viernes, 12 de diciembre de 2014

El TREN RENARD en Barcelona


El Tren Renard fue un tren de carretera mixto (pasajeros y mercancías) pensado para explotar aquellos corredores cuya rentabilidad no justificaba la construcción de una infraestructura ferroviaria. Consistía en un convoy articulado de tres o cuatro coches de seis ruedas cada uno tirados por un locomóvil provisto de un motor Daimler a gasolina. Las ruedas macizas permitían su desplazamiento por las carreteras convencionales enlazando aquellas poblaciones aisladas carentes de transporte público. La máquina no arrastraba el tren sino que transmitía a los vagones por medio de un eje de propulsión continua la potencia necesaria para cada uno de los motores de cada vagón. La máquina motriz, de 3,70 metros de alto, 5,90 metros de largo y 14 toneladas de peso, era de cuatro cilindros y desarrollaba entre 70 y 75 caballos de potencia. Tenía una capacidad de arrastre de hasta 40 toneladas de peso repartidas en plataformas o vagones con capacidad de cargar entre 8 y 10 toneladas cada una. La velocidad máxima alcanzable en superficie plana era de 30 a 60 kilómetros/hora y en rampas de hasta un 8% entre 15 y 20 kilómetros/hora. Los coches de pasajeros eran de primera y segunda clase, con capacidad para 22 pasajeros sentados cada uno.


El inventor fue el ingeniero y coronel francés Charles Renard (Damblain, Vosges 1847 - Meudon 1905), responsable del diseño de aeronaves y de su famoso dirigible La France de la Exposición Universal de París de 1889. Para el desarrollo de este singular medio de transporte se fundó en París el año 1876 la Société Française des Trains Renard. Aunque inicialmente ideó su tren de carretera para fines militares, terminó aprovechándose para usos civiles.
La Diputación de Barcelona, en base a las posibilidades ofrecidas por la recién aprobada Ley de Ferrocarriles Secundarios de 26 de marzo de 1908 quiso tomar ejemplo del modelo francés, motivo por el cual patrocinó la llegada de un convoy y así ensayar la viabilidad de este medio de transporte tanto en zonas urbanas como en las comarcas pirenaicas.
Y así fue como un Tren Renard llegó hasta Barcelona procedente de Francia por vía marítima. El convoy constaba de una locomotora con su tender, dos coches de pasajeros y un furgón. Tuvo como lugar de exposición el paseo de Sant Joan, cerca del Arc de Triomf, ante la expectación de numerosos barceloneses. Otras fuentes de información, sin embargo, hacen referencia de su primera aparición en público frente a la plaza de la Universitat. Enseguida la prensa satírica aprovecharon la ocasión para ridiculizarlo.


El jueves 19 de marzo de 1908 empezaron oficialmente los ensayos de circulación, por lo que fue invitado el alcalde accidental Francesc Puig i Alfonso. De 11:00h. a 12:00h. circuló por algunas calles del casco antiguo de la ciudad de las cuales se desconoce el trazado. Sin embargo, su gran capacidad de trazar curvas muy cerradas permitía el paso y el giro por determinadas calles. Posteriormente ascendió por el paseo de Gràcia y a partir de las 15:00h. efectuó una expedición hasta el Tibidabo aunque con problemas técnicos durante su ascenso por la carretera de l'Arrabassada.
Posteriormente se definió un programa de visitas: viernes día 20, salida de Barcelona a las 8:00h., comida en Terrassa, cena y descanso en Caldes de Montbui; sábado día 21, comida en Vic, cena y descanso en Sant Quirze de Besora; domingo día 22, cena, comida y descanso en
Berga; lunes día 23, cena, comida y descanso en Manresa; martes día 24, comida en Igualada, cena y descanso en Sant Sadurní d'Anoia; y viernes día 25, comida en Vilafranca del Penedès y regreso a Barcelona.
El lunes 30 de marzo efectuó un viaje ascendiendo a la cumbre del Tibidabo y bajando por Vallvidrera hasta el centro de la ciudad. Tras ser exhibido en Barcelona, empezó una gira por Cataluña visitando los municipios de Terrassa (miércoles 1 de abril por la mañana), Caldes de Montbui (miércoles 1 de abril por la tarde), Vic (jueves 2 de abril al mediodía), Sant Quirze de Besora (jueves 2 de abril por la tarde), Berga (viernes 3 de abril), Manresa (sábado 4 de abril), Igualada (domingo 5 de abril por la mañana), Sant Sadurní d'Anoia (domingo 5 de abril por la tarde) y Vilafranca del Penedès (lunes 6 de abril). Regresó nuevamente a Barcelona el martes 7 de abril por la noche.


El periódico "La Vanguardia" del 12 de abril de 1908 dijo al respecto: "Se han dado ya por completamente terminadas las pruebas oficiales del tren Renard que ha recorrido con éxito completo los más importantes pueblos de esta provincia, salvando todos los obstáculos y demostrando sus excelentes condiciones prácticas. Las ventajas del tren Renard, que ya obtuvo el voto favorable de la comisión de la Diputación provincial que fue a Francia a estudiarlo, han quedado plenamente demostradas en sus múltiples excursiones por las deficientes carreteras que ha recorrido en período de prueba. En su última excursión fue, por parte de los técnicos, objeto de elogios sin reserva la facilidad con que pueden manejar desde el motor todos los carruajes que compongan el tren por grande que sea el número de éstos. Para llegar á conseguirlo ha habido necesidad de resolver un problema de propulsión continua que no solamente establece la fuerza del motor con los coches que le siguen, sino que marca las curvas-por aquél trazadas con la misma exactitud y siguiendo matemáticamente la huella de las primeras ruedas. De suerte que por allí donde pasa el coche-motor sin sufrir contratiempo, necesariamente han de pasar los coches que le siguen, por grande que sea el riesgo. Puede asegurarse que se ha resuelto en definitiva el viejo pleito de los ferrocarriles secundarios, pues con los trenes Renard todo ello se reduce a enganchar tras de un motor de gran potencia los vagones de carga si se trata de organizar un servicio de mercancías o trenes de un chasis de velocidad si se organiza uno de viajeros. Las ventajas son enormes, porque, además de resultar innecesario todo el material inmóvil que se precisa para el tendido de una línea férrea, más las obras importantes que ello significa, reúne la ventaja inmensa de poderse utilizar el material exclusivamente en aquellas líneas donde y cuando se tenga la seguridad del éxito económico. Los invitados á la excursión de despedida quedaron muy complacidos de las explicaciones y de los obsequios de qua fueron objeto por parte del director de la empresa M. Dumas, quien les atendió con exquisita amabilidad".


Otros municipios donde fue probado el Tren Renard fue en Sant Adrià de Besòs, Ripoll, Figueres, Olot, Tàrrega, Tremp y Flix, siempre para el transporte de materiales pesados usados para la construcción de grandes infraestructuras como fueron por ejemplo las centrales térmicas.
En Barcelona, a pesar de que la prensa hizo repetidamente referencia a las ventajas de implantar este medio de transporte y del éxito alcanzado en los ensayos, los problemas técnicos que suponía su circulación por las calles de la ciudad, sumado a la fuerte oposición de las compañías tranviarias ante una posible competencia, este sistema de transporte finalmente se descartó.

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