viernes, 14 de julio de 2017

30 años del Barcelona Bus Turístic: una visión personal


El no menos internacionalmente famoso Bus Turístic de Barcelona ha cumplido tres décadas de vida. Nacido como un servicio modesto de carácter temporal, actualmente se ha convertido en la línea más rentable de la red de autobuses y ha transportado a millones de visitantes de todo el planeta a los principales puntos de interés de la ciudad.
Anteriormente sólo hubo el precedente de los autobuses turísticos implantados con motivo de la Exposición Internacional y que circularon durante los años 1929 y 1930. Unos vehículos de la firma Laffly ofrecían el llamado "Gran Circuito de Lujo", de recorrido muy completo incluso más allá de las zonas tradicionalmente turísticas, y el "Circuito Interior", con un trayecto más corto que el anterior. Un acuerdo entre la Compañía General de Autobuses de Barcelona y el Patronato Municipal de Turismo hizo posibles ambos servicios. No han sido pocas las empresas de transporte que a lo largo del siglo XX intentaron establecer una línea turística en la ciudad, pero ninguna de ellas recibió el beneplácito municipal favorable.


Cincuenta y ocho años después Barcelona volvió a tener autobuses turísticos. Ello no se ha debido a una casualidad sino a raíz de la designación de la Ciudad Condal como sede de los XXV Juegos Olímpicos de la historia. En ese momento se desplegaron las políticas que permitieron al sector turismo empezar a tener cada vez más peso económico en detrimento de la industria y de otros sectores económicos en declive, un fenómeno propio de la ciudad postindustrial. El inicio de este cambio de rumbo de la ciudad para dejar atrás lo que fue durante muchos años y abrirse a un nuevo concepto todavía hoy vigente quedó de algún modo simbolizado con la puesta en marcha del Bus Turístic. Un acuerdo entre el Patronat de Turisme de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona y Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) permitió que el 25 de junio de 1987 se inaugurara la línea 100 "Descobrim Barcelona". También colaboraron en la iniciativa American Express, El Corte Inglés y Majorica. Ante la falta de material móvil adecuado para esta clase de servicio, fueron pintados dos autobuses urbanos Pegaso 6038 (el 6226 y el 6045) con una nueva imagen exterior. A bordo de cada vehículo iba una azafata de apoyo a los usuarios y se repartían unas guías informativas. El precio del billete era de 300 pesetas y permitía a cada viajero utilizar la línea durante todo un día, bajar y hacer las visitas que quisiera en el entorno de cada parada, y a continuación volver a subir y retomar el recorrido así como acceder libremente al Tramvía Blau, al funicular y al teleférico de Montjuïc.


Estos tres sistemas de transporte singulares junto con el Bus Turístic fueron promocionados bajo la denominación de "Barcelona Transports Turístics". Con esta modalidad de billete Barcelona se convirtió en la primera ciudad europea en implantar este sistema forfet o de "sube y baja" en un transporte turístico. Dicho billete era adquirible en el mismo autobús y en las oficinas de TMB. El recorrido, de una hora y media de duración, disponía de diez paradas: 1) Pla de Palau, 2) Plaça de Sant Jaume-Barri Gòtic, 3)  Plaça de Catalunya, 4) Sagrada Familia, 5) Avinguda del Tibidabo, 6) Plaça de la Reina Maria Cristina, 7) Estació Central de Sants, 8) Poble Espanyol, 9) Parc de Montjuïc y 10) Colom. La primera salida se efectuaba a las 10:00h. de la mañana y la última a las 19:00h. de la tarde. Tras haber viajado un total de 11.357 personas, el 12 de septiembre dejó de circular, considerándose satisfactorio el balance final teniendo en cuenta que se trataba de una novedad y que todavía quedaba un largo camino por recorrer en cuanto a introducción de mejoras para hacer del Bus Turístic un servicio competitivo semejante a los de otras ciudades del mundo. Por ello los años siguientes serían decisivos para determinar si el servicio triunfaría y continuaría o, por contra, fracasaría y desaparecería.


El periodo de 1988 a 1992 significó una segunda etapa caracterizada por el incremento de usuarios. El número de paradas y el recorrido se amplió para acercar a más lugares de interés como La Pedrera, el parque Güell, el parque de la Creueta del Coll, el monasterio de Pedralbes y la Anilla Olímpica de Montjuïc. Viajar en el Bus Turístic suponía contemplar la transformación de Barcelona de cara a los Juegos Olímpicos. Las tarifas ofrecieron en 1988 un billete de un día y otro de tres días, pero a partir de 1989 se implantó el billete de un día y el de medio día, y desde 1991 el billete infantil. Aunque el precio se incrementó año tras año por el coste de la vida, a cambio se extendieron los descuentos a lugares de interés turístico como museos, parques y monumentos, a cadenas de restaurantes tipo fast-food y a transportes de ocio como el funicular del Tibidabo y las golondrinas. El sistema también era de billete forfet o "sube y baja" y es la modalidad que nos ha llegado hasta la actualidad.


El material móvil también mejoró con la incorporación de los autobuses más modernos del momento, climatizados y con un sistema de megafonía con el cual las azafatas informaban a los pasajeros de las paradas y los lugares de interés. La oferta también fue mejorando, ampliando la frecuencia de paso y circulando durante más días aunque siempre en periodo veraniego. En 1991 se modificó levemente el recorrido y se afianzaron tanto el nuevo color corporativo de franja lateral azul como la nueva denominación "Barcelona Bus Turístic" que substituía la de "Barcelona Singular". El año 1992, coincidiendo con los XXV Juegos Olímpicos, fue el mejor en cuanto a rentabilidad del servicio, alcanzando los 86.145 pasajeros gracias al número de visitantes tanto procedentes de toda España como del resto del mundo que llegaron a la ciudad atraídos por el certamen. Incluso se daba frecuentemente el caso de muchos barceloneses que tomaban el Bus Turístic por curiosidad y para darse un paseo general por la ciudad.


De 1993 a 1997 hubo una tercera etapa, de consolidación, en la cual quedó certificado el éxito del Bus Turístic tras la fiebre de los Juegos Olímpicos, pues el número de pasajeros no disminuyó sino que continuó al alza, claro reflejo del incremento anual de turistas al posicionarse Barcelona como uno de los grandes destinos mundiales. El tradicional turismo de negocios, ferias y congresos fue sobrepasado por el turismo de ocio, de placer y comercial, caracterizado por ser un turismo de masas. Además, la transformación urbanística de la ciudad reforzó Barcelona como ciudad bimilenaria con patrimonio histórico y monumental singular, como ciudad de equipamientos y dinámicas culturales destacadas, como capital política, como capital económica, como ciudad de negocios destacada con centro de ferias y congresos, como plaza comercial de gran atracción, como ciudad universitaria, sobretodo como capital deportiva y como centro de atracción de servicios especializados, entre muchas otras funciones terciarias. A partir de 1993 se introdujeron modernos autobuses de piso bajo sin escalones y adaptados a personas de movilidad reducida, hecho que hacía más atractivo el servicio a la vez que se ofrecía mejor imagen. 


El número de pasajeros llegó por primera vez a la cifra de 100.000. Ese año el Patronat de Turisme de Barcelona desapareció dando lugar a Turisme de Barcelona, formado por el Ayuntamiento de Barcelona, la Cambra de Comerç, Indústria i Navegació de Barcelona y la Fundació Barcelona Promoció. Este consorcio pasaría a gestionar el Bus Turístic. En 1996 amplió el periodo de circulación desde Semana Santa hasta mediados de otoño, llegando a funcionar durante nueve meses al año. A ello se añadió la singular novedad de la incorporación de los primeros autobuses de dos pisos con el imperial descapotable. Por las calles de Barcelona volvían a circular imperiales tras veintiocho años de haber sido retirado los antiguos ACLO de 1948. Para ello se adquirieron de Berlín cinco unidades de segunda mano M.A.N. SD-200 que fueron profundamente reformadas y habilitadas para el servicio. Con ello se decidió imitar a los autobuses turísticos de otras ciudades importantes, cuyo atractivo es contemplar la ciudad desde lo alto y al descubierto.


Entre 1997 y 2006 se abrió una cuarta etapa de expansión del servicio, con la creación de nuevas líneas, la ampliación anual del periodo de circulación hasta abarcar todo el año entero a partir del año 2000 (salvo el 1 de enero y el 25 de diciembre) y la adquisición de más autobuses de dos pisos, vehículo definitivo y exclusivo para el Bus Turístic. Algunos se compraron de segunda mano de Berlín (M.A.N. SD-200) mientras que otros eran de nueva construcción carrozados por Sercar en Zaragoza (M.A.N. NL222F). Desde entonces estos vehículos también pueden ser alquilables para visitas privadas para grupos, esporádicamente son usados para las rúas que organiza por la ciudad el F.C. Barcelona cuando gana un título y anualmente en la Cabalgata de Reyes Magos adecuadamente engalanados. Exteriormente todos los vehículos incorporaron el logotipo del ojo. Las tarifas volvieron a cambiar con la posibilidad de adquirir un billete para un día y otro para dos días. El éxito del servicio, el creciente e imparable número de pasajeros y la necesidad de atender a los numerosos lugares de interés de la ciudad obligó a dividir en 1998 el Bus Turístic en dos líneas: la Ruta Norte (actual Ruta Azul) y la Ruta Sur (actual Ruta Roja). 


Ambas tienen el origen y final en la plaza de Cataluña y con la adquisición de cualquier billete forfet se permite el transbordo indistintamente de una línea a otra. Al año siguiente el número de pasajeros superó por primera vez el medio millón de usuarios. Gracias a los beneficios económicos que generaba el servicio, fue posible la creación en Barcelona del llamado "Bus del Barri", unos servicios de proximidad servidos por vehículos de pequeñas dimensiones que permiten acercar el transporte público a aquellos barrios aislados de difícil accesibilidad. Ello es un buen ejemplo de cómo los beneficios se invierten en transporte público, lo cual supone además una disminución de las necesidades de financiación por parte de TMB de unos 10 millones de euros. El 80% de dichos beneficios se invierten para el transporte público barcelonés y el 20% restante para la promoción de Barcelona.
Ya en pleno siglo XXI, el cambio al euro, la celebración del Any Gaudí 2002 (en el cual se alcanzó por primera vez la cifra de un millón de viajeros) y el Fòrum Universal de les Cultures 2004 fueron fenómenos que comportaron un notable incremento de la afluencia de turistas en la ciudad.


Con motivo de la inauguración del Fòrum Universal de les Cultures el 9 de mayo de 2004, se creó la nueva Ruta Fòrum (actual Ruta Verde), una tercera línea que, partiendo de la plaza de los Voluntarios (Vila Olímpica), discurre por el litoral barcelonés hasta Diagonal Mar. Esta línea es de temporada y circula solo de primavera a otoño. Su oferta la asemeja a las otras dos rutas, con las cuales enlaza en cinco paradas, incluso el billete forfet permite usar indistintamente las tres líneas.
En relación al material móvil, entre los años 2005 y 2007 fueron recarrozados por Sercar siete autobuses M.A.N. NL-202 de 1992 para convertirlos en jardineras de un solo piso. Desde entonces pasaron a circular esporádicamente y casi siempre destinados a la Ruta Verde. Y entre los años 2004 y 2006 fueron retirados todos los autobuses ex-Berlín gracias a la compra de más unidades modernas.


Y el 4 de agosto del 2006 se inauguró una cuarta línea, también de temporada: el Bus Turístic Nit (actual Barcelona Night Tour Bus), con un recorrido a caballo entre la Ruta Azul y la Ruta Roja que permite disfrutar del paisaje nocturno barcelonés. Solo tiene una única salida a las 21:30h. desde la plaza de Catalunya  y circula únicamente los viernes, sábados y domingos de mayo a octubre. Iniciativa impulsada por el proyecto "Barcelona Smart Moving", su creación respondió a la necesidad de reforzar la oferta turística nocturna de la ciudad y tiene un promedio de pasajeros que ya supera los 7.000 por temporada.
Y desde el año 2007 hasta la actualidad se ha vivido una quinta etapa de reafirmación en tanto que el Bus Turístic se ha convertido en el principal promotor nacional e internacional de la ciudad a pesar de la incidencia de la crisis económica y financiera mundial así como de los conflictos internacionales. Ello ha sido posible gracias a que el sector turismo ha ido creciendo año tras año hasta alcanzar un récord en el 2010 con 7,13 millones de turistas y 14 millones de pernoctaciones. Barcelona ha pasado de ser una ciudad para el turismo a ser una ciudad turística, ocupando la cuarta posición en número de llegadas de turistas internacionales, situándose entre las 25 ciudades del mundo preferidas por el turismo internacional, la sexta ciudad europea receptora de inversiones extranjeras y la séptima ciudad del mundo con mejores perspectivas de futuro.


Durante el año 2007 se incorporó exteriormente en todos los vehículos una nueva imagen corporativa que modificaba levemente la anterior y en el interior un sistema de audio en 16 idiomas con auriculares, explicativo de los lugares de interés de la ciudad. Entre los años 2016 y 2017 se adquirieron nuevos autobuses imperiales descapotables de 14 metros de longitud, de las firmas Volvo y Ayats, de motor híbrido y una capacidad para pasajeros de un 35% superior. Ello ha permitido retirar del servicio a las jardineras y pronto empezarán a sustituir a los imperiales descapotables más antiguos. A partir del 9 de enero del presente año, coincidiendo con el 30 aniversario del Bus Turístic, se ha cambiado el color corporativo de los vehículos por una nueva imagen policromada inspirada en diferentes elementos identitarios del paisaje urbano barcelonés como por ejemplo el reflejo del sol sobre el mar, el trencadís de Gaudí, las baldosas de las calles de la ciudad, las vidrieras de las iglesias o los colores de la Torre Agbar y el Pez Olímpico de Frank Gehry. El billete forfet o de "subida y bajada", la azafata de bienvenida y atención a los pasajeros, la guía de las rutas turísticas y el talonario de descuentos son elementos que se han mantenido hasta la actualidad. 


Actualmente la aplicación de nuevas tecnologías ha permitido incorporar aplicaciones para Smartphones con información del servicio y de la ciudad, conectores USB en los vehículos para la carga de dispositivos móviles y códigos QR en las paradas. Además, en estos últimos cuatro años consecutivos el Bus Turístic ha revalidado el título de excelencia expedido por TripAdvisor y es miembro de la red internacional de autobuses turísticos CitySightseeing. Actualmente en temporada alta la frecuencia de paso de las tres líneas es de 5 minutos, ofrecen 44 paradas, funciona de las 9:00h. a las 20:00h. y circulan hasta 74 vehículos todos ellos imperiales descapotables, climatizados y accesibles a personas de movilidad reducida. El número de pasajeros que ya supera los dos millones anuales y los beneficios obtenidos ha conseguido que el Bus Turístic de Barcelona sea el segundo operador turístico más rentable del mundo después del de Nueva York, a la vez un modelo de colaboración público-privado a imitar.


Con la ampliación del mapa turístico de la ciudad por la mayoría de barrios de Barcelona, debería plantearse la modificación de los actuales recorridos de las tres líneas del Bus Turístic para adaptarse a la nueva realidad. Para ello la Ruta Verde sería la que ofrecería más posibilidades, pues zonas como la avenida Diagonal a su paso por Poblenou, el 22@, el área de nueva centralidad de la plaza de las Glòries, la Monumental y en un futuro no muy lejano la estación central de La Sagrera y el parque lineal se convertirán en núcleos de gran potencial social, cultural y económico y, por consiguiente, de interés turístico.

Fotos: Arxiu TMB, bcnshop.barcelonaturisme.com, Joan Antoni Solsona, José Mora Martín, Josep Pretel, Josep Ramon Torne (El Periódico), Miquel Segura Llop, Pere París Acera, www.revistaviajeros.com.

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