lunes, 25 de octubre de 2010

Separatistas y antiespañoles tolerados y bien vistos

Han sido objeto de polémica las declaraciones del presidente de la Federación Asturiana de Fútbol, Maximino Rodríguez, el cual ha afirmado que Pep Guardiola y José Mourinho son prácticamente extranjeros, el primero por ser de Portugal y el segundo por ser catalán.
Este comentario, ridículo por supuesto y con ganas de marear la perdiz, llama especialmente la atención porque refleja la existencia de personas que fuera de los movimientos independentistas catalanes y vascos e integrados en corrientes españolistas, es decir, de quienes alardean profesar amor hacia la patria y lealtad hasta la médula hacia la bandera rojigualda, increíblemente promueven postulados de carácter claramente separatista y antiespañol, aunque eso pueda parecer contradictorio e irracional. La explicación es muy sencilla, pues radica en el concepto equivocado o imaginario de una España que no existe y que jamás ha existido: uniforme (sin existencia de hechos diferenciales apreciables), con una sola lengua (el castellano), una sola cultura (los toros y el flamenco) y un solo concepto de modelo de estado (regionalista centralista). Y quienes son adeptos a ese modelo se creen los que más aman a España y mejor la defienden, rechazando cualquier otra alternativa posible a la cual declararán enemiga de la patria. Además de la idolatría hacia un modelo de país irreal, existe también esa extraña contradicción de afirmar que Cataluña es España y a la vez que Cataluña es el extranjero. ¿Cómo se podría definir a un territorio que a la vez es y no es de un país determinado? La fantasía y la ciencia-ficción al poder de esas mentes maravillosas que nos van a salvar de las rupturas para asegurar la unidad.
Por cierto, “unidad” es una de las palabras más detestables y cacofónicas en política. Cada vez que oigo la expresión “por la unidad de…” me duelen los oídos. Esa palabra, en términos de estado, “no hace fina”, lo siento, parece sinónima de etnocidio, asimilación, disolución y similares.

Ante las declaraciones de Máximo Rodríguez, Josep Guardiola respondió acertadamente que «las palabras se califican por sí solas, sin comentarios. España es mucho más rica con cuatro lenguas y cuatro culturas. En lugar de coger las cosas positivas de los gallegos, vascos, catalanes... hay gente que no entiende nada». Como siempre, muy diplomático el entrenador del F.C. Barcelona el cual, a diferencia del otro, sabe entender y enriquecerse de la realidad del país con respeto y concordia hacia los demás.
Se dice que quienes se proclaman abiertamente separatistas o independentistas y por consiguiente no quieren pertenecer a España es porque no creen en este país, pero quienes apuestan por un modelo inexistente que no reconoce la realidad cultural y lingüística porque ve una debilidad y un obstáculo tampoco creen en España ni la quieren pese a sus grandes alardeos de lealtad y fervor patriótico. A los primeros se les perseguirá, criminalizará y condenará. A los segundos, se les tolerará y su gran victoria habrá sido convencer a una mayoría de que con esa actitud demuestran amar más que nadie a España por encima de los demás. Pero a mí no me van a engañar.

1 comentario:

  1. Ni a mí tampoco, Ricard. Por lo común, suelen ser neofranquistas cerriles que abominan de la pluralidad ideo(lógica) y riqueza cultural que representa nuestra bandera constitucional. Su distintivo iconográfico por excelencia es el águila imperial, efigie de ominosos tiempos pretéritos que bien quisieran resucitar. Si por tales sujetos fuere, en "su" España no tendría cabida si quiera un solo monosílabo en catalán. Les repugna la cultura catalana y todo lo que "huele" a Cataluña. (Y a mí, por descontado, me repugnan sus ideas).

    (Una abraçada, germà).

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