Centro de Vida Comunitario Para Todos, la cuna de la Asociación de Vecinos de 9 Barrios
El territorio que hoy conocemos como Nou Barris y que mayormente formaba parte del Distrito IX o de San Andrés, era un espacio urbanísticamente zonificado, de estructura discontinua que dificultaba tanto la conexión entre los barrios como la configuración de puntos de encuentro, de intercambio y de comunicación. Las nuevas barriadas, principalmente polígonos de viviendas, se habían diseñado de manera compartimentada y segregada, definiendo un modelo de organización espacial que rompía las relaciones sociales existentes. Todo ello motivó la movilización de un grupo de vecinos y vecinas reclamando que los planeamientos urbanos incluyeran espacios, equipamientos y servicios que satisficieran las necesidades de los ciudadanos y potenciaran la convivencia y comunicación entre ellos. El principal objetivo era resolver los efectos negativos de la aplicación de determinados modelos urbanísticos para ofrecer a sus residentes la calidad de vida y los servicios necesarios que, al mismo tiempo, daban vida a los barrios. La finalidad de todo era mejorar la vida de las mismas y sus relaciones con el vecindario.
Enseguida la mayoría de los habitantes de los barrios respondieron favorablemente a estos movimientos, dándoles apoyo y/o participando en sus asambleas, casi siempre clandestinas. Su éxito se basó en la reivindicación de aquellas cosas que realmente eran compartidas por la mayoría de la población y que legitimaban su trabajo ante el conjunto del vecindario y frente a la opinión pública. En definitiva, fue una voluntad ciudadana de intervenir en la realización y construcción del propio entorno urbano.
De izquierda a derecha: Ignasi Catalán, Manuel Vital y Maria Àngels Rivas
Enseguida la mayoría de los habitantes de los barrios respondieron favorablemente a estos movimientos, dándoles apoyo y/o participando en sus asambleas, casi siempre clandestinas. Su éxito se basó en la reivindicación de aquellas cosas que realmente eran compartidas por la mayoría de la población y que legitimaban su trabajo ante el conjunto del vecindario y frente a la opinión pública. En definitiva, fue una voluntad ciudadana de intervenir en la realización y construcción del propio entorno urbano.
Este movimiento social en Nou Barris se caracterizó por su heterogeneidad, es decir, se mezclaban, por un lado, viejas generaciones con ideología consolidada procedentes de movimientos sociales, políticos y sindicales anteriores a 1939; y por otra, nuevas generaciones con un vacío ideológico y sin ninguna experiencia en movilizaciones.
En 1964 entró en vigor la Ley de Asociaciones, lo que facilitó la creación de asociaciones y entidades vecinales legales con los instrumentos necesarios para poder trabajar y planificar como debía. Fue entonces cuando los líderes vecinales Ignasi Catalán (de la Trinitat Vella), Manuel Vital (de Torre Baró) y Cirilo Poblador (de Vallbona) plantearon la creación de una asociación que representara a los barrios más afectados por la especulación. La primera junta, celebrada a principios de 1970 agrupó a dichos líderes vecinales y también a otros líderes como Enrique Sija, Antonio Flores, Maria Àngels Ribas y Joan Catafal. El objetivo era consolidar un gran movimiento social urbano organizado capaz de intervenir en el proceso de transformación urbana denunciando problemáticas y promoviendo cambios u oponiéndose a ellos.
La chispa que motivó la su creación fue el proyecto de ejecución del Plan Parcial Torre Baró-Vallbona-Trinidad aprobado en 1969 por el Ayuntamiento de Barcelona. Afectaba 535 hectáreas y planteaba el derribo de 4.370 viviendas, daba prioridad a grandes vías de circulación y a espacios libres donde construir pisos. A pesar de haber reunido en una mesa redonda a los principales representantes vecinales de los barrios afectados y haber hecho más de 3.000 impugnaciones contra el Plan, las conversaciones no dieron resultado.
Boletín "9 Barrios"
Finalmente, el 9 de febrero de 1970 se constituyó el acta fundacional de la nueva asociación y el día 14 de los corrientes, en el barrio de la Trinitat Nova, en una reunión celebrada en el barracón del Centro de Vida Comunitaria para Todos, se hizo una presentación de dicho Plan y del ganador del concurso de ideas. A partir de aquella mesa redonda hubo una estrecha colaboración entre los barrios de Trinitat Vella, Trinitat Nova, Vallbona, Torre Baró y Roquetes. Esto culminó con la fundación de la Asociación de Vecinos del sector de Vallbona-Torre Baró-Trinidad. El 11 de abril siguiente el Gobierno Civil de Barcelona la legalizó, si bien al principio la denegó porque la solicitud decía que era para luchar. Cambiaron el texto de la petición diciendo que el objetivo era colaborar con el Ayuntamiento de Barcelona y entonces la aprobaron. Enseguida dieron su apoyo otros barrios del norte de San Andrés que compartían problemáticas similares y objetivos comunes, todo ello debatido por medio de las llamadas Comisiones de Barrio, claros precedentes de las asociaciones vecinales que sirvieron para extender las luchas sociales y forjar una conciencia de barrio.
Antes de 1964 se convirtieron como plataformas clandestinas. En algunos casos, sin embargo, en vez de Comisiones habían grupos de vecinos y vecinas concienciados políticamente y organizados.
Entrada de vecinos al Pleno municipal contra el Plan Parcial
Antes de 1964 se convirtieron como plataformas clandestinas. En algunos casos, sin embargo, en vez de Comisiones habían grupos de vecinos y vecinas concienciados políticamente y organizados.
A partir de diciembre de 1971 comenzaron a editar un boletín informativo llamado "9 Barrios" donde quedaría reflejada la cronología de todas las luchas. El nombre se debió a que se englobaban nueve barrios del norte de San Andrés: Vallbona, Ciutat Meridiana, Torre Baró, Trinitat Vella, Trinitat Nova, Roquetes, Verdum, Prosperidad y Guineueta. Poco después se añadiría Canyelles. El subtítulo del boletín decía "Hoja informativa de la Asociación de Vecinos del sector de Vallbona-Torre Baró-Trinidad, que comprende también los barrios de Verdun, Roquetas, Prosperidad, Canyelles y Ciudad Meridiana". Además, cada barriada editó también su propia revista como una "Separata de 9 Barrios" donde profundizaba sobre luchas y reivindicaciones concretas. Esta prensa de barrio fue fundamental y decisiva para informar sobre los problemas de los barrios, sobre las acciones vecinales, funcionando como plataformas de denuncia, de apoyo reivindicativo y de difusión. En el Pleno municipal del 10 mayo de 1973 se presentó el Plan Parcial para su aprobación. Ese día tuvo lugar la entrada de un centenar de personas en el Salón de la Reina Regente del Ayuntamiento de Barcelona para mostrar ante el alcalde de Barcelona su oposición. El 11 de mayo siguiente, se hizo una manifestación silenciosa entre la plaza de Sant Jaume y la calle de Ferran. Ante el fuerte revuelo que se produjo, finalmente el Plan no fue aprobado.
Fernando Rodríguez Ocaña, candidato popular al Distrito IX que, pese a ganar,
su candidatura fue injustamente anulada
La década de los 70 inició un nuevo rumbo convirtiendo las luchas sociales en un referente histórico y geográfico más allá de los límites de Barcelona. El objetivo principal era recuperar derechos sociales y recuperar el espacio urbano para la ciudadanía. Todo ello conllevó el paso haca un poder vecinal en tanto arquitectos sociales de una transformación dirigida a mejorar la calidad de vida. La celebración de asambleas vecinales, la realización de manifestaciones, las ocupaciones de espacios y los cortes de calles, entre otras acciones (exposiciones, concursos, secuestros, actos festivos...), centraron las actuaciones para pedir equipamientos sanitarios, deportivos, educativos y culturales, zonas verdes y plazas, reparaciones viviendas, mejores comunicaciones con transporte público, la urbanización de las calles, la erradicación de los focos de chabolismo y la construcción de infraestructuras básicas, entre otras peticiones. Tras Ignasi Catalán ostentó la presidencia Manuel Vital y después María Àngels Ribas. Con la modificación de los Estatutos, el 31 de diciembre de 1974 la entidad pasó a adquirir el nombre de Asociación de Vecinos de 9 Barrios con el que ya se conocía popularmente.
Hasta 1975 hubo un período de unidad, refuerzo, expansión y consolidación donde se reivindicaron las necesidades básicas para los barrios. La apuesta por un estilo más participativo, democrático y solidario contribuyó a debilitar la estructura de poder municipal franquista. En 1973 fue proclamado Enric Massó alcalde de Barcelona, el cual planteó la elaboración de un inventario sobre las necesidades de cada barrio. En 1974 se incorporó a la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB), creada dos años antes.
Manifestación contra el Plan Comarcal y por el Plan Popular
El período de 1975 a 1977 fue más dinámico y de consolidación. Todo proyecto urbanístico sería analizado y avalado por los movimientos vecinales. Las reivindicaciones crecieron generando mayor dinamización cultural, política y cívica. Frente la aprobación del Plan General Metropolitano, en marzo de 1976 se planteó el llamado Plan Popular para reclamar los terrenos pendientes de construcción para equipamientos públicos. Se reivindicó el urbanismo de los barrios y la participación democrática. El concepto de ciudad se concibió como un conjunto integrado y descentralizado. El Plan Popular fue un plan urbanístico hecho desde los propios barrios, bajo el consenso de los vecinos y vecinas con la ayuda de técnicos y asesores de las entidades.
En el período de 1977 a 1979 se legalizaron los partidos políticos y se celebraron las primeras elecciones democráticas. Con la llegada de Josep Maria Socías a la alcaldía de Barcelona mejoran las relaciones entre los movimientos vecinales y el Ayuntamiento. Fue una etapa de recuperación de espacios para equipamientos públicos. La lucha vecinal más representativa fue la comprendida entre los días 4 y 5 de junio de 1977 contra la planta asfáltica y la conversión de sus instalaciones en un Ateneo Popular. De alguna manera simbolizó el fin del franquismo y el inicio de la democracia en Nou Barris, la derrota del modelo autoritario y el triunfo del poder social. Como equipamiento cultural se definió como un gran centro de acción cultural y artística de transformación social. Allí se desarrollaron diversas actividades artísticas, culturales, sociales y educativas dirigidas a mejorar la creatividad, la participación, la solidaridad y la cohesión social de las personas.
Ocupación de la planta asfáltica y creación del Ateneu Popular de Nou Barris
El periodo de 1979 a la primera mitad de los años ochenta estuvo marcado por un replanteamiento de las acciones vecinales, considerando que antes debía establecerse diálogo con las administraciones al tratarse de mandatarios elegidos democráticamente. Con la llegada a la alcaldía de Narcís Serra, se desarrollaron los Planes Especiales de Reforma Interior (PERI) que recogían las demandas vecinales por las que tanto se había luchado. El 18 de enero de 1984 se aprobó la división administrativa de Barcelona en 10 distritos. El Distrito IX Norte pasaría a ser el Districte 8 o de Nou Barris, el cual agrupó los barrios de Can Peguera, Canyelles, Ciutat Meridiana, El Turó de la Peira, La Guineueta, La Prosperitat, La Trinitat Nova, Les Roquetes, Porta, Torre Baró, Vallbona, Verdum y Vilapicina i la Torre Llobeta. En cambio, la Trinitat Vella pasó a formar parte del Districte 9 o de Sant Andreu. A modo de curiosidad, mencionar que Nou Barris debía llamarse Zona Nord, incluso algunos apostaron por la denominación "Roquetes-Santa Eulàlia", pero la oposición vecinal que se mostró disconforme presionó para que el nuevo distrito se llamara Nou Barris en recuerdo de la asociación que cambió para siempre la historia del norte de Sant Andreu. Con la descentralización de la ciudad se apostó por dar respuestas locales y fomentar la participación ciudadana.
Las asociaciones vecinales de los 14 barrios que constituían el distrito de Nou Barris fueron cogiendo cada vez más autonomía. Por este motivo, la Asociación de Vecinos de 9 Barrios se transformó en la nueva Coordinadora d'Associacions de Veïns i Entitats de Nou Barris, funcionando en la actualidad.
Dicha Coordinadora la forman las diferentes asociaciones de vecinos y vecinas de Nou Barris y las entidades 9 Barris Acull, el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris, el Bidó de Nou Barris (que gestiona el Ateneu Popular de Nou Barris) y la asociación 500x20. Las reuniones son el último viernes de cada mes para tratar problemas comunes con el propósito de hacer fuerza común, conocer a los vecinos y vecinas más cercanos y sus problemáticas, y tener voz contundente y unitaria en el distrito.
Las asociaciones vecinales de los 14 barrios que constituían el distrito de Nou Barris fueron cogiendo cada vez más autonomía. Por este motivo, la Asociación de Vecinos de 9 Barrios se transformó en la nueva Coordinadora d'Associacions de Veïns i Entitats de Nou Barris, funcionando en la actualidad.
Autobús-exposición itinerante en el parque de la Guineueta para dar a conocer
las asociaciones de vecinos de Barcelona
Dicha Coordinadora la forman las diferentes asociaciones de vecinos y vecinas de Nou Barris y las entidades 9 Barris Acull, el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris, el Bidó de Nou Barris (que gestiona el Ateneu Popular de Nou Barris) y la asociación 500x20. Las reuniones son el último viernes de cada mes para tratar problemas comunes con el propósito de hacer fuerza común, conocer a los vecinos y vecinas más cercanos y sus problemáticas, y tener voz contundente y unitaria en el distrito.
Paralelamente existieron otros movimientos reivindicativos que complementaron y reforzaron las acciones sociales. El ejemplo más destacado fue la Asociación de Vecinos del Turó de la Peira-Vilapiscina-Ramon Albó, constituida oficialmente el 5 de octubre de 1973, que englobaba los barrios de Vilapicina i la Torre Llobeta, Turó de la Peira, Can Peguera y Porta. Otros colectivos destacados fueron el movimiento obrero, el movimiento estudiantil, el movimiento feminista y un sector de la Iglesia contrario al régimen franquista.
Fotos: Andrés Naya, Arnaldo Gil, Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris, Associació per a la Recerca i Divulgació de la Memòria Històrica de Trinitat Vella, CEDOC (Fons Viladot), Craigie Horsfield (Fons MACBA), Kim Manresa, Loli Galán.
En la antepenúltima foto anda que no hay choros y golfos mezclados entre los manifestantes.
ResponderEliminarMuchas gracias es muy interesante, yo vivi en la Guineueta cuando era joven entonces no tenía constancia de todo esto.
ResponderEliminarEl comentario de anónimo me parece un desproposito.