España-El Prat", PRbis "Pl.España-Aeropuerto", SJ "Pl.Universidad-San Justo" y la estival T11 "Pl.Universidad-Castelldefels".


Hasta el año 1975 la cochera acogió como centro de descanso las nuevas líneas que URBAS creó para atender el sector del Baix Llobregat: CO "Pl. España-Cornellá" (1961), UC "Pl. Universidad-Castelldefels" (1961), COltda "Pl.España-San Ildefonso" (1963), SU1 "Mercado-San Ildefronso" (1965), PRltda "Pl.España-Bellvitge" (1967), BCltda "Pl.Universidad-San Ildefonso (Cornellá)" (1971), SU4 "Almeda-Rbla.A.Clavé" (1972) y EC "Pl. España-El Prat (San Cosme)" (1975). El 2 de junio de 1976 URBAS traspasó la cochera a Transports de Barcelona, S.A. posterior Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), junto con la de Sant Martí, en Poblenou, con motivo de la transferencia de los servicios interurbanos de la primera compañía a la segunda efectuada el 26 de mayo anterior, incluidos material móvil, concesiones y personal. La operación tuvo un coste de 276 millones de pesetas. El 1 de septiembre siguiente fueron traspasadas las líneas EC, T11, UC, SU1, SU2 y SU4 que descansaban en Poniente.
El 23 de agosto de 1985 las líneas BC, BI, CO, EA, EB, SJ, 605 y 835 pasaron a la cochera de la Zona Franca, junto con todo el personal de TMB, lo cual permitió la clausura definitiva de la cochera de la calle de Puigcerdà y también la de Poniente, todo ello en un plan de disminución del número de autobuses en servicio y en definitiva, de reducción de costes.


Tras unos años cerrada a principios del 2002 la cochera reabrió sus puertas completamente modernizada con una superficie útil de 3.190 m2 y capacidad para 110 autobuses, posteriormente ampliada a 124, dotando de un equipo de 150 trabajadores. Desde entonces se convirtió en el primer Centro de Operaciones de Negocio (C.O.N.) de TMB en obtener la certificación de calidad UNE-EN 13816, norma orientada a acercar la calidad a la gestión del transporte público de pasajeros, centrándose en las necesidades y expectativas de los clientes. El edificio "Planetarium" acogía las oficinas principales, el centro operativo de líneas, la jefatura de explotación, la sala de de liquidación, la sala de conductores, la sala de vending y los servicios. A modo de actividades sociales, durante las fiestas navideñas se organizaba un concurso infantil de dibujo en el cual participaban os hijos de los empleados. A todo ello, durante esta última etapa la cochera acogió en numerosas ocasiones a trabajadores en paro para la realización de prácticas profesionales, en base a un convenio con el Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC). En 2014 el almacén de Poniente recibió la placa de certificación 5Sel cual reconoce la garantía del trabajo bien hecho, el mantenimiento en el tiempo de las mejoras alcanzadas y los buenos hábitos y buenas prácticas en el trabajo diario.


El 28 de marzo de 2023 puso en marcha una planta de producción de biometano a partir de los lodos de la depuradora de la ecofactoría del Baix Llobregat y se adaptó el coche 1798 para este tipo de biocombustible. Finalmente, debido a unas disposiciones urbanísticas del plan Biopol-Gran Via de L’Hospitalet de Llobregat, un nuevo polo de actividad económica vinculado a la investigación y las ciencias de la salud, se decidió que en el año 2025 cerraría definitivamente sus puertas. Desde el 4 de marzo de 2023 ya había trasladado su actividad los sábados, domingos y festivos a Zona Franca como un primer paso. El lunes día 13 a las 0:48h de la noche entró a descansar el último vehículo en servicio, de la línea 46 “Pl.Espanya-Aeroport” y todas las 13 líneas que allá operaban (13, 23, 46, 65, 70, 91, 107, 115, 125, V3, V11, D40 y X2) fueron trasladadas al C.O.N. de Zona Franca, de mayor superficie, mejor comunicado y recientemente modernizado. Sólo el personal de Implantación y Mantenimiento de Tecnología de Bus (IMTEC) permaneció unos días más. El sábado día 1 del presente mes de febrero se celebró una pequeña fiesta de despedida en la cual participaron unos 400 empleados de TMB acompañados de sus familiares.



Fotos: ACEMA, Arxiu laciutat.cat, Arxiu TMB, César Ariño Planchería, José Mora Martín.

Referencias principales: www.autobusesbcn.es, www.tmb.cat, www.wikipedia.org.

viernes, 31 de enero de 2025

Los Tres Tombs: 200 años de tradición en Barcelona

Foto: 
Ens de l'Associacionisme Cultural Català

Se celebran los 200 años de los Tres Tombs en Barcelona, una tradición muy arraigada en la capital catalana que forma parte de la identidad y la cultura popular de la ciudad. Sus orígenes se remontan con motivo de la festividad de San Antonio Abad (Egipto 251-356) también llamada de San Antón, el 17 de enero, coincidiendo con el fallecimiento del citado personaje. Según cuenta la antigua tradición popular el gobernador de la ciudad tenía una hija gravemente enferma a causa de unos malos espíritus que la habían poseído, motivo por el cual envió a dos emisarios suyos a visitar a San Antonio y pedirle que viniera a curarla. Llegados dichos emisarios al desierto de la Tebaida (Egipto), éstos le expusieron el objeto de su visita, pero debido a ciertos asuntos por resolver le era imposible ir a Barcelona. Sin embargo, cuando los emisarios emprendieron su viaje de regreso, San Antonio se subió a una nube y voló hacia Barcelona. Al llegar aterrizó cerca del mar, en una playa que había cercana en terrenos que posteriormente ocupó la actual plaza de las Armas del parque de la Ciutadella. Llegado San Antonio a la capital catalana encontró a una cerda que transportaba en su boca a un cochinillo recién nacido que no podía andar. El animal lo dejó a los pies de él y éste al enseñarle la pierna le curó la cojera, motivo por el cual la cría desde entonces siempre lo acompañó. De ahí que se le conozca como Sant Antoni del Porquet o Sant Antoni dels Ases. Igualmente curó a la hija poseída del gobernador.

Dibujo de Lluís Pellicer. Fotograbado de Thomas

A partir de esta historia la figura de San Antonio se convirtió en el patrón de los animales, de ahí que quienes poseían tanto ganado como animales de compañía celebraban esta festividad llevando incluso a bendecirlos. En sus inicios dicha fiesta la organizaban los Gremios de Inquilinos de Mulas, de Traginers y de Bastaixos de Ribera, los cuales tenían su local en la plaza de los Traginers, donde se ubicaba una capillita dedicada a su patrón San Antonio. Entre el primer y el tercer Gremio existían desacuerdos en cuanto a la celebración de la fiesta, y por tal de armonizar los intereses de ambas entidades, el Consell de Cent de Barcelona decidió en 1432 que el Gremio de Inquilinos de Mulas lo celebrara su fiesta el domingo siguiente al día de San Antonio.
El cura, acompañado de un monaguillo, daba la bendición al caballo y a su jinete. Hacía comer al primero un panellet mientras que el jinete también recibía unos panellets bendecidos y remuneraba la bendición con una moneda que nunca podía ser cobre. El jinete hacía levantar su caballo patas arriba y sosteniendo al animal sólo con las de atrás, le hacía dar tres vueltas en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor de una hoguera hechos con ramas verdes, de ahí el nombre de Tres Tombs. El primer vuelco era para pedir protección para los animales, el segundo para pedir una buena cosecha y el tercero para pedir salud para las personas. Si bien la festividad de San Antonio tiene origen medieval, acerca de la cabalgata de los Tres Tombs existe constancia en base a la transmisión oral de que al menos se celebra desde el año 1825, si bien es probable de que fuese conmemorada en fechas más antiguas puesto que no existe documento que en verdad lo acredite.

Foto: La Ilustració Catalana (1906)

Foto: La Ilustració Catalana (1906)

Una vez bendecidos los caballos de la cabalgata la rúa continuaba por la ciudad y visitaba las casas de los prohombres de los gremios, las autoridades y gente de la realeza. Antes de ir a comer hacían una visita a la plaza de los arrieros, donde les esperaban las juntas y la plana mayor de los tres gremios que no habían concurrido a la cabalgata. Por la tarde se celebraba un gran baile al aire libre en la plaza de los Traginers, al cual concurrían los gitanos de Sants y llegada la noche se celebraba en el local de La Patacada, ubicado primero en la Rambla de Santa Mònica y posteriormente de la calle de las Tàpies.
Con el paso de los años los tres Gremios desaparecieron de modo que en 1872, tras fundarse el Montepío de San Antonio Abad (Cocheros de Barcelona), se encargaron éstos de continuar la fiesta de Los Tres Tombs de Barcelona. La comitiva pasó a salir desde la Casa de la Caridad, en la calle de Montalegre y a celebrar la rúa por la manzana en la que estaba enclavada la iglesia de San Antonio, hoy agregada al convento de los Padres Escolapios. A mediados del pasado siglo cambió su denominación por Caleseros de Barcelona. Hasta el año 1882 se celebró la tradicional Rifa del Porc de Sant Antoni con el propósito de recaudar fondos para el hospital de Sant Llàtzer, en la plaza del Pedró. El recorrido de la cabalgata se ha ido modificando siempre adaptándose a los cambios y transformaciones de la ciudad. Un acto que progresivamente son las visitas a las máximas autoridades religiosas, políticas y militares.

Foto: www.barcelonaaldia.com

Foto: Ajuntament de Barcelona

Tras el derribo de las murallas medievales y la apertura de la Via Laietana que comportó, entre otras cosas, la desaparición de la antigua plaza de los Traginers, se ha mantenido hasta la actualidad como punto de bendición de los animales la Escola Pia de Sant Antoni, en la ronda de Sant Pau. Esta costumbre se ha extendido a los animales domésticos, con lo cual fue cada vez más popular que las personas llevaran sus mascotas a bendecir en la puerta de la iglesia el día de los Tres Tombs. La cabalgata amplió progresivamente su recorrido desde Montjuïc hasta la avenida de Mistral, donde se hace una ceremonia de entrega de los estandartes, para proseguir hasta la plaza de Sant Jaume, donde las principales autoridades municipales reciben el cortejo. Participan hasta un total de diecisiete jinetes vestidos de gala, la Guardia Urbana de Barcelona montada a caballo, así como carruajes pertenecientes a entidades y administraciones varias organizadoras de la diada. Hace presencia un carruaje con la imagen de San Antonio. En 1985 se fundó la "Germandat de Sant Antoni Abat de Barcelona, Patronat dels Tres Tombs", actual “Federació dels Tres Tombs de Sant Antoni de Barcelona” con antiguos miembros del extinto “Montepío de San Antonio Abad”.

Foto: curiositats.cat

Foto: Ajuntament de Barcelona

Entrados al siglo XXI la fiesta de los Tres Tombs estuvo a punto de desaparecer en el año 2006 cuando la Hermandad de San Antonio Abad desistió de organizarla por falta de apoyo administrativo, pero finalmente varias entidades comerciales, sociales y culturales decidieron tomar el relevo en la organización. Tras un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona a partir del 2007 pasó a celebrarse el primer sábado después del día 17, con un nuevo recorrido y con una mayor presencia de carruajes venidos de toda Cataluña. En la actualidad la cabalgata de los Tres Tombs de Barcelona está organizada por la “Federació dels Tres Tombs de Sant Antoni de Barcelona”, una entidad cultural formada por la Germandat de Sant Antoni Abat, Arca de Noé, Associació de Veïns i Veïnes del Barri de Sant Antoni y Sant Antoni Comerç, con el apoyo del Distrito del Eixample y el Ayuntamiento de Barcelona. En 2013 se recuperó la Rifa del Porc de Sant Antoni, si bien en realidad se trata de un sorteo de cestas de productos regalados por los tocineros del barrio, que semanas antes reparten números entre la clientela. Otro acto incorporado ha sido el lanzamiento de las 150 palomas de San Antonio que da inicio a la fiesta, una nueva tradición que cuenta con la participación de la Societat de Coloms Missatgers de Catalunya y que se hace eco de los ciento cincuenta deseos que la ciudad pide al santo. A modo de curiosidad, desde el año 2016 y con la voluntad de sumar a los más jóvenes a la fiesta, en la Escola Pia de Sant Antoni, el presidente de la “Federació dels Tres Tombs de Sant Antoni de Barcelona”, acompañado del abanderado oficial y su séquito, visitan cada año el centro educativo para entregar el nombramiento de abanderados infantiles a todos los alumnos y se les invita a participar de la cabalgata.

Foto: Federació dels Tres Tombs de Sant Antoni

Foto: FTCC. Federació Catalana dels Tres Tombs

Durante estos últimos años los colectivos animalistas ha presionado para intentar acabar con esta tradición debido a que, según aseguran, perjudica la salud de los animales de tiro y supone una explotación y uso de estos seres como espectáculo público. Por ello y para garantizar que la fiesta no vulnere el bienestar animal se aprobó el llamado “Protocol de benestar animal, seguretat i reglament d’ordre de les cavalcades i passades de la federació Catalana dels Tres Tombs”. Durante este año 2025, con motivo del 200 aniversario de la celebración de los Tres Tombs en Barcelona, la capital catalana fue designada como sede de la XXVIII Trobada Nacional dels Tres Tombs de Catalunya.

martes, 14 de enero de 2025

Adiós a “La Chunga”, la bailaora y pintora que Barcelona catapultó al estrellato

"La Chunga" y Claudia Cardinale (1963). Foto: Colita

Iniciamos el nuevo año 2025 recordando a Micaela Flores Amaya, más conocida como “La Chunga”, que falleció a los 87 años de edad el pasado día 3 del presente mes de enero. Mucho se podría explicar acerca de esta artista polifacética, bailaora y pintora. Sin embargo prefiero centrarme en su etapa barcelonesa, lamentablemente olvidada, donde forjó su fama que la catapultó al estrellato tanto nacional como internacional. Prima de la bailaora Carmen Amaya Amaya, nació, según contaban, dentro de un carromato tirado por  un burro en las afueras de Marsella (Francia) en 1938, en una fecha incierta, durante la recogida de la vendimia. Sus padres, Paco Flores (gitano de origen andaluz) y Joaquina Amaya (gitana de origen catalán) ya habían residido anteriormente en Barcelona, sin embargo habían huido debido a la Guerra Civil, como muchos tantos también hicieron. El retorno a España no se produjo hasta 1948. Ella entonces contaba con 9 años de edad. Su popular apodo de "La Chunga" se lo puso su propia familia porque, según aseguraban, de niña era muy pequeña y muy fea.

"La Chunga" en Ca la Rosita. Foto: Jacques Léonard

Criada en un ambiente flamenco y gitano, desde niña comenzó a mostrar su talento, estando su infancia marcada por las celebraciones familiares y las fiestas tradicionales. En su infancia y adolescencia vivió en uno de los muchos barrios de barracas de la montaña de Montjuïc y brevemente en la calle de Sant Pau frente a la ya desaparecida librería Millà. Empezó a bailar en Ca la Rosita, una bodega de la avenida del Paral•lel frecuentada por la comunidad gitana donde se realizaban fiestas y verbenas. Luego actuó por distintos bares del Distrito V, el popular Barrio Chino, actual Raval, así como también por la calle de los Escudellers.
Fue precisamente en una de esas actuaciones cuando un reconocido productor e importante figura del flamenco llamado Francisco Rebés descubrió arte y potencial en aquella niña, razón por la cual decidió convertirse en su padrino y protector, llevándola a recibir formación con Emma Maleras, entonces la mejor maestra de la época sita en Barcelona. Fue en verano del año 1953. De este modo desarrolló su estilo propio, siempre descalza porque le molestaban los zapatos, hasta el punto de convertirse en una de las figuras más codiciadas del flamenco. Su extraordinaria aptitud logró que saliera de la pobreza e incluso ayudara a sus padres y familia en todo lo que necesitaran. De manos de su mecenas se convirtió en modelo y conoció a numerosos artistas e intelectuales de la época como Picasso, Salvador Dalí, Joan Miró, Blas de Otero, José Manuel Caballero Bonald, León Felipe y Rafael Alberti, entre otros, algunos de los cuales la llamaron "la musa gitana".

"La Chunga " en un local de la calle dels Escudellers. Detrás, Joan Miró (1955). Foto: Francesc Català-Roca

En 1955 Francisco Rebés la presentó en el cabaret Emporium, en la calle de Muntaner, lo cual supuso su lanzamiento profesional como bailaora. Tras una temporada de giras en 1957 regresó de nuevo a Barcelona, actuando en el teatro Candilejas, en la rambla de Catalunya, junto a artistas como el guitarrista José Pubill y Los Pelaos, entre otros. En 1958 actuó por primera vez en el teatro del Liceu, homenajeando al empresario y coreógrafo de ballet chileno Jorge Cuevas Bartholín, Marqués de Cuevas. A modo de anécdota, con la intención de crear un ambiente más realista en el escenario, trajeron a más de cien hombres y mujeres de etnia gitana procedentes del barrio de Can Tunis.

"La Chunga" junto a Johnny Hallyday, Melina Mercouri, Charles Aznavour y Charles Trenet.Foto: Getty Images

En 1961 retomó como protagonista del espectáculo titulado “Chunga Carrusel” en el teatro Victoria, en la avenida del Paral•lel, actuando junto a Pepín Cabrales, El Chaleco, Ramón Vélez, Paquito Izquierdo, Manolo Sisón y Juan el Pelao.
El 21 de marzo de 1961 contrajo matrimonio con el director José Luis Gonzalvo con quien intervino en una de sus películas. Tuvieron tres hijos: Curro, Luis y Pilar.
En el teatro Windsor, en la avenida Diagonal, junto al Perlo de Triana, Tomás de Madrid y Faiquillo, presentó en 1969 su nuevo espectáculo con el cual recorrió tanto el resto de España como diversos países.
En 1971 hizo presencia y actuó en la inauguración del tablao flamenco El Cordobés, en la Rambla, justo el año en que se retiró de los escenarios por largas temporadas hasta 1977.

"La Chunga" en Montjuïc (1953). Foto: Francesc Català-Roca

Tras retirarse definitivamente como bailaora, se dedicó de pleno a la pintura, talento que también descubrió en Barcelona. Fue por casualidad en el estudio de Francisco Rebés, cuando contaba con tan solo 9 años de edad y posaba como modelo para él a cambio de 15 pesetas la hora. Un día ella se quedó sola en el estudio y ante el aburrimiento decidió tomar unos pinceles y se puso a pintar. A modo de anécdota merece recordar que su frenético movimiento de baile impresionó al pintor Salvador Dalí, el cual le propuso a la bailaora que sobre un lienzo dispuesto en el suelo con varios tubos de pintura bailara descalza pisando y esparciendo la pintura sobre la tela mientras acompañaba en la música el guitarrista Ramón Gómez. El resultado fue una obra pictórica realizada con los pies. Picasso llegó a definir el estilo pictórico de "La Chunga" como naíf.

"La Chunga y Ava Gardner en el tablao "La Pañoleta" de Palamós. Foto: archivo Sebastià Gasch

En el ámbito nacional e internacional podemos resumir que actuó por toda España (en la Costa Brava conoció a Ava Gardner) gracias al impulso de personajes como Pastora Imperio (del tablao 'La Pañoleta" de Palamós) y  Manuel del Rey (del "Tablao de la Morería" de Madrid) e hizo giras por los Estados Unidos (siendo invitada en el show de Ed Sullivan), Chile, México, Venezuela, Cuba y  Argentina, además de colaborar en acontecimientos culturales en Bruselas y París con una compañía artística que ella misma creó. Llegó a participar también en algunas películas hasta 1986.

"La Chunga" haciendo su célebre pintura con los pies mientras baila ante la atenta mirada de Salvador Dalí y Gala, en Portlligat (1957). Foto: desconocido

(Mal) acostumbrados a definir los sentimientos de pertenencia hacia un territorio en base a postulados estandarizados (criterios habitualmente partidistas) no debemos olvidar que Micaela Flores Amaya "La Chunga" también fue catalana y a su propia manera se sintió y se apegó, pues ella así lo manifestó abiertamente en algunas entrevistas. Desde Madrid jamás olvidó Barcelona, la ciudad que la forjó como artista. Que la memoria histórica que tanto gusta reivindicar no la deje al margen de una realidad ineludible. Desde allá donde estés baila incansable para la eternidad.