domingo, 1 de junio de 2014

Algo está pasando en Barcelona


Antes de proceder a publicar un artículo semanal de historia local como es mi costumbre, permítanme hacer un pequeño inciso acerca de unos hechos vividos en Barcelona. El pasado sábado día 31 de mayo, coincidiendo con mi cumpleaños, fui con mi hermano, mi cuñada y dos amigos al Museo de Cera para disfrutar del espectáculo llamado Horror Experience, que se organiza cada sábado entre las 20:00h. de la tarde hasta las 23:50h. de la noche. Atracción recomendable para quienes quieran deleitarse con algo distinto durante el fin de semana, al salir del recinto fuimos testigos de un desagradable incidente.
Estando a punto de marchar para reunirnos con otro amigo nuestro e ir a cenar todos juntos, nos vimos obligados a tomar una alternativa con motivo de los fuertes altercados acaecidos en la Rambla entre manifestantes y la policía. Antes de entrar al museo, los helicópteros sobrevolaban el cielo barcelonés y las furgonetas policiales corrían por Colón. Parecía cocerse algo grave. Al salir del espectáculo nos esperaba el auténtico Horror Experience, sin actores, en vivo y en directo. A la altura de la calle del Portal de Santa Madrona, al lado del Centre d'Arts Santa Mònica, se concentró una inmensa multitud de gente protestando por los sucesos provocados por el desalojo del centro social okupado Can Vies, del barrio de Sants. 


Las estatuas humanas, intuyendo que peligraba su integridad física, decidieron muy prudentemente recoger sus cosas y marcharse corriendo Rambla arriba. Entre la multitud, los reporteros equipados con sus cámaras y provistos de un chaleco que los identificaba como tales, iban recogiendo imágenes de lo que se avecinaba. Cortando el paseo había un cordón formado por furgonetas y agentes de los Mossos d'Esquadra a punto de entrar en acción. Yo y un amigo mío nos acercamos, tal vez demasiado, como el gato que murió por curiosidad, a ver qué pasaba. De pronto, la marabunta humana empezó a correr y se oyeron los primeros disparos hacia el cielo. Ambos corrimos de nuevo hacia el museo. El acceso por el pasaje de la Banca, que dispone de unas rejas para su precinto nocturno, fue cerrado anticipadamente por los empleados del mismo museo por razones de seguridad. Tras nosotros, un grupo de turistas muy asustados se quedaron al otro lado. Sin embargo, debido a que una de las empleadas, la que disfrazada de bruja repartía folletos a la salida de la Rambla, quedó fuera, se abrieron las rejas para que pudiera entrar, oportunidad que dichos turistas aprovecharon para salvaguardarse del peligro.


La calle parecía una batalla campal, un estado de sitio, una pequeña guerra civil. Evocaba sin exagerar a la Semana Trágica de 1909 o a los Hechos de Octubre de 1934. Nada ha cambiado y la historia se repite, el pueblo contra los mandatarios, los dominados contra los dominantes, los que claman libertad y justicia contra quienes quieren imponer aquello que denominan paz y orden. Está claro que todo esto es síntoma de una crisis que va más allá de la económica. Algo debe cambiar, pero por lo visto algunos pretenden restablecer nuevamente lo que había antes, aunque ya no funcione y nos haya llevado al desastre, porque esos así seguirán viviendo bien y no perderán sus privilegios. Solo se prolonga la agonía de un modelo insostenible y agotado.
Finalmente, los empleados del museo nos abrieron el acceso del pasaje que da a la calle Ample, donde todo el mundo, tras casi media hora atrapado, logró escapar. Más tarde quedamos con otro amigo, cenamos bajo un ambiente tranquilo y agradable, y disfrutamos de la velada con buena comida. Fue una recompensa al susto.


Lo más indignante vino después. Los medios de comunicación hablaron de estos sucesos como si no hubiesen sido importantes, sino un leve incidente puntual. Está claro entonces que dichos medios se hallan controlados y manipulados. Cada cadena de televisión y cada cabecera de periódico pertenece a un partido o bien simpatiza con alguno. Son a efectos prácticos los portavoces de quienes nos gobiernan. No existe la objetividad periodística. Todo es subjetivo y nos quieren ofrecer una visión del país en función de sus valores. La televisión y la prensa resultan un espectáculo como el cine, donde ves y sientes aquello que quiere el director que veas y sientas. Se busca fabricar una imagen determinada y tergiversada de la realidad, enseñar solo lo que interesa, evitar comprometer a quienes parecen ser intocables, transmitir a las gentes unos sentimientos concretos y, probablemente, crear enemigos que no existen y conflictos donde no los hay. Mentir está mal, pero decir medias verdades es todavía peor porque ello solo sirve para modelar la realidad a unos intereses, llegando a forjar un imaginario. En definitiva, los medios de comunicación de masas sirven a menudo de herramienta para que las altas esferas nos adoctrinen. Poco o nada sabemos acerca de lo que pasa. Hay miedo a ser claro y objetivo porque se teme a la reacción que nos llevaría a un cambio.


Todos quienes estuvimos allí fuimos testigos presenciales de lo que pasó. Lo vivimos y lo sentimos en vivo y en directo, y ni las imágenes televisivas ni los comentarios periodísticos se acercaron al corazón de los hechos. Pretender desacreditarnos aduciendo que por el hecho de estar sometidos al filtro del miedo y la angustia vimos las cosas exageradamente y magnificadamente solo puede ser argumento de una mente cicatera. Si quieren averiguar la realidad por ustedes mismos, salgan a la calle y acérquense aunque solo sea un poquito a la boca del lobo. Luego saquen sus propias conclusiones.

5 comentarios:

Mª Trinidad Vilchez dijo...

Hola estimado RICARD,lo he compartido tu post tan gráfico como interesante, lo has vivido en primera persona, las mentiras e injusticias que dicen las noticias, yo he visto muchas cosas y es así, y no digo más porque no es mi blog.
Un abrazo, otra vez Felicidades, yo también soy Géminis, del día anterior, y veo que hemos tenido un finde movidito.
Un abrazo y muchas gracias.

Anónimo dijo...

http://www.tv3.cat/3alacarta/#/videos/5108451

Mireu aquest 30 minuts d'ahir diumenge 1 de juny. Es mes del mateix: Sanitat publica vs Sanitat privada.

Ricard dijo...

Hola Trinidad. Gracias por tus comentarios y por compartir la entrada. A ver si algún día podemos reunirnos unos cuantos blogueros de Barcelona como nosotros e intercambiar experiencias. Cierto, ambos somos géminis. Lo importante es que lo hayamos pasado bien en nuestros cumpleaños. El de este año lo recordaré por lo sucedido en la Rambla.
Un abrazo.

bernat dijo...

Los barceloneses nos tenemos que rebelar contra el mal gobierno que nos ha convertido en extraños en nuestra propia ciudad. Turista terrorista

Mª Trinidad Vilchez dijo...

Muchas gracias a tí por ser como eres.
Yo lo he pasado muy bien, la verdad, pero he estado mucho por Can vies, y tus fotos de ayer fantásticas.
Otro abrazo, y prontos nos reuniremos seguro, gracias.