"A la Premsa d'Aquell Dia" cumple 25 años de existencia como uno de los comercios de barrio más singulares de Barcelona e incluso de toda España. Fundada en 1994, esta empresa familiar se dedica a la venta de prensa histórica comprendida desde el año 1900 hasta la actualidad presentada como una antigüedad al alcance de la mayoría. Su nacimiento se lo debemos a Roberto Costantini (italiano de origen florentino) y a Rosa Maria Urue (natural de Barcelona), un matrimonio polifacético que, entre otras cosas, ha viajado por el mundo entero, hecho demostrable en su amplísima colección de billetes de avión. En uno de esos viajes el destino los llevó a Bruselas (Bélgica) donde un día por mera casualidad descubrieron la existencia de una extraña tienda que ofrecía periódicos antiguos y originales bien presentados. Entraron a conocer y observaron que con pedir una fecha cualquiera, la que tú desearas, te ofrecían una serie de cabeceras de periódico o revista disponibles y entre ellas podías elegir. Luego había la opción de presentar el ejemplar con una carpeta de presentación y un certificado de autenticidad. Finalmente, el objetivo era regalarlo a la persona que había nacido en la fecha solicitada como obsequio de aniversario, si bien podía ser también para unas bodas de plata o de oro o cualquier otra efemérides.
A ambos les pareció una idea muy original, e indagando se dieron cuenta de que en España no existía ningún comercio de estas características, así que decidieron arriesgar e intentar fundarlo en Barcelona. Para ello necesitaron un gran stock de periódicos y revistas, así que contactaron con coleccionistas, particulares, suscriptores de periódicos y, en definitiva, con gente que había conservado grandes cantidades de ejemplares en buen estado. Acudieron a anticuarios, a los Encants Vells, al mercado de Sant Antoni y a empresas de vaciado de pisos para poder acumular la máxima oferta posible. Inicialmente no abrieron tienda, sino que vendían en su piso de la calle de Sepúlveda, en el barrio de Sant Antoni. Luego adquirieron un local en la calle de la Luna, en el barrio del Raval, para almacenar los ejemplares a la venta. Y ya a partir del nuevo siglo XXI abrieron su primer comercio, en el número 20 de la calle del Tigre, en un local antiguo muy auténtico por sus grandes puertas de madera y por sus vigas descubiertas. Se hallaba enfrente de la sala de baile La Paloma, la cual se encuentra provisionalmente cerrada a la espera de su reapertura.
Toda la familia Costantini-Urúe se implicó en el negocio, que desde un principio funcionó muy bien a pesar de su singularidad y de ofrecer un producto tan exclusivo. Sus hijos Danielle, Àgata y Angèlica colaboraron desde un principio, incluidas sus respectivas parejas Susana, Alberto y Joan. Tuvieron algunos empleados para reforzar, hasta que al final un servidor tuvo la suerte de entrar a trabajar en este mundo. En un pequeño anuncio publicado en el diario La Vanguardia pedían a un/a dependiente/a para trabajar a jornada completa, así que no lo dudé y un día por la mañana me presenté en el local de la calle del Tigre. Me atendió Angèlica. Le dije que tenía ocho años de experiencia en trato con el público y manipulación y archivación de publicaciones gracias a mi colaboración en el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris. Eso fue lo que les convenció y, por ello, no dudaron en contratarme. Primero fue un contrato de seis meses, y luego pasó a indefinido. Aquellas fechas coincidieron con el 7 de febrero, mi santo, así que mejor regalo, imposible.
Sobre el día 14 siguiente ya empecé a trabajar. Àgata y Angèlica se turnaban según el día de la semana. Roberto acudía ocasionalmente y Rosa Maria iba casi todos los días, especialmente por las tardes. Mujer muy entrañable, era casi como un ritual que a partir de las 5 de la tarde pusiera a calentar agua en una tetera eléctrica y tomarse un té acompañado de unas galletas. Poco tiempo después por las tardes se incorporó Alberto, mientras que Danielle y Joan iban muy puntualmente. Ya durante el año 2007 en que me incorporé, la tienda se había quedado muy pequeña, así que se adquirió un nuevo local con almacén en el número 44 de la calle de Joaquín Costa. Allá trabajaban Danielle y Susana ordenando los periódicos y revistas, y también un amigo de la familia de origen paquistaní llamado Akran, el cual atendía nuestras llamadas y nos traía desde el local de Joaquín Costa (todavía cerrado al público) a la tienda de Tigre los ejemplares que solicitábamos para un/a cliente/a. Hacíamos horario partido, de 10:00h a 14:00h y de 17:00h a 20:00h.
A partir del mes de septiembre del mismo año, tras regresar de vacaciones, el local de la calle del Tigre cerró al público y se abrió nuevo comercio y almacén en la calle de Joaquín Costa, que actualmente sigue funcionando. Ello permitió unificar atención al público y almacenaje en un solo espacio de grandes dimensiones, más cómodo y práctico aunque sin la autenticidad del anterior porque así lo exigieron las normativas municipales de seguridad. El horario pasó a ser ininterrumpido, de 10:00h de la mañana a las 18:00h de la tarde sin cerrar al mediodía.
El nuevo local tiene un espacio de atención al público mayor, con dos aparadores para exhibir ejemplares antiguos, y un interior con una mesa de atención y otra para que el público pueda contemplar la prensa solicitada y decidirse por una cabecera. El interior, privado, consta de un gran almacén con alrededor de 300.000 ejemplares entre periódicos, revistas, portadas, notas gráficas, periódicos incompletos, prensa encuadernada y suplementos temáticos, entre otras publicaciones comprendidas desde el año 1900 hasta la actualidad.
La disponibilidad va en función de lo que se ha podido recuperar, por lo que no hay ejemplares de todas las fechas ni todas las cabeceras, sino lo que existe y se ha conseguido adquirir. Allá también hay la zona de restauración de material mediante planchado sin agua y, si hace falta, pegado de papel de arroz. Se halla, además, el almacenaje de carpetas de presentación y de los certificados de autenticidad, el ordenador para consultas y pedidos y la máquina grabadora de iniciales doradas para la personalización de las carpetas. Al fondo, en una segunda planta se halla un pequeño despacho y el comedor con máquina de café y microondas. Todos teníamos una hora de tiempo para comer y volver al trabajo.
La disponibilidad va en función de lo que se ha podido recuperar, por lo que no hay ejemplares de todas las fechas ni todas las cabeceras, sino lo que existe y se ha conseguido adquirir. Allá también hay la zona de restauración de material mediante planchado sin agua y, si hace falta, pegado de papel de arroz. Se halla, además, el almacenaje de carpetas de presentación y de los certificados de autenticidad, el ordenador para consultas y pedidos y la máquina grabadora de iniciales doradas para la personalización de las carpetas. Al fondo, en una segunda planta se halla un pequeño despacho y el comedor con máquina de café y microondas. Todos teníamos una hora de tiempo para comer y volver al trabajo.
Trabajé en un ambiente familiar, rodeado de una gente muy agradable, comprensiva, con un equipo humano que siempre te ayudaba y te daba muchas oportunidades. Ciertamente entré muy tímido, pero enseguida conecté con ellos y rápidamente me fui abriendo y tomando confianza.
Siempre estuvieron satisfechos con mi labor, afortunadamente con muy pocas quejas, sólo errores humanos puntuales, incluso resistí bien en mi peor etapa durante el segundo semestre del año 2008 en que mi madre enfermó y murió de cáncer, lo cual me descentró temporalmente. Superado el golpe, enseguida volví a ser el de antes asumiendo distintas responsabilidades atendiendo el teléfono, respondiendo a las consultas por Internet, elaborando pedidos, arreglando y ordenando periódicos (de lo cual siempre fui muy perfeccionista), dando de alta ejemplares recién adquiridos y vendiendo a la clientela que entraba en la tienda. Un personaje muy apreciado por todos nosotros fue el de Rodrigo, el mensajero ecuatoriano de MRW que cada tarde venía con su ciclomotor a recoger los pedidos con destino a fuera de Barcelona. Nunca podía faltar y siempre nos hacía sonreír.
Siempre estuvieron satisfechos con mi labor, afortunadamente con muy pocas quejas, sólo errores humanos puntuales, incluso resistí bien en mi peor etapa durante el segundo semestre del año 2008 en que mi madre enfermó y murió de cáncer, lo cual me descentró temporalmente. Superado el golpe, enseguida volví a ser el de antes asumiendo distintas responsabilidades atendiendo el teléfono, respondiendo a las consultas por Internet, elaborando pedidos, arreglando y ordenando periódicos (de lo cual siempre fui muy perfeccionista), dando de alta ejemplares recién adquiridos y vendiendo a la clientela que entraba en la tienda. Un personaje muy apreciado por todos nosotros fue el de Rodrigo, el mensajero ecuatoriano de MRW que cada tarde venía con su ciclomotor a recoger los pedidos con destino a fuera de Barcelona. Nunca podía faltar y siempre nos hacía sonreír.
Por aquí ha pasado mucha gente, incluidos personajes famosos del mundo del espectáculo, de la política y del periodismo. Siempre hemos logrado satisfacer las necesidades de hasta un 95% de los clientes porque depositaron su confianza en nosotros y en nuestra profesionalidad, incluso algunos de ellos han llegado a emocionarse al revivir su propio pasado o al ver fotografiado un familiar determinado en esa publicación. Ocasionalmente, también hemos alquilado periódicos y revistas para obras de teatro y rodajes de series televisivas y películas.
Durante el año 2010 peatonalizaron la calle de Joaquín Costa, suprimiendo aparcamientos y ganando espacio para los peatones, lo cual estimuló la apertura de nuevos comercios y locales de consumo y restauración, otorgando así una nueva vida de barrio a esta arteria famosa por la presencia del teatro Goya y el Centro Aragonés, y por el personaje de Enriqueta Martí, la "vampira del Raval", secuestradora y asesina de niños del año 1912.
En el año 2011 se puso un stand en la Feria de Barcelona como una manera de promover el negocio. Sin embargo, debido a la fuerte presión de la crisis económica y financiera, las ventas experimentaron una alarmante baja que obligaron a mi despedida, no sin un gran disgusto por parte de ellos. Sin embargo, prometí mantener el contacto y la amistad, lo cual he conseguido durante todos estos años, incluso construí un blog de difusión y de historia de la prensa (periodicosregalo.blogspot.com), un grupo y una página de Facebook, y he organizado diversas actividades culturales como charlas y rutas. Durante algunos años se instaló parada en la Feria de Reyes y San Tomás de la Gran Vía. Para implicarse en el barrio como institución singular y participativa, se adhirió a la red de comercios, museos, entidades y elementos patrimoniales llamada Raval Cultural. Desde entonces, se hace comercio y se difunde la cultura en un espacio tan rico en historia como es el Raval antaño Barrio Chino.
Con motivo de estas bodas de plata, el negocio continúa activo y por ese motivo se celebrarán nuevas actividades encaminadas a dar a conocer quiénes son y qué ofrecen. Sin dudas, no puedo evitar de recomendaros que visitéis este singular comercio, único en Barcelona y en España, y compréis un ejemplar de periódico o revista con su carpeta de presentación y certificado de autenticidad, o bien una portada de periódico enmarcada. Tras superar la larga crisis económica y financiera que tanto nos tocó a casi todos las ventas al fin remontaron y la situación se ha estabilizado, adaptada a los nuevos tiempos y a una nueva demanda que, afortunadamente, responde de una manera muy favorable, valorando la originalidad de los productos. Para quienes quieran saber más acerca de "A la Premsa d'Aquell Dia" pueden consultar el blog periodicosregalo.blogspot.com y en la web www.periodicosregalo.com.
Fotos: Albert Gimeno, Francesc Casals, Maite Cruz, Mané Espinosa, Marta Becerra, Ricard Cugat.