El próximo Viernes Santo, día 10, y durante tres días, hasta el domingo día 12, Pascua de Resurrección o Día de la Mona (como yo le llamo), estaré pululando por la capital del imperio, es decir, Madrid. No iré solo, sino en compañía de mi hermano Tomás y de mi amigo Juan Antonio, y nos hospedaremos en casa de nuestra amiga Elena, que muy cordialmente nos ha invitado y nos acogerá en su nido particular, situado cerca de la Puerta del Sol. Viajaremos con el AVE y en tres horas nos plantaremos a nuestro destino.
Desde el año 1989, es decir, desde hace veinte años, no he vuelto a pisar Madrid, y es por ello que tengo ganas de visitar esta gran ciudad, pues seguro que habrá cambiado considerablemente. Este viaje es para mí muy especial, porque quiero conocer el máximo de cosas posibles aunque sea durante muy breve tiempo, visitar lo más importante, descubrir lo más insólito y comerme un buen bocadillo de calamares como marca la tradición. Establecer una comparación con Barcelona me va a resultar inevitable, pero será positivo para ver las cualidades y defectos de ambas metrópolis y en qué cosas puede una imitar de la otra.
Pero por otro lado, también es especial porque quiero ver como es la gente de Madrid. No negaré que por culpa de los políticos y los medios de comunicación que fomentan los prejuicios territoriales, me impone un cierto respeto pasearme por las calles de la capital española, pero eso es algo a lo que me voy a enfrentar para intentar destruir el muro del miedo y abrir un camino de conciliación y concordia catalano-madrileña.
Cuando esté de regreso a Barcelona, publicaré en este blog mis impresiones y experiencias personales sobre Madrid, las cuales estoy seguro de que van a ser muy positivas.
Por favor, ciudadanía de Madrid, os ruego de todo corazón que no me defraudéis, y que un fuerte abrazo del pueblo catalán hacia vosotros se haga un día realidad.
Desde el año 1989, es decir, desde hace veinte años, no he vuelto a pisar Madrid, y es por ello que tengo ganas de visitar esta gran ciudad, pues seguro que habrá cambiado considerablemente. Este viaje es para mí muy especial, porque quiero conocer el máximo de cosas posibles aunque sea durante muy breve tiempo, visitar lo más importante, descubrir lo más insólito y comerme un buen bocadillo de calamares como marca la tradición. Establecer una comparación con Barcelona me va a resultar inevitable, pero será positivo para ver las cualidades y defectos de ambas metrópolis y en qué cosas puede una imitar de la otra.
Pero por otro lado, también es especial porque quiero ver como es la gente de Madrid. No negaré que por culpa de los políticos y los medios de comunicación que fomentan los prejuicios territoriales, me impone un cierto respeto pasearme por las calles de la capital española, pero eso es algo a lo que me voy a enfrentar para intentar destruir el muro del miedo y abrir un camino de conciliación y concordia catalano-madrileña.
Cuando esté de regreso a Barcelona, publicaré en este blog mis impresiones y experiencias personales sobre Madrid, las cuales estoy seguro de que van a ser muy positivas.
Por favor, ciudadanía de Madrid, os ruego de todo corazón que no me defraudéis, y que un fuerte abrazo del pueblo catalán hacia vosotros se haga un día realidad.
Madrid y sus gentes no te defraudarán. Obvia toda comparación y prejuicio. No caigas en la trampa de la confrontación y de la división: somos catalanes, no catetos. Date un paseo por El Retiro (¡Qué parque tan hermoso, Dios!). Maravíllate en El Prado con las pinturas de Goya, Murillo, El Bosco y Velázquez. Patéate de cabo a rabo la Gran Vía. Tapea de lo lindo en las tascas de los aledaños de la Plaza Real (bocata de calamares, "of course"). Échale el ojo a las madrileñas, que las hay de muy guapas. Y dale un beso a "my fucking sister" Elena de mi parte.
ResponderEliminar¡Lo vais a pasar en grande, amigos! ¡De Madrid al cielo!
Grácias, Jordi. Confío en tus palabras y tus consejos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Desde luego hasta dónde hemos llegado gracias a unos políticos impresentables... aunque no hay que olvidarse de que sin votos no habrían llegado a los puestos que han ocupado y/o siguen ocupando.
ResponderEliminarY es que eso de que uno se plantee que le puedan "discriminar" por llegar de fuera (tanto a un sitio como a otro), dentro del mismo país, es tal vez lo primero que han buscado. La enfermedad parece que ya está transmitida. Hay que curarse de los virus que han inoculado. Espero que lo hayáis pasado muy bien.