miércoles, 21 de abril de 2010

Hay que acostumbrarse a perder

El pasado martes, el F.C. Barcelona perdió por 3 goles a 1 ante el Inter de Milán, el partido de ida de semifinales de la Champions League. Mala suerte para el conjunto blaugrana, que sufrió por el mal arbitraje y pecó de confianza.
Esta temporada no parece que se presente muy buena a nivel de títulos. Los campeonatos están abiertos. Se puede ganar la Liga y la Champions como ganar un solo título de ambos campeonatos, y en el peor de los casos, no ganar absolutamente nada. Sin embargo, en el peor de los casos, que se puede dar, no hay que caer en el síndrome del pesimismo que tanto caracteriza a los culés. El Barça no es en absoluto peor equipo que el año pasado. Al contrario, mantiene esa excelente calidad que lo reafirma como el mejor equipo del mundo. Simplemente, los jugadores también son humanos y pueden fallar. No son dioses ni máquinas aunque muchos piensen lo contrario. Un año o incluso dos en blanco es algo muy normal en los mejores equipos del mundo, y no es ni mucho menos un síntoma de decadencia o de final de un ciclo. A este equipo y a este entrenador les quedan muchísima cuerda para muchos años y nos pueden deleitar con buen fútbol e incluso con muchos títulos. Son muchos los equipos que son grandes a nivel europeo, pero al final de cada campeonato, tanto nacional como europeo, solo puede quedar uno. Eso es algo que estos clubes tienen asumido, y no por ello renuncian a nada y persisten año tras año en luchar por alcanzar las metas deseadas. Equipos de gran calidad como el Bayern de Munich, el Milan, el Inter., el Chelsea, el Liverpool, el Manchester, el Ajax... todos ellos tienen un brillante palmarés, pero nunca gana todo cada año. Es más, a menudo se quedan sin nada y no solamente una temporada, sino dos o hasta tres. Sin embargo, nadie cuestiona su calidad y son respetados y temidos por los rivales.
Desde la llegada de Johan Kruyff como entrenador del Barça y su histórico Dream Team, el culé se ha malacostumbrado a exigir que cada año el conjunto blaugrana gane títulos porque en caso contrario no vale nada, sus jugadores son meros peseteros apoltronados y el entrenador un blando que ha perdido el rumbo. Y eso es un error. En ese sentido, el llamado kruyfismo ha hecho daño al club y ha convertido a los pobres aficionados barcelonistas en unos adictos a los títulos. El equipo puede ser perfecto, pero si falla un año o pierde dos o tres partidos consecutivos, ya es mediocre y se piden cabezas.
En la presente temporada, el Barça puede ganar o incluso puede terminar este año sin ningún título, como a menudo les pasa a los mejores equipos del mundo. Eso es algo normal y a lo que nos tendremos que acostumbrar porque hay mucha competencia y los jugadores son también humanos y vulnerables como cualquiera de nosotros. Este año, tanto si se ganan títulos como si no se gana ninguno, hay que dejar trabajar al entrenador Pep Guardiola y a sus jugadores y mirar con un sentido positivo y constructivo hacia delante porque a este Barça le queda mucha cuerda, y este magnífico proyecto solo acaba de empezar. Força Barça!!!

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