Amigos y amigas:
Desde mi humilde hogar en Barcelona, acompañado de mi querida esposa Sayra y en nombre de toda mi familia, quiero felicitaros la Navidad. Y como es tradición en estas fechas tan entrañables, las primeras palabras serán para expresaros mis mejores deseos de paz, amor, felicidad y prosperidad.
Cerramos un año difícil aunque más positivo que el anterior, marcado por una relativa normalización y mejora de la situación mundial todo y la vigente crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19. Nunca el futuro se ha visto con tanta incertidumbre en estos momentos de crispación. Sin embargo, nuestra historia nos demuestra que nada es para siempre y que tras una etapa de euforia y decadencia se abre otra con nuevas perspectivas y oportunidades. El momento tan crucial que estamos viviendo debería servir para hacernos reflexionar, aprender de los errores y marcar aquellas pautas que nos permitan abrir el camino correcto hacia un futuro mejor. La llegada de nuevas crisis y el cambio climático serán cosas inevitables que deberemos aprender a asumir, pero no por eso desapareceremos como especie, pues el ser humano desde siempre ha sabido y sabrá adaptarse a una nueva situación mundial. Todo ello forma parte de nuestra evolución.
En relación al contexto mundial, este año lo cierro con dos preocupaciones que no sólo me afectan de manera personal, sino que también afectan a millones de personas. En primer lugar, las numerosas crisis mundiales son motivo de inquietud e incertidumbre. Desde los atentados contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 nada ha vuelto a ser igual. Una serie de crisis se han sucedido desde entonces hasta la actualidad, primero la crisis económica y financiera del año 2008 y después la crisis sanitaria todavía vigente desde el 2020. A corto y a medio plazo, se prevén nuevas crisis mundiales, todas ellas culpa de un modelo económico insostenible que desde hace tiempo viene pidiendo otro modelo más racional, equitativo, equilibrado y sostenible. Restablecer el sistema en base a los factores que nos han llevado a las crisis no hará otra cosa más que hundirnos nuevamente a una situación mucho más grave y difícil de superar. Frente al egoísmo de quienes se niegan a un cambio porque solo velan por sus propios intereses y no desean otra cosa más que mantener sus privilegios, aunque ello suponga la destrucción irreversible del planeta, es urgente un modelo que nos beneficie a todos y contribuya a un progreso justo del mundo que tanto nosotros como las futras generaciones lo podamos disfrutar.
En segundo lugar, durante el siglo XXI se está produciendo de manera sutil y discreta un claro retroceso democrático. Lo más grave es que, en buena medida, ello no ha sido precisamente provocado por las fuerzas ultraderechistas o los regímenes totalitarios. La democracia, más allá del derecho del pueblo a elegir qué fuerzas políticas le quieren representar, es el derecho individual de cada uno a expresar libremente sus opiniones, sus creencias y sus ideas sin ser por ello coaccionado, amenazado o vetado. Todas las ideologías políticas que respeten el estado de derecho son legítimas en tanto que siempre habrá quienes las apoyen y compartan, lo cual es una gran riqueza porque evita el establecimiento del pensamiento único. El problema surge cuando una de ellas se cree superior a las demás, con posesión de la verdad y con derecho a imponer su credo y a descalificar y ahogar a quienes se oponen a su ideario. Ello es lo que llamamos dictadura blanca.
Defender a los colectivos históricamente discriminados es una lucha justa y noble cuya principal aspiración es alcanzar la igualdad de derechos y oportunidades. Dicha igualdad se conquistará el día en que todas las personas no sean observadas, valoradas y juzgadas por sus particularidades sino por su carácter y sus cualidades. Esa idea fue el gran sueño de Martin Luther King, pues al final se trata de que todos, seamos como seamos, vivamos en paz, armonía y respeto mutuo. Sin embargo, cuando esa lucha se basa en ahondar y resaltar todavía más en las diferencias y los particularismos, en aplicar políticas revanchistas, en usar esa causa para fines partidistas y sectarios y generar discriminación inversa, victimizando a unos y demonizando a otros, nos alejamos de esa anhelada igualdad. La censura, la corrección política, la manipulación de la historia difundiendo unos hechos y ocultando otros, la discriminación selectiva y el establecimiento de una doctrina oficial que persigue y señala a los disidentes no ha traído más que un retroceso democrático debido a que algunas formaciones tradicionalmente democráticas, inexplicablemente e incomprensiblemente han imitado y asumido las metodologías usadas por los regímenes autoritarios.
España es un país del cual siempre he creído que contiene todos aquellos ingredientes necesarios para devenir una gran nación europea. Sin embargo, la difusión de leyendas negras y el complejo de inferioridad caracterizado por sobrevalorar lo extranjero y subestimar lo nacional ha impedido un desarrollo socioeconómico y cultural a mayor velocidad. Ahora más que nunca es necesario dar un golpe de timón y potenciar nuestra economía nacional. Pocos países elaboran productos de la tierra de tanta calidad, apreciados en todo el mundo. No es casualidad que la gastronomía española sea de las más sanas y mejores que existen, por ello es referente internacional. Apelando al orgullo y sumando la cultura del esfuerzo es posible recuperar esa poderosa industria cuyos productos fueron símbolos en distintas épocas. Más allá del sector servicios, es fundamental potenciar el sistema educativo y crear empleo cualificado más acorde a la formación de los estudiantes que aspiran a ser alguien. Un año más quiero defender el ferrocarril como infraestructura fundamental para el desarrollo social, cultural y económico, base de la movilidad sostenible, herramienta de cohesión y unidad territorial y catalizador para combatir los actuales desequilibrios territoriales. España es uno de los líderes mundiales en tren de alta velocidad y ejemplo a seguir de otros países. Ahora le toca el turno a la red convencional, cuyo modelo de regeneración podría liderar un cambio de modelo de desarrollo y reforzar las relaciones interregionales e interprovinciales. Para ello, deben reabrirse estaciones y construirse otras nuevas, electrificar toda la red, reabrir líneas clausuradas para recuperar antiguas relaciones y establecer vías dobles allá donde haga falta.
La situación política vivida en Cataluña es un motivo de preocupación personal. Mi tierra, que tradicionalmente ha sido motor económico de España y referente europeo, ha perdido peso específico en estos últimos años quedando relegada a la cuarta posición, detrás de Madrid, Euskadi y Navarra, a la vez que otras autonomías se han ido reforzando y recortando distancias. Ello debería ser motivo de reflexión, de que algo se está haciendo mal. Al margen de la gran división existente entre el bloque nacionalista e independentista y el bloque unionista y constitucionalista, la unidad en políticas socioeconómicas es fundamental para volver a recuperar posiciones perdidas, así como para mejorar el bienestar de la sociedad catalana, en definitiva el objetivo prioritario. Cataluña debe tomar como espejo y ejemplo el modelo de desarrollo de las democracias avanzadas occidentales, con elevado nivel y calidad de vida. Los países autoritarios carentes de democracia cuyos gobiernos se fundamentan en la demagogia y el adoctrinamiento no son buenos ejemplos y la idealización que algunos hacen de ellos por ignorancia podría conllevar a un empobrecimiento en todos los ámbitos. Ante la situación actual comparto las sabias palabras del gran Josep Tarradellas cuando afirmó textualmente que "es urgente que Cataluña recupere la unidad (...) y olvide todo lo que ahora nos separa, porque nuestro país es demasiado pequeño para que desprecie a ninguno de sus hijos y lo bastante grande para que quepamos todos".
Barcelona es, sin duda, una de mis principales pasiones, la ciudad a la cual he dedicado buena parte de mi vida profesional y cultural. El gran reto de la capital catalana es que recupere y refuerce su posición como capital del Mediterráneo y vuelva a ser referente nacional e internacional. Es por ello que decidí formar parte del nuevo partido "Barcelona ets Tú" liderado por Daniel Vosseler, nacido como reacción a la decadencia social, cultural y económica sufrida durante esta última década. La actual crisis sanitaria debería servir para reflexionar sobre el futuro de la ciudad y el modelo que se debería adoptar. Está demostrado que cuando las fuerzas políticas del consistorio barcelonés dejan sus diferencias a un lado y acuerdan la ejecución y desarrollo de un proyecto por consenso unánime ello repercute en beneficio de la sociedad barcelonesa. Desde el ámbito de Cultura del cual formo parte espero poder aportar todo lo posible y lo mejor de mí.
Mi pareja y yo hemos celebrado cinco años de relación en los cuales hemos disfrutado y sufrido muchas cosas en tan poco tiempo. A pesar de las constantes adversidades que la vida nos ha impuesto y de los celos y envidias de falsas amistades que nos han querido ver separados y hundidos, hemos conseguido apartar todas las piedras del camino y seguir adelante con nuestro proyecto que pronto lograremos alcanzar. De ella admiro su fe, tan fuerte y tan sólida, que muy a menudo le ha dado los frutos esperados, así como su extraordinaria intuición para ver las buenas y las malas energías de las personas.
La familia, en todas sus modalidades, es un concepto relativo, a menudo con una visión subjetiva porque cada uno de nosotros la percibe y la entiende de distinta manera. Para mí es el paraguas humano que te ayuda en tu desarrollo personal, te ofrece razones para ser feliz y te da motivos para vivir. Nada es capaz de igualarla o suplantarla, es por eso que no existe peor sufrimiento que el de una familia rota o desestructurada, o cuando los padres se separan y los hermanos se pelean.
Las verdaderas amistades son aquellas que, en cierto modo, se convierten en una segunda familia, en una extensión sentimental de ésta, por la estima que se puede llegar a tener hacia quienes no comparten un vínculo parental. A quien verdaderamente le importas estará a tu lado en los momentos difíciles, te aceptará tal y como eres y respetará tus ideas o creencias. Por contra, las falsas amistades son personas tóxicas llenas de celos y envidias que solo buscan destruirte sutilmente porque no soportan tu felicidad o carecen de algo que tu posees y ellos anhelan con rabia. El tiempo pone las cosas en orden y sólo se quedan contigo quienes merecen la pena.
Inevitablemente durante estas fechas se recuerdan a todos aquellos seres queridos que nos han dejado, especialmente en el presente año. Desde aquí quiero recordar a Santi Cuberes, hermano de mi querido cuñado Xavier; a José Mulero, marido de mi querida amiga y compañera del Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris, María Luisa Serralta; y a Edinora Castillo, una amistad a la que siempre echaremos mucho de menos. Como creyente, manifestaré una vez más mi convicción de que algún día todos nos volveremos a encontrar porque la muerte nunca es el final.
Como amante de la Navidad invito a todo el mundo a celebrarla y a pasarlo lo mejor posible, si bien entiendo que para algunos es un momento muy entrañable y para otros unas fechas muy tristes. Más allá de las connotaciones religiosas es una fiesta cultural que celebran tanto creyentes como no creyentes, incluso comunidades de otras culturas y religiones que conmemoran el nacimiento de Jesús. No es cierto que esta tradición ofenda a otras confesiones surgidas de nuestra sociedad multicultural, ello solo lo afirman quienes detestan la Navidad y pretenden destruirla usando la diversidad como excusa.
Como cada año también es costumbre y educación dar las gracias a todas aquellas personas que asiduamente siguen este blog y aprecian mis artículos. Durante este 2021 no he podido publicar todo lo deseado debido a razones profesionales y a que he tenido que resolver varios asuntos personales. Sin embargo, he hecho todo lo posible por compatibilizar mi vida con el mantenimiento del presente blog. Para el próximo año espero poder ofrecer interesantes artículos, pues en el 2022 se conmemorará el centenario de la primera red urbana de autobuses de Barcelona y un siglo y medio del establecimiento de la primera línea de tranvía en Barcelona. A todo ello, el próximo febrero saldrá a la venta mi nuevo libro "Els autobusos a Barcelona. 100 anys fent xarxa (1922-2022)" del cual haré presentación oficial y tendréis la oportunidad de conocerme en persona.
Con mis mejores y más sinceros sentimientos, siempre apelando al optimismo y a la esperanza, de todo corazón, quiero desearos que paséis una FELIZ NAVIDAD y tengáis un PRÓSPERO AÑO NUEVO 2022.
Feliz feliz desde que se pasta de las pitanzas de la casa gran
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