Polémico es el debate acerca de la legitimidad de los matrimonios entre parejas homosexuales y lesbianas, por los argumentos a favor y en contra que han suscitado. En España y Holanda están permitidos, y en el Reino Unido también pero no bajo la denominación "matrimonio" aunque el estado civil sea considerado "casado". Se trata de un fenómeno cada vez más en proceso de expansión y que en países como Canadá ya son legales, siendo probable a corto plazo que lo vayan adoptando más estados.
Según el Derecho establecido de cada territorio, las obligaciones y los derechos del matrimonio son variables, y ello significa que se pueden adquirir una serie de ventajas no implantadas o reconocidas todavía en las llamadas parejas de hecho, especialmente en lo referente a herencias, derechos de los hijos, custodias y reparto de bienes. Por tal motivo, se puede considerar positivo que las parejas homosexuales y lesbianas tengan la posibilidad de contraer matrimonio con el propósito de poder resolver mucho mejor algunos de los citados temas que, bajo la condición de parejas de hecho se ven impedidos o bien son resolubles por otros caminos burocráticamente más complicados y difíciles de demostrar.
Según el Derecho establecido de cada territorio, las obligaciones y los derechos del matrimonio son variables, y ello significa que se pueden adquirir una serie de ventajas no implantadas o reconocidas todavía en las llamadas parejas de hecho, especialmente en lo referente a herencias, derechos de los hijos, custodias y reparto de bienes. Por tal motivo, se puede considerar positivo que las parejas homosexuales y lesbianas tengan la posibilidad de contraer matrimonio con el propósito de poder resolver mucho mejor algunos de los citados temas que, bajo la condición de parejas de hecho se ven impedidos o bien son resolubles por otros caminos burocráticamente más complicados y difíciles de demostrar.
Solo cabe llegar a una simple conclusión: los responsables de la destrucción de el modelo clásico de matrimonio han sido los heterosexuales, puesto que a lo largo de la historia, hasta ahora, han sido los únicos que se han podido casar. Por tanto, e insisto, bajo el respeto de la libertad de opinión de quienes se muestran contrarios al casamiento entre dos hombres o dos mujeres, decirles que pueden ser muchas las razones a su oposición, pero no precisamente la expuesta.
A mi entender, todos nosotros, tanto heterosexuales como homosexuales, hemos contribuido a la actual degradación de las relaciones de pareja. Ten presente, amigo mío, que en el entorno gay la promiscuidad y la infidelidad se hallan igualmente a la orden del día. Creo que en última instancia, y más allá de la respetable tendencia sexual de cada cual, estamos padeciendo una severa crisis de valores.
ResponderEliminarUn abrazo.