miércoles, 14 de agosto de 2013

Adiós a la PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN de la plaza de Sant Jaume


No puedo expresar más que una gran indignación y tristeza por la retirada de la histórica placa artística de la fachada del Ayuntamiento de Barcelona cuyo nomenclátor indicaba "Plaza de la Constitución". Desgraciadamente, nuestra ciudad se va quedando poco a poco con menos memoria histórica. La decisión de modelar y adaptar una gran urbe como es la capital catalana a unos valores y principios determinados sujetos a unos intereses políticos no hace más que destruir la identidad y la personalidad auténtica de Barcelona, forjada a lo largo de sus siglos de existencia a través de su historia, su cultura, su arte, su folclore, sus tradiciones y sus gentes. Vestigios singulares instalados en calles y plazas que nos recuerdan a diario a toda la ciudadanía grandes acontecimientos que cambiaron el rumbo de la evolución de nuestra tierra son de pronto borrados de un plumazo como si aquello nada significara. Este proceso de homogeneización no hace más que dar la espalda a la pluralidad ideológica de la sociedad barcelonesa, que observa la marginación de unos en favor de otros, como sucedía en tiempos pretéritos y autoritarios. ¿Qué quedaría de una ciudad si al antojo y capricho de sus gobernantes se eliminaran aquellos elementos que no fuesen de su agrado o no se ajustaran a las ideologías de quienes mandan? Nada más que un territorio estéril y vacío, finalmente muerto.
Desde bastante joven descubrí por casualidad la presencia de esa placa en la fachada del Ayuntamiento de Barcelona, lo que me llevó a aprender que la plaza de Sant Jaume una vez se llamó así en honor a la Constitución Española del año 1837, una nueva carta magna que reformaba a "La Pepa" de Cádiz redactada en 1812 y que ya había sido abolida. La denominación oficial como "Plaza de la Constitución" fue efímera, y sucedió el 19 de noviembre de 1840 con motivo de la inauguración de la reforma de la plaza de Sant Jaume otorgándole el aspecto actual tras el derribo de la antigua iglesia y de tres edificios anexos. Con la derogación de esta Constitución en el año 1845, el ágora barcelonés pasó a recuperar el nombre actual en recuerdo de la iglesia de San Jaime del año 1057.


La desafortunada placa, que combina los estilos barroco y neoclásico, fue obra del escultor igualadino Celdoni Guixà i Alsina (1787-1848). El relieve contiene una figura de Minerva (que simboliza la sabiduría y las artes), un león (que representa al reino de León y simboliza fuerza), un yugo y unas flechas (que simbolizan la unión de los reinos de Castilla y Aragón), unas columnas con la leyenda "Plus Ultra" (cuyo lema significa "más allá" como expresión y dinamismo del Imperio español), una carabela (símbolo de expansión de la Hispanidad) y un escudo de Barcelona, además de otros motivos como frutas, un pergamino, un gallo y el Sol irradiando. El relieve fue motivo de imitaciones y por ello se procedió a reproducirlo en dibujo para difundirlo a través del periódico "El Constitucional".
Tras 173 años de historia la placa ha sido finalmente retirada, alegando que es de poco interés patrimonial y que conlleva a la confusión por parte de los turistas, dos razones completamente alejadas de la realidad, puesto que se trata de una pieza artística única e irrepetible y son muy pocos los forasteros que visitando Barcelona desconozcan un lugar tan típico como la plaza de Sant Jaume, sobre todo después de haber sido durante tantos años el centro de congregación de barcelonistas que venían a celebrar los títulos ganados por el Futbol Club Barcelona.
Son muchos los edificios históricos que tras haber vivido diferentes regímenes han sufrido modificaciones y adaptaciones a los nuevos tiempos, pero ello supone una riqueza y una revalorización de su personalidad porque dichas edificaciones están llenas de historias vivas reflejadas tanto en sus fachadas como en sus interiores. Eliminar una parte de ellos porque nos molesta o nos parece hostil a nuestras creencias y valores equivale a ignorar y reinventar una parte de la historia que nos guste o no forma parte de nosotros porque una vez sucedió. La historia es objetiva y nunca puede ser del agrado de todos, y por ello no debe destruirse porque se elimina parte de su identidad, quedando igual que una persona que pierde algún miembro de su cuerpo. Afortunadamente, la placa irá destinada a un museo. No es justo que se haya politizado algo que no molestaba a nadie y que quienes creamos que ese pedazo de historia debería permanecer allí como recuerdo y memoria se nos tache de anticatalanistas, españolistas o añorados del antiguo régimen, porque yo me ubico a años luz de todo lo que vaya contra Cataluña o contra un estado de derecho. A menudo mantener viejos vestigios debería de ser pedagógico y un ejemplo de aquellos tiempos y errores históricos que jamás deberían de repetirse.


14 comentarios:

El niño vampiro dijo...

Pues no puedo estar más de acuerdo, pero me temo que, con el ultranacionalismo desbocado como está, esto no ha hecho más que empezar. Prepárate, porque vas a ver cosas muy desagradables.
Un saludo.

railsiferradures dijo...

Solament en un país com el nostre on existeix aquest menyspreu per l'historia i la cultura pot esdevenir un fet com aquest.
El següent pas pot esser eliminar les escultures que no agradin al govern de torn.
Tots els poders tendeixen a reescriure la història, però estem arribant a nivells de l'estalinisme o potser som a"1984".
Per cert enhorabona per l'entrada sobre el tramvia subterrani del carrer Nou de la Rambla.

Júlia dijo...

Estic molt enfadada, em sembla absurd

Júlia dijo...

Me'n faig ressò al blog i a facebook amb el teu permís.

Ricard dijo...

Hola Niño Vampiro. Me alegro de verte nuevamente por aquí. Efectivamente, a este paso nos espera un futuro que ni te imaginas, y nosotros acabaremos como espectadores de todo esto. Pero bueno, resistiremos. Un abrazo

Ricard dijo...

Hola railsiferradures:

A nosaltres aquestes coses ens afecten perquè som historiadors i com a tals no ens agrada que es polititzi la memòria històrica, perquè això és destructiu. Gràcies pel teu seguiment del meu blog, doncs el teu és molt interessant perquè són aquelles petites històries singulars les que fan una gran història. Una abraçada.

Ricard dijo...

Hola Júlia:

Es compren la indignació. Cap problema a fer-ne difusió, per això estan les meves entrades. Una abraçada.

Anónimo dijo...

Hace unos meses lei de la retirada, de una plaquita, también en español, que hacía referencia a Jose Rizal, procer de Filipinas.

El no levantamiento popular ante este tipo de actos son los que han provocado al resto de españoles algo de desapego hacia Cataluña y los catalanes...por no importarles que los simbolos de nuestra viva unión permanezcan...Si se hubiesen mafinestado 8000 personas en la plaza dia tras dia hasta que se hubiese repuesto, hablaríamos de un mundo mejor.

Anónimo dijo...

En el fondo es un proyecto de ingeniería política que busca arrancar hasta el último símbolo que permita identificar a Cataluña con el resto de España. Curiosamente ahora retiran una placa conmemorando la Constitución progresista de 1837. Efectivamente, homogeneización total y absoluta falta de respeto a la objetividad de la historia y al pluralismo de la sociedad. Estas actitudes que no presagian nada bueno para Cataluña. Saludos dede Asturias.

Ricard dijo...

Hola:

Gracias por tus comentarios. Efectivamente es lo que tu explicas. Se trata de politizarlo todo y de practicar además una política de venganza, haciendo ver que determinadas etapas de la historia no han sucedido como si no se quisiera asumir. Vivimos tiempos revueltos y no sé como va a terminar todo esto.
Un saludo a Asturias.

ricardo de barcelona dijo...

Completamente de acuerdo.
No conocia el blog lo visitaré con frecuencia
DGracias !!

Miguel dijo...

Gracias Ricard, por hacernos un poco más sabios.

Fran dijo...

Increïble. Això em va agafar de vacances, i me n'acabo d'assabentar. Precisament no fa gaire (diria que la primera setmana d'agost) vaig passar-hi, fent de "guia" d'una amiga visitant, i en mirar la veterana placa amb la seva obsoleta denominació vaig pensar que no deixava de ser un orgull veure com, per a certes coses, se sabia diferenciar entre política i història.

No ha estat així. No n'aprenem (aprenen)

Chordi dijo...

Yo también estoy triste, pues ademas de ser una hermosa placa con mucho que aportar a la historia de todos, (como tu muy bien has relatado)ha sido una pataleta de niño enrabiado como lo de ir destruyendo las placas del nomenclátor callejero con nocturnidad y alevosía .Y si railinferradures no olvides que George Orwell tiene plaza en Barcelona cosa que no tienen otros mas cercanos a nosotros, pero claro "1984" es libro de cabecera de la señora Muriel
Un saludo