miércoles, 9 de noviembre de 2011

La Vila Olímpica, 20 años después

Se cumplen 20 años de la construcción de la Vila Olímpica del Poblenou con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Allá donde una vez existió un importante núcleo industrial en declive, finalmente dio paso a una área residencial y de ocio abierta al mar. Las viejas fábricas dieron paso a viviendas, zonas verdes, un puerto deportivo, un  paseo marítimo y la recuperación de la fachada marítima con nuevas playas, además de una importante oferta de bares y restaurantes. Inspirado en el barrio marítimo de Santa Mónica de la ciudad de Los Ángeles, es obra y grácia de los arquitectos Oriol Bohigas, Josep Maria Martorell, David Mackay y Albert Puigdomènech, entre otros autores de prestigio que también colaboraron en actuaciones puntuales, como Frank O. Gehry y Ricardo Bofill. Durante la celebración de las Olimpiadas del año 1992 sirvió de residencia para los deportistas. Una vez finalizados los Juegos, la sociedad barcelonesa hizo suyo de buen grato este espacio recuperado para la ciudad y símbolo de la renovación de Barcelona, que lucía flamante y espectacular.
Transcurridas dos décadas, me veo obligado a ofrecer este amplio reportaje fotográfico de la Vila Olímpica en la actualidad, resultado de una gestión municipal incapaz de mantener óptimamente un barrio que vivió sus años dorados hasta que puso en evidencia las dificultades económicas de mantener grandes espacios y construcciones de diseño y singulares cuando estos no están al alcance de todos. Pónganse cómodos y disfruten del espectáculo.
Rotonda del espigón del Bogatell que permite el acceso a las playas, todavía sin urbanizar y generando así un gran espacio vacío y desaprovechado.
A menudo las baldosas del paseo Marítimo ofrecen este aspecto, lo que supone un peligro para quienes pasean, hacen footing o circulan en bicicleta o patines.

Uno de los trozos de barco convertidos en monumentos y ubicados en el parque del Mar. Desde hace tiempo se encuentran muy degradados por el vandalismo y la falta de mantenimiento, y se encuentran cercados con estas vallas.
A menudo, el césped de toda la zona de parques previa a las playas ofrece este aspecto tan dejado y estéril.
Muchos de los caminos de los parques ofrecen este aspecto.
Allá donde una vez hubo una fuente, ahora hay un parche entre el césped.
Una de las fuentes del parque del Mar. La boca se encuentra tan baja que prácticamente es solo accesible a que beban los niños y los perros. Un ejemplo de arquitectura de diseño inutilizable funcionalmente.
El pavimento asfaltado a menudo ofrece este aspecto, faltado de una renovación.
Esta casa, de Parcs i Jardins, ofrece externamente este lamentable aspecto, con las paredes desconchadas por la podredumbre de la madera, pintadas y en parte tapiadas.
El suelo del paseo de Calvell en el lado mar se encuentra en este estado. Incluso faltan árboles.
En el mismo paseo, los parches de asfaltado de poco han servido.
Allá donde ahora hay tierra hubo una vez césped.
En el paseo de Calvell, las raíces de los árboles parecen querer salir al aire libre.
En el parque del Poblenou, justo donde ahora hay un desierto de cemento, hubo una vez un bonito lago con un surtidor.
En la avenida de Icaria, la vegetación se hace paso por las aceras.
Uno de los pocos bancos originales que han sobrevivido los veinte años, cuyo estado de conservación deja mucho que desear.
El pavimento de la rambla central de la avenida de Icaria parece tener la viruela.

La avenida de Icaria, un paseo muerto y desaprovechado donde la presencia humana es puramente testimonial.
En algunas aceras, las baldosas se levantan por la fuerza de las raíces de los árboles. Se recomienda vigilar de no tropezarse.
Todavía quedan algunas edificaciones con desperfectos producto de la prisa con que se construyeron, como este perteneciente al Centre de la Vila. Actualmente la mayoría de ellos han tenido que ser rehabilitados.
La avenida de Icaria se define como un espacio muerto, tan muerto que hasta algunos perecen como este pobre gorrión que casi se confunde entre la degradación del barrio.
Entre los adoquines de la calle Moscou crece el moho debido a la humedad.
Las paredes de las zonas de parque han perdido todas las luces.

El parque de Carles I, otro espacio muerto, muy degradado, socialmente inutilizado y además peligroso por la presencia de determinados colectivos que aconsejan no ir solo por aquí.
Un ejemplo de apaño barato ante la opción de reponer con baldosas del mismo modelo. ¿Obra de Pepe Gotera y Otilio?
En el parque del Port Olímpic, los mástiles lucen sin banderas, e incluso algunos han sido amputados.
En el mismo parque, todavía resisten algunos espacios con suelo de listones de madera, muchos de ellos podridos y levantados. Se recomienda no andar descalzo.
Cuando romper las cosas se convierte en un hobby.
La plaza de los Voluntaris, siempre vacía y desaprovechada, ya ha perdido algunas de las placas dedicadas a los campeones de 1992. Serán los olvidados.
Cuando no se vuelve a plantar un árbol, estas son las consecuencias.
¿Gregal? ¿Ponent? ¿Mestral? ¿Alguien puede identificar los vientos?
Para quien tenga sed, estas oxidadas fuentes de agua fresca.
Por el paseo Marítim de Nova Icaria, después de la lluvia.
Zona de aparcamiento. Brillante idea de definir este espacio con cubitos de piedra creyendo que podían resistir el peso de un coche.
¿Por qué se perderán tantas baldosas?
Justo al lado del McDonald's, lo que podría haber sido otro restaurante no es otra cosa que un espacio cerrado muy útil para orinar, defecar, vomitar, pincharse o incluso dormir.
¿Césped? No, es agua verde.
Degradación hasta en los más mínimos detalles.
Las medianeras de la ronda del Litoral tampoco han escapado de la degradación.
Una de las diversas farolas de diseño del paseo marítimo, oxidadas.
El suelo de los paseos de las playas, aparte de haber sido parcheado con cemento en vez de reponer la baldosa rota o perdida, ha servido para que las parejas inmortalicen su paso por aquí.
El suelo del paseo del Port Olímpic ha corrido también la misma suerte.
El poste y la placa de la plaza dels Voluntaris. ¿Algún "voluntari" se ofrece para restaurarla?
A menudo los pasos entre medianeras tienden a la curvatura como si de un badén se tratara.
Y para finalizar el reportaje, en este estado se encuentra esta obra de la ONCE con motivo de los Juegos Paralímpicos. Bueno, todo lo que queda de ella. En el suelo todavía sobreviven las baldosas especiales para invidentes. En el centro, antes había un plano metálico en relieve de la Vila Olímpica y unas inscripciones escritas en sistema braille. Ahora ya no sirve ni para ciegos ni para nadie.
Esto es todo amigos y amigas. Seguro que no faltarán comentarios al respecto de este reportaje. Por favor, sírvanse ustedes mismos.


1 comentario:

Júlia dijo...

Este tipo de cosas son una constante en nuestra ciudad desde mi más tierna y ya lejana infancia. Creo que es una estrategia para poder 'recuperar' después y remodelar al gusto del político interesado en su propia 'pirámide'. I anar gastant!!!