miércoles, 7 de noviembre de 2018

90 años del funicular de Montjuïc (1928-2018)


El pasado 24 de octubre el funicular de Montjuïc cumplió 90 años de existencia. Concretamente lo ha hecho el tramo actualmente en funcionamiento, es decir, del Paralelo a la montaña. Es el tercer ferrocarril de montaña que se concibió en la ciudad. Sin embargo, su concepto fue muy diferente al de sus hermanos del Tibidabo (de 1901) y de Vallvidrera (de 1906), muy clásicos. El de Montjuïc, más urbano y a modo de sistema de metro inclinado, se convirtió en 1928 en el funicular más grande, rápido y moderno del mundo. Así lo verifican las cifras: dos coches acoplados que sumaban 27 metros de longitud, capacidad para 300 pasajeros, 16 kilómetros/hora de velocidad y carrocería cerrada metálica con puertas de apertura automática a modo de ferrocarril metropolitano. Tras la remodelación de 1992 volvió a recuperar su status: tres coches acoplados que suman 32,33 metros de longitud, capacidad para 400 pasajeros, 36 kilómetros/hora de velocidad, conducción automática, avanzado sistema de seguridad y moderna carrocería.
El funicular de Montjuïc es obra y gracia de la familia Rogent, siendo su principal promotor el abogado y bibliógrafo Elías Rogent Massó, nieto del arquitecto Elías Rogent Amat. 


Desde muy joven intervino en la construcción del funicular de San Juan, en Montserrat, siendo socio fundador de la empresa de éste y ocupando el cargo de secretario del Consejo, puesto que mantuvo hasta la fusión de la empresa con la del cremallera de Montserrat, dando lugar a la sociedad Ferrocarriles de Montaña a grandes Pendientes. Su padre José Rogent estudió la electrificación de los ferrocarriles y sus aplicaciones a las grandes pendientes. Ante la próxima celebración de la Exposición Internacional se creyó necesario disponer de un medio de transporte combinado que permitiera un acceso rápido y cómodo al corazón de la montaña de Montjuïc. Por este motivo presentó un proyecto de ferrocarril subterráneo de la Rambla (enlazando con la estación "Liceo" del Gran Metro) en la calle Marqués del Duero (avenida del Paral·lel), por debajo de la calle del Conde del Asalto (Nou de la Rambla), donde enlazaría con un funicular que subiría hasta el paseo de la Exposición (avenida de Miramar), de donde saldría un segundo funicular que llegaría hasta el castillo. Todo este trayecto, que permitiría enlazar el centro histórico de la ciudad con la cumbre de Montjuïc, se haría en 11 minutos. Sin embargo, ese ferrocarril subterráneo, por falta de tiempo, de presupuesto y ante las dificultades técnicas jamás se materializó.


El nuevo funicular tuvo un gran éxito de público, fue elogiado por la prensa y contribuyó a dar a redescubrir la montaña de Montjuïc a la sociedad barcelonesa. La línea del Paralelo a la avenida de Miramar se consideró prioritaria y por este motivo fue la primera a inaugurarse. Sucedió un 24 de octubre de 1928. Al año siguiente se puso en servicio su hermano menor de la avenida de Miramar a las inmediaciones del castillo. La inauguración del parque de atracciones Maricel-Park en 1930 ayudó a aumentar el pasaje, incluso la Sociedad Anónima Funicular de Montjuich lo promovió mediante visitas concertadas. La Guerra Civil supuso una etapa difícil y a menudo caótica bajo control sindical. Luego llegó una larga postguerra que comportó una explotación irregular marcada por las restricciones eléctricas, la falta de recambios y el descenso del pasaje. Sin embargo el equipo técnico y humano contribuyó a mantener la mejor oferta posible a pesar de las adversidades. Durante el Desarrollismo se modernizó parcialmente para frenar su decadencia ante el apogeo del autobús y sobretodo del automóvil, dentro de un plan de recuperación de la montaña. El 7 de junio de 1972 empezó a funcionar municipalizado a manos del Ferrocarril Metropolitano de Barcelona, incluso a efectos internos de la empresa se bautizó como Línea XIV.


Los años de la Transición pusieron en evidencia la necesidad de una fuerte inversión si se quería salvar el funicular. Finalmente el 12 de enero de 1981 se optó por clausurarlo temporalmente para remodelarlo. Por contra, la línea de la avenida de Miramar a las inmediaciones del castillo cerró definitivamente por su escasa demanda y al considerarse cubierta por el teleférico. El 17 de julio de 1984 el funicular del Paralelo a la avenida de Miramar reabrió como transporte de ocio con una oferta ajustada a su nueva función, circulando los fines de semana de todo el año y a diario solamente durante Navidad, Semana Santa y verano.
Ante la celebración de los Juegos Olímpicos y en vistas de que no habría posibilidad de inaugurar el metro a Montjuïc por falta de tiempo, se optó por modernizar el funicular remodelándolo por completo bajo nuevos criterios de explotación, diseño y accesibilidad. El 6 de marzo de 1991 el viejo funicular de 1928 se despidió tras 62 años, 4 meses y 13 días en servicio. El 24 de junio de 1992 se reabrió al público convirtiéndose en el principal sistema de transporte para acceder al Anillo Olímpico. Durante la celebración de los Juegos Paralímpicos destacó por ser el primer transporte ferroviario de España adaptado a personas de movilidad reducida, convirtiéndose en un referente para toda la red de metro de Barcelona.


Durante los años posteriores fue consolidando el número de pasajeros y tras el cambio de siglo en el año 2002 pasó a integrarse en la red de metro como si de una línea más se tratara, recuperando su antigua función de servicio regular de pasajeros, con tarifa integrada y circulando todos los días del año. El año 2016 se remodelaron los convoyes y actualmente se ha ejecutado la segunda fase de remodelación que afecta a las instalaciones.
De hecho podemos afirmar que la historia contemporánea de Montjuïc se inició tarde, en 1929, con la inauguración de la Exposición Internacional de Barcelona, pues anteriormente y a pesar de la ocupación humana aún era una montaña no integrada en la ciudad. Este evento fue decisivo para conquistar un territorio que había vivido de espaldas a la ciudadanía. Montjuïc, en dos ocasiones fue el punto de apertura a la modernidad de la capital catalana, primero con la Exposición Internacional y luego con los Juegos Olímpicos de 1992. El funicular del cual ahora podemos disfrutar simbolizó la conquista de la montaña judía, del Mont Jovis, de la última cima de Barcelona, de un Montjuïc humanizado, como un elemento más de la ciudad y como parte de la historia y los sentimientos de toda la gente que alguna vez o muchas veces lo utilizaron.


No ha sido mi pretensión explicar nuevamente la historia del funicular de Montjuïc sino destacar los aspectos que a criterio personal han sido más importantes. En el presente blog dispongo de artículos que resumen la historia de este sistema de transporte. Para consultarlos podéis hacerlo clicando en los siguientes títulos:
En relación al patrimonio histórico, es de lamentar que todavía no haya sido posible restaurar el único coche del funicular de 1928 que se halla actualmente preservado, devolviéndolo a su aspecto original y mereciendo estar presente en su 90 aniversario.


Es un deseo encomiable la pronta apertura de un Museo del Transporte donde todo el material recuperado de metro, tranvía y autobús pueda exhibirse, difundiendo así la memoria de nuestro transporte colectivo, el cual es parte de la verdadera identidad de Barcelona y ha sido decisivo en la construcción de un capítulo inseparable de la historia contemporánea de la ciudad. Igualmente merece reivindicarse la recuperación de la estación inferior del funicular al castillo como auditorio o espacio de difusión cultural polivalente, pues las dependencias previstas a realizar tienen cabida en la remonta del edificio de la estación "Parc de Montjuïc". Es fundamental que las administraciones inviertan en cultura para promover la difusión histórica y la preservación real del patrimonio del transporte público que ha sobrevivido, porque finalmente el transporte público también es cultura más allá de la concepción turística.

Fotos: Arxiu ACEMA, Arxiu TMB, Casas i Galobardes (barcinogramas.com), Danny Caminal (El Periódico), revista Hora Punta.

3 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

Precisamente ayer coloqué una entrada del tramo superior.

http://totbarcelona.blogspot.com/

Siempre fue el que me atrajo y con el que tuve mejor relación
Salut

Anónimo dijo...

Excelente artículo. Felicidades!!

Ricard dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios. Celebro que os haya gustado la entrada. En el artículo he puesto los enlaces a mis otros artículos que hablan con más detalle de la historia del antiguo y moderno funicular al Paralelo, y el del ya desaparecido funicular del castillo. Un cordial saludo.