miércoles, 13 de febrero de 2019

100 años de la huelga de "La Canadiense"


Se cumple un siglo de la huelga obrera más famosa producida en España durante la anterior centuria. Con ella el rumbo de la historia del país cambió para siempre y desde entonces supuso la apertura de la etapa contemporánea, es decir, al verdadero inicio del siglo XX. Las consecuencias de aquel acontecimiento jamás se superaron y buena parte de los logros alcanzados siguen todavía vigentes.
"La Canadiense" era el nombre popular con el cual era conocida la empresa Barcelona Traction Company Limited, fundada por el ingeniero canadiense Frederick Stark Pearson el 12 de septiembre de 1911 en Toronto (Canadá). El objetivo de esta sociedad era producir electricidad y distribuirla en Barcelona y alrededores con el fin de utilizarla en el alumbrado público, el suministro doméstico, el funcionamiento de los tranvías y la red de ferrocarriles metropolitanos. Para ello y a modo de holding adquirió varias empresas entre ellas de transporte (Tranvías de Barcelona y Ferrocarriles de Cataluña), de electricidad (Compañía Barcelonesa de Electricidad, Energía Eléctrica de Cataluña, Compañía General de Electricidad y Electricista Catalana) e hidroeléctricas (Saltos del Segre, Sociedad Española Hidráulica del Freser, Saltos del Ebro, Hidroeléctrica del Segre, Saltos de Cataluña y Sociedad Productora de Fuerzas Motrices)entre los años 1912 y 1941. Además inició un proyecto de aprovechamiento hidroeléctrico con la construcción de los embalses de Sant Antoni, Camarasa y Terradets, y el canal de Seròs. Al estallar la Primera Guerra Mundial la empresa sufrió problemas económicos. La muerte de Pearson en el trasatlántico Lusitania en 1915 supuso un golpe muy fuerte que obligó a tomar el control accionarial de la compañía. El nuevo director fue Frank Fraser Lawton.


Entre febrero y marzo de 1919 se produjo la mítica huelga de la cual se conmemora un siglo. El conflicto comenzó cuando la empresa Riegos y Fuerzas del Ebro cambió las condiciones laborales del personal de facturación que suponía una reducción salarial. Los trabajadores pidieron asesoramiento y apoyo del Sindicato Único de Agua, Gas y Electricidad de la CNT, y entonces la dirección de la empresa respondió con el despido de 8 de los trabajadores afectados. El 5 de febrero el resto del personal de Facturación se declaró en huelga. La respuesta de la dirección de la empresa fue el despido de 140 trabajadores más. Entonces los trabajadores del departamento de Producción y Distribución se solidarizaron y el día 8 de febrero la huelga fue casi total. El día 21 el Sindicato Único de Agua, Gas y Electricidad de la CNT declaró la huelga en todo el sector y en las empresas participadas por La Canadiense. El día 9 el capitán general de Cataluña declaró el estado de guerra y más de 3.000 obreros fueron detenidos y encerrados en el castillo de Montjuïc. Ante esto también se declararon en huelga los obreros del textil de modo que pasó a ser huelga general de Barcelona. El Gobierno envió al subsecretario de la Presidencia para pactar con el comité de huelga. Los días 15 y 16 de marzo se reunieron los representantes de La Canadiense y del comité de huelga, y el 17 se llegó a un acuerdo para la libertad para los trabajadores encarcelados, la readmisión de los huelguistas sin represalias, abonar la mitad de los días que había durado la huelga y el establecimiento de una jornada laboral de 8 horas. Tras ello se levantó el estado de guerra. Para suscribir el acuerdo la CNT convocó el 19 de marzo una asamblea en la plaza de toros de Las Arenas donde asistieron más de 20.000 trabajadores.


A modo de valoración, debe recordarse que el rápido y sólido auge de la CNT fue decisivo para el estallido de la huelga. Para hacerse una idea, esta organización sindical pasó de unos 30.000 afiliados en 1910 a tener alrededor de 750.000 en 1918. Contaba con líderes muy carismáticos capaces de atraer fácilmente a las masas como Salvador Seguí, también conocido como el "Noi del Sucre". Por este motivo la huelga de "La Canadiense" se convirtió en una de las mayores movilizaciones obreras de la historia, con más de 100.000 obreros en huelga. 25 pesetas menos de salario fue el gran desencadenante que llevó a dejar Barcelona prácticamente paralizada, con el 70% de la industria inactiva. Bajo el contexto de la huelga Sindicato Único de Artes Gráficas de la CNT impuso la llamada "censura roja" consistente en prohibir cualquier publicación relativa al conflicto que fuese perjudicial para los intereses obreros. A pesar de la represión de la Patronal mediante los somatenes los cambios ya habían triunfado, pues el mismo Romanones decidió aprobar la jornada laboral de 8 horas por miedo a extender el clima de descontrol por todo el país. Sin embargo, a pesar de todo, en comparación con otras huelgas, fue bastante pacífica, con tan solo cuatro fallecidos y un solo artefacto explosivo. Durante ese mismo año en España se produjeron 895 huelgas. A nivel internacional, el Tratado de Versalles, surgido tras el fin de la Primera Guerra Mundial, reconoció esta medida como uno de sus principios. La jornada de 8 horas, que en algunos países sólo se aplicaba a mujeres y niños, se universalizó a toda la clase trabajadora en general, siendo España el primer país del mundo en reconocerla.


Tras la huelga "La Canadiense" continuó su expansión empresarial hasta la irrupción de la Guerra Civil española, momento en que fue colectivizada. Finalizado el conflicto bélico en 1939 fue devuelta a sus antiguos propietarios, pero según la lógica del franquismo la empresa no podía ser controlada por capital belga y se diseñó un plan político-judicial para controlarla que finalizó en 1951, aunque los procedimientos judiciales no acabaron hasta 1970. Aprovechando esta coyuntura, el 12 de febrero de 1948 tres accionistas presentaron ante los Juzgados de Reus una demanda de quiebra de la empresa que prosperó y en 1952 los bienes fueron subastados y adquiridos por Fuerzas Eléctricas de Cataluña, S.A. (FECSA).
Tras un siglo de luchas, quedan todavía muchos logros que ganar. Los Derechos Laborales fueron reconocidos como Derechos Humanos, pero su aplicación real debería ser definitiva durante el siglo XXI. La crisis económica y financiera ha servido de excusa para que algunas patronales hayan recortado derechos. Es urgente restablecer el nivel de calidad anterior a la crisis y continuar avanzando tomando como ejemplo y referencia los nuevos modelos laborales ejemplares aplicados en los países más avanzados: igualdad de derechos y oportunidades sin discriminación por razones de sexo, raza, edad o discapacidad; salarios más acordes al nivel de vida; mayor flexibilidad laboral; estudiar la posibilidad de crear jornadas laborales de 6 horas; luchar contra la precariedad laboral y los contratos basura; y creación de empleo de calidad más acorde con la formación profesional y académica.


Fotos: Arxiu Fotogràfic de Barcelona, Brangulí, Josep Maria Sagarra.

3 comentarios:

Xavier dijo...

Molt interessant! Faràs una entrada sobre la vaga de tramvies de 1951 O ja existeix?. Gràcies.

Anónimo dijo...

Muy interesante! Harás una entrada sobre la huelga de tranvías de 1951 o ya existe?. Gracias.

Ricard dijo...

Hola Xavier. És molt probable que aviat faci una entrada sobre aquest aconteixement tan interessant. Una abraçada.