sábado, 16 de noviembre de 2013

Los mundos del teatro Principal (I): los cines


El teatro Principal se ha recuperado y la ciudad gana un equipamiento cultural. El templo más antiguo de Barcelona del quinto arte vuelve a abrir sus puertas convertido en un espacio multidisciplinar y polivalente dedicado a la industria creativa y las artes escénicas. Bajo la dirección de Toni Albà, ofrecerá espectáculos de teatro, música, programaciones infantiles, cine, restauración, una sala de fiestas y próximamente un hotel que abrirá en el 2015.
Sin embargo, el teatro Principal ha sido mucho más que un teatro, pues en su edificio, del año 1603 y reformado posteriormente, ha acogido hasta ahora una oferta de ocio tan singular y variopinta como han sido frontones, cines, cafeterías, un club de billar, un cabaret, un night-club, un casino, un restaurante, la sede del Ateneo Barcelonés, un taller artístico, un hostal, un club de ajedrez, una residencia, un despacho de entradas de espectáculos y un estudio de baile. Es decir, han existido diversos mundos aglutinados bajo las mismas paredes, donde son muchas las historias que se podrían contar, todas ellas reflejo de distintas épocas. Para que no queden en el olvido, preservar la verdadera memoria del teatro Principal significa dejar constancia por escrito, aunque sea tanto por parte de personas dedicadas a la historia local como muy modestamente desde este blog, de la existencia de esos mundos que han formado parte de muchas generaciones de barceloneses. En este primer artículo de una serie prevista se hace referencia a los cines habidos en el teatro Principal.



Aunque la primera sala de cine estable de la historia de Barcelona se abrió el 15 de diciembre de 1896 en el número 17 de la rambla de Santa Mónica (actualmente ocupado por un sex-shop) por obra y gracia de Antonio Fernández "Napoleón", existieron al menos un par de precedentes de exhibiciones experimentales cinematográficas. La primera de ellas fue en mayo de 1895, en el Saloncito Edison de la plaza de Cataluña, ante el Círculo Ecuestre.
La segunda exhibición llegó a manos del empresario Ramón de Baños que, tras el fracaso de su Animatógrafo, presentó el 6 de junio de 1896 en la sala de descanso del teatro Principal otro aparato llamado KINEMATÓGRAFO. De entre uno y dos minutos de duración, la primera proyección, francesa, llamada "Photographie vivante", fue pionera en mostrar imágenes en movimiento. Sin embargo, debido a su imperfección, no logró despertar la curiosidad de la gente y sólo permaneció vigente hasta el día 11 siguiente.
La segunda experiencia cinematográfica en el teatro Principal llegó a manos de los hermanos aragoneses Manuel y Mariano Belio Gracia. Tras abrir su singular Galería de Figuras de Cera en 1898 que terminó sospechosamente destruida por un incendio, decidieron probar suerte con el negocio de la exhibición de películas dando origen al CINEMATÓGRAFO BELIO-GRAFF. La documentación histórica nos ofrece dos versiones acerca de la apertura de esta sala. Según Joan Munsó Cabús en su libro "Cinemes de Barcelona" en septiembre de 1890 los hermanos Belio proyectaron, entre otras películas, una de 750 metros sobre la guerra de China, bastante espectacular y vistosa para aquella época. Todos los jueves y sábados cambiaba la oferta cinematográfica. Por contra, Palimra González en su estudio "La llegada del cine a Barcelona y las primeras salas de proyección (1896-1900)” asegura que los hermanos Belio alquilaron un local del teatro Principal y allí exhibieron películas durante un tiempo bastante efímero, entre el 12 de septiembre y el 14 de octubre de 1900. Otras fuentes hacen referencia a su nueva ubicación estable en el número 31 de la Rambla, que posteriormente albergó el cine Príncipe Alfonso, luego llamado cine Ramblas, justo al lado del café Lyon d'Or.



Otra experiencia del séptimo arte llegó el 2 de abril de 1899 con el CINEMATÓGRAFO UNIVERSAL, instalado en el salón-vestíbulo del teatro Principal. Se exhibían diariamente las películas “Procesiones en Sevilla” y “Un incendio en Berlín” entre las 16h y las 24h al precio de 25 céntimos. En vistas de la numerosa demanda curiosa por contemplar el espectáculo, a partir del 14 de mayo siguiente pasó a proyectarse en la platea del teatro, aumentando el precio de la entrada a los 35 céntimos. Especial éxito de público tuvo en el mes de junio siguiente la proyección de la película “De Barcelona a Cuba”.
El 2 de junio de 1901 se instaló el MUTOSCOPE BIOGRAF eléctrico, ofreciendo su programación en la sala de espera del teatro con un aparato denominado Phonographe Home Edison. Se proyectaron las películas “El hijo pródigo”, “Gran revista militar por el gobernador de París, general Florentin” y “El famoso puente de Nueva York a Brooklin”. Y entre el 11 de septiembre y el 13 de octubre de 1901 se exhibieron películas mediante un primitivo sistema de cine sonoro, el FONOCINEMA TEATRO o “cinematógrafo cantante”, consistente en un aparato que reproducía a copia de cilindros la voz de un cantante conocido a la vez que sobre una pantalla se proyectaba la película del mismo intérprete cantando.
Tras las experiencias anteriores, se instaló el ROYAL CINEMATÓGRAFO, con la particularidad de combinar la exhibición de películas con atracciones ofrecidas por una compañía de artistas internacionales de variedades.



Tras el desastroso incendio del 3 de noviembre de 1915 que destruyó completamente el teatro Principal salvo la fachada, reabrió nuevamente sus puertas completamente renovado el 7 de marzo de 1919 pasando a llamarse PRINCIPAL PALACE y combinando teatro y cine en una sala con platea (convertible en pista de baile) para 350 butacas y 18 palcos (con foyer en la primer planta), sumando una capacidad total para 1600 personas. Otros dos incendios le sucedieron en 1924 y 1933, hecho que supuso en su reconstrucción la pérdida de su antiguo diseño al estilo italiano para reconvertirse en una sala con platea y un anfiteatro.
Entre el 19 de septiembre de 1930 hasta mayo de 1933, bajo la dirección de los empresarios Herrera y Núñez, el teatro funcionó de manera continuada como cine, aunque combinado con variedades. El 23 de septiembre es aquél mismo año se inició la primera temporada de cine sonoro gracias a la instalación de los equipos de sonido Western Electric. El estreno se efectuó con el pase de la película "El hombre de la melodía".
Al estallar la Guerra Civil, el teatro fue requisado por la CNT y cesó su actividad cinematográfica en favor de representaciones cómicas y de propaganda. Tras finalizar el conflicto bélico, en fecha de 17 de septiembre de 1939, por imperativo oficial y ante los prejuicios por los vocablos extranjeros, el PRINCIPAL PALACE se rebautizó como PRINCIPAL PALACIO, ofreciendo teatro o películas de estreno según la temporada.



El 24 de abril de 1943, por iniciativa del empresario Francesc Xicota Cabré (propietario del cine Maryland de la plaza de Urquinaona) abrió en el número 27 de la Rambla el CINE LATINO, en el ala derecha del edificio del teatro Principal. Esta nueva sala de proyecciones, con capacidad para 490 espectadores, ofreció en sus inicios programas dobles con variedades hasta el año 1944, el primero de los cuales fue “Conflicto” y “Fierecilla”. Luego, en dicho año su fundador abandonó el negocio. A partir de entonces, la empresaria Àngela Virgili convirtió este cine en sala de repertorio, pasando a ofrecer noticiarios, documentales, cortometrajes cómicos y dibujos animados, siendo una oferta de la que el público respondió favorablemente. Alternaba tanto programas dobles como algunas películas de estreno.
Desde 1949, Pere Balañá adquirió el teatro Principal salvo el CINE LATINO, que lo compró a finales de la década de 1970, hecho que supuso el fin de la oferta de repertorio para combinar películas de estreno con programas dobles. Ello sucedió el 10 de septiembre de 1979, momento en que esta sala de proyecciones pasó a denominarse PRINCIPAL PALACIO 2 con el estreno de la película “Tarántula”. El último programa doble bajo su antigua denominación de 1943 fue “Operación Dragón” y “Apache”. Paralelamente, la antigua sala convertida en PRINCIPAL PALACIO 1 cesó su función teatral para pasar a ser exclusivamente cine de reestreno. Solo hubo un estreno, la película “Moonraker”, tras la cual empezó su etapa de programas dobles con “La carrera de la muerte del año 2000” y “Golpe de mil millones de dólares”. La nueva titularidad comportó una reforma interior de ambas salas, obra del decorador Antoni Bonamusa, siguiendo el estilo tan característico de los modernos cines de la empresa Balañá. La antigua sala 1 redujo así las 1600 localidades a 991, ajustándola a la nueva demanda. Con el auge de la exhibición del cine porno, el 7 de junio de 1984 el PRINCIPAL PALACIO 2 pasó a ser SALA X, reduciendo su capacidad de 400 a 200 butacas. Su primera película clasificada “X” fue “Amanda de noche”.



Finalmente, la falta de rentabilidad de los cines de reestreno provocado en buena parte por el auge del vídeo doméstico, sumado a la degradación del edificio que lo hacía poco atractivo así como el aspecto denigrante del final de la Rambla en aquél entonces inseguro, motivó el cierre definitivo del PRINCIPAL PALACIO 1 el día 1 de mayo de 1986. Su último programa doble fue “Administradora secreta” y “La conquista de la tierra perdida”. Dos años después, el 2 de octubre de 1988 lo hizo el PRINCIPAL PALACIO 2 (entonces sala “X”) con el film “Las humedades de Charlotte”, poniendo así punto y final a 90 años de oferta cinematográfica en el teatro Principal.
Al poco del cierre, en diciembre del mismo 1988, la empresa Balañá consiguió la firma de un contrato entre el Gran Teatre del Liceu y la sociedad Edificios y Espectáculos, S.A. para usar bajo arriendo por parte del primero las antiguas salas de cine y teatro como espacio de ensayos, representaciones y conciertos operísticos durante un periodo de diez años. El Principal Palacio, aprovechando una primera rehabilitación de su fachada, pasó a rebautizarse como TEATRE PRINCIPAL. Entre 1998 y 1999 hubo una breve temporada de ópera en catalán, y en el año 2006 cerró nuevamente sus puertas, permaneciendo cerrado hasta su actual recuperación.


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