Mensaje de Navidad 2011

Amigos y amigas. Quiero que mis primeras palabras sean para transmitiros sinceramente y de todo corazón mis mayores deseos de paz, amor, prosperidad y felicidad para estas fiestas navideñas y para el próximo 2012. Dejamos atrás un año difícil y complejo marcado especialmente por la crisis económica y un cambio político.

La crisis económica ha afectado entre otras cosas a los comercios, y es por ello que mi situación laboral se ha visto afectada después de poco más de cuatro años de estabilidad. Ahora tengo la tarea y la obligación de volver a encontrar trabajo antes de que finalice mi prestación, un reto del que me muestro optimista y esperanzado a pesar del panorama tan desolador. La marcha de mi antiguo empleo ha sido efectuada sin rencores y con comprensión absoluta de mi parte, por lo que todavía mantengo contacto regular con sus dueños, hecho que demuestra la mutua estimación, amistad y confianza que existe entre nosotros. Me alegro por cuanto me han ofrecido, por cuanto me han ayudado y por cuanto me han valorado. A esa entrañable familia, que tanto han hecho por mí y a la que nunca les estaré lo suficientemente agradecido, le deseo mucha suerte en su negocio tan singular. Siempre los llevaré en mi corazón y formaré parte de ellos.

En el panorama político, la crisis económica ha sido usada malintencionadamente como excusa para evitar la inversión en mejoras sociales, como un motivo para ahorrarse contratos laborales, y para encubrir deficiencias ya existentes en épocas de bonanza económica. Ello ha ocasionado desconfianza hacia quienes hasta ahora nos gobernaban, que se han visto duramente castigados en las urnas y sustituidos por unas nuevas mayorías. Deseo que los nuevos gobernantes, con independencia del partido que sean, tengan suerte y encuentren los mecanismos que asienten los cimientos para la salida de esta crisis, un proyecto que no podrán llevar a cabo solos si no es bajo el consenso de todas las fuerzas parlamentarias, incluso habiendo conseguido mayoría absoluta.

Para salir de la crisis, va a ser necesario cambiar el modelo económico, porque el vigente ha demostrado sobradamente su agotamiento y alargarlo supondría perpetuar una agonía que nos perjudicaría severamente trayendo graves consecuencias. El mundo que hemos conocido jamás volverá a ser el mismo. En estos momentos vivimos tiempos de cambios. Invito a las buenas gentes, que son la inmensa mayoría, a rebelarse y a desobedecer a las minorías interesadas en vivir y enriquecerse de un modelo económico basado en el petróleo, el coche y la especulación inmobiliaria, que ya ha caducado.

En estos tiempos de inestabilidad y crispación, hay que alertar del aumento del populismo irracional que tanto daña la convivencia, que se aprovecha de los momentos de debilidad emocional y desengaño que padece la sociedad. No debemos envenenarnos con sus doctrinas, porque las propuestas basadas en la búsqueda de culpables, en los recelos, en los prejuicios y en el autoritarismo no funcionan, y así lo ha demostrado la historia del mundo de estos últimos cien años.

Debo lamentar la gran herida existente entre algunas comunidades españolas, especialmente con Cataluña, que impiden la convivencia, la solidaridad, la conciliación y la concordia, valores que ahora se necesitan más que nunca y que son preferibles al enfrentamiento, al insulto, al ataque y al victimismo. Hay que forjar la conciencia de que las regiones y las nacionalidades históricas formamos parte de un mismo equipo y que son precisamente nuestras diferencias expresadas principalmente en variedades lingüísticas, culturales y folclóricas las que nos fortalecen y nos unen. Una política basada en la pedagogía del conocimiento y el desarrollo de programas de interculturalidad constituiría una herramienta excelente para terminar con la ignorancia de los tópicos y los prejuicios. No existen peores enemigos de una región o de un país que aquellos quienes alardean de amor patrio y profesan lealtad a la bandera, y luego viven de espaldas a una realidad enriquecedora, apostando por un modelo uniformizante, asimilacionista y etnocida que ignora, margina y excluye las diversidades.

En el ámbito sentimental, he pasado de la ilusión a la decepción. A principios de año tuve un intento frustrado de relación, aunque con esa persona de la que una vez me enamoré mantengo hoy día una buena y cordial amistad. A mediados de año, conocí a alguien a quien creía especial, pero determinadas incompatibilidades desembocaron a una falta de sintonía que me aconsejaron abandonar esa breve relación. Para establecer una buena relación de pareja, es necesaria una mutua aceptación. Cuando alguien espera de otra persona algo que no es o que no posee, y se anteponen ciertos intereses materiales, es imposible entablar una verdadera relación amorosa, limpia, sana y duradera. Manifiesto tristeza por quienes se sienten acomplejados de no tener pareja y hacen depender de eso su felicidad y su autoestima, y optan finalmente por conformarse a tener una relación con cualquier persona por miedo a la soledad o a la soltería.

En el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris he vivido un año de contrastes. En el aspecto positivo, hemos iniciado una nueva etapa en el Espai Via Favència después de años de lucha por parte de quienes colaboran activamente en la entidad. Ahora disponemos de un espacio más grande, cómodo y moderno que nos permitirá expandir nuestra creciente documentación durante los próximos años a la vez que podemos ofrecer un mejor servicio público de consulta. Mi aportación más importante en el presente año ha sido la apertura de un grupo en la red social Facebook y de un nuevo blog más dinámico que sustituye a la obsoleta página Web. El resultado de esta mejora en la difusión ha sido un incremento de las visitas y del número de socios, así como de un mayor conocimiento de nuestra entidad.

En el aspecto negativo, debido a una situación aislada y excepcional que me generó profunda incomodidad, me he visto obligado a no renovar mi cargo de presidente. Algunos problemas personales sumados al hecho de que asumía excesivas responsabilidades a la vez, sin la posibilidad de delegarlas a otros compañeros, me impidieron desarrollar las gestiones presidenciales como hubiera deseado. Por ello, el cambio de Junta ha servido para solucionar viejos errores, resolver temas pendientes y poner las cosas en su sitio. Afortunadamente, ahora se ha vuelto a recuperar la buena sintonía y ambiente de trabajo que siempre nos ha caracterizado. Establecer una buena comunicación entre quienes colaboramos, considerar las opiniones y sugerencias de cada uno de nosotros, valorar las aportaciones y la labor regular de cada persona, y asegurar la neutralidad política evitando prejuicios y conflictos por razones lingüísticas e ideológicas entre otras, es la garantía para mantener un buen clima de convivencia, cohesión, confianza, unidad, solidaridad, amistad, estimación y compromiso. El próximo 2012 estará especialmente dedicado al cine, por lo que auguro un excelente año para nuestra entidad.

Después del gran amparo que supone la familia, las amistades son una fuente de enriquecimiento y de nuestro desarrollo social que nos permite establecer un contacto permanente con el mundo. Agradezco a todas las personas que me ofrecen su amistad y depositan en mí su confianza, pues yo espero y deseo estar a la misma altura correspondiéndoles de la misma manera. Quisiera pedir una actitud más abierta y optimista para las personas inflexibles, cuya visión monocolor del mundo empobrece las amistades y termina por arrastrar a los demás, queriendo o sin querer, hacia su propio territorio y sumiéndolas a sus deseos. Es necesario tener más iniciativa, más optimismo y enriquecerse de la infinidad de alternativas que la vida nos ofrece y nos posibilita disfrutar.

Mis deseos para el próximo 2012 son conseguir estabilidad laboral, desarrollar nuevos proyectos literarios y encontrar a esa persona especial que llene mi vida de más amor y felicidad. Pero sobre todo lo más importante es poder gozar de buena salud, mantener la familia unida y disfrutar de las auténticas amistades. Prometo seguir escribiendo como he hecho hasta ahora, publicando artículos para el presente blog, e iniciaré nuevos trabajos e investigaciones que iré desarrollando a lo largo de los meses venideros. En este sentido, me satisface comunicaros que para el próximo año mi libro sobre la historia de los funiculares y teleféricos de Montjuïc será al fin una realidad. Esta obra resulta muy especial y personal, con un sentimiento añadido al estar dedicada a la memoria de mi madre, que siempre llevó esta montaña barcelonesa en su corazón. Ello es para mí una excelente noticia que me complace y me motiva a seguir hacia delante, y una bocanada de aire puro en medio de un bombardeo de malas noticias, comentarios negativos y situaciones de tristeza que tanto nos rodean en nuestro día a día.

Nuestra felicidad no debe de depender ni de la situación económica del país, ni de lo que poseemos ni de nuestra situación sentimental. Nuestra felicidad depende en realidad de nosotros mismos, de nuestra actitud ante la vida y de la visión que tenemos del mundo. Mantener optimismo, alegría y energía positiva es fundamental para vivir más tiempo y con mejor salud y para poder encontrarnos bien tanto con nosotros mismos como con los demás. Son estos bienes espirituales y no los materiales la auténtica clave de la felicidad.

Quiero agradecer a todas aquellas personas suscritas o por libre que siguen habitualmente mi blog y por su paciencia e inestimable interés por mis artículos. Desde aquí, quisiera terminar dirigiéndome también a toda mi familia, a todas mis amistades y a cualquier persona ciudadana anónima del mundo, para desearos que paséis unas Felices Fiestas y tengáis un Próspero Año Nuevo.