miércoles, 28 de septiembre de 2016

En defensa del MONUMENTO A COLÓN

Vista nocturna

Leo con sorpresa, indignación y estupor la propuesta de la CUP de retirar el monumento a Colón de la ciudad de Barcelona. Últimamente estamos acostumbrados a escuchar rarezas que finalmente suponen una pérdida de tiempo y dinero en tiempos de crisis, donde algunas formaciones políticas alardean de invertir en aquello que es prioritario. Sin embargo, ya hemos sido protagonistas de propuestas estériles que, finalmente, además de crear polémica y dividir a la sociedad forjando un conflicto allá donde no existía, nos llevan inexorablemente hacia una vía muerta.
Barcelona fue antaño la ciudad del mundo que mejor dedicó a la memoria de Cristóbal Colón. El malintencionado (y a mi parecer, políticamente consentido) incendio de la réplica de la nao Santa María por parte de la banda terrorista Terra Lliure en 1991 y la nula voluntad de restaurarla o reconstruirla ya fue un primer aviso de hacia dónde podrían llegar a derivar determinadas actitudes políticas.

Proyecto inicial de Gaietà Buïgas

Igual que yo, una inmensa mayoría de quienes defendemos la permanencia del monumento a Cristóbal Colón e incluso la restitución de una nueva réplica de la nao Santa María no lo hacemos en absoluto bajo criterios anticatalanes, españolistas, antidemocráticos, imperialistas, racistas, esclavistas, ultraconservadores, reaccionarios, nacional-catolicistas o franquistas. Todos estos términos y otros más son los que a menudo usarán algunos de quienes sí se postulen en favor de su desaparición para coaccionarnos, infundarnos miedo y obligarnos a la autocensura. Lamentablemente suele ser una práctica muy recurrente para criminalizar y anular a quienes piensan o creen diferente.
Existen numerosas razones por las cuales merece la pena conservar el monumento a Colón para la posteridad. Además de ser indiscutiblemente patrimonio de la ciudad, es un icono que forma parte ineludible de la identidad de Barcelona.

La bastida para su construcción

Coincidiendo su inauguración con la celebración de la Exposición Universal de 1888, es uno de los elementos que reflejan el inicio de la historia contemporánea de la ciudad y su apertura definitiva a la modernidad y al mundo. Es necesario remontarse a los tiempos en que se propuso la construcción del monumento a Colón, una iniciativa promovida exclusivamente por catalanes, en cuyas obras de construcción (arquitectura, esculturas y fundición) también participaron exclusivamente catalanes. Luego se trata de un producto 100% catalán el cual Madrid ni planteó ni impuso como algunos pueden creer. En ese sentido, centrar únicamente el debate al descubrimiento de América y sus consecuencias es faltar a la realidad porque se trata de un monumento que explica la historia de una época, de unos valores, de unas creencias, de unas formas de pensamiento, de un modelo social y de ciudad, de una situación económica, de unas corrientes artísticas y culturales y de un contexto que, en definitiva, nos hace entender por qué se hizo realidad en ese momento y no antes o después.

Vista desde arriba de la columna

Barcelona contiene arquitectura, monumentos y símbolos católicos, judíos, musulmanes, masones, republicanos, monárquicos, franquistas y catalanistas, entre muchísimos otros, lo cual supone no solo que el paisaje urbano barcelonés sea un auténtico museo de historia al aire libre, sino además una fuente de riqueza inigualable, única e irrepetible que debería servir desde una perspectiva pedagógica a entender el pasado, a explicar el presente y a mejorar el futuro. Creer que un monumento como el de Colón es peligroso y capaz de adoctrinar a la gente hacia la exaltación del genocidio indígena con solo mirarlo es un argumento harto absurdo e irracional, con el error añadido de que su reconversión a un monumento homenaje a los indígenas reprimidos no haría cambiar para nada la mentalidad de quienes idealizan los colonialismos e imperialismos. Además, merece añadirse que defender el monumento a Colón no está en absoluto reñido con la propuesta de instalar una obra alegórica de la resistencia de los pueblos indígenas y de los esclavos en otra parte de la ciudad, como ejemplo de pluralidad y de los valores actuales, pero nunca a costa de borrar ciertos elementos del pasado.

Autorretrato del fotógrafo Pepe Encinas

Por ello, su permanencia contribuirá a mantener la pluralidad de Barcelona. Otra propuesta de la CUP paralela a eliminar la estatua de Colón es que se retire el monumento a Antonio López y las banderas españolas y símbolos monárquicos de los edificios municipales barceloneses. Igualmente, otras formaciones políticas aprobaron recientemente el cambio de nombre del salón de plenos de la Reina Regente del Ayuntamiento de Barcelona por el de Carles Pi i Sunyer, y lograron hace dos años retirar de la fachada del mismo edificio la placa histórico-artística que indicaba "Plaza de la Constitución". Además, está en estudio el cambio de nombre de algunas calles de la ciudad que hacen referencia a personajes de la monarquía. ¿Dónde está el respeto hacia la pluralidad de la sociedad barcelonesa? En un sistema democrático cabe toda forma de pensamiento, pero el problema radica cuando una de ellas se cree superior y en posesión de la verdad hasta el punto de anular las restantes, incluso transformando la identidad real del territorio por un modelo artificial destinado a pasar como el bueno aunque falte a la verdad. Es legítimo e incluso de justicia dedicar calles y monumentos a personajes que representaron valores ejemplares y recuperarlos del olvido, pero nunca a costa de reemplazar los actualmente existentes ni mucho menos, bajo posturas revanchistas o vengativas.

El zapato de Colón de Josep "Pitu" Conillera que ostentó un récord Guinness

La historia de Barcelona demuestra que la evolución de la ciudad se debió gracias a personajes que aportaron decisivamente y cuyas ideologías fueron muy variadas. Borrar de la memoria a algunos de ellos responde solo a conveniencias, a intereses personales y, desgraciadamente, a un desconocimiento real de la historia, es decir, a la ignorancia.
Modestia aparte, el monumento a Colón de Barcelona es, posiblemente, si no el mejor del mundo dedicado al descubridor, uno de los mejores, puesto que constituye una auténtica obra de arte por su contenido escultórico y una estructura de la base a la corona que resume perfectamente todos los elementos constitutivos del descubrimiento de América. En la base se hallan los ocho leones, cuatro de los cuales están sentados mirando hacia la montaña y cuatro de pie que miran hacia el mar. Además, existen ocho relieves rectangulares de bronce con numerosas escenas relativas a la historia de Colón. El pedestal incluye ocho escudos de piedra de localidades españolas y países americanos relacionados con Colón y el escudo del mismo descubridor forjado en hierro.

El dedo de Colón

Y en la parte superior del mismo pedestal se ubican las esculturas de Pere de Margarit, Jaume Ferrer de Blanes, Fra Bernat Boïl y Luís de Santángel, todos ellos personajes implicados del momento. Contiene además ocho medallones en relieve dedicados a Fernando el Católico, Isabel la Católica, Martín Alonso Pinzón, Vicente Yáñez Pinzón, Andrés de Cabrera, Beatriz de Bobadilla, Fray Juan Pérez y Fray Antonio de Marchena. En la base de la columna hay cuatro grupos de carabelas con dos grifos cada uno que sostienen el escudo de Barcelona, y cuatro semiesferas con gaviotas sobre las que se alzan cuatro Famas aladas que ofrendan coronas de la inmortalidad de Colón. La parte superior del pedestal contiene cuatro estatuas femeninas alegóricas de los reinos medievales de Aragón, Castilla y León. El capitel de la columna tiene cuatro relieves con alegorías de Europa, África, Asia y América. Y finalmente la estatua del personaje de Cristóbal Colón se encarga de coronar del monumento, en cuyo primer proyecto no se preveía que señalara con el dedo, miembro del cual se han escrito muchas historias y se han hecho infinidad de interpretaciones de todas clases.

El león y el descubridor

Aunque en el pleno municipal haya resuelto denegar la propuesta de la CUP, actualmente el monumento a Colón necesita una pronta rehabilitación para evitar su degradación, por lo que es de desear que a corto plazo se haga una intervención. Dicen que el famoso dedo índice de Colón, de medio metro de longitud, apunta alegóricamente hacia América en vez de hacerlo hacia la Rambla, es decir, la dirección auténtica. Otros aseguran que apunta hacia el mar porque es el único camino posible en barco hacia América, y también hay quienes creen que señala hacia Mallorca o Génova, si bien aquí prefiero no entrar en la polémica acerca de su presunta catalanidad. El Ayuntamiento de Barcelona debería señalar hacia el seny català y mantener lo que pertenece a toda la sociedad barcelonesa.

Fotos: AFB, Cunillera Sabater, Pepe Encinas, Ricard Fernández Valentí, Travel Photographers Magazine.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Pregó de la Festa Major dels Indians 2016


Amics i amigues:

Ja tornem a estar aquí. El temps passa tant de pressa que no ens adonem que una altra vegada és festa major. I primer de tot us vull fer saber que em sento honorat de ser el pregoner d'un esdeveniment tant entranyable on homes i dones, grans i petits, natius i forasters treballeu tots plegats conjuntament amb ganes, il·lusió i alegria. Per això, des de la vostra senzillesa i la vostra humilitat sou un magnífic exemple de treball, de compromís, de solidaritat i d'humanitat. L'entusiasme que poseu en fer d'aquesta festa la millor de totes demostra el vostre talent i fa que traieu l'artista que porteu a dins. El vostre cas no és tant una qüestió de diners o de mitjans tècnics sinó de l'extraordinària entrega personal que feu per fer de la felicitat i l'alegria la màgia de la festa.
Veïns i veïnes celebreu molt més que una festa popular. Celebreu la vostra existència com a barri, com a comunitat i com a conjunt de persones que han donat vida i identitat a un indret que el coneixem com a Indians, un territori fill de Sant Andreu de Palomar i que any rere any reivindica la seva pròpia personalitat.


D'unes terres fèrtils a cavall de Santa Eulàlia de Vilapicina, el Guinardó i la Sagrera en van treure profit masies històriques com Can Berdura, Can Ros i Can Sabadell. I el progrés i la modernitat de la ciutat va portar a obrir els primers carrers i a erigir les primeres cases. En aquella antiga i primitiva barriada de Berdura com abans l'anomenaven es van batejar els carrers amb noms de municipis de l'illa de Cuba en record i enyorança que alguns tingueren per la colònia perduda. Després un indià català vingut d'aquella perla caribenya conegut com a Francesc "Panxo" Subirats va fer negocis a Barcelona i va adquirir terrenys al barri per a fer-hi torres. Molts anys després, evocant els orígens de la barriada, veïnat i comerciants van reivindicar el seu sentiment de pertinença i van batejar-lo com a Indians.


Però això dels indians és un mite o una realitat? Aquest és un misteri encara per resoldre d'un espai ple d'històries la mar de sorprenents, d'un territori mig segle més antic que les Vivendes del Congrés, on han succeït esdeveniments que mai no us hauríeu imaginat. Qui podria pensar que, per exemple, al barri dels Indians la medicina va donar un gran pas endavant a nivell mundial, el Barça es va convertir en més que un club i va existir un parc zoològic? Us ho havíeu imaginat, tot això? Doncs així va ser. El doctor Jaume Ferran i Clua, al seus laboratoris del carrer de Garcilaso va crear una vacuna contra el còlera i va millorar les vacunes contra la ràbia, el tifus i la tuberculosi. Entre els anys 1901 i 1905 el Futbol Club Barcelona va tenir el seu camp de futbol davant la masia de Can Sabadell que servia de vestuari dels jugadors. I l'aristocràtica família del doctor Tarrida disposava a l'interior de la seva finca del carrer de Prats i Roqué una col·lecció d'animals, alguns dels quals van anar al zoo de Barcelona. Molts de vosaltres heu conegut les indústries, les escoles, la pista de ball, el cinema i les obres del metro. Però sabíeu, a més, que al barri ja existia una associació veïnal i cultural als anys vint, que es van trobar esquelets de soldats que van lluitar en la Guerra del Francès, que el rei Alfons XIII va trepitjar la barriada, que es van construir fins a set refugis antiaeris durant la Guerra Civil, que vareu tenir el primer metro del món que circulava sense conductor i que el tramvia de vapor que connectava la Sagrera amb Horta va donar lloc al carrer d'Estévanez, ara Garcilaso?


I això és només un petit tast de la història del barri dels Indians que mereix ser descoberta i difosa. Per aquest motiu em complau d'anunciar-vos que, des de l'associació de veïns s'ha creat l'Arxiu Històric del Congrés-Indians, destinat a recuperar i difondre la memòria històrica dels barris dels Indians i del Congrés, i des d'on vosaltres podreu participar i col·laborar desinteressadament. Per això, us convidem a què aporteu el vostre testimoni personal, fotografies, documents i tot allò que vulgueu per a reforçar la identitat de barri i que les noves generacions sàpiguen on viuen i heretin l'orgull de pertinença al barri i disposin així de les eines necessàries per a lluitar per a un futur millor. Aquest nou arxiu s'estrenarà amb una activitat molt interessant emmarcada dins d'aquesta festa major: una passejada històrica pel barri dels Indians que es celebrarà el proper divendres dia 23 amb sortida a les sis de la tarda des de la plaça del Rom Cremat. Una ruta que jo i l'historiador Ricard Sas, veí del barri i implicat en aquest magnífic projecte, dirigirem. Qui vulgui assistir està convidat. Us asseguro que no us defraudarem i que descobrireu històries inèdites, extraordinàries i sorprenents que us animaran a participar i a presumir més que mai de què viviu en un barri collonut.


Els Indians ha estat i és barri d'acollida, on homes i dones de tota procedència han aixecat aquest barri. Ha estat i és espai d'enteniment, de germanor i de concòrdia. És també exemple de democràcia participativa, alhora que podeu sentir-vos orgullosos al saber que cada vegada que sortiu al carrer, tot allò de nou i de bo del vostre barri és una realitat gràcies a la vostra voluntat, al vostre esforç, a la vostra constància, al vostre humil granet de sorra i perquè creieu en vosaltres mateixos.
Amb el convenciment de què aneu cada dia a més i que us espera un gran futur perquè no hi haurà mai cap crisi que us aturi, vull desitjar-vos que passeu una feliç, entranyable i màgica festa major perquè cada vegada que es celebra és en veritat un premi als vostres anys d’esforços.
Així que, indianencs i indianenques, només dir-vos tal i com marca la tradició... a la d'una, a la de dues i a la de tres: QUE COMENCI LA FESTA!!! VISCA EL BARRI DELS INDIANS!!!

domingo, 11 de septiembre de 2016

El Concorde: cuando el rey de los cielos aterrizó en Barcelona

El Concorde en el aeropuerto del Prat de Llobregat, la mañana del 25 de febrero de 1979, poco antes de despegar hacia Londres, Washington y Nueva York. Foto: Martin Oertle

El Concorde fue el avión supersónico para pasajeros más veloz del mundo. Todo un símbolo de una época, fue construido conjuntamente por la británica British Aircraft Corporation (actual BAE Systems) y la francesa Aérospatiale (actual EADS). Su nombre, adoptado finalmente del francés, pretendió simbolizar la concordia entre el Reino Unido y Francia. El 2 de marzo de 1969 realizó su primer vuelo a modo de prueba, y tras varios ensayos con pasajeros entró oficialmente en servicio cubriendo líneas regulares el 21 de enero de 1976 con las rutas Londres-Bahrein y París-Río de Janeiro. A pesar de que el modelo de avión prometía un gran futuro y en su momento supuso una gran revolución tecnológica, solo fue adquirido y explotado por Air France y British Airways. En total se construyeron únicamente 20 unidades. Su rentabilidad por debajo de lo previsto, el elevadísimo precio del billete, los altos costes de mantenimiento, el descenso de pasajeros tras los atentados del 11-S y finalmente el trágico accidente acaecido el 25 de julio de 2000 precipitaron su final. Los últimos vuelos comerciales se efectuaron el 30 de mayo de 2003 (Air France) entre parís y Nueva York y el 1 de octubre siguiente (British Airways) entre Londres y Nueva York.

Publicidad con motivo de la llegada del Concorde a Barcelona. Foto: La Vanguardia

Tras cumplirse 40 años de su estreno en rutas regulares comerciales, merece la pena recordar que el rey de los cielos también sobrevoló y llegó hasta Barcelona. La primera vez que pisó España fue en Torrejón de Ardoz el 9 de julio de 1973 y durante tres semanas consecutivas a modo de pruebas, sin pasajeros, efectuó alrededor de 20 vuelos pasando prácticamente desapercibido en los medios de comunicación. Hubo que esperar hasta el 27 de septiembre de 1977 para volver a verlo en nuestro país. En dicha fecha llegó al aeropuerto de Barajas de Madrid una unidad fletada por El Corte Inglés en colaboración con Air France, en la que viajaron los 96 pasajeros agraciados en el sorteo del concurso "El Corte Inglés fleta un Concorde". El premio era un vuelo a París para dos personas y una estancia en la capital francesa de seis días, incluida una escala y visita a Reykjavik (Islandia).

Correspondencia con publicidad relativa a la llegada del Concorde a Barcelona

El Concorde tardó poco menos de un año y medio en regresar a España por tercera vez y esta vez le tocó el turno a Barcelona. La promoción de un viaje especial extraordinario fue organizada por Banca Catalana y el Banco Industrial de Cataluña con motivo del 25 aniversario de la emisión de bonos de caja. Para ello se establecieron negociaciones con la compañía British Airways, la cual pondría el material móvil mientras que el fletado sería abonado por los dos bancos. Las 46 parejas afortunadas que tendrían el privilegio de volar gratuitamente de Barcelona a Londres, Washington y Nueva York se seleccionaron de un total de 27 municipios de toda España. Concretamente eran clientes suscriptores de las citadas entidades financieras premiados por haber comprado emisiones de bonos de 100.000 pesetas.

El Concorde tras haber llegado a Barcelona, ante una multitud de curiosos. Foto: Jordi Rull

El sábado 24 de febrero de 1979 a las 22:00h. aterrizó el Concorde GN94AD de la compañía British Airways en el aeropuerto del Prat de Llobregat. A modo de curiosidad, el avión iba con la mitad derecha pintado con la librea o colores corporativos de la compañía aérea británica, mientras que en el lado izquierdo llevaba la librea de la Singapor Airlines. Ello era debido a un acuerdo entre ambas compañías para establecer un servicio a modo experimental entre Londres y Singapur (Malasia). Allá esperó numerosísimo público expectativo para ver por primera vez al rey de los cielos, además de representantes del Ayuntamiento de Barcelona, de la Generalitat de Catalunya, de la Dirección del Aeropuerto y de las dos entidades financieras antes citadas. Descendieron del avión la tripulación (los pilotos K.D.Leney y J.D.Leney, el copiloto R.Taylor, el ingeniero de vuelo I.Kirby y seis azafatas) y un grupo de 30 parejas de viajeros que volaron de Londres a Barcelona, vendedores de bonos del Banco Industrial de Cataluña que se hallaban en el Reino Unido por motivos de trabajo. En el Salón de Autoridades del aeropuerto se hizo una recepción oficial.

Tarjetones con motivo de la llegada del Concorde a Barcelone el año 1979

El domingo día 25 siguiente a las 8:15h. de la mañana el alcalde de Barcelona Manuel Font Altaba, representantes de Banca Catalana y del Banco Industrial de Cataluña y las 46 parejas afortunadas embarcaron en el Concorde y volaron primero hacia el aeropuerto de Heathrow de Londres, donde se efectuó una breve estancia. Luego volaron hacia Washington, viajando a una velocidad comercial de 2.400Km./hora a 18.000 pies de  altura y cruzando el Atlántico en tan solo 3 horas y 40 minutos. En la capital estadounidense los viajeros permanecieron durante tres días. Finalmente el avión voló hasta el aeropuerto JFK de Nueva York para permanecer dos días, siendo todos los viajeros recibidos por el alcalde de Nueva York Edward Irving Koch. Durante la estancia el alcalde Font Altaba aprovechó la ocasión para contactar con diversos grupos empresariales españoles y norteamericanos con el propósito de establecer lazos comerciales entre ambos países. Tras una recepción en el hotel Waldorf Astoria de la avenida Park, el cónsul general español Rafael de los Casares y el alcalde neoyorquino ofrecieron allí un almuerzo y una fiesta de bienvenida a la comitiva. El regreso hacia Barcelona se efectuó en un vuelo nocturno el martes 27 de febrero con escala en Londres en un Boeing-747 de la Bristish Airways.

El Concorde inaugural del servicio Barcelona-Londres, en 1987. Foto: Pedro Madueño

La segunda vez que el Concorde visitó Barcelona fue el domingo 25 de octubre de 1987, con motivo de la inauguración de los vuelos regulares entre Barcelona y Londres (aeropuerto de Heathrow) a cargo de la compañía British Airways. El avión inaugural, que llegaba por primera vez a España en calidad de vuelo de línea regular, llegó con 40 minutos de retraso. Tras el evento, el servicio pasó a cubrirse siempre con aviones convencionales, generalmente modelos Boeig-737, tal y como hace en la actualidad.
La tercera y última vez que el Concorde llegó a Barcelona fue el 19 de septiembre de 1998. Una unidad de la compañía British Airways aterrizó a las 12:10h. con 100 pasajeros a bordo, los cuales embarcaron en cruceros de lujo anclados en el puerto de Barcelona, desde donde partieron hacia distintos puertos del Mediterráneo. Tras embarcar al avión otros 100 pasajeros procedente de otro crucero, a las 15:30h. despegó del aeropuerto del Prat de Llobregat con destino a Londres. Esta fue la última vez que pisó Barcelona.

Imagen de la última visita del Concorde a Barcelona, en 1998. Foto: Mané Espinosa

Concretamente el histórico avión que aterrizó a Barcelona en 1979, al desligarse de Singapor Airlines pasó a renumerarse como G-BOAD con el número 210 de la compañía British Airways. Realizó un total de 23.397 vuelos y actualmente está preservado en el Intrepid Sea-Air-Space Museum de Nueva York. Actualmente algunas informaciones apuntan a la posibilidad de resucitar el Concorde para el año 2019, mientras que otras fuentes hacen referencia al proyecto de construcción de un nuevo avión supersónico. Con toda seguridad, el aeropuerto de Barcelona verá en un futuro no muy lejano la llegada de una nueva generación de aviones de estas características que volverán a recuperar la hegemonía de los cielos.