domingo, 31 de diciembre de 2017

Adiós 2017. Hola 2018


Amigos y amigas:

Cerramos el año 2017 y damos la bienvenida al nuevo 2018. Dejo atrás doce meses llenos de contrastes marcados por mi excelente relación de pareja con Sayra, la mujer de mi vida la cual he decidido que será mi compañera de viaje, y a la vez marcados por la inestabilidad política catalana.
Cuando llega un nuevo año, a menudo lo tomamos como un nuevo curso, siempre con la esperanza de que sea mejor que el anterior, donde podamos cerrar puertas definitivamente a lo malo y abrirlas a todo lo bueno que deba suceder. Suele ser el momento de plantearse nuevos retos que contribuyan a una renovación personal.
Yo también deseo que el 2018 sea positivo para hacer realidad mis proyectos, unas propuestas de las que soy consciente que se materializarán únicamente a base de lucha y esfuerzo, porque en verdad la buena suerte es de quien se la trabaja y se la gana pulso, día a día, sin rendirse. Nunca debemos confiar en el azar, pues gran parte del destino se lo hace uno mismo, salvo aquellos hechos ajenos a nuestra voluntad.


Es probable que el próximo año se avecinen muchos cambios personales. También habrán cambios generales para todos, en lo bueno y en lo malo. Todos viviremos felices momentos que harán más agradable nuestra vida, pero también viviremos momentos duros porque la ley de vida así lo marca aunque no queramos. La vida es una cuestión de equilibrio y depende de nosotros decantar la balanza hacia un lado u otro.
A mis seres queridos, familiares y amigos, quiero agradeceros haber depositado vuestra confianza en mí una vez más a pesar de que no siempre me sea posible cumplir con todas las expectativas previstas, con lo cual pido perdón si en algunas ocasiones os he fallado. Sí que os doy las gracias por estar ahí presentes admirando y valorando mi labor que hago con todo el amor posible.
Durante el 2018, en la medida de lo posible continuaré colaborando en el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris, en el Arxiu Històric del Congrés-Indians, escribiendo artículos en el presente blog y publicando alguna nueva obra. No obstante, mis proyectos con Sayra serán siempre prioritarios porque son los que determinarán nuestro futuro juntos.


Afortunadamente tengo muy pocos enemigos. A ellos desearles que el odio, los celos y la envidia no les cieguen y les impida ver el lado bueno de la vida del cual podrían disfrutar y desarrollar sus mejores virtudes. A quienes deseen que Sayra y yo fracasemos en nuestra relación de pareja, les puedo asegurar que su sentimiento de hostilidad nos hace a ambos más fuertes e inseparables y a ellos más vulnerables.
En el terreno político, deseo que la situación vivida en Cataluña se estabilice lo antes posible. Insisto una vez más en lamentar profundamente haber ofendido a quienes no comparten mi pensamiento, mis creencias y mis valores. Jamás fue esa mi intención, pero ante asuntos de fronteras y cuestiones identitarias, a mi parecer es prioritario resolver previamente problemas laborales, sanitarios, educativos, culturales, de vivienda y económicos, entre otros. Tras haber salido de una larga crisis económica y financiera iniciada el año 2008, no nos conviene adentrarnos en un nuevo pozo oscuro por haber priorizado aspectos basados más en los sentimientos personales que no de nivel y calidad de vida.


Igualmente, también deseo que España despegue y logre estar a la altura de los países más desarrollados de la Unión Europea, y que el entendimiento y la concordia entre las diferentes regiones y nacionalidades históricas conviertan el país en un nuevo referente del cual tomar ejemplo. Pero para ello hace falta un esfuerzo de todos y cada uno de nosotros para compartir nuestras cualidades y eliminar prejuicios.
Mi ciudad, Barcelona, se halla en un momento de incertidumbre. Es fundamental que se prioricen las políticas sociales para garantizar un elevado nivel y calidad de vida. Sin embargo, también sería decisivo que se apostara por la instalación de nuevas empresas, se potenciara el comercio, se incentivara la investigación y el desarrollo en los ámbitos científico-tecnológico y bio-sanitario, se celebraran más ferias y congresos, se organizaran más eventos internacionales, y se renovara el modelo turístico. Todo ello es lo que realmente da dinero, unos beneficios que se pueden reinvertir en luchar contra las desigualdades y desequilibrios territoriales, mejorar la red de transporte público, construir equipamientos varios y facilitar el acceso a la vivienda para los más desfavorecidos.


Para finalizar, antes de emprender una nueva etapa, con mis mejores anhelos de salud, amor y trabajo, os deseo un FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2018.

2 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

Buen año, de todo corazón.
Salut para ti y tus allegados.

Ricard dijo...

Muchas gracias. Igualmente feliz año y que para todos haya más y mejor de lo bueno. Un abrazo.