En este último artículo de la serie trataremos acerca de los secuestros acaecidos en el barrio de Pomar de Badalona y en el barrio de Sant Genís dels Agudells de Barcelona. Tras la inauguración del tramo “La Pau-Pep Ventura” de la L4 el 22 de abril de 1985 al siguiente día la línea BS “Barcelona (Rda.St.Pere)-Badalona (Pomar)” de Transports Municipals de Barcelona (TMB) recortó su recorrido hasta la calle de Prim. Ello suponía la desaparición de la conexión directa entre el barrio de Pomar y el centro de Barcelona, de modo que la única opción posible era tomar un autobús de la nueva línea B25 “Barcelona (Pl.Glòries)-Badalona (Pomar)” de la empresa TUBLSA (sustituta de la extinta TUSA) e intercambiar con el metro, lo cual suponía incrementar el tiempo de viaje y el pago de doble billete. Como reacción al cambio, al siguiente día un grupo de 500 personas retuvieron un autobús de la línea BS en el cruce de la avenida del President Companys con la calle de Germá Juli, cortando la carretera N-II. Posteriormente un grupo de vecinos se dirigió al Ayuntamiento de Badalona para exigir la llegada del autobús hasta el barrio de Pomar. Sin embargo el alcalde les argumentó que la combinación de autobús + metro era factible, razón por la cual continuaron las protestas. En la cochera de autobuses de la calle de Puigcerdà fueron retenidos varios autobuses e incluso un tren de la L4 de metro llegó a ser apedreado. Tras un desalojo policial de los manifestantes se suspendió el servicio de la línea BS de manera provisional. Las acciones de secuestrar autobuses continuaron durante 18 días consecutivos con un balance de 14 autobuses secuestrados hasta el barrio de Pomar, acompañados de pancartas con el lema "BS fins a Pomar".
El terreno donde se aparcaban los autobuses pasó a ser punto de encuentro vecinal, a la vez de vigilancia para que los vehículos no se los llevaran. Cerca de allí, la parroquia de Sant Sebastià de Pomar se convirtió en centro de coordinación vecinal con el apoyo del rectorado. Sin embargo, la noche más tensa fue la del 3 al 4 de mayo, cuando 400 policías rodearon dicho terreno para llevarse todos los autobuses secuestrados. Los vecinos intentaron evitarlo pero las autoridades habían logrado rodear el solar impidiendo el paso de la gente. El entonces alcalde de Badalona Joan Blanch, reconociendo el error cometido, se comprometió a poner solución al problema al señor Jacint Tobeña, entonces presidente de la Asociación de Vecinos de Pomar. Tras negociar con la Corporació Metropolitana de Barcelona (CMB) se aprobó la prolongación de la línea BS hasta el barrio de Pomar y la prolongación de la línea B25 hasta la ronda de Sant Pere con la plaza de Urquinaona, superponiendo completamente el recorrido. Finalmente el 1 de agosto del 1986 la línea BS fue suprimida ya que la B25 compensaba tanto en oferta como en recorrido. Ello coincidió con el traspaso de las líneas de TMB que operaban en las ciudades del llamado Barcelonès Nord a la empresa TUBLSA (posteriormente TUBSAL y actualmente TUSGSAL, integrada en el grupo Direxis).
El último gran secuestro popular sucedió en 1995 en el barrio de Sant Genís dels Agudells de Barcelona, un núcleo histórico situado en la falda de Collserola con insuficiencia de transporte público y carente de cualquier servicio de proximidad en la parte más montañosa. Ante la negativa de TMB de hacer subir los autobuses de la línea 19 alegando la presencia de un muro en unos terrenos junto a la Casa Groga, la negativa del distrito de Horta-Guinardó argumentando que no era viable debido a las características de las calles, e incluso a pesar de que un sector del vecindario no quería autobús porque las calles eran demasiado estrechas, el 1 de diciembre de 1995 numerosos vecinos se manifestaron por la tarde por los laterales de la ronda de Dalt a la altura de la avenida del Jordà para reivindicar que la línea 19 prolongara su recorrido por las calles de Judea, Sinaí y Natzeret. El portavoz vecinal Antonio Pérez afirmó que la manifestación era la única forma que tenían para presionar y así conseguir transporte público. Diez días después hubo una segunda manifestación que cortó la calzada lateral de la ronda de Dalt. Se creó una comisión llamada "Coordinadora Pro-transports de Sant Genís" (desvinculada de la Asociación de Vecinos de Sant Genís) que pretendía mantener las protestas cada lunes. El día 18 siguiente unos 600 vecinos del paseo de la Vall d'Hebron se manifestaron proponiendo que el 19 se prolongara hasta el centro del barrio donde ya llegaban autobuses escolares. En una de las paradas en el paseo Vall d'Hebron, unos 15 manifestantes subieron al vehículo obligando al conductor a realizar la ruta reivindicada. Sin embargo, TMB aducía en un estudio que parte de la calle de Natzeret estaba sin asfaltar y era muy estrecha, pero que la alternativa podía ser un servicio de microbús. Finalmente, el 5 de febrero de 1996 la línea 19 prolongó su recorrido por la avenida del Jordà y el camino de Sant Genís, detrás del Hospital de Vall d'Hebron. Tres meses después, junto a la línea 76, cambió su origen y final al lado montaña. Años después, con la llegada de la línea 212 (actual 112) de Bus del Barri se pudo establecer un servicio de autobuses por aquellas calles demandadas por los vecinos. El 14 de febrero de 1998 se inauguró un servicio provisional explotado por Ravigo que el 17 de agosto siguiente fue sustituido por la línea 212 de TMB, actual 112, que conecta con la plaça d’Eïvissa, en Horta, a través del barrio de La Clota.
Otros pequeños secuestros han existido, probablemente algunos de ellos ni siquiera se han documentado, por lo que han pasado desapercibidos o quedan en el recuerdo del testimonio de quienes participaron. Un ejemplo de ello serían las retenciones de los midibuses de la línea 80 que grupos de vecinos llegaron a hacer en la calle de Aiguablava con Via Favència para reclamar mejores frecuencias de paso. Generalmente ello terminaba con la presencia al lugar de los hechos del señor Jaume Valls, gerente de la ya extinta Transports Lydia.
En cuanto a memoria histórica, más allá de la información publicada en los periódicos de la etapa comprendida entre 1971 y 1996, de los testigos presenciales todavía vivos y de la documentación del Fons Grama (Museu Torre Valldovina) y del Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris, existen elementos más que interesantes. En Santa Coloma de Gramenet existe un mural artístico del año 2019, obra del artista Ru8con1, pintado en la medianera de un edificio del barrio de Les Oliveres, que homenajea el secuestro del autobús de la línea 203. Se creó con motivo de la celebración del Core festival STKO Creativitat Urbana, impulsado por el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet y la cooperativa La Bonita. Más reciente ha sido la recuperación de la historia del secuestro del autobús de la línea 47, con la película estrenada el año 2024 titulada “El 47” dirigida por Marcel Barrena e interpretada por Eduard Fernández en el papel de Manuel Vital. También se ha bautizado una parada de autobús con el nombre de Manolo Vital, una marquesina vinilada con imágenes, el nombre del citado personaje y un breve resumen histórico, situada en la rotonda donde finaliza la línea 182 de autobús, en el barrio de Torre Baró. Lo más reciente fue la inauguración, en febrero del presente año, de una obra mural del artista italiano Morcky, ubicado en el interior del centro comercial Som Multiespai, en Can Dragó, y que permanecerá al menos durante un año.
Y más allá del 47 y de Barcelona han existido otros secuestros vecinales de autobuses para reivindicar mejoras en el transporte público. Por citar algunos casos, el secuestro de la línea 27 en Rekaldeberri (Bilbao) el 16 de abril de 1978, el secuestro de un autobús de Masustegi (Bilbao) en 1984 y el secuestro de la línea 57 en el Campo de la Paloma (Madrid) el 17 de abril de 1991. Pero estas ya son otras historias.
Fotos: Alejandro García, Archivo de la FRAVM, El Noticiero Universal, El Periódico, Joan Pinyol.