sábado, 19 de octubre de 2013

40 años del MUSEO DE CERA de Barcelona (1973-2013)


"Oiga, del cuello para abajo, cera; pero de aquí para arriba, es de verdad, ya me entiende; se lo digo yo que de anatomía se algo. ¡Un verdadero horror!", dijo el limpiabotas de la plaza de Tetuán llamado Jaumet, muy impresionado, según contaba Josep Maria Carandell en su magnífica obra Guía secreta de Barcelona (1974), en relación al Museo de Cera de Barcelona, que cumple cuarenta años de su inauguración.
Sin embargo, antes de establecerse el actual como definitivo, pocos saben que muchos años atrás hubo exposiciones de figuras de cera en la ciudad que asombraron e impactaron por su extraordinario realismo a la sociedad barcelonesa de entonces. Según cuenta Enric H. March en su recomendable blog Bereshit: la reconstrucció de Barcelona i altres mons (http://enarchenhologos.blogspot.com.es/) el empresario Francesc Roca, propietario de una tienda de antigüedades y aficionado al arte y a la magia, disponía de un teatro ambulante. Hacía espectáculos con autómatas y poseía una colección de figuras de cera con sede fija en el número 25 de la calle del Conde del Asalto (actual Nou de la Rambla), probablemente abierto en el año 1900. El nombre de Museo Anatómico Roca exhibía figuras que representaban el cuerpo humano, sus partes, su fisiología, y especialmente enfermedades venéreas y malformaciones. Igualmente, a principios de siglo XX, Nicomedes Méndez, verdugo de Barcelona, tuvo la idea de montar un barracón en el Paral·lel bajo el título de "Palacio de las ejecuciones" donde él explicaría al público asistente sus experiencias como verdugo al lado de las figuras de cera que recrearían las penas capitales. Sin embargo, no tuvo la autorización municipal para llevarlo a cabo. La existencia de otras exhibiciones temporales o permanentes de figuras de cera debería ser objeto de un estudio más exhaustivo.


Transcurrido más de medio siglo, la iniciativa de crear un museo de cera definitivo en Barcelona fue obra de Enrique Alarcón Sánchez-Manjavacas (1917-1955), decorador del cine español que trabajó en más de 260 películas con directores como Luis Buñuel, Luis García Berlanga, Juan Antonio Bardem, Carlos Saura, Nicholas Ray y Anthony Mann. En una estancia en Barcelona en el año 1968 participando como decorador en la película "Tuset Street", al pasear por la Rambla se percató de la existencia del majestuoso edificio del año 1867 cuya entrada se efectuaba por el pasaje de la Banca. Obra del arquitecto Elíes Rogent Amat, este palacete neoclásico albergó en sus inicios la Compañía General de Crédito «El comercio» (fundada por Ignasi Girona Agrafel en 1873), luego la sede del Banco de Barcelona (1915) y finalmente la sede de la Banca Crédito y Docks (1916). Fue entonces cuando Alarcón, maravillado, dijo que aquél edificio, abandonado desde hacía algunos años, era un espacio idóneo para acoger un museo de cera. Según dicen, el lugar le recordaba las películas inglesas en que los crímenes sucedían dentro de los museos de cera, en referencia al film "House of Wax" (1953). Afirmó, además, que la ubicación al lado de la Rambla y el hecho de quedar escondido en el interior de un callejón con dos entradas le otorgaba un aire misterioso y muy cinematográfico parecido al de las calles del Londres victoriano donde Jack el destripador solía realizar sus crímenes. Así, entre él y otros interesados en el proyecto procedieron a la compra del edificio, fundando a su vez la empresa Museo de Cera de Barcelona Sociedad Anónima el 26 de mayo de 1972 para su explotación.


En el proceso de habilitación del antiguo edificio, conservando y respetando lo máximo posible sus elementos originales desde el punto de vista patrimonial, escogió materiales como el mármol, la madera, el acero, la seda y el cristal, entre otros. La idea era crear mediante personajes de cera diferentes ambientaciones al modo de película, como si a su vez se tratara de hacer un museo de la escenografía.
La inauguración oficial tuvo lugar el 23 de febrero de 1973. En aquél entonces se reunía una colección de unas doscientas figuras de cera, todas ellas obra del mismo Enrique Alarcón, realizadas en el plazo de un año. Al acto asistieron, entre otros invitados, el arquitecto e ingeniero Carles Buïgas (el cual pudo contemplarse a sí mismo en su réplica de cera); el gobernador civil de Barcelona, Tomás Pelayo Ros; el gobernador militar de la provincia de Barcelona, Antonio Ruiz Ramón; el fiscal de la Audiencia, Joaquín Ruiz de Luna Díez; y el alcalde accidental, Félix Gallardo Carreras.


El interior del museo consta de varias secciones, algunas de las cuales se han ido incorporando con el paso de los años, llegando a un total de treinta y cuatro ambientes distintos. De todas ellos, merece destacar algunos por encima de otros por su especial interés y por ser el principal centro de atención de los visitantes. Tras pasar la entrada al museo preside la escalera de honor, hecha de mármol y muy majestuosa, cubierta con una alfombra roja y que da acceso al interior. En el salón del recital se conserva el mobiliario, e incluye figuras destacadas del mundo de la música y la literatura, acompañadas de figuras de políticos y monarcas. El patio de cristal está cubierto con un ejemplar de bóveda de vidrio y presidido por una pintura de Vilumara i Junyent (1908) donde se representan grandes personajes de la historia. Antaño fue el despacho del director del banco y mantiene buena parte de la decoración original. El salón gótico, de estilo neogótico catalán, está inspirado en el Saló del Tinell de Barcelona. Los arcos de piedra soportan una cubierta de madera y se proyecta como una ilusión con un espejo que refleja la otra mitad del arco. La cámara acorazada es original de la entidad bancaria que tenía su sede en el edificio y tuvo que abrirse en una pared con un soplete para permitir la visita. Aquí se recrea un atraco con los famosos ladrones Bonnie & Clyde. También hay un libro de dedicatorias. En el pasaje del terror se pueden desde los asesinos en serie más importantes de la historia hasta monstruos. Como curiosidad, remarcar que las escaleras que conducen al laboratorio del doctor Frankenstein originariamente conducían a la red de alcantarillado de Barcelona. Otras secciones son el Cuento de Hadas, un pasillo lleno de personajes de los cuentos populares para niños en un ambiente sencillo y alegre; la enfermería de la plaza de Toros, que contiene reproducciones del drama de la fiesta nacional; el batiscafo de Julio Verne, donde se puede contemplar el mundo subacuático; y la cueva gitana, terrosa y blanqueada, donde se reproduce un escenario del canto y del baile flamencos. A la salida del museo hay una tienda de recuerdos.


Con el paso de los años el número de figuras de cera se amplió hasta llegar a las trescientas. Los artesanos encargados de fabricarlas nunca han sido empleados del museo sino trabajadores externos, disponiendo de almacenes en Barcelona e Igualada donde se conservan las figuras retiradas del museo y piezas de recambio en caso de reparaciones y desperfectos. El sistema de construcción de las figuras de cera ha sido siempre laborioso, tradicional y artesano, a diferencia de los expuestos en los museos Madamme Tussauds, donde se emplean técnicas basadas en esculturas tridimensionales. Las piezas del museo de cera barcelonés se basan en fotografías e imágenes que sirven para hacer el molde de la cabeza y el cuerpo con arcilla. Posteriormente los modelos se juntan para acoplarlos y obtener tanto la postura como la expresión deseada. Luego se procede a trocear la figura para que otro equipo haga los moldes desmontables y por separado de la cabeza y del cuerpo, los cuales se llenan con cera fundida a una temperatura determinada y con el tono adecuado para cada figura. Una vez hecha la forma, se colocan la dentadura y los ojos y luego pasan al departamento de maquillaje y peluquería. La implantación del cabello es muy laboriosa, generalmente pelo a pelo mediante una aguja, no solo para el cuero cabelludo sino también para las cejas, pestañas, bigotes, barbas e incluso los pelos de las manos si es necesario. Ello dura alrededor de dos semanas de trabajo. También se da color a los labios, las mejillas y en todo lo que sea necesario en función del tipo de personaje. Acabados la cabeza y el cuerpo, se monta nuevamente la figura y, una vez supervisada, ya se puede vestir. Después sólo falta añadir a la figura los complementos ornamentales, previamente diseñados y fabricados. Las figuras vestidas solo son de cera la cabeza y las extremidades que enseña, mientras que el resto es un maniquí. Únicamente las figuras semidesnudas o que transparentan ropa son completamente de cera.


En cuanto al famoso quiosco verde de la Rambla situado enfrente del pasaje de la Banca, justo al lado de una fuente Wallace y que funciona como taquilla del museo, se ubicó pocos años después para hacer más visible su presencia. Fue estrenado el 10 de octubre de 1979 por iniciativa de la Asociación de Vecinos de las Ramblas como punto de información para los turistas. Años atrás se ubicó en el Pla de l'Os hasta que se proyectó el mosaico de Joan Miró. Aunque es de estilo ochocentista, es temporalmente moderno y no se trata de un antiguo quiosco centenario restaurado como algunos creen.
La empresa que gestiona el museo es privada, y pertenece a los descendientes de Enrique Alarcón, y económicamente se mantiene con las recaudaciones obtenidas de taquilla, cuyo número de visitantes asciende a unos 200.000 anuales. Mayormente estos suelen ser turistas, aunque el público local ha ido experimentando un progresivo ascenso. Desde el año 1989 ostenta la dirección la señora Carmina Vall. En abril de 1993 se amplió el negocio con la apertura del Bosc de les Fades. Diseñado por Víctor Alarcón, hijo de Enrique Alarcón, es un bar de copas cuya ambientación es un bosque fantástico donde se recrean entre las sillas y mesas de los clientes y la barra de bar, árboles con cara, castillos encantados, cascadas de agua y figuras de cera de hadas. Incluye una sala onírica llamada La Habitación de los Prodigios. Y en el año 2009 abrió el Passatge del Temps, una tienda situada justo al lado del Bosc de les Fades donde se venden productos varios de decoración pero diferentes a los habituales, todo ello bajo una escenografía del local con rincones imaginarios. Otros servicios disponibles en la actualidad son la organización de actos privados, la posibilidad de cesión de espacios, visitas comentadas y el espectáculo nocturno del Cuidador, que se celebra cada sábado a las 20:00h.


El museo no ha quedado exento de anécdotas singulares. En octubre de 2012 el director cinematográfico Víctor Matellano aprovechó las instalaciones para el rodaje de “Wax”, una película de terror en cuya grabación se dice que través de los auriculares del equipo técnico se oían voces cuando no hablaba nadie. En otra ocasión un ladrón que huía de la policía se coló en el museo y se hizo pasar por figura de cera, aunque después la policía lo atrapó fuera del edificio. Los incidentes más desagradables sucedieron cuando una persona con las facultades perturbadas se escondió en el museo y, por la noche, sacó una espada y decapitó varias figuras de la sala gótica; y en febrero de 1982 cuando dos ultraderechistas prendieron fuego a la figura de cera del rey Juan Carlos I, después de haber pagado previamente la entrada al museo.
El museo de cera abre de lunes a viernes de 10:00h. a 13:30h. y de 16:00h. a 19:30h. Los sábados, domingos y festivos funciona de 16:00h. A 19:30h., y en los meses de verado su horario es continuo de 10:00h. a 22:00h.



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