lunes, 3 de diciembre de 2012

Un recuerdo y un respeto hacia María Sabaté


El nombre de María Sabaté se asocia a la emisora Radio Barcelona, pues de esa mujer se dice que fue la primera locutora y la primera voz de la historia de España escuchada a través de los micrófonos ese nuevo medio de comunicación. Ello sucedió a las seis y media de la tarde del 14 de noviembre de 1924, en el desaparecido hotel Colón de Barcelona situado en la plaza de Cataluña. Las primeras palabras de bienvenida que pronunció al público oyente al abrir la emisora fueron: “la estación radiodifusora EAJ-1 de emisiones Radio Barcelona”.
A partir de entonces se forjó un mito alrededor de esta buena mujer. Tal y como ella recordaba, desde los primeros momentos de Radio Barcelona se repetía a menudo el slogan de una marca de aceite para coches “Yaco… Yaco… y siempre Yaco”, escrito en unos papeles largos como tiras. Entró en la emisora antes de la inauguración oficial trabajando como secretaria de dirección de la estación junto con el señor Guillén García, el señor Solá y el botones. Contaba con tan solo 20 años de edad. Al entrar todavía estaban terminando las instalaciones de la emisora. Las oficinas estaban en el número 12 de la calle de Casp. Recuerda María que el ambiente era bueno e incluso familiar.
Su tarea consistía en pasar a limpio las actas y las reuniones de los accionistas, así como mandar copias a todos ellos. Su entrada en la radio fue gracias a que pidió una solicitud de empleo en el Institut de la Dona que Treballa, cuya sede estaba el la calle de Sant Pere Més Baix. Allí le ofrecieron trabajar en la Asociación Nacional de Radiodifusión. Tenía una buena formación, pues había estudiado inglés y francés en la escuela Berlitz además de recibir unos cursillos en el Institut de la Dona.


Aunque prácticamente no ejerció de locutora, sin embargo es cierto que fue la primera voz y la primera empleada de radio de toda España, por lo que es injusto sustraerle méritos. Asegura ella que habló por casualidad, que su elección fue una decisión elegida por azar. Lo hizo natural, sin nervios y sin haber realizado previamente una práctica. Incluso aun no habiendo ejercido de locutora profesional, en alguna esporádica ocasión había leído las noticias debido a que las empleadas se iban turnando de modo que todas tenían su oportunidad de hablar en directo. Antes de proceder, siempre se exigía la lectura de aquellas largas tiras de papel tenía que ser perfecta, sin errores, y leídas tal y como estaban escritas.
Recordó María Sabaté que antaño se convirtió en una de las ganadoras de los primeros concursos radiofónicos. Se trataba de acertar un número, que en ese caso le correspondió al 19. El premio fue un aparato de radio de galena. Eran tiempos en los que no estaba prohibido que locutores y empleados de la radio pudiesen participar también en los concursos. El tiempo que ella trabajó cobraba alrededor de 60 a 65 duros al mes, es decir, de 300 a 325 pesetas.
Pocos años después, por decisión personal, dejó el trabajo porque contrajo matrimonio, trasladando su domicilio en el barrio del Putxet. En una carta fechada el 14 de diciembre de 1929 firmada por Joaquín Sánchez Cordobés, entonces director gerente de Radio Barcelona, decía textualmente que "María Sabaté Cebado ha prestado sus servicios en estas oficinas durante 5 años como mecanógrafa-secretaria de la Dirección, conociendo taquigrafía y los idiomas francés e inglés, habiendo cumplido fielmente su cometido, dejando de prestarnos sus servicios como tal, voluntariamente".
Una vez marchó de Radio Barcelona, ya no volvió a saber nada. Sin embargo, al conmemorare los 50 años de la radio, María Sabaté fue reconocida y homenajeada en una gala celebrada en el Palacio Nacional de Montjuïc. Era el acto de entrega de los Premios Ondas, por lo que ella recibió una placa conmemorativa. Eso sucedió el 15 de noviembre de 1974.


La figura de esta mujer fue posteriormente recordada por ser la primera locutora de radio, aunque finalmente se descubrió, tal y como se ha mencionado antes, que fue la primera voz y la primera empleada. Sin embargo, y merece la pena insistir y remarcar, que ello no es motivo para sustraerle mérito porque igualmente merece ser recordada por su labor, dejando al margen las manipulaciones y mitificaciones de los medios de comunicación. Algunas fuentes historiográficas, recordando las primeras locutoras profesionales de radio, han tendido a marginar e incluso a ignorar a María Sabaté como si de pronto ya no formara parte de la historia. Su trabajo, aunque breve, no fue en absoluto en vano, y desde aquí me complace rendirle un cálido homenaje así como el respeto y la consideración que se merece.
“Yaco… Yaco… y siempre Yaco”.

4 comentarios:

  1. Estupendo post, a esta señora, todas estas cosas me encantan, son homenajes que se hacen a personas de aquí, precursoras en tantas cosas, y es precioso, igual tienes alguna sorpresa, cuando menos te lo esperas de algún niet@, de María Sabater, y como a mí me ha pasado, eso es lo que más me gusta, que llegue a tres generaciones, quén fué tal o cual persona.
    La biznieta de Atracciones Caspolino de Gala Placidia, me ha escrito varias veces.
    La nieta de Jesús Miratvilles, también, la nieta de un pescador de la Barceloneta también y varios etc...
    Un fuerte abrazo Ricard, por tu trabajo tan bien hecho.

    ResponderEliminar
  2. Perdón Ricard, es LLUis Miratvilles, no Jesús, sorry, he tenido un lapsus.

    http://mtvo-lasmentiras.blogspot.com.es/2011/02/barcelona-d-luis-miratvilles-torras.html

    ResponderEliminar
  3. Dabes si alguien de la familia tiene una foto de María, de la época en que salió en antena por primera vez, pero no la foto icónica de perfil, sino una frontal. La que aparece aquí eya ya está muy mayor.

    ResponderEliminar
  4. Sabes, ella- perdón los errores de escritura

    ResponderEliminar