Amigos y amigas:
Habiendo llegado nuevamente a las fechas más entrañables del año, es tradición que las primeras palabras sean para expresaros mis mejores deseos de paz, salud, amor, felicidad y prosperidad, anhelos que quiero extender para todos los días de vuestras vidas.
Cerramos un año lleno de contrastes, con incertidumbres y con un aliento de esperanza hacia cambios positivos. Durante este 2017 he consolidado mi relación de pareja con Sayra, la mujer a la que amo y con la cual estoy desarrollando nuevos proyectos en beneficio para nuestro futuro. Ella me ha aportado el confort y la estabilidad sentimental que tanto necesitaba, así como una gran motivación para ser más optimista y materializar mis propósitos. A la vez, mi vida ha experimentado un cambio en tanto que me he visto obligado a asumir nuevas responsabilidades y renunciar a antiguas costumbres. Disfrutar de su compañía me ha permitido conocer más de cerca a las comunidades latinoamericanas y a la inmigración, un mundo que nos rodea en nuestra vida cotidiana pero que a menudo todavía resulta desconocido para muchos.
La familia es para mí una institución sagrada, patrimonio humano personal, el mejor refugio que alguien puede tener ante las adversidades y el mejor apoyo para alcanzar tus metas. Es importante que todo el mundo tenga o forje una familia sana, y no me refiero únicamente al modelo tradicional, sino también a los nuevos modelos parentales y de convivencia los cuales yo respeto. Una vez más, quiero expresar mi orgullo de formar parte de la familia Fernández Valentí por lo que ellos representan, a la vez que es un honor pertenecer a la familia Antúnez Vindel de la cual es mi amada pareja. Casualidades de la vida o coincidencias del destino, resulta curioso que mi prometida se apellide igual que el barrio de mis padres (Casa Antúnez o Can Tunis) y que las últimas cifras del numero de licencia de taxi de su padre coincidan con el de mi abuelo materno.
Las amistades reales suponen un complemento personal para consolidar nuestra vida social y abrirnos puertas al mundo exterior. Disponer de camaradas de todas clases conlleva a un enriquecimiento, una experiencia y un aprendizaje, a la vez que descubres cómo compartimos rasgos universales que nos acercan y nos convergen hacia valores comunes.
Como es habitual, durante este año he continuado colaborando en el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris y en el Arxiu Històric del Congrés-Indians. Formar parte de ambas entidades ha supuesto un crecimiento personal y la adquisición de experiencia laboral en el ámbito histórico, cultural y turístico. Desde aquí quisiera invitar a todo el mundo que venga a conocer y a colaborar desinteresadamente en ambos centros culturales sin ánimo de lucro que fomentan la memoria histórica de los barrios, defienden el patrimonio y preservan la documentación de sus vecinos. Os garantizo que sea cual sea vuestra formación siempre habrá un espacio para vosotros y disfrutareis de un excelente ambiente de trabajo.
Lógicamente, no he quedado al margen de los acontecimientos políticos sucedidos en Cataluña durante estos últimos meses del año. Vivimos un momento en que la sociedad catalana se halla muy polarizada y las relaciones con el resto de España, crispadas. Mi deseo es que se halle una solución factible que satisfaga ambas partes y permita nuevamente la estabilidad. El actual contexto ha agravado la división y el enfrentamiento social hasta límites que jamás hubiese imaginado.
Lamento profundamente haber ofendido a algunas personas por mis ideas y creencias, o por determinadas declaraciones públicas, incluso haber perdido algunas amistades. Nunca he obrado de mala fe, sino que creo y defiendo unos valores y unos principios los cuales, desde mi punto de vista personal y subjetivo, son positivos. Quienes me conocen saben cuál es mi pensamiento. A mi parecer, en democracia todas las ideas políticas son legítimas y respetables, con independencia de si las compartimos o de si estamos de acuerdo con su credo. Sin intención de pecar de ingenuo, tengo la convicción de que la gran mayoría de personas cuando ejercen su derecho a voto eligen bienintencionadamente a aquella formación que consideran la mejor opción para su país, región o municipio. El problema reside cuando algunos de esos partidos políticos se creen mejores o superiores a los demás hasta el punto de desacreditar, insultar, desprestigiar, chantajear, boicotear, censurar, criminalizar y coaccionar a quienes no comparten sus principios.
Todos los radicalismos son nocivos, no solo la extrema derecha sino también la extrema izquierda aunque eso a algunos les duela reconocerlo. Nunca he creído que las personas valgan más o menos por sus ideas, y así la vida me lo ha demostrado. Es por ello que tengo amistades de diferentes partidos políticos con quienes mantengo una sana y excelente relación, y a las cuales jamás he desacreditado ni les he impuesto mis ideas.
Es importante que el conjunto de España aspire a alcanzar el nivel de los países europeos más potentes, con la reducción del paro, la creación de empleo de calidad, el incremento de los salarios, el fomento de la cultura y la interculturalidad, la atracción de empresas, una mayor accesibilidad a la vivienda, una mayor inversión en educación, el desarrollo de la investigación médica y científica, y la configuración de una infraestructura viaria y ferroviaria de primera categoría. Declaraciones de principios como la Constitución Española y el Estatut de Catalunya deberían darse a conocer para evitar hacer juicios de valor bajo el desconocimiento de su contenido.
La reforma de la Carta Magna debe ejecutarse bajo consenso unánime y en base al ritmo natural de la evolución humana, incluso avanzarse al futuro. De ese modo se conseguirá que la Ley sea vista como una herramienta útil al servicio de la ciudadanía que permita el desarrollo tanto individual como colectivo y se perciba como defensora de sus propios paisanos. Igualmente, es necesario reformar el modelo económico para evitar volver a caer nuevamente en la crisis económica y financiera que tanto nos ha perjudicado. Es fundamental que la economía esté al servicio de la ciudadanía. No se trata tanto de eliminar el sistema capitalista sino de mejorarlo y adecuarlo a valores sociales y medioambientales, para garantizar una óptima calidad de vida a las personas y a su vez un nivel de vida que contribuya a la disminución paulatina de las diferencias de clase. España es el país del Sol, razón de más por la que debería dar ejemplo y fomentar el desarrollo de energías limpias y renovables hasta el punto de liderar el continente europeo y ser un referente mundial.
Lamentablemente la política ha sufrido un descrédito social durante estos últimos años debido a los cuantiosos episodios de corrupción. Para que la sociedad vuelva a confiar plenamente en sus gobernantes, es imprescindible renovar la forma de hacer política, y ello no lo digo con la intención de dar lecciones de pedagogía sino como un consejo positivo y constructivo. La honradez, la transparencia y la honestidad son tres valores fundamentales, junto a la necesidad de hacer más participativa a la sociedad para que ésta se sienta implicada y escuchada en el proyecto de construcción y desarrollo del país. Generar ilusión significa crear nuevos valores que las gentes adquieran, les permitan avanzar y crecer, mejorar el presente y garantizar su futuro, lo cual generará un sentimiento de pertenencia y de orgullo más sano y una identidad renovada a la altura de las expectativas del nuevo siglo XXI.
Barcelona, mi ciudad, también se enmarca dentro de mis preocupaciones, pues tengo dudas del rumbo que tomará hacia el futuro. Veo cómo la turistifobia y la acción de los movimientos antisistema están frenando el desarrollo económico de una ciudad que ve peligrar la Marca Barcelona y la capitalidad del Mediterráneo. El turismo actualmente no es un monocultivo económico sino que es un fenómeno transversal en tanto que de éste dependen otros sectores como urbanismo, comercio, restauración, hotelería, arte, cultura, artesanía, ferias y congresos, patrimonio y transporte, ámbitos muy importantes de los cuales dependen miles de personas. Entiendo que el turismo debería regularse y ordenarse, mejorar el civismo y evitar la expulsión de los vecinos de sus barrios, pero ello no justifica el rechazo hacia la figura del turista porque nosotros en diferentes momentos lo hemos sido, ya que Cataluña lidera en número de viajeros por el mundo. La masificación, el incivismo y el aumento del precio de la vivienda no deberían de achacarse completamente al turismo, pues muchas de las masificaciones las provocamos los mismos barceloneses atraídos por la oferta de ocio y consumo de la ciudad.
Buena parte del incivismo lo provocan nuestros propios conciudadanos, y el encarecimiento de los alquileres y ventas de pisos es responsabilidad de propietarios y arrendadores con afán de lucro y de tacañería. En definitiva, es imprescindible que Barcelona ajuste su oferta de servicios a la demanda, demuestre que es una ciudad a la vez tolerante pero severa contra el incivismo mediante la aplicación de óptimas normativas, y se regule el aumento indiscriminado de los precios de las viviendas luchando además contra el mobbing inmobiliario. Convendría imponer un equilibrio entre política social y política empresarial, de modo que buena parte de los beneficios obtenidos en eventos se inviertan en la lucha contra las desigualdades y en mejorar la calidad de vida de los barrios. El desarrollo de Barcelona debería definirse en base a cinco directrices: como ciudad de turismo y patrimonio, como ciudad de ferias y congresos, como ciudad de comercio y restauración, como ciudad de arte y cultura, y como ciudad de investigación y desarrollo.
Para terminar, deseo recordar a aquellas personas que nos han dejado pero que siempre estarán entre nosotros y a las cuales, en base a mi fe personal, tengo la convicción de que algún día nos volveremos a encontrar. Esta clase de experiencias que tanto nos entristecen nos enseñan a valorar mejor lo que tenemos. Espero y deseo que el 2018 sea un año en el cual mis anhelados proyectos con mi amada pareja se hagan realidad. Continuaré escribiendo artículos de historia local de Barcelona y de opinión en el presente blog y publicaré algún nuevo libro. Durante estas fechas deseo que todas las familias tengan unas felices fiestas en compañía de sus seres más queridos y lo pasen lo mejor posible. Recomiendo que disfruten del ambiente navideño, cada uno a su manera, en base a sus creencias, su cultura y sus tradiciones, todas ellas muy respetables, reflejo de una sociedad plural y diversa como es la nuestra.
Finalmente, quisiera dirigirme a mi amada pareja, a mi amada familia, a mis queridas amistades, a las personas que me siguen habitualmente a través de mi blog y por las redes sociales, y también a cualquier persona ciudadana del mundo, para desearos que paséis una Feliz Navidad y tengáis un Próspero Año Nuevo 2018.
Igualment, Ricardo!
ResponderEliminarI que puguem continuar llegint el teu blog...
ResponderEliminarBon Nadal, Ricard!
ResponderEliminarSacando los apellidos del principio, el resto es como si lo hubiera escrito yo, estoy contigo en todo.
ResponderEliminarTienes todos mis respetos.
Saludos
Manuel
Bon Nadal Júlia, Enric i Manuel. Una abraçada a tots vosaltres.
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