Se cumplen 75 años del nacimiento de Freddie Mercury, líder de la mítica banda de música Queen que él mismo fundó en 1970 junto a Brian May, Roger Taylor y John Deacon. La efeméride es una buena excusa para debatir acerca de si Freddie Mercury y Montserrat Caballé merecen o no que se les dedique conjuntamente un espacio en Barcelona. Ello ha llevado a un debate tanto político como popular que se abrió a raíz del fallecimiento de la citada soprano en 2018 y que no ha quedado exento de controversias.
De Freddie Mercury no podemos eludir sus extraordinarias aptitudes como músico, cantante, compositor, productor, pianista, diseñador gráfico y showman que lo coronaron como un verdadero genio de carisma inigualable. De verdadero nombre Farrokh Bomi Bulsara, nacido en Stone Town, en la isla de Zanzíbar (Tanzania) en 1946, visitó Barcelona por primera vez en 1974 cuando los Queen ofrecieron un concierto el 13 de diciembre en el Palau dels Esports bajo el patrocinio de Ego Musical. En dicha actuación tocaron los temas de su nuevo disco "Sheer Heart Attack" editado en noviembre del mismo año y que logró permanecer en el Reino Unido durante 40 semanas en la lista de los más vendidos hasta alcanzar la segunda posición consiguiendo así el Disco de Oro.
Los Queen con la periodista Bertha M. Yebra en Barcelona (1974). Foto: Martín Frias
La publicación de este trabajo supuso el reconocimiento definitivo del grupo a escala internacional en cuanto a calidad se refiere y su despegue mundial con giras más allá del Reino Unido y los Estados Unidos. Coincidió además con la decisión de sus miembros de mejorar su imagen con nueva vestimenta y escenografía para ofrecer mayor espectáculo visual. Los tres siguientes conciertos tuvieron lugar durante los días 19, 20 y 21 de febrero de 1979 también en el Palau dels Esports, lo que ayudó a definir este espacio como un lugar idóneo para espectáculos de envergadura. La actuación formaba parte de su gira llamada "Live Killers Tour". Precisamente el disco "Live Killers" consiguió llegar a Disco de Oro en el Reino Unido, alcanzando la tercera posición y encontrándose en las listas de los más vendidos durante veintiocho semanas. El quinto y último concierto de Freddie Mercury con el grupo Queen tuvo lugar el 1 de agosto de 1986, esta vez en el ya desaparecido miniestadio del F.C. Barcelona ante 34.000 espectadores, dentro de su gira "Magic Tour".
Montserrat Caballé actuando en el Liceo en 1968. Foto: Associació LiceXballet
En marzo de 1987 Freddie Mercury volvió nuevamente a Barcelona para reunirse con la soprano Montserrat Caballé, de quien se declaró un gran fan. Mucho se podría explicar sobre esta cantante lírica de ópera, si bien aquí interesa resaltar qué aportó a nivel global y en particular cuál fue su legado a la capital catalana. Globalmente su talento la convirtió en una catalana universal, fue una de las mejores voces del mundo en su categoría, cantó junto a otras personalidades importantes del mundo de la música, rompió con la imagen elitista de la ópera, consiguió acercar la ópera a la gente y supo participar sin renunciar a su estilo con otros géneros musicales mediante colaboraciones o versionando temas. Barcelona se benefició gracias a que su fama le permitió dar a conocer su ciudad natal al mundo, contribuyó al prestigio internacional del teatro del Liceo, ayudó a la reconstrucción del citado teatro tras el incendio de 1994, se convirtió en la primera mujer socia del Círculo del Liceo en 2002 que hasta el momento sólo admitía hombres, estimuló el estudio académico de la ópera en Barcelona animando a muchas nuevas voces a formar parte de este mundo e impulsó el Concurso Internacional de Canto. A todo ello su trayectoria profesional, artística y humana fue reconocida a lo largo de su vida con más de veinte distinciones y reconocimientos.
Freddie Mercury y Montserrat Caballé interpretando "Barcelona". Foto de la portada del disco
El primer encuentro personal entre Freddie Mercury y Montserrat Caballé se dio en el Hotel Ritz de Barcelona (actual Hotel Palace) donde acordaron grabar juntos un disco. Después de que él le diese a ella una cinta de cassette con algunas canciones, Caballé, encantada con sus temas, incluyó "Exercises in Free Love" en el bis de su recital en el London Covent Garden. Al mes siguiente, ambos comenzaron a trabajar en el nuevo álbum. En mayo del mismo año, para finalizar un festival celebrado en el Ku Club de Ibiza donde fueron invitados de honor en la clausura del evento, Freddie Mercury y Montserrat Caballé cantaron la canción que él había escrito para ella: "Barcelona". La grabación tardó nueve meses, saliendo el primer single en septiembre del mismo año y siendo posteriormente interpretada en Barcelona el día 8 de octubre de 1988 en el festival La Nit. En España se vendieron diez mil copias en tan solo tres horas y en el Reino Unido alcanzó la octava posición. La canción fue usada por el Comité Olímpico Español como tema principal de los XXV Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Este disco fue el segundo que Freddie Mercury grabó como solista, después de "Mr. Bad Guy" en 1985. La idea era que ambos cantaran el tema "Barcelona" el día de la inauguración oficial del certamen, pero la desgraciada muerte de Freddie Mercury acaecida el 24 de noviembre de 1991 lo impidió. Gracias al himno "Barcelona" ambos artistas demostraron y perfeccionaron la capacidad de hacer compatibles dos géneros musicales tan antagónicos como son el rock y la ópera; contribuyeron a ubicar Barcelona en el mapa del mundo; ayudaron a promover los Juegos Olímpicos de 1992; y estimularon el interés internacional hacia Barcelona.
Propuesta de nomenclátor en Barcelona. Foto: Arxiu PSC
La historia nos demuestra con hechos objetivos la existencia de razones para dedicarles merecidamente a ambos artistas un espacio en Barcelona a su memoria por todo lo que aportaron artísticamente y culturalmente tanto a nivel mundial como a Barcelona en particular. Entre los diferentes espacios propuestos se ha planteado bautizar con sus nombres las prolongaciones peatonales de las avenidas Meridiana y Diagonal dentro del parque la plaza de las Glòries Catalanes, lo cual resulta una interesante opción relativamente fácil y económica. Aunque Caballé tuvo un episodio oscuro en su vida al pretender defraudar a Hacienda, resultaría injusto ignorar su trayectoria global por un error puntual, lo cual no significa en absoluto quitar gravedad o restar culpabilidad al asunto. Generalmente su delito ha servido de argumento perfecto para quienes se oponen a dedicarle un espacio en Barcelona, si bien en la gran mayoría de casos tras ello se oculta la verdadera razón por la cual se la quiere condenar al olvido. Son las mismas razones por las que catalanes como Salvador Dalí, Mario Cabré o Adolfo Marsillach no tienen calle, plaza o jardines. Habrá que esperar hasta el año 2023, es decir, cinco años de su muerte tal y como estipulan las ordenanzas municipales, para comprobar a qué se va a proceder.
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