viernes, 17 de agosto de 2012

Historia del autobús “Casas” Horta-Av.Tibidabo” (I): de los precedentes a la inauguración de la línea


El primer servicio de transporte de pasajeros entre Horta y Gracia
Hasta el siglo XX no hubo una propuesta de conexión entre Horta y Gracia por la carretera de Cornellá a Fogars de Tordera. El señor Josep Esteve Torrent, por cuenta de la compañía Autobuses de Gracia, Guinardó y Horta, solicitó al Ayuntamiento de Barcelona el 15 de octubre de 1928 la creación de una línea de autobuses entre la plaza de Ibiza y la plaza de Lesseps a través de la citada carretera. La iniciativa era una alternativa a otra línea de autobuses de la misma compañía, que también conectaba Horta y Gracia por el paseo de Maragall y la avenida de la Virgen de Montserrat, finalmente adquirida por la compañía Autobuses del Norte de Barcelona.
El itinerario se debía iniciar en la calle de Chapí, en Horta, y continuar por las calles de Horta, Palafox, Campoamor, carretera de Cornellá a Fogars de Tordera y la avenida de la República Argentina para finalizar en la plaza de Lesseps. La Jefatura de Obras Públicas el 17 de diciembre de 1928, y después el Ayuntamiento el 1 de diciembre del mismo año, concedieron la titularidad de la línea al señor Esteve Torrent, que inició el servicio el 1 de enero de 1929 de manera provisional. El horario se estableció de las 7:00h de la mañana hasta las 21:30h de la noche, con un intervalo de paso de media hora en las horas punta y de una hora el resto del día. El precio del billete sencillo era de 40 céntimos el trayecto completo y de 10 céntimos los trayectos intermedios, y el billete de ida y vuelta costaba 70 céntimos todo el trayecto, y 50 céntimos los trayectos intermedios. El parque móvil sólo lo constituía un autobús de la firma Lancia con matrícula B-15820. Temporalmente, el recorrido quedó limitado entre las calles de Palafox y Campoamor debido al lamentable estado en que se encontraba el pavimento de muchas calles de Horta. El 10 de diciembre de 1929 la concesión fue definitivamente otorgada a los Autobuses de Grácia, Guinardó y Horta para un período de 20 años y no sirvieron de nada las demandas puestas por Autobuses del Norte de Barcelona y Tranvías de Barcelona.


El establecimiento de este servicio de autobuses fue un estrepitoso fracaso. La principal radicaba en el recorrido, que en buena parte se efectuaba por una zona de escaso poblamiento. Además, el hecho de haber líneas de autobús por las barriadas de Vallcarca, la Clota y el Coll, propiciaba que los habitantes de estos barrios se desplazaran con más facilidad por las calles por los que transcurrían estas líneas. Como consecuencia, la compañía intentó mejorar el servicio presentando un proyecto de prolongación desde Horta hasta San Andrés de Palomar, y emitiendo 125 obligaciones amortizables a 10 años por un importe total de 25.000 pesetas. Este proyecto, sin embargo, no sirvió de nada, y un acreedor demandó la compañía por la escasa rentabilidad de la línea. Por ello, el juez municipal del Distrito de San Gervasio ordenó subastar el autobús que prestaba servicio, el 12 de septiembre de 1931. La compañía terminó presentando suspensión de pagos el día 30 del mismo mes y año, con un activo de 133.109 pesetas y un pasivo de 90.101 pesetas.
Así, a finales de 1931 la línea dejó de funcionar, y el 8 de enero de 1932 el Ayuntamiento de Barcelona declaró la caducidad del servicio por abandono y abrió el concurso para una nueva adjudicación, que fue a parar a manos de la única compañía candidata: Autobuses del Norte de Barcelona. Esta compañía volvió a poner en funcionamiento la línea el día siguiente, aunque en forma de dos recorridos de circunvalación: plaza de Lesseps-Valle de Hebrón-Horta-Guinardó-plaza de Lesseps, y viceversa. El horario de servicio se estableció de las 7:00h de la mañana hasta las 21:30h de la noche, con un intervalo de paso de media hora. El precio del billete costaba entre 10 y 40 céntimos. El servicio fue suspendido al tercer día de funcionar, a raíz de una denuncia de la compañía Auto-Ómnibus Vallcarca-Coll alegando perjuicios, pero fue restablecido poco después. La línea no fue tampoco nada rentable a manos de Autobuses del Norte de Barcelona, y considerados los déficits económicos que arrastraba, decidió renunciar al servicio, lo que fue aceptada por el Ayuntamiento de Barcelona el 2 de diciembre de 1932, y suprimida a mediados de ese mismo mes y año.



La evolución de unos barrios periféricos
No fue hasta después de la Guerra Civil que por los alrededores de la carretera de Cornellá a Fogars de Tordera comenzaron a desarrollarse una serie de servicios que podían justificar la implantación de un transporte regular de pasajeros. Antes de la guerra ya existían la Fundación Albá, que atendía y cuidaba a los enfermos incurables, y el orfanato Ribas, que acogía a niños huérfanos. Posteriormente, se añadió la escuela de los Salesianos como equipamiento escolar. También había otros lugares importantes pero que eran de propiedad y uso particular, como el parque del Laberinto, el pabellón de las Heuras y la residencia de los Martí Codolar. Debido a los desastres de la guerra, el número de enfermos que necesitaban cuidados sanitarios y de niños huérfanos aumentaron considerablemente, generando un flujo de población que se desplazaba hacia a estos lugares. Otro hecho destacado era la existencia de una población que carecía completamente de cualquier sistema de transporte. A pesar de que los alrededores de la carretera de Cornellá a Fogars de Tordera eran bastante despoblados, los barrios del Carmelo, la Clota y la Taxonera ya no disponían de los servicios de autobuses que funcionaron antes de la guerra, por lo que varias asociaciones vecinales de estos lugares reclamaron la puesta en marcha de una línea de autobús que no les dejara incomunicados.
A través de la carretera de Cornellá a Fogars de Tordera, que entonces ya se llamaba paseo del Valle de Hebrón, se podía llegar perfectamente en coche, pero el problema residía en la falta de un servicio público regular de transporte de pasajeros que conectara los citados centros de servicios con el resto de Barcelona. Sólo había una línea de tranvías que finalizaba en la calle de la Violeta, en Can Gomis, y dos más que lo hacían en la plaza de Ibiza, en Horta. Esto suponía recorrer a pie entre dos y tres kilómetros desde estos dos puntos hasta aquellos lugares. Tan sólo existía un servicio regular de autobuses que iba desde la plaza de Lesseps hasta Cerdanyola por el paseo del Valle de Hebrón y la carretera de Horta a Cerdanyola, pero que por su carácter interurbano no era apto para desplazamientos urbanos.



El papel de la Fundación Albá y las negociaciones con la Empresa Casas
Si una institución merece ser recordada por su papel decisivo a la hora de dotar de transporte público la zona de la Valle de Hebrón, no hay ninguna duda de que se trata de la Fundación Albá, situada muy cerca de los futuras Hogares Mundet. Sin embargo, otras instituciones y algunos grupos de vecinos y colectivos religiosos de la zona expresaron su apoyo para llevar a cabo la iniciativa. Se podría considerar que las reivindicaciones vinieron a consecuencia de la creciente importancia de los equipamientos asistenciales, el aumento de población y la falta de transporte público por los barrios de la Clota, el Carmelo y la Taxonera, suprimido después de la guerra.
La Fundación Albá fue la que en realidad hizo todo lo posible, la que materialmente obró e hizo los trámites necesarios. Así, el 5 de junio de 1950 presentó una petición a la Dirección General de Ferrocarriles, Tranvías y Transportes por Carretera para crear un servicio regular de autobuses que conectara todo aquel sector de la periferia con la ciudad. Concretamente se pidió una línea que fuera del centro de Horta hasta Gracia a través del paseo del Valle de Hebrón, de manera que en cada origen y final se podría enlazar con otros sistemas de transporte para desplazarse hasta cualquier punto de Barcelona. Dado que a Tranvías de Barcelona no le interesaba, la Fundación Albá tuvo que recurrir a compañías privadas.
inalmente, se dirigió a la Empresa Casas, que tenía su sede en Mataró, y pidió a sus máximos responsables, los hermanos Francesc y Josep Casas Estrada si estaban interesados en explotar un servicio de autobuses entre la plaza de Ibiza y la plaza de Lesseps. Dicha empresa ya disponía de dos líneas que circulaban por el paseo del Valle de Hebrón y pensaron que este nuevo servicio urbano complementaría las dos líneas en funcionamiento. La respuesta de los hermanos Casas fue afirmativa e hicieron su solicitud el 23 de octubre de 1952.


La Fundación Albá, el 5 de noviembre del mismo año se dirigió al director general de Ferrocarriles, Tranvías y Transportes por Carretera para convencerle de las ventajas que se obtendrían de la explotación de la línea si fuera a parar a manos de una compañía de autobuses competente. También pidió que los derechos que le fueron otorgados para este servicio se transfirieran al señor Francesc Casas Estrada, ya que él había sido el primer solicitante y tenía experiencia, lo que garantizaba una buena explotación. Esto motivó a los responsables de la Empresa Casas a pedir a la citada Dirección General que les fueran transmitidos los derechos adquiridos por la Fundación Albá, de común acuerdo con sus directivos.
El señor Francesc Casas acordó entregar a la Fundación Albá un 10% de las ganancias netas que se obtuvieran de la explotación del servicio, como parte del beneficio que debía representar transportar en exclusiva pasajeros relacionados con la Fundación. Finalmente, el 10 de noviembre de 1953, la Dirección General otorgó provisionalmente la titularidad de la línea a Francesc Casas Estrada. Conseguir la concesión del nuevo servicio costó un poco cara, ya que tuvieron que pedirse varios préstamos bancarios e incluso hipotecar una parte de su patrimonio particular, para así poder adquirir los autobuses necesarios y un garaje. Desgraciadamente, pero de manera temporal, el recorrido debía quedar limitado hasta el cruce del paseo de Sant Gervasi con la plazoleta del final de la calle de Balmes a causa de las obras que se estaban realizando los alrededores de la avenida del Hospital Militar.



Inauguración del autobús "Casas"
El 5 de diciembre de 1953, a primera hora de la tarde, se inauguró oficialmente, con una ceremonia, el servicio urbano de autobuses entre la plaza de Ibiza y la avenida del Tibidabo (La Rotonda), concedido a la Empresa Casas. En este acto se presentó el primer vehículo de la línea, un autobús Chausson. Ante un numeroso público que no paró de aplaudir, el teniente de alcalde Manuel Jaumar de Bofarull, como concejal-delegado del Distrito y en representación del alcalde, de quien excusó su ausencia, hizo constar su apoyo a todo lo que significaran mejoras urbanas y el establecimiento de medios de comunicación. Seguidamente, habló el señor Segarra, ingeniero jefe provincial de Obras Públicas, que se congratuló de la cooperación municipal al servicio que se inauguraba y por el que previó bastante éxito. La jurisdicción y competencia de concesión de la línea que se estrenaba le correspondía, ya que el trayecto transcurría por la carretera de Cornellà a Fogars de Tordera, aunque en un tramo correspondiente a la ciudad de Barcelona. Finalizados los discursos, el autobús fue bendecido en la misma plaza de Ibiza por el reverendo Francesc Tena Garriga, coadjutor de la parroquia de San Juan de Horta, y por el reverendo Antoni Picornell Gelabert, encargado de la parroquia de Nuestra Señora del Coll. También asistieron a ella el señor Ibáñez Ferrán, concejal del Distrito III, al que pertenecía el origen de la línea en Sant Gervasi; el señor Pascual Graneri, ingeniero de transportes por carretera; el señor Fausto Ferrer, alcalde del barrio de Horta; el señor Rodríguez, jefe local del Movimiento; el señor Triana, secretario de la Tenencia de alcaldía del Distrito, así como numerosas representaciones de las autoridades y vecinos de los barrios de Horta, La Clota, la Valle de Hebrón, el Coll y Can Gomis.


Terminada la ceremonia, las autoridades y los invitados subieron al autobús inaugural y realizaron todos juntos el recorrido completo de la línea. Al llegar al paseo San Gervasio se apreció que un numeroso grupo de ciudadanos ya estaba esperando la llegada del primer autobús, lo que demostró el interés de la línea para la población.
La Empresa Casas organizó una comida íntima en el restaurante de La Rotonda, ubicado al final del trayecto. Participaron los señores José y Francisco Casas Estrada, y las autoridades que presidían la inauguración. Al final de la comida, el señor Francesc Casas ofreció el nuevo servicio en la ciudad, gesto que fue agradecido por los señores Manuel Jaumar de Bofarull en nombre del alcalde, y González García en nombre de la Asociación de Propietarios y Vecinos del Valle de Hebrón.

3 comentarios:

carme dijo...

per a les persones d'Horta era la nostra principal via d'accés a la Residència de la Vall d'Heron. Com sempre un magnífic treball.

Ricard dijo...

Gràcies, Carme

Mª Trinidad Vilchez dijo...

Lo anteriormente dicho y se me olvidaba, que maravillosas fotografías antiguas, me encantan.
Un saludo y muchas gracias.
Mari Trini