viernes, 31 de diciembre de 2010

Año nuevo: aires nuevos y vida nueva

Dejamos atrás el año viejo 2010 y entramos en el año nuevo 2011. Abandonamos 365 días difíciles de nuestra vida debidos a muchas circunstancias, especialmente por culpa de la crisis económica, una pérdida de valores que han llevado a la radicalización de la sociedad y la desconfianza hacia la clase política causada por la corrupción. Sin embargo, espero y deseo que entre tantas desgracias que mellan poco a poco nuestro espíritu, al menos una parte se haya visto compensada por las cosas buenas que tanto nos han deleitado y gratificado. Del año viejo recordar siempre y solo lo más positivo, quedarse con esa bocanada de luz por poca que sea.
El año 2011 tiene que ser especialmente de renovación personal interior y exterior. Nunca hay que plantearse deseos que jamás se van a cumplir, como el tradicional perder peso o apuntarse a un gimnasio que tanta gente pregona, objetivos que siempre se empiezan con empuje pero que van perdiendo gas y nunca se terminan. Me refiero a que deben de abandonarse las monotonías y las rutinas que nos estancan y nos envejecen prematuramente y optar por nuevos caminos que nos lleven a un nuevo equilibrio personal. Quien tenga conciencia de ello debe de intentar ponerle remedio, pues en caso contrario existe el riesgo de caer en un profundo pesimismo y en una constante desvalorización personal. Especialmente perjudicadas se verán aquellas personas que inmersas en este estancamiento y monotonía, no sean conscientes de su pobre vida, no se planteen nuevos retos y prefieran engañase a sí mismos con una falsa sensación de felicidad.
Aparte de desear salud, amor y trabajo, porque son tres cosas fundamentales, hay otros tres deseos que deberían de cumplirse a lo largo de los próximos 365 días de nuestra vida: esperanza, renovación y evolución.

La esperanza es que los deseos que uno anhela se hagan realidad. Espero de todo corazón que mejore la economía y la situación general de nuestro país para poder gozar de un buen nivel de renta y una mejor calidad de vida, y que esa persona tan especial de la que me une por el momento tan buena amistad, un día sienta esta chispa del amor y podamos llegar a algo más. De momento, ahorrar dinero para el futuro y disfrutar de una bonita amistad con esta persona en el presente es una constante a trabajar que me satisface y que un día dará sus frutos. No me obsesiona ni me preocupa la situación presente económica y sentimental, porque tengo la convicción de que mejorará y va a ser el paso del tiempo el árbitro que decantará la balanza hacia un lado u otro. Ahora hay que vivir y disfrutar intensamente este presente tan nuestro y dejar que el futuro se forje solo.
La renovación servirá para rejuvenecer espiritualmente, ser más alegre, más positivo, más optimista y más dinámico. No hay nada mejor que sufrir una buena experiencia, como por ejemplo conocer a una persona muy especial, para darse cuenta de que existe vida más allá de lo que hacemos por costumbre. Trabajarse los deseos para que se hagan realidad formará parte de esa renovación que tanto contribuirá a la madurez y a la satisfacción personal. Nuevos retos y nuevos proyectos ayudarán también a ese cambio en la vida personal. En el año 2011 cumpliré 40 años. Y como ya dije en una ocasión, cambiar el 3 por el 4 será para mí un reto, una fortaleza y una oportunidad para esa deseada renovación, para ese cambio de vida personal y para esa mayor madurez. No permitiré que esa “crisis de los 40” se acerque a mí, ni siquiera me va a hacer cosquillas, sino que pasará de largo y muy lejos. Por dentro me siento muy joven y cuando llegue el 31 de mayo de 2011, prometo que me sentiré todavía más joven y mucho mejor que ahora.

Y como consecuencia de hacer realidad mis esperanzas y haber conseguido esa renovación personal y espiritual, ello me conllevará a una evolución de mi persona, hecho que se verá reflejado en las relaciones sociales, en la vida laboral e intelectual y en la propia autoestima. Todos aquellos episodios del pasado que tanto miedo y vergüenza produjeron jamás volverán porque ya formarán parte de la vida de una persona diferente a la que será próximamente. Cuando evolucionas y luego echas una mirada hacia tu propio pasado, te parece mentira como llegaste a sufrir por cosas que ahora carecen de importancia, e incluso llegas a reírte de ellas. En realidad no se trata de renunciar a todo de ti mismo porque eso es imposible, sino a conservar y potenciar lo bueno de uno y purgar lo malo. Hay cosas de uno mismo que jamás cambian porque forman parte del carácter, el talante y la personalidad, pero se les puede dar un nuevo aire en función de las circunstancias que se viven para una mejor calidad de vida, destinada siempre para uno mismo, a la vez que repercute en positivo para los demás.
Dicen que la vida es un regalo y que por e motivo hay que frutarla. Sin embargo, doy gracias a la existencia de ciertas cosas y de ciertas personas que contribuyen a que esta vida sea todavía mejor, la existencia humana tenga mayor sentido y se pueda disfrutar el doble. ¿Qué sería la vida si esas cosas o esas personas tan especiales no existieran?
En definitiva, con esos deseos de esperanza, renovación y evolución, quiero también desear un Feliz y Próspero Año Nuevo 2011 a todas aquellas personas, amistades, familiares y demás seres queridos que han formado, forman y formarán siempre parte de mi vida. Una abrazo muy fuerte y agradecer vuestra fidelidad hacia este blog. Este tranvía será testigo a través de sus artículos de un nuevo rumbo, de un nuevo recorrido que va a cambiar la historia de mi vida.

1 comentario:

Jordi Marí dijo...

Amén. (Feliç 2011, Ricard).